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Calidad de las instituciones y su relación con el desempeño económico: un análisis de la región Caribe colombiana
Quality of institutions and its relation with economic performance: an analysis of the colombian caribbean region
Gustavo Rodríguez Albor*
galbor@uninorte.edu.co
* Economista, especialista en Estadística Aplicada. Estudiante del doctorado en Ciencias Sociales, Universidad del Norte.
RESUMEN
El presente artículo analiza los principales elementos y variables relacionados con la calidad de las instituciones que pueden influir en el desempeño económico de la región Caribe colombiana. El objetivo central es aportar nueva evidencia al debate existente en torno a cuáles son los factores asociados al desempeño institucional, específicamente de las organizaciones públicas departamentales de la región Caribe colombiana. La importancia de este tipo de análisis radica en que viene a promover e identificar mediciones relacionadas con la calidad institucional, pues si se logra establecer las causas del mal ejercicio de las organizaciones, principalmente las públicas, comienza el mejoramiento del desempeño económico de cualquier país o nación.
Palabras clave: instituciones, calidad institucional, crecimiento económico.
ABSTRACT
This paper analyzes the main elements and variables related to the quality of public institutions that can influence the economic performance of the Colombian Caribbean region.The main objective is to contribute with new evidence to the existing debate regarding factors that are associated to the institutional performance, specifically of the quality of public institutions of the Colombian Caribbean region. The importance of this type of analysis is that it serves as a point of departure to underline and to identify measurements related to the institutional quality, because the first step to improve the economic performance of any country or region is the establishment of the causes for the bad performance, mainly of the public institutions.
keywords: Institutions, Institutional Quality, Economic Growth.
1. INTRODUCCIÓN
Una de las mayores preocupaciones de los economistas ha sido explicar las diferencias que en sus niveles de desarrollo económico existen entre países y regiones. Desde Adam Smith en el siglo xviii y sobre todo después de la Segunda Guerra Mundial el análisis respecto a las causas del crecimiento ha aumentado considerablemente. Precisamente, en las últimas dos décadas las instituciones han dejado de ser un elemento poco apreciado para explicar el crecimiento de los países.
Dado este reconocimiento generalizado acerca de la importancia de las instituciones en el desempeño económico, el presente trabajo tiene como objetivo central contribuir con nueva evidencia al debate existente en torno a cuáles son los factores asociados al desempeño institucional, específicamente de las organizaciones públicas departamentales en la región Caribe colombiana, a partir de información de organismos tales como Transparencia Internacional, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), entre otras entidades, para el año 2005.
Para ello, en primer lugar, se examina la calidad institucional y su influencia en el desarrollo. Luego se realiza un análisis de las organizaciones públicas y de una serie de variables económicas tanto a nivel nacional como a nivel de la región Caribe, a partir de la escasa información que existe, y sus posibles relaciones con la calidad institucional. Finalmente, se analizan los resultados estadísticos obtenidos, teniendo presente sus alcances y limitaciones.
Es importante tener en cuenta qué estudios relacionados con el Caribe colombiano, particularmente asociaciones entre instituciones y desarrollo regional, han tenido un crecimiento después de la publicación en 19901. La construcción de investigaciones en este tema es un proceso lento dado lo reciente del campo de estudio. Por esta razón, básicamente se pretende analizar de forma descriptiva la asociación entre variables institucionales y desempeño económico, teniendo presente el nivel empírico de este trabajo, de tal manera que sirva como punto de partida de exploración teórica para profundizar en futuras investigaciones las causas que obstaculizan o favorecen el desarrollo económico de la región Caribe colombiana.
En este sentido, es importante tener presente las limitaciones del uso de los modelos estadísticos propuestos, con respecto a los resultados que se obtienen y el alcance de la explicación de esos eventos sociales. Particularmente, Lawson (2001) afirma, "los métodos matemáticos del tipo utilizado por los economistas [...] son útiles] para la tarea de iluminar la realidad solo bajo ciertas condiciones. En concreto, la utilidad de los tipos de procedimientos matemáticos en cuestión se limita a los sistemas en los que las regularidades de eventos (deterministas o probabilísticas) se producen".
2. CALIDAD DE LAS INSTITUCIONES Y SU RELACIÓN CON EL DESEMPEÑO ECONÓMICO
La teoría del crecimiento endógeno desde los años ochenta "provocó un marcado cambio en el análisis de la función de producción agregada" (Meier, 2001, p. 9). Esta teoría apuntaba que el crecimiento dependía fundamentalmente de la inversión, el capital físico, la tecnología, la investigación y el conocimiento, y se consideraba en muchos casos que esto era una especie de "receta técnica", capaz de aplicarse a cualquier tipo de sistema económico o país. Sin embargo, la evidencia empírica de que estos factores del crecimiento no proporcionan una explicación exacta a partir de la experiencia de diversos países como los latinoamericanos, ha producido un giro hacia explicaciones desde de las instituciones.
La importancia y papel de las instituciones en cuanto al desempeño económico de los países y regiones es relacionado con la calidad de aquellas. Al respecto Ayala, (2003) afirma:
Los países que lograron industrializarse y obtener un crecimiento estable y sostenido junto con una buena distribución del ingreso lo hicieron debido a la calidad de sus instituciones. Estas instituciones son un factor clave para generar un sistema de incentivos económicos y aun extraeconómicos; para emprender acciones colectivas como la inversión, el ahorro, la innovación tecnológica; y, en general, la aplicación y sostenimiento de las políticas públicas (p. 41).
A partir de conclusiones similares de diferentes autores, los investigadores de esta línea de pensamiento consideran conveniente la incorporación de las instituciones dentro de los modelos de crecimiento económico.
Con respecto al marco teórico, las dos líneas de análisis institucional2 tanto de la economía institucional original (EIO) como la nueva economía institucional (NEI) brindan elementos para identificar factores relacionados con la calidad de las instituciones. Las teorías del desarrollo de la escuela neoclásica, de la cual se desprende la nueva economía institucional, que ha sido la más utilizada y ha centrado buena parte de sus investigaciones, señala "los efectos que tanto los diferentes sistemas políticos e instituciones [...] como [asimismo] el nivel de estabilidad tienen en el comportamiento económico, [que] en la mayoría de los casos [es] concebido como sinónimo del crecimiento económico medido por el PIB" (Valdivieso, 2006, p. 21.), especialmente por el neoinstitucionalismo.
En este sentido, las investigaciones sobre crecimiento relacionadas con indicadores de calidad institucional son muy pocas y parece que gran parte de los trabajos empíricos pertenecen a la NEI; básicamente enfocan el tema de la convergencia de los países y analizan las teorías neoclásica y endógena. Una de la causas de esta situación es posiblemente la poca existencia de indicadores que permitan realizar un análisis y comparación de las instituciones. Sin embargo, diferentes organizaciones principalmente internacionales, recién han comenzado a realizar registros y mediciones en temas como corrupción, visibilidad institucional, meritocracia, clientelismo, Estado de derecho, libertad de prensa, derechos de propiedad, índices de desarrollo institucional, entre otros, además de los utilizados tra-dicionalmente por los modelos neoclásicos como el producto interno bruto (PIB), el PIB per cápita (PPC), la inversión, el capital humano, la integración económica, etc.
De la misma forma el determinismo geográfico ha sido empleado en diversas investigaciones para estimar su efecto sobre las instituciones (Landes, 1998; Sachs & Warner, 1995; Sachs & Warner, 1997; Bloom & Sachs, 1998; McArthur & Sachs, 2000; Mellinger, Sachs & Gallup, 2000; Sachs, 2001;
Sachs, 2003; Easterly & Levine, 2002; Rodrik et ál., 2002; y Acemoglu et ál., 2002 y 2003). Este último elemento ha sido ampliamente cuestionado, debido principalmente a la ausencia de datos históricos confiables y el empleo obligado que se realizan de variables tipo proxy para la construcción de los modelos 3.
En cuanto a la diferencia esencial entre el "nuevo" y el "viejo" institucionalismo, aun el debate se encuentra abierto y parece no existir unanimidad en este aspecto. Para Hodgson (2007), a diferencia de la EIO, el NEI plantea el individualismo metodológico y toma como propio los supuestos individualistas de los economistas neoclásicos. Puntualmente, sobre estos dos aspectos afirma:
El proyecto distintivo 'neoinstitucionalista' consiste en el intento de explicar el surgimiento de las instituciones, como la empresa o el Estado, por preferencia a un modelo de comportamiento individual racional, investigando las consecuencias imprevistas en términos de las interacciones humanas. Se da por sentado un estado de naturaleza inicial 'libre de instituciones'. El movimiento explicativo va de los individuos a las instituciones, considerando a los individuos como dados. (...) Asimismo, la concepción de la economía como 'la ciencia de la elección' considera como dados al individuo que elige y sus funciones de preferencia. A diferencia del 'viejo' institucionalismo, el 'nuevo' institucionalismo también se apropia de las presuposiciones individualistas (Hodgson 2007, pp. 62 y 64).
Un resumen de las diferencias más sobresalientes entre estas dos corrientes se puede apreciar en el cuadro 1.
En este sentido, los aspectos culturales, biológicos ideológicos y sociológicos, tales como las costumbres, los hábitos, los sentimientos, los tropismos, entre otros, influyen en cualquier tipo de institución. Bajo esta orientación la calidad de las instituciones de un país se puede ver afectada por prácticas políticas inadecuadas como la corrupción, el clientelismo; o acciones positivas propias del ser humano como el instinto por el trabajo bien hecho4, la cooperación, los valores ciudadanos, entre otros.
Según Aixalá, Fabro y Simon (2004) existen tres categorías para intentar medir los potenciales determinantes de la calidad institucional: económicas, políticas y culturales. En las teorías económicas5, la creación y existencia de las instituciones se encuentra relacionada con el comportamiento económico. Las repercusiones en los incentivos, la eficiencia, la reducción de los costos de transacción comparada con los beneficios sociales, los derechos a la propiedad y la capacidad del cumplimiento de los contratos determinan la existencia de instituciones favorables.
Por su parte en las teorías políticas6 se plantea que las instituciones son diseñadas por aquellos que se encuentran en el poder y su objetivo es conservarlo. Ante esta situación, los grupos de presión medirán fuerzas por una mejor redistribución de renta y el poder, lo que tiene un efecto sobre el desempeño institucional. "Por ello estas teorías han sugerido la utilización del grado de heterogeneidad étnica y la tradición legal de los países como factores subyacentes a la calidad institucional" (Aixalá, Fabro & Simon, 2004, p. 3).
Por último, de acuerdo con las teorías culturales7, las creencias, hábitos, costumbres e ideologías de una sociedad pueden perfilar aspectos tan fundamentales como la acción colectiva y el gobierno (Aixalá, Fabro & Simon, 2004, p. 3). Algunas sociedades pueden ser muy desconfiadas, algunas emprendedoras y otras belicosas, entre muchos otros comportamientos grupales que inciden en el desempeño económico de las instituciones.
En cuanto a la elaboración de investigaciones relacionadas con el desempeño institucional, los trabajos más laureados pertenecen a Douglass North8. Para North (1991, p. 3) "las instituciones son las restricciones ideadas por los humanos que permiten estructurar los intercambios económicos, sociales y políticos". Estas restricciones pueden ser informales y formales, y los mecanismos que rigen la relación son las instituciones. Enfatiza sobre dos aspectos en particular: costos de transacción y derechos de propiedad. Afirma North (1991) que las instituciones buscan la reducción de los costos de transacción9, los cuales "incluyen el ensamblaje de la burocracia gubernamental, los de funcionamiento de los partidos políticos, así como todo aquello que favorece el intercambio complejo como la banca, las finanzas, las aseguradoras" (Valdivieso, 2006, p. 17). Con relación a los derechos de propiedad considera que son regulados a través de los sistemas judiciales, legislativo y político, y que de estos depende el respeto de esos derechos.
Las investigaciones empíricas han aumentado en este campo especialmente en los últimos años, buscando establecer relaciones con variables no tradiciones para medir las instituciones y el desempeño económico. Investigaciones como las de Acemoglu, Johnson y Robinson (2001) y Rodrik, Subramanian y Trebbi (2004) han demostrado que las instituciones sí importan10 para el crecimiento económico frente a otros factores como la integración económica y la geografía11. Igualmente, los trabajos12 de Alesina y Perroti (1997), que realizaron una investigación donde relacionan desigualdad del ingreso, inestabilidad política e inversión; de Isham, Kaufmann y Pritchett (1996) , que encontraron que la calidad del gobierno es un determinante del desarrollo de los países; de Snack y Keefer (1997) , que examinaron el impacto de las normas cívicas y que la credibilidad en la calidad de las instituciones formales es significativa; de Brunetti, Kisunko y Weder (1998), quienes demostraron que la incertidumbre política, la inversión y el crecimiento están vinculados; entre otros, son ejemplos de la creciente literatura sobre las instituciones.
En Colombia, el análisis de economía institucional ha sido abordado desde los estudios construidos a partir del enfoque neoinstitucional, elaborados principalmente por Salomón Kalmanovitz. En su obra "Las instituciones y el desarrollo económico en Colombia" (2001) plantea claramente el problema político de las instituciones colombianas expresando:
Las reglas de juego en Colombia emanan de instituciones centralizadas, corporativas y de un sistema de justicia todavía marcado por el clientelismo. Sin embargo, muchos agentes creen que Colombia es un verdadero "Estado social de derecho". Un análisis más detenido de las reglas de juego político muestra que vivimos en una sociedad poco liberal y que se está lejos no sólo de ese Estado ideal sino también de una elemental democracia representativa que surgiera en el mundo occidental con revoluciones parlamentarias (p. 199).
