ISSN electronico 2145-9363 |
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
Producción de carbón y crecimiento económico en la región minera del Caribe colombiano
Coal production and economic growth in the Caribbean mining region in Colombia
Etna Mercedes Bayona Velásquez*
*Profesora de la Universidad del Magdalena, Doctora en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México. ebayona@unimagdalena.edu.co
La autora agradece los comentarios de María Eugenia Romero, Mario Contreras, Raúl Carbajal y Alejandra Patiño, profesores del Posgrado de Economía de la UNAM; José Luis Ramos, quien actuó como uno de los tutores de mi tesis doctoral en Economía de la UNAM; Javier Pérez, investigador del Centro de Estudios Económicos Regionales del Banco de la República en Cartagena; Luis Carlos Calixto Rodríguez, profesor de la Universidad Externado de Colombia, y Joaquín Viloria, Gerente del Banco de la República en Santa Marta.
Fecha de recepción: marzo de 2015
Fecha de aceptación: mayo de 2015
RESUMEN
El propósito de este artículo es analizar el impacto de las explotaciones de carbón en el crecimiento económico de los departamentos del Cesar y La Guajira, Colombia. Para estimar el efecto de la explotación de carbón sobre la economía de estos departamentos se utilizó inicialmente la estadística descriptiva. Luego se hizo una regresión de corte transversal y su método de estimación fue por Mínimos Cuadrados Ordinarios - MCO. Se realizó el análisis de efecto causal de ambos departamentos, utilizando dos funciones: una con la producción minera y otra con la ciudad minera (es decir, municipios productores de carbón), esto para evitar problemas de multicolinealidad que se pueden presentar en ambas variables. Se observó una alta dependencia del PIB de Cesar y La Guajira con la producción de carbón, lo que se refleja en la mayor participación que tienen los municipios mineros dentro del PIB departamental.
Palabras clave: Crecimiento económico, maldición de los recursos naturales, carbón, Colombia.
Clasificación jel: F10, I15.
ABSTRACT
The purpose of this paper is to analyze the impact of coal mining in the economic growth of Cesar and La Guajira departments, in Colombia. Descriptive statistics was initially used in order to calculate the effect of the coal mining on the economy of these departments. Subsequently, a cross-sectional regression was made and its estimation method was ordinary least squares (OLS). The analysis of causal effect was carried out in both departments. For this purpose, two functions were investigated: firstly regarding the mining production and secondly regarding the mining city, in order to avoid multicollinearity problems that can occur in both variables. High dependence on coal production was observed on Cesar and Guajira's GDP, which was reflected in the increased involvement with the mining municipalities of Cesar and La Guajira departments within the departmental GDP.
Keyword: Economic growth, natural resource curse, coal, Cesar and La Guajira.
jel Codes: F10, I15.
1. INTRODUCCIÓN
En este artículo se analiza la relación entre la producción de carbón y el crecimiento económico de los departamentos del Cesar y La Guajira (Colombia), en especial de sus municipios mineros. En la primera parte se abordan los antecedentes, las teorías y los efectos de la explotación de recursos naturales sobre el desarrollo de regiones y países. En la segunda parte se estudian brevemente los agregados macroeconómicos del carbón y se presenta una descripción de la región minera del Caribe colombiano. Luego se estima el efecto de la explotación de carbón sobre la economía de estos territorios, para lo cual se realizó una regresión de corte transversal y su método de estimación fue por Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO). Finalmente se plantean unas conclusiones generales. Este artículo es un resultado parcial de mi tesis doctoral concluida en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en octubre de 20151.
1.1. Una aproximación a las teorías del crecimiento, desarrollo y explotación de recursos naturales
Los choques externos de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial impulsaron el proceso de industrialización en América Latina, unas veces de forma espontánea y otras como política de Estado. Es así como a mediados del siglo XX, la política económica colombiana se vio influenciada por los postulados de tres destacados economistas: el estadounidense Albert Hirschman, el canadiense Lauchlin Currie y el argentino Raúl Prebisch2. Los dos primeros fueron consultores del Banco Mundial enviados a Colombia para que diseñaran estrategias de desarrollo acelerado, por lo que se puede considerar que estos economistas norteamericanos iniciaron el pensamiento sobre desarrollo económico en Colombia. Mucho más influyentes que Hirschman y Currie fueron los postulados de Prebisch, quien construyó gran parte de la estructura teórica del Modelo de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI), impulsado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y aplicado en los diferentes países de América Latina (Kalmanovitz, 2010).
La CEPAL partió de tres elementos para impulsar su estrategia de industrialización: primero, la desmejora en los términos de intercambio de los productos primarios de la región y el acceso limitado al mercado internacional para colocar sus exportaciones primarias; segundo, la necesidad de crear fuentes de empleo de manera acelerada para absorber la mano de obra que llegaba del sector rural; tercero, el propósito de generar progreso tecnológico a través de la industrialización.
El modelo ISI planteaba políticas proteccionistas, mediante elevados aranceles e intervención del Estado, para impulsar la industrialización en cada uno de los países de América Latina (Cardoso y Faletto, 1969; Kalmanovitz, 2010). Se buscaba reemplazar la importación de manufacturas por producción interna, al tiempo que estas reemplazarían la producción y exportaciones basada en materias primas, como es el caso de la agricultura y la minería. Este modelo se impulsó en América Latina desde la década de 1950 hasta mediados de la década de 1980, cuando se empezó a implementar la estrategia de desarrollo de apertura económica, como respuesta al agotamiento del modelo ISI.
En la década de 1980, al implementarse en la mayoría de países de América Latina el modelo de apertura económica, que propugnaba por una menor intervención del Estado, este se materializó en menores aranceles y subsidios, así como mayores libertades a la empresa privada. Se liberalizó tanto el mercado de bienes como el de capitales y se privatizaron muchas empresas públicas, además de otras características como contar con abundancia de recursos naturales y mano de obra barata. Todo lo anterior atrajo inversión extranjera directa hacia América Latina. Con la aplicación de estas medidas, sus impulsores esperaban una mejor asignación de los recursos, mayores tasas de crecimiento de las exportaciones y, por tanto, de las economías regionales.
Para el caso colombiano, estas reformas aperturistas y privatiza-doras se iniciaron durante la administración del presidente Virgilio Barco (1986-1990); sin embargo, se consolidaron con el presidente Cesar Gaviria (1990-1994)3. En el país se aceleró la explotación de los recursos naturales, alrededor de actividades extractivas como la minería de carbón, petróleo, ferroníquel, oro y esmeraldas, así como el cultivo de flores, café, palma de aceite y banano.
De acuerdo con la evidencia internacional, la explotación de los recursos naturales ha generado efectos diferenciados entre los países. Por ejemplo, en Canadá la explotación de los recursos naturales ha producido efectos positivos en el desarrollo social y crecimiento económico, llegando a la estructuración de clusters. Sin embargo, en otros países las derramas fiscales por la explotación de recursos naturales no se hacen visibles en el desarrollo social, ni han producido encadenamientos con otros sectores económicos, lo que ha configurado economías con rasgos de enclave.
1.2. Revisión de teorías del crecimiento económico y enfoque de estudio
La historia de la teoría del crecimiento económico se remonta a los postulados clásicos de Adam Smith, David Ricardo y Thomas Malthus. Esta corriente explicó el crecimiento basándose en la división del trabajo para incrementar la productividad y la acumulación de riqueza. El crecimiento depende del aumento de los factores productivos como capital y trabajo, que permite un incremento constante del producto y conlleva simultáneamente a una mejora en el desarrollo social. Se puede deducir que manteniendo constante el factor de tierra y por medio de la relación capital — trabajo, la acumulación de capital comienza a tener rendimientos decrecientes y se puede calcular una tasa óptima de acumulación de capital que se denomina estado estacionario.
A principios del siglo XX, autores como Ramsey, Knight o Shum-peter aportaron elementos para entender la tasa de crecimiento y el componente tecnológico (Sala-i-Martin, 2000, p. 5). Schumpeter mostró la relación positiva entre innovación de la producción que deciden realizar los empresarios y el crecimiento económico. De acuerdo con la función de producción de Schumpeter, el crecimiento del PIB depende de los medios de producción (maquinaria, equipo, materias primas e insumos, infraestructura física, infraestructura de transporte y comunicaciones), de los recursos naturales (la tierra y su fertilidad, los recursos naturales vírgenes), del trabajo (fuerza física y conocimientos rutinario), de la tecnología e innovación y de los aspectos socio-culturales (Méndez, Galindo y Ribeiro, 2012; Montoya, 2004).
Luego surgieron los modelos con sustentación formal. Harrod y Domar estudiaron los factores que influían en la velocidad del crecimiento, y mostraban que el crecimiento dependía del crecimiento del capital y, este último, del ahorro que se debe destinar a la inversión (Barro y Sala-i-Martin, 2004). A mediados del siglo XX, economistas como Solow y Swan desarrollaron una metodología que en las décadas siguientes fue considerada como la revolución neoclásica de la teoría del crecimiento:
El supuesto neoclásico de rendimientos decrecientes tenía como implicación casi devastadora el hecho de que el crecimiento a largo plazo debido a la acumulación de capital era insostenible. Es por ello que los investigadores neoclásicos se vieron obligados a introducir el crecimiento tecnológico exógeno, motor último de crecimiento a largo plazo (Sala-i-Martin, 1994, p 6).
Las teorías del crecimiento endógeno fueron expuestas por Romer, Barro, Lucas, Greenwood y Janovic. Romer y Lucas propusieron un modelo de crecimiento que fue llamado endógeno, porque argumentaron que el crecimiento a largo plazo no necesitaría una tecnología exógena. Esta corriente argumenta que el crecimiento económico depende del capital físico, tecnológico, humano y público, y de los intermediarios financieros (Mankiw, 2014; Barro y Sala-i-Martin, 2000, 2004).
En este contexto, debido a la diversidad de corrientes y las particularidades del fenómeno de crecimiento económico que se quiera estudiar, la explicación del mismo depende del enfoque y la función de producción que se adapte para el análisis en cuestión. Desde el punto de vista de las teorías del crecimiento, se identifica la economía del carbón como un tipo de crecimiento endógeno neoclásico, la cual transforma factores productivos, principalmente, capital y trabajo, que se convierten en una tecnología para obtener un producto, el combustible fósil. Sin embargo, en Colombia, la falta de estadísticas a nivel municipal limita estimar un modelo de crecimiento endógeno neoclásico, para analizar los efectos de la producción de carbón en el PIB.
El estudio más reciente sobre la actividad minera en Colombia fue un compendio de 4 volúmenes (Garay, 2013a; Garay, 2013b; Garay, 2014a; Garay, 2014b), el cual fue elaborado siguiendo un enfoque multidisciplinar. Asimismo, existen otros estudios que evidencian externalidades negativas y positivas de la explotación de recursos naturales. De acuerdo con las estadísticas del DANE, la producción de carbón térmico concentra el mayor valor del PIB en Cesar (42 %) y La Guajira (54 %). Este hecho motivó el análisis regional del impacto de la actividad carbonífera en el crecimiento del PIB municipal, que se desarrolla en el presente estudio.
1.3. Externalidades negativas en la explotación de recursos naturales
Desde la época en que dominaban las estrategias industrialistas de la CEPAL, la economía basada en los recursos naturales ha contado con una férrea resistencia por parte de un grupo de académicos y políticos, al considerar que forman economías de enclave y por tanto generan débiles encadenamientos con el resto de sectores productivos.
La economía de enclave se caracteriza por desarrollar producción a gran escala que está asociada a una empresa de capital extranjero, especializada en la producción de bienes de alta demanda en el mercado internacional como los commodities (mineros, forestales o agrícolas), y que genera débiles vínculos con la economía local (Cardoso y Faletto,1969). Otra característica del enclave es que los cargos directivos son ocupados por extranjeros o personal foráneo en su mayoría, mientras los cargos medios y bajos son cubiertos por mano de obra local (Cerutti, 1995).
El enclave se expandió a nivel mundial durante el siglo XIX, tanto en actividades agrícolas como mineras para la exportación (Cardoso y Falleto, 1969: 22). Una de las características para que surjan economías de enclave es que debe existir un recurso abundante por explotar, ubicado en un país en vía de desarrollo. Estos recursos o productos pueden ser carbón, petróleo, oro, plata, productos forestales y agropecuarios, como el algodón, la caña de azúcar, el banano o la palma de aceite.
Otros autores han planteado que las actividades basadas en recursos naturales como la minería a gran escala pagan bajos impuestos, generan poco empleo, afectan el medio ambiente y retrasan el crecimiento económico al no utilizar tecnologías modernas (Larraín et al., 1999). Utilizando métodos econométricos, Sachs y Warner (1997) argumentan que las economías que concentran sus exportaciones en recursos naturales crecen en menor proporción que aquellos que exportan bienes manufacturados. Según estos autores, pareciera existir una "maldición de los recursos naturales"4 que se evidencia en dos hechos: primero, en términos económicos, la denominada enfermedad holandesa, que consiste en la revaluación de la moneda, por la entrada de divisas a la economía nacional provenientes del sector líder de la economía, restándole competitividad a los demás sectores exportadores. Segundo, "la maldición" que se observa en la malversación de los recursos provenientes de regalías por parte de los entes territoriales subnacionales (Olivera y Perry, 2009).
En el caso de Chile, Larraín et al. (1999) concluyen que la explotación y exportación de cobre afectan negativamente el crecimiento económico chileno y no genera vínculos con la innovación tecnológica. La evidencia empírica contradice los resultados econométricos de este trabajo, ya que otros autores han encontrado problemas en el modelo y cuestionan la relación negativa entre el crecimiento y la abundancia de los recursos naturales en los países5.
En Colombia, el debate sobre minería y desarrollo se remonta a la década de 1980. El político liberal Luis Carlos Galán en 1982 abrió el debate sobre la inconveniencia de la asociación entre una empresa del Estado y una trasnacional norteamericana para explorar, explotar y exportar los carbones de El Cerrejón. Según Galán, esta asociación era poco provechosa para el desarrollo económico de La Guajira y de Colombia en su conjunto. Desde el plano económico, Viloria (1998) investigó sobre la actividad del carbón en los departamentos de La Guajira, Cesar y Córdoba, en el Caribe colombiano. Este fue el primero de muchos documentos de trabajo que se han publicado en el Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER), del Banco de la República en Cartagena, referidos a la economía regional, la economía de los recursos naturales, las exportaciones mineras y los efectos de las regalías sobre las entidades territoriales (Barón, 2002; Bonet, 2007; Gamarra, 2005a, 2005b y 2006; Meisel, 2007 y Romero, 2006).
Viloria (1998) estudia de manera general la economía del carbón en el Caribe colombiano y sus efectos sobre el desarrollo regional. El estudio identifica en La Guajira una fuerte dependencia financiera de las transferencias, lo que ocasiona el fenómeno perverso de la pereza fiscal. Asimismo, muestra cómo los precios reales y las exportaciones de carbón en el periodo de estudio tienen una correlación negativa (Viloria, 1998). El autor concluye que la revaluación de la moneda colombiana y la disminución de los precios internacionales del carbón han sido compensadas parcialmente con mejoras de eficiencia en la explotación y transporte del mineral. Cabe destacar que este documento fue, tal vez, el primer estudio del carbón desde la perspectiva económica en la región Caribe, que particulariza la problemática de la economía del carbón y contextualiza el marco regulatorio de esta actividad extractiva.
Meisel (2007, p. 2) analiza el impacto de las regalías en el desarrollo socioeconómico del departamento de La Guajira. El autor concluye, que "el atraso económico de La Guajira antes del gas y el carbón era tan grande que el rápido desarrollo de un solo sector no es suficiente para dinamizar toda la economía e incrementar el nivel de bienestar para sus habitantes". Según el autor, aún sin corrupción en la ejecución de las regalías e impuestos, La Guajira seguiría atrasada, dada su condición inicial de pobreza.
Otros centros de investigaciones económicas también han estudiado las actividades mineras en Colombia en relación con el crecimiento económico, como es el Centro de Estudios sobre el Desarrollo Económico (CEDE) de la Universidad de los Andes y Fedesarrollo. Sánchez, Martínez y Mejía (2005) estudiaron el auge petrolero en el departamento de Casanare, y encontraron que esta actividad generó una transformación acelerada de la estructura económica departamental, al pasar de una economía agrícola a otra eminentemente petrolera. Sánchez et al. (2005) sugieren que el Casanare padece de la "enfermedad holandesa" y tal vez de "la maldición" de los recursos naturales, en la misma línea de Sachs y Warner (1997 y 2001).
Por su parte, Olivera y Perry (2009b) estudian para Colombia el impacto de la producción de petróleo y otros minerales sobre el desarrollo regional y local, principalmente en los departamentos de Arauca, Casanare, La Guajira y Meta. Una primera conclusión de estos autores es que la producción petrolera y carbonífera ha impactado positivamente al crecimiento económico. Sin embargo, la variable regalías tiene un impacto negativo en el bienestar social de los departamentos, pero favorable en los municipios que explotan petróleo y carbón, y perciben regalías. Los autores concluyen que existe evidencia de la maldición de los recursos naturales para departamentos dependientes del petróleo.
1.4. Externalidades positivas en la explotación de recursos naturales
Desde la corriente de estudios que resaltan los efectos positivos en la economía y el desarrollo social por la explotación de recursos naturales, en algunos casos se concluye que la explotación de estos genera dinamismo en las economías locales, llegando a consolidar encadenamientos productivos con el resto de sectores de la economía local, así como distritos industriales y clusters.
Auty (1994, p. 24) construye un modelo que relaciona la dotación de recursos, la elección de la política industrial y sectorial, y los resultados en el crecimiento económico. El modelo compara las estrategias de industrialización de la posguerra en seis países de reciente industrialización: Corea del Sur, Taiwán, India, China, México y Brasil. Este autor advierte que tomar un solo factor causal para explicar el crecimiento, subestima el papel de otros factores importantes, como por ejemplo la educación. De este modo, Auty (1994) llega a la conclusión de que la maldición de los recursos no es una ley, sino una tendencia que la política pública puede evitar.
Por su parte, Stijns (2003) estudia el impacto de los recursos naturales sobre el crecimiento, la acumulación de capital humano y las exportaciones manufactureras. Según el autor, la evidencia empírica rechaza la hipótesis de que la abundancia de los recursos naturales se constituye en un obstáculo para el desarrollo económico. El autor encuentra que la acumulación de capital humano es el camino para lograr mayores niveles de crecimiento económico.
Aroca (2001) estudia los impactos de la minería en el desarrollo económico local de Chile. El autor analiza los encadenamientos que tiene la minería en la Segunda Región de Chile, a partir de la una matriz insumo-producto, en la que calcula el impacto sobre la producción, los ingresos y el empleo. Aroca concluye que el sector minero no es importante en términos de los encadenamientos hacia adelante y hacia atrás, pero su impacto es significativo cuando se mide desde la producción. Para el caso de México, Romero (2009) analiza los efectos en el desarrollo local impulsado por las empresas azucareras en el noreste del país (1900-1940). La autora encontró que las empresas aportaron a la región empleo, salarios, vivienda, salud, comercio, inversión en vías de comunicaciones como la construcción del ferrocarril, entre otros.
En Colombia, Cárdenas y Reina (2008) se formulan la pregunta de cuál ha sido el impacto económico y social de la minería en el país. Los autores estimaron un modelo por mínimos cuadrados ordinarios, en el que la variable dependiente es la tasa de crecimiento del PIB. Para los autores, los resultados del ejercicio indican que hay evidencia para argumentar que la minería ha tenido un efecto positivo y significativo sobre el desempeño económico de Colombia.
De acuerdo con estos argumentos, la minería puede causar efectos positivos en el crecimiento económico y desarrollo social. Se supone que un país puede desarrollarse a partir de su dotación inicial de recursos naturales abundantes, si establece las políticas económicas y sociales que permitan generar valor agregado a las materias primas. Este paradigma se sustenta en las experiencias y buenas prácticas de varios países como Australia, Canadá, Estados Unidos, Noruega o Suecia. Estos países han desarrollado su economía a partir de clusters de sus recursos naturales, concepto planteado por Michael Porter (1991), quien se basó en el concepto de distritos industriales definido por Alfred Marshall (2005) a finales del siglo XIX.
2. TERRITORIOS MINEROS DEL CESAR Y LA GUAJIRA
La Guajira y Cesar son los principales productores de carbón en Colombia, con el 41,5 % y 43 % respectivamente de la producción nacional. Los proyectos carboníferos a gran escala en la región minera del Caribe colombiano se localizan en ocho municipios: cinco en el Cesar y tres en La Guajira (ver gráfica 6). En 2012, los principales destinos de las exportaciones de carbón colombiano fueron la Unión Europea, Turquía, Islas Malvinas, Panamá, Israel, Estados Unidos y China. Sin embargo, las Maldivas no presentan consumo de este mineral, por lo que funciona como bodega para luego reexportarlo a otros países6.
La extrema especialización en minería es un fenómeno en la región minera del Caribe colombiano: Entre 1985 y 2012, la minería en Cesar creció a una tasa del 25,3 % anual, mientras en Colombia lo hizo al 6,1%. Por su parte, en La Guajira, entre 1980 y 2012, la minería creció en promedio a 13 % anual, mientras en todo el país fue de 8,4 % (Bayona y Viloria, 2015). A nivel nacional, la minería participa con el 8 % del PIB, mientras en Cesar y Guajira concentra el 42 % y 54 % respectivamente.
De acuerdo con el Indicador de Importancia Económica Municipal del DANE, los municipios mineros del Cesar y La Guajira presentan la mayor participación en el PIB departamental (ver gráfica 7). Existe una correlación lineal positiva y fuerte entre la participación en la producción de carbón de los municipios y su peso relativo municipal en el PIB departamental, con un coeficiente de correlación de 0,9. Asimismo, la prueba de significancia práctica confirmó que existe correlación lineal entre estas variables (gráfica 7).
Como las explotaciones de carbón las realizan empresas extranjeras, las utilidades pertenecen a estas unidades económicas. Los municipios mineros reciben regalías y compensaciones por la explotación del mineral. En este sentido, las variaciones de los precios internacionales del carbón afectan los ingresos que el Estado recibe por regalías. Por lo anterior, se observa una correlación fuerte y positiva entre los precios base de liquidación y las regalías, de 0,86 para La Guajira y 0,82 para el Cesar.
En efecto, como se observa en la gráfica 8, la coyuntura de la caída de los precios de los commodities, como el petróleo, el carbón y el gas en la segunda década del siglo XXI, es preocupante para diferentes países de América Latina. Para el caso de Colombia, sus dos principales exportaciones son el petróleo y el carbón, por lo que la caída de los precios empieza a afectar su desenvolvimiento económico.
Estos países verán reducidas sus rentas de la economía extractiva, lo que lleva a una reevaluación de sus políticas de promoción de exportaciones y desarrollo industrial. Ante esta coyuntura es necesario impulsar una mayor diversificación en su canasta de bienes exportados, para ser menos dependiente de las variaciones de los precios de los commodities. Esta volatilidad de los precios afecta directamente al desarrollo socioeconómico de las regiones colombianas especializadas en la producción de petróleo (Meta, Casanare, Arauca y Putumayo) y carbón (Cesar y La Guajira).
2.1. Descripción física del departamento de La Guajira
El departamento de La Guajira tiene una extensión de 20.848 km2, y una población aproximada de 874.532 habitantes en el 2012 (1,9 % del total nacional). El territorio es en su mayor parte una península, ubicada al nororiente de Colombia. En términos geográficos, el territorio se divide en Alta, Media y Baja Guajira. Una parte de la Baja Guajira también es conocida como provincia de Padilla y es allí donde están ubicados los yacimientos de carbón del Cerrejón, objeto del presente estudio.
En 2012, el sector que más aportó a la economía de La Guajira fue la minería (54 %), seguido por los servicios (14 %) y la construcción (7 %). Por su parte, la industria (1 %), la agricultura (5 %) y el comercio (5 %) fueron los de menor participación. El grueso de la producción minera se concentra en la explotación de carbón térmico, seguido por gas natural y sal marina.
La minería de carbón de La Guajira se realiza a cielo abierto, lo que implica una forma de explotación más sencilla que la minería de socavón. Los yacimientos de La Guajira se extienden en un área de 825 kilómetros cuadrados (82.500 hectáreas) y son explotados de forma tecnificada por grandes empresas trasnacionales como Glencore-Xstrata, BHP Billiton, Anglo American, MPX-OGX, entre otras. Los yacimientos de El Cerrejón están ubicados en la cuenca de los ríos Cesar y Ranchería, en jurisdicción de los municipios de Barrancas, Albania y Hatonuevo (ver tabla 1). El Cerrejón es un complejo de minería y transporte integrado, que incluye una mina a cielo abierto de carbón térmico que produce más de 32 millones de toneladas al año, una línea férrea de 150 km entre la mina y Puerto Bolívar, este último ubicado sobre el mar Caribe. Esta empresa carbonera da empleo a cerca de 10.000 personas7.
2.2. Descripción física del departamento del Cesar
El departamento del Cesar está ubicado en la parte nororiental de Colombia, tiene una extensión de 22.905 kilómetros y una población que en 2014 ascendía a 1.016.533 habitantes, los cuales representan el 2 % del total nacional. El Cesar está dividido en cinco ecosistemas naturales (Plan de Desarrollo Departamento del Cesar, 2012-2015): Sierra Nevada de Santa Marta, Serranía de Perijá, Complejo cenagoso de Zapatosa, Valle del río Cesar, Valle del río Ariguaní y Valle del Magdalena.
En el 2012, el sector que más aportó a la economía del Cesar fue la minería (42 %), seguido por los servicios (13 %), agropecuario (9 %) y comercio (8 %). La industria (4 %) y la construcción (5 %) fueron los de menor participación. La minería se concentra en la producción de carbón térmico, localizada principalmente en los municipios de La Jagua de Ibirico, Becerril, El Paso y Chiriguaná.
Existen dos grandes áreas carboníferas: La Jagua de Ibirico y La Loma. La primera está ubicada en el municipio del mismo nombre y a su vez se subdivide en dos zonas: La Jagua y Cerro Largo, donde se desarrollan los siguientes proyectos: Carbones de La Jagua, Consorcio Minero Unido y Carbones El Tesoro (Prodeco), Cerro Largo Norte (Norcarbón), Cerro Largo Centro (Drummond) y Cerro Largo Sur (CNR-Goldman Sachs) (Tabla 2).
En el departamento del Cesar las dos empresas más grandes son Drummond y Glencore-Prodeco, las cuales concentran cerca del 95 % de la producción departamental. Estas empresas multinacionales tienen organizadas sus explotaciones de manera integral, a partir de la mina, el ferrocarril y el puerto de embarque, lo que significa que están integrados verticalmente. Esta integración dificulta que la actividad carbonera promueva o genere la conformación de clusters, en los que las diferentes empresas cooperan y se complementan en la producción.
3. metodología y datos
El objetivo del estudio es analizar el impacto de la producción de carbón en el crecimiento del PIB en los departamentos del Cesar y La Guajira. La definición de la metodología estuvo condicionada a las dificultades por vacíos de estadísticas municipales de la región de estudio. En este aspecto es importante saber que en Colombia solo se tiene información del PIB municipal de los años 2011 y 2012 (DANE). Asimismo, después de iniciar las explotaciones de carbón (La Guajira en 1982 y Cesar en 1985), en estos departamentos se segregaron y crearon varios municipios. Por tanto, como no hay una fecha de inicio en común de las estadísticas, para el análisis de todo el periodo, en algunas ocasiones, se podría optar por métodos de imputación de información y de metodologías de estimación truncadas. Sin embargo, no se pueden utilizar en este caso porque los métodos antes nombrados son válidos solo cuando faltan datos en una serie. En este caso, la información no existe y sería incorrecto estimarla.
Ahora, si solo se tiene un análisis con respecto al tiempo del cambio del PIB municipal, es importante trabajar con valores reales que permitan evidenciar el cambio de la dinámica. De no ser así, se ignora el verdadero crecimiento e impacto del tiempo sobre el modelo dinámico. Estimar solo el paso del tiempo en el modelo dinámico explica qué tendencia tuvo el PIB, pero no el impacto de la minería dentro del PIB municipal.
La tabla 4 expone la construcción de las diferentes variables del modelo y la fuente de información. En esta tabla se evidencia la limitación de las estadísticas históricas y se justifica la metodología seleccionada. Esta fue una regresión de corte transversal para el año 2011 y su método de estimación fue por Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO).
4. REGRESIÓN
En este artículo se analiza la relación entre la producción de carbón y el crecimiento económico de los departamentos del Cesar y La Guajira, en especial sus municipios mineros. Para estimar el efecto de la explotación de carbón sobre la economía de estos territorios, se realizó una regresión de corte transversal para el año 2011 y su método de estimación fue por Mínimos Cuadrados Ordinarios (MCO). Se escogió el 2011, por encontrarse el mayor número de datos para las variables incluidas en el modelo.
Se plantea un modelo en el que la variable dependiente es el PIB municipal y la variable independiente es la producción municipal de carbón. En 2013, el DANE calculó el peso relativo municipal en el PIB departamental para el año 2011, "teniendo en cuenta que a nivel municipal, es menor o no existe en algunos casos información estadística por actividad económica; se definieron una serie de indicadores directos e indirectos que permitieron distribuir el valor agregado de cada departamento entre los municipios que lo conforman" (DANE, 2013, p, 2). Con base en este indicador, el DANE determinó el valor agregado de los municipios de Colombia para 2011.
Como variables de control se agrega una variable del nivel de regalías que recibe el municipio de manera total, y regalías que recibe por la explotación del carbón; también una variable dummy que toma el valor de 1—0, dependiendo si el municipio es o no es minero. Los departamentos del Cesar y La Guajira suman 40 municipios, que se toman como muestra: 8 son mineros, 1 es puerto carbonero y 31 no producen carbón. Para efectos prácticos, a estos últimos se les ha clasificado como no mineros. La tabla 5 amplía la clasificación de los municipios, según la existencia de explotación del carbón.
La metodología de esta regresión es utilizar los datos del PIB, la producción de carbón y las regalías de cada uno de los municipios en un tiempo determinado, utilizando el análisis de regresión de corte transversal. Para estimar correctamente el efecto que tiene la producción de carbón sobre el PIB municipal se realizaron las pruebas de test de endogeneidad, forma funcional, multicolinealidad y heterocedasticidad. Estas mostraron resultados positivos, con lo cual se puede constatar consistencia en las conclusiones que se presentan.
En la regresión se toma como variable dependiente el PIB municipal medido en millones de pesos colombianos y como variable independiente la producción de carbón medido en toneladas, además de tres variables control: las regalías totales, las regalías que reciben los entes territoriales por la explotación del carbón, estas dos últimas medidas en millones de pesos colombianos, y una variable dummy que toma el valor de 1—0, dependiendo si el municipio es o no es minero. Se realizó el análisis de efecto causal de ambos departamentos, para lo cual se utilizaron dos funciones: una con la producción minera y otra con la ciudad minera, para evitar problemas de multicolinealidad que se pueden presentar en ambas variables. Por lo tanto, se hacen dos análisis separados: uno tiene en cuenta la producción minera y el otro la ciudad minera. Las ecuaciones a estimar por medio de MCO son las siguientes:
Los efectos que se esperan en la regresión de las variables independientes sobre la variable dependiente son los siguientes: primero, en la medida que aumente la producción del carbón debe aumentar el PIB municipal, esperando un efecto causal positivo. La explicación que está detrás de este efecto positivo es que la producción de carbón es importante para el crecimiento económico y estimula el crecimiento del PIB municipal. De igual manera se espera que a medida que aumenten las regalías aumente el PIB municipal, en tanto estos recursos se destinan mayoritariamente a inversión en salud y educación. Estas inversiones ayudan a mejorar el capital humano y social, que a su vez estimula el aumento de la productividad local, con lo cual se capitalizarían las regalías. Sin embargo, la evidencia empírica muestra que esta posibilidad no siempre se cumple.
4.3. Estimación del modelo conjunto para los departamentos del Cesar y La Guajira
Esta regresión conjunta se hace con el propósito de modelar el efecto causal de los dos departamentos al mismo tiempo. Sin embargo, es importante aclarar que puede suceder que un departamento influya más sobre el resultado conjunto. Al realizar la estimación de la regresión , se obtiene que los estimadores del intercepto y de la variable de producción de carbón son estadísticamente significativas, y el impacto de producir 1.000 toneladas de carbón adicionales aumenta el PIB municipal en 90 millones de pesos en los municipios mineros. El R-Cuadrado de esta regresión indica que la producción minera está explicando en un 65.2 % la variación en el PIB municipal (ver columna 1 de la tabla 6).
De otra parte, al hacer la regresión con la variable independiente, "ciudad minera", se observa que un municipio minero produce 852.378 millones de pesos más que un municipio no minero. Asimismo, un municipio minero, en promedio, tiene un PIB municipal de 1.033.669 millones de pesos, mientras que el no minero tiene en promedio uno de 181.291 millones. La ciudad minera es una variable significativa en términos estadísticos y prácticos y explica en un 40,68 % las variaciones en la variable dependiente de PIB municipal (columna 2 de la tabla 6).
Por su parte, si las regalías totales aumentan 1.000.000 de pesos, en promedio el PIB municipal aumenta en 17.890.030 pesos (columna 3 de la tabla 6). Si las regalías de carbón aumentan en 1.000.000 de pesos, en promedio el PIB municipal aumenta en 20.566.020 pesos (columna 4 de la tabla 6).
Al comparar el impacto de las regalías totales y las que se reciben por la explotación de carbón se observa que el impacto es mayor con las regalías del carbón. La significancia estadística de estas dos variables en las regresiones 3 y 4 (columnas 3 y 4 de la tabla 6) indica que son significativas estadísticamente y su efecto práctico es importante. De igual forma, el R-Cuadrado en la regresión donde la variable regalías de carbón está como explicativa es mayor, que donde la variable regalías totales está como explicativa. El R-Cuadrado en las regalías totales toma un valor de 27.9 %, mientras que en las regalías del carbón recibe un valor de 57.4 %.
Por último, la regresión con la variable de producción minera, además de dos variables control por separado, se observa que cuando se agregan no son estadísticamente significativas. Al comparar el R-Cuadrado de las dos regresiones con la regresión principal, estas permanecen casi igual. En efecto, al agregar estas variables de control no ayudan a explicar las variaciones en la variable dependiente PIB municipal (columnas 5 y 6 de la tabla 6).
De otro lado, se toma como variable de interés la "ciudad minera" y se hace el mismo ejercicio de agregar las dos variables de control de las regalías. Se observa que las variables regalías totales y regalías de carbón son estadísticamente significativas, aunque en la segunda regresión la variable de ciudad minera no lo es. Al comparar los R-Cuadrado de estas dos regresiones con la regresión que solo tiene como variable la ciudad minera, aumenta levemente pasando de un 40,68 % a 46.33 % con regalías totales y a 58.3 % con regalías que se reciben por el carbón (columnas 2, 7 y 8 de las tablas 6 y 7).
En síntesis, la regresión que mejor explica el crecimiento económico de los municipios del Cesar y La Guajira es PIB. = fio + fipCAR.+ S.. Este hecho reconfirma la extrema especialización en la producción de carbón de los municipios que conforman los distritos mineros de Barrancas en La Guajira, y La Jagua en el Cesar:
Estos resultados concuerdan con los estudios de Aroca (2001), Cárdenas y Reina (2008) y Romero (2009), en los que se analizan los efectos de la explotación de recursos naturales en el desempeño económico de diferentes países de América Latina. El sector carbonífero tiene una capacidad limitada en la generación de encadenamientos productivos, diferentes al sector servicios. Sin embargo, su aporte es significativo al PIB departamental.
La alta concentración del PIB de Cesar y La Guajira en producción de carbón genera incertidumbres de sostenibilidad de la economía local en el mediano plazo. En efecto, en la primera década del siglo XXI, diferentes acontecimientos en el mercado internacional empujaron a la caída de la demanda mundial de carbón: la desaceleración de economías emergentes como China, India, Rusia y Brasil, y el desplome de los precios del petróleo a partir del 2010.
5. CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
El modelo impulsado en Colombia para atraer capitales extranjeros para la explotación de carbón dio como resultado incrementos en la productividad del capital y de la mano de obra del sector. Esto se vio reflejado en la mayor participación que tienen los municipios mineros del Cesar y La Guajira dentro del PIB departamental.
La estimación del modelo conjunto para los departamentos del Cesar y La Guajira muestra que la producción de carbón tiene un efecto significativo en la variable del PIB municipal. Sin embargo, la alta concentración del PIB de estos dos departamentos en la producción de carbón genera incertidumbres en la sostenibilidad de la economía regional en el mediano plazo, por su alta dependencia en las variaciones de los precios internacionales del carbón y sus sustitutos, como el petróleo. Por lo anterior, en las decisiones de inversión, las empresas multinacionales no solo se guían por la localización del recurso minero, sino además por los precios y cambios de la demanda internacional del mercado de combustibles fósiles.
Una crítica a las multinacionales del carbón que operan en Colombia es que explotan la materia prima de los departamentos mineros, pero sus oficinas y personal administrativo de alto nivel se localizan en ciudades por fuera de la región minera. En efecto, los registros de las Cámaras de Comercio del Cesar y La Guajira dejan en evidencia que las empresas carboníferas tienen su registro mercantil en ciudades como Bogotá o Barranquilla.
En palabras de Krugman y Obstfeld (2006), este hecho se explica por la teoría de la localización de las empresas multinacionales que disponen de instalaciones productivas en diferentes países, dependiendo de la ubicación de los recursos. A su vez, las operaciones de cada una de sus filiales integran factores a un proceso productivo transnacional: "la tecnología desarrollada en un país puede ser utilizada en otros; o la dirección puede coordinar de forma provechosa las actividades de fábricas en diferentes países" (Krugman y Obstfeld, 2006, p. 171).
La producción y el patrón del comercio del Cesar y La Guajira están determinados en gran parte por choques externos del mercado internacional de combustibles fósiles. De acuerdo con el Informe de Competitividad mundial 2014-2015, del Foro Económico Mundial, Colombia se clasifica como una economía impulsada por la eficiencia, caracterizada por la industrialización, economías de escala, en la que se producen bienes y servicios más avanzados. Sