De igual manera, diversos factores socioeconómicos influyen en las oportunidades
educativas y en la movilidad social del jefe de hogar. Estos inciden tanto en las decisiones
educativas como en el acceso a recursos y oportunidades que favorezcan la movilidad social
ascendente, contribuyendo a la reducción de las desigualdades sociales. Explorar la
movilidad social es fundamental para entender como romper con el ciclo de la pobreza y la
desigualdad (Huerta, 2012).
El sexo del jefe de hogar tiene una influencia directa en el nivel educativo alcanzado. Las
brechas de género en el acceso a la educación y en las oportunidades laborales continúan
presentes a lo largo del tiempo en diversas regiones del mundo. En determinados contextos,
las niñas enfrentan obstáculos para acceder a la educación debido a factores sociales,
culturales, económicos y estructurales. En la adultez y adultez mayor, las brechas entre
mujeres y hombres se mantienen, desfavoreciendo a las mujeres (Sarmiento-Quispe et al.,
2023), especialmente en países como el Perú, donde se evidencian barreras geográficas,
sociales y económicas.
La edad del jefe de hogar también representa un factor determinante en el nivel educativo
alcanzado. Las generaciones más jóvenes tienen mayores oportunidades para continuar y
mejorar su formación académica, a diferencia de generaciones anteriores que enfrentaron
mayores obstáculos para acceder a la educación. Sin embargo, con el paso del tiempo, es
común enfrentar mayores dificultades para acceder a nuevas oportunidades educativas,
principalmente por la falta de tiempo para equilibrar el empleo con los estudios,
disminuyendo sus oportunidades de movilidad social.
Así también, la lengua materna del jefe de hogar influye en el nivel de educación alcanzado
debido a que hablar un idioma distinto al castellano puede convertirse en un obstáculo para
acceder a la educación. Los sistemas educativos que reconocen y valoran la lengua materna
de los estudiantes pueden contribuir a cerrar brechas, promoviendo mayores oportunidades
educativas y de movilidad social. En ese sentido, es imprescindible fortalecer la Educación
Intercultural Bilingüe (EIB), la cual promueve la inclusión y la valoración de las lenguas y
culturas indígenas dentro del sistema educativo. Tal como señala Bruno-Seminario et al.
(2020), la EIB fomenta el uso y apropiación de la lengua materna en niños y jóvenes de
comunidades indígenas, siendo el docente una figura fundamental para promover su uso en
el entorno educativo. En el Perú, la EIB se orienta principalmente a la enseñanza del quechua,
aimara y otras lenguas indígenas.
La condición de discapacidad del jefe de hogar influye en su nivel educativo debido a las
barreras físicas, sociales y económicas, limitando considerablemente sus oportunidades
educativas y de movilidad social. Desde la niñez, son evidentes las disparidades en la
asistencia escolar entre niños sin discapacidad y aquellos con alguna discapacidad (Torres,
2023). La falta de accesibilidad en el sistema educativo, como rampas, ascensores y baños
adaptados; junto a la escasez de materiales educativos accesibles para estudiantes con
discapacidades visuales, auditivas o del habla, y la formación insuficiente de docentes en
educación inclusiva, dificulta las oportunidades de aprendizaje. Por ello, se deben
implementar ajustes razonables que respondan a las necesidades educativas de las personas
en condición de discapacidad tales como adaptaciones curriculares, materiales educativos
accesibles y modificaciones en el entorno físico, entre otros.