Un trabajo importante de medición sobre la confianza en las instituciones colombianas fue desarrollado por Masías y Ceballos (2001) entre los años 1991 y 1999. A nivel del Caribe colombiano existen diversos estudios relacionados con el desarrollo regional que tocan indirectamente algunos aspectos institucionales como el centralismo político, el desarrollo endógeno, entre otros, como los de Meisel y Bonet. Se destaca igualmente, el trabajo de Parada (2001) sobre Desarrollo regional y desarrollo institucional en la Costa Atlántica y el de Guerra, Navarro y Albis (2006) "Cultura, instituciones y desarrollo en el Caribe colombiano: elementos para un debate abierto".
3. ANÁLISIS DE LA CALIDAD DE LAS INSTITUCIONES
3.1. Medición de la calidad de las instituciones en contexto internacional y nacional
El análisis de la calidad de las instituciones en la región Caribe colombiana es un proceso complejo debido principalmente a la ausencia de índices que midan directamente los elementos económicos, políticos y culturales relacionados con las instituciones, no solo a nivel regional, sino también en el contexto nacional e internacional. Uno de los trabajos más interesantes en cuanto a la elaboración del indicador de calidad, a nivel internacional, es el índice de calidad institucional (ICI), elaborado por Krause (2008). Se trata de un índice compuesto que se obtiene agregando las posiciones porcentuales por los países en ocho indicadores distintos13,
Un primer grupo de cuatro variables se relacionan con la política14 y otras cuatro, con el ámbito económico15. El resultado de la valoración muestra a Dinamarca como el país de mayor calidad institucional a nivel mundial, mientras que Chile es el mejor de Latinoamérica en la posición 26 de un total de 192 países. Según el ICI, Colombia ocupa el puesto 99 a nivel mundial y el décimo lugar en Latinoamérica.
En Colombia, Masías y Ceballos (2001) entre los años 1991 y 1999 analizan el grado de confianza en las instituciones del país. Tal como se aprecia en la tabla 1, los promedios de calificación obtenidos a lo largo del período en estudio arrojan un mayor nivel de confianza hacia las instituciones como la Iglesia católica (70,6), el Ejército (53,2) y las grandes empresas (52,8); mientras que los partidos políticos (16,0) y el Congreso (23,5) son las instituciones generan los menores grados de confianza.
3.2. Contexto actual del desarrollo económico de la región Caribe colombiana
En la dinámica económica actual, las regiones juegan un papel decisivo en el crecimiento y desarrollo de un país. En los países en vías de desarrollo, como Colombia, aprovechar al máximo el potencial de sus regiones puede ser la estrategia para impulsar el desarrollo económico del país. Sin embargo, la manera como se ha generado el desarrollo de las regiones en Colombia demuestra disparidades y escaso aprovechamiento de los potenciales que brinda cada una de ellas. Según el Centro de Estudios Regionales del Banco de la República (2007), una clara característica del desarrollo económico colombiano es la existencia de desigualdades en la prosperidad económica de sus regiones. No obstante, el país carece de una política explícita para reducir esas desigualdades regionales.
La región Caribe es una de las regiones de mayor rezago en el país: "la evidencia de más de una década, mostrada en varios estudios, ha señalado que la región al final del siglo XX mantenía un rezago económico y social frente al resto del país y no había alcanzado aún los efectos benéficos que se proyectaban con las reformas de finales de siglo, en particular en cuanto a la relocalización industrial, su capacidad exportadora y la superación de la pobreza" (Guerra, Navarro & Albis, 2006, p. 13).
Para Parada (1991), el desarrollo de la región Caribe colombiana y de sus instituciones ha sido influenciado por tres tendencias que enmarcan las causas del atraso económico de la región: el centralismo, el modelo de desarrollo hacia adentro y el peso de las estructuras agrarias como limitante del mercado interior que ha debilitado los procesos de industrialización. Desde el punto de vista institucional resalta dos instituciones políticas que han afectado negativamente la región favoreciendo el poder oligárquico: la ética patrimonialista16 y el clientelismo17.
Al respecto, Guerra, Navarro y Albis (2006) consideran que el atraso relativo de la región Caribe colombiana es debido a que "no existe articulación funcional entre los procesos institucionales y los procesos de desarrollo, problema en que se mezclan diversos factores institucionales entre los que están la debilidad histórica de las instituciones políticas del país a nivel local, regional y nacional".
La problemática actual, planteada en términos del desarrollo regional, se ha expresado en desequilibrios territoriales. Así, se estima que para el presente año 2009 la región Caribe colombiana posee 8.809.505 habitantes18, que representan el 19,6% de la población total del país19. Sin embargo, los resultados del diagnóstico sobre el desempeño de desarrollo de los departamentos evidencia un discreto papel de la región Caribe colombiana, y que si se compara con las otras regiones del país, su rendimiento productivo está por debajo de su potencial real. Algunas de estas razones son:20:
• Baja competitividad. El promedio regional es el menor al compararlo con las demás regiones.
• Menor inversión de las empresas en capacitación tecnológica en el comparativo regional del país.
• Bajo nivel educativo del personal ocupado. Penúltimo lugar por regiones con personal de muy alto nivel y en los otros niveles educativos.
• Poca generación de actividades D+I tecnológica. La región Caribe solo supera a la nororiente.
• Bajo nivel de desarrollo de la capacidad en ciencia, tecnología e innovación. La región solo participa con 7,2% del total nacional.
Ante esta realidad, se hace necesario establecer las razones institucionales que originan esta desigualdad. Fundamentalmente es necesario que los factores institucionales claves para el desarrollo sean identificados y se incorporen a una estrategia de desarrollo regional a través de las políticas públicas nacionales, al tiempo que se eliminen las prácticas institucionales que frenan el desarrollo de la región como, por ejemplo, el clientelismo.
4. ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN 4.1. Análisis descriptivo de los datos
Las mediciones sobre calidad institucional a nivel nacional y regional son escasas. entidades como la CEPAL, Transparencia Internacional, DNP y el DANE, entre otras entidades de carácter independiente han empezado a realizar las primeras valoraciones a nivel departamental tomando como referente las instituciones.
Tal como afirma North (1990, p. 152) "las instituciones son la clave para entender la interrelación entre la política y la economía y las consecuencias de esa interacción para el crecimiento económico". Para este propósito, el presente estudio analizó la información secundaria disponible para el año 2005 teniendo en cuenta variables de tipo económica, política y cultural. La tabla 3 ofrece las variables de interés y los departamentos21 del país para los cuales se encuentran disponibles22:
El análisis de las puntuaciones muestra cómo se favorecen ampliamente Bogotá y los departamentos de Antioquia y Valle. Por el contrario, el papel de los entes territoriales que integran la región Caribe colombiana es poco alentador. Dentro de los siete departamentos con mayor riesgo de corrupción se encuentran cuatro departamentos de la región. Bolívar es el que menor confianza posee en la justicia, mientras que cuatro de los ochos con mayor NBI pertenecen a la región.
Un análisis descriptivo inicial permite observar algunas diferencias interesantes entre los departamentos estudiados, identificándose a Bogotá con los mejores resultados en términos generales (ver tabla 4). Por ejemplo, la capital de Colombia presenta el PIB y el PPC más altos del país dentro del grupo de departamentos estudiados, obteniendo una amplia diferencia per cápita de 5 veces entre esta ciudad y el último departamento, Chocó, lo cual brinda una idea de la disparidad de producto entre un territorio y otro. Por otro lado, Nariño posee el mayor índice de pobreza (0,70) en contraste con Bogotá (0,21) que posee la menor proporción. El mayor nivel de confianza en la justicia lo poseen Boyacá y Quindío, ambos con 4,1; mientras que el departamento de Norte de Santander es el que mayor respaldo brinda a la institución policial colombiana con 5,1. Finalmente, el departamento del Magdalena presenta los peores resultados en transparencia de entidades públicas (ITP24) y en corrupción pública (NRC25), con 34,3 y 33,1, respectivamente. Los menores porcentajes de votantes26 lo poseen Bogotá D. C,Valle y Antioquia, paradójicamente, los de mayor PIB per cápita dentro de los departamentos estudiados.
4.2. Asociación entre las instituciones y desempeño económico
La evidencia descriptiva preliminar parece indicar que los departamentos con mejores desempeños económicos poseen un mejor nivel de institucionalidad. Para confirmar y establecer nuevas relaciones estadísticas que contribuyan a reforzar este argumento, la tabla 5 exhibe los resultados de las mejores correlaciones estadísticas entre las variables. Por su parte la figura 1 muestra las variables que mejor se correlacionan estadísticamente con el PPC en Colombia.
1. A mayor nivel de transparencia de las instituciones públicas, mayor ingreso per cápita. Se puede suponer que si existen instituciones públicas transparentes y con habilidad de gestión, esto es posible asociarlo a un mejor clima de desarrollo económico.
2. Un mayor nivel de transparencia pública departamental se refleja en el nivel de competitividad. Instituciones que brindan confianza son más favorables al desarrollo económico.
3. A una mayor transparencia institucional, menor nivel de necesidades básicas insatisfechas. Se considera que la transparencia en la gestión pública es una de las condiciones que conlleva a solucionar mejor las demandas sociales.
4. El desarrollo humano se relaciona positivamente con la transparencia de la. institucionalidad pública.
5. Conforme es más alto el nivel de ausencia de riesgo de corrupción27, mayor es el ingreso per cápita. Así, la lucha contra la corrupción en la gestión pública es una de las condiciones necesarias y favorables para el desarrollo institucional.
6. La corrupción también incide en el nivel de compe-titividad departamental. La ausencia o debilidad de contrapesos y controles al poder, la discrecionalidad de los servidores públicos, entre otras prácticas, afectan negativamente la competitividad.
7. A mayor ausencia de riesgo de corrupción menores niveles de necesidades básicas insatisfechas.
"Transparencia Internacional define la corrupción como el mal uso del poder encomendado para obtener beneficios privados. Esta definición incluye tres elementos: el mal uso del poder; un poder encomendado, es decir, puede estar en el sector público o privado; y un beneficio privado, que no necesariamente se limita a beneficios personales para quien hace mal uso del poder, sino que puede incluir a miembros de su familia o amigos.
5. RESULTADOS
Aunque el análisis realizado posee ciertas limitaciones en cuanto a la solidez y número de variables de calidad institucional, y dado que las correlaciones estadísticas son preferiblemente deseadas con un mayor nivel de robustez lineal, de tal forma que permita construir un modelo explicativo y predictivo entre calidad de las instituciones y desempeño económico, es posible obtener conclusiones interesantes que confirman algunos aspectos sobre el producto regional.
En el contexto de la región Caribe colombiana se pueden igualmente considerar algunos elementos puntuales. En la tabla 6 se evidencia claramente que el departamento del Atlántico posee los mejores indicadores dentro de la región.
También es conveniente resaltar los resultados globales de la región con la media del país y la región más destacada, Bogotá. En los tres puntos donde se puede realizar esta comparación, la región Caribe se ubica por debajo de la media nacional y de Bogotá, especialmente en lo que se refiere al NBI.
En cuanto al desempeño del ITP, todos los departamentos de la región muestran un mejoramiento de este indicador, con excepción del departamento del Magdalena. Al realizar el comparativo regional con el nacional, la región se encuentra en términos de transparencia de sus instituciones públicas, por debajo de la media del país.
La evidencia indica que un mayor nivel de institucionalidad se encuentra correlacionado con el nivel de crecimiento regional, medido mediante el PPC. Los departamentos con mayores niveles de PPC, como Santander, Antioquia, Cundinamarca, Valle y la ciudad de Bogotá D.C., poseen los mejores niveles de transparencia y alta ausencia de riesgos de corrupción en sus instituciones públicas.
Los resultados de los índices tomados para el presente estudio también mostraron cómo el PPC posee una mayor correlación positiva con el nivel de competitividad, el IDH, la integración y la transparencia de las instituciones públicas; y de forma negativa, con la pobreza y el NBI. De lo anterior puede concluirse que un mayor desarrollo económico exige no solo el impulso de la inversión y la apertura de los mercados, sino también "instituciones para mantener el ímpetu del desarrollo" (Rodrik & Subramanian, 2003, p. 32), en particular las que regulan, las que estabilizan y aquellas que especialmente legitiman el mercado como las enfocadas a la salud, educación, seguridad, participación, derechos y justicia, entre otras.
Otro elemento que ha influido en la calidad de las instituciones, especialmente de la región Caribe, son las prácticas políticas deshonestas. La corrupción y el clientelismo son reflejados en las mediciones, aunque solo resultaron significativas la corrupción (NRC) y la transparencia de las instituciones públicas (ITP).
En términos generales, el presente estudio demuestra la existencia de una asociación entre el PIB pér cápita (PPC) y la calidad institucional; sin embargo, es importante tener presente que no se demuestra una causalidad direccional claramente establecida. Este aspecto se ha convertido en uno de los puntos de controversia en materia institucional cuando se intenta identificar la variable "causalidad" y la variable "origen". Esto implica que debe trabajarse en ambos frentes, pues no solo mejorando las instituciones se incrementa el PPC. En este sentido el debate sobre la causalidad empírica se encuentra abierto, en donde autores como Edinson (2003) explican:
Al determinar el efecto de las instituciones surgen dos problemas diferentes e importantes. Primero, [... por causa de] su subjetividad, todos los indicadores de la calidad de las instituciones conllevan errores. Segundo, porque las instituciones son productos endógenos. Las economías no vienen acompañadas de instituciones exógenas, sino que [la creación de] buenas instituciones cuesta tiempo y recursos, lo que supone que es más probable que existan en países ricos. Por ello en la evaluación empírica debemos ser cuidadosos para no incluir la causalidad inversa, o sea, que un desempeño económico más fuerte probablemente contribuya de por sí a mejorar las instituciones (p. 37).
6. CONCLUSIONES
Tal como se ha demostrado en diferentes investigaciones relacionadas con las instituciones y el desempeño económico, el papel que estas juegan es fundamental para mejorar los ingresos y niveles de vida en un país o región; según lo afirman Rodrik y Subramanian (2003, p. 33): "la calidad institucional puede incrementar sustancialmente el ingreso".
Si bien las variables disponibles mostraron cierto grado de correlación, estas no fueron suficientes para establecer un modelo explicativo y predictivo al respecto. Además, se requiere que se realicen mediciones con más regularidad. Sin embargo, el estudio mostró que la influencia de la corrupción y la falta de transparencia pública afectan negativamente los niveles de desempeño económico que tiene una región. Lo anterior sugiere un cambio cultural de las prácticas políticas deshonestas por una nueva elite que introduzca cambios institucionales favorables. Según North (2005, p. 237), "una comunidad política viable que introduzca las instituciones económicas necesarias y propicie mecanismos aptos para hacer cumplir las reglas es un prerrequisito indispensable para un mejor desempeño".
La ausencia de indicadores que permitan medir y comparar la calidad de las instituciones públicas, no solo a nivel regional sino nacional, es un obstáculo para intentar determinar específicamente las variables que favorecen las instituciones. Al respecto afirma North (2005, p. 236), "el primer requisito para mejorar el desempeño económico es tener una comprensión clara de las causas de un mal desempeño".
Una tarea imperiosa a emprender es identificar los variables institucionales que brinden una idea más cercana entre calidad y desarrollo para Colombia y la región Caribe colombiana. Dado lo complejo de este asunto, una posibilidad puede ser considerar dentro de un marco institucional básico un grupo de variables, cuales son corrupción (no solo a nivel público), Estado de derecho, libertad de prensa, efectividad de las políticas públicas, sistema judicial, capacidad estatal, clientelismo, cultura política, entre otras, algunas ya utilizadas en otros países. La medición y seguimiento de las diferentes instituciones debe tener como propósito impulsar el denominado "cambio institucional" tal como lo menciona Meier (2001, p. 17), involucrando un "cambio redistributivo" que tanto demanda la región.
En general, la correlación entre instituciones y desempeño económico indica que el crecimiento económico debe apoyarse en buenas instituciones y que las instituciones débiles pueden mermar el desempeño económico como tal o restarle eficacia.
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Veblen, T. (1914). The Instinct ofWorkmanship and the state of the Industrial Arts. (New Brunswicks Reimp. 1990). pp. 1-37.
1 Para ampliar más sobre estos estudios en el Caribe colombiano es pertinente consultar a Baca (2009) "Las visiones sobre instituciones y desarrollo regional en el Caribe colombiano: un debate en marcha", que ofrece una compilación detallada.
2 El análisis institucional tiene dos líneas de pensamiento; sus diferencias y similitudes sobre la extensa polémica se pueden consultar en Hodgson (1988) "Economics and Institutions: A manifiesto for a Modern Institutional Economics", "Economía institucional original y nueva economía institucional: semejanzas y diferencias" elaborado por Parada (2003) , "The Old and the New Institutionalism: Can bridges be builts" de Rutherford (1995) y "The Old versus the New Institutionalism" de Samuels (1990).
3 Una explicación más detallada sobre el empleo de variables Proxy la ofrece Correa (2006, p. 3), quien afirma que "el determinismo geográfico en su forma más simple no nos ofrece herramientas para analizar los cambios cualitativos que han ocurrido en las zonas de estudio".
4 Exactamente Veblen lo denomina "The Workmanship" en su obra The Instinct ofWorkmanship and the state of the Industrial Arts, p. 27.
5 Los autores toman como referencia a Demsetz (1967) y a North (1981).
6 Para los factores políticos los autores se basan en las investigaciones de North (1990) y Olson (2000).
7 Los autores se basan en Weber, 1958; Banfield, 1958; Putman, 1993; Landes, 1998).
8 Para Valdivieso (2006) es importante tener presente que los procesos de desarrollo del mundo occidental fueron el punto de referencia en los análisis de North (1984, 1986, 1991). Su interpretación de las diferentes pautas históricas seguidas por Inglaterra-Estados Unidos frente a las de España-Portugal, es lo que ha permitido a este autor concluir que el secreto de las divergentes historias está en el diferente entorno institucional históricamente desarrollado en uno y otro ámbito
9 El término "costos de transacción fue expresado inicialmente por Ro-nald Coase en 1937 (Hodgson, 2004, p. 5), pero es Kenneth Arrow en 1969 quien desarrolla este término afirmando que son los costos del funcionamiento económico" (Ramos, 2003, p. 27). Coase consideró que las instituciones existen porque hay límites en el uso de mecanismo de mercado. Para North los costos de transacción son los costos de investigación y negociación, incluyendo los relacionados con las reglamentaciones referentes a regulación e imposición de normas, que particularmente define como enfor-cement cost. (North, 1990, p. 85). Luego, diversos autores, como Oliver Wi-lliamson (1989, 1991, 1996), realizan aportes importantes a este concepto.
10 Rodrik, Subramanian & Trebbi lo denominan puntualmente the prima-cy of institutions en su trabajo "Institutions rule: The Primacy institutions over geography and integrations in economic development" (2004). En la versión en español, Rodrik & Subramanian (2003) le denominan "La primacía de las instituciones y lo que implican".
11 Entre las investigaciones que consideran clave el clima y los recursos naturales figuran los trabajos de Diamond (1997), Gallup (1998) y Sachs (2001). En cuanto al papel del comercio internacional como promotor de la variación de la productividad y el aumento del ingreso, conocido como integración, se encuentran las obras de Frankel y Romer (1999), referenciadas por Rodrik, Subramanian & Trebbi (2004, p. 132).
12Tomados de Ayala (2003). pp. 59-70.
13 Para mayor ilustración se recomienda consultar a Krause (2008) "Índice de calidad institucional 2008".
14 Índice del Estado de derecho (Banco Mundial), índice de voz y rendición de cuentas (Banco Mundial), índice de percepción de la corrupción (Transparencia Internacional), índice de libertad de prensa (Freedom House).
15 Haciendo negocios (Banco Mundial), competitividad global (Foro Económico Mundial), libertad económica en el mundo (Fraser Institute) e índice de libertad económica (Wall Street Journal) Heritage Foundation.
16 Guerra, Navarro & Albis (2006) la definen como las instituciones del Estado que "son controladas por reductos familiares que están vinculadas a los más altos círculos de poder político y económico". p. 24.
17 Parada la define como "la versión urbana y moderna del viejo gamonalismo rural". p. 33.
18 Proyección DANE (2006), a partir del Censo 2005.
19 En 1950 la región Caribe representaba sólo el 16,7% de la población total del país.
20Tomado de Ramos et ál. (2008) en el libro "Transformación productiva y desarrollo tecnológico: el caso de la región Caribe colombiana". p. 44.
21 Para efectos del presente estudio se toma a Bogotá como una unidad departamental independiente.
22 Los departamentos de Colombia que no aparecen relacionados, no pudieron incluirse en el análisis debido a que no existe medición en 2 o más variables relacionadas con la calidad institucional como confianza en la justicia, confianza en la policía, meritocracia, ITP y NRC.
23 Los indicadores % de votantes, meritocracia, confianza en la justicia y confianza en la policía son del año 2004.
24 Para la Corporación Transparencia por Colombia el índice de transparencia de las entidades públicas centra su atención en las características de la arquitectura de las entidades públicas y en las prácticas de los individuos que las gestionan "servidores públicos" en aras de señalar qué condiciones y cuáles prácticas pueden generar un riesgo de corrupción, específicamente sobre aquella que se da en el ámbito de la administración pública.
25 La base de la evaluación del índice de transparencia se fundamenta en la hipótesis que señala: los riesgos de corrupción disminuyen si la gestión es transparente y se acoge a las normas y a los estándares establecidos. A partir de esta lectura y como punto de partida de la evaluación, algunos escenarios de riesgos son: monopolio de la información y de las decisiones que afectan la colectividad; un alto grado de discrecionalidad de los servidores públicos; un bajo desarrollo de los procesos y procedimientos institucionales; y ausencia o debilidad de contrapesos y controles al poder, sean controles institucionales —internos y externos— y/o el control ciudadano; nula o baja visibilidad de las acciones de los servidores públicos.
26 Esta variable se tomó de forma similar que en trabajo de Bonet y Meisel (2006).
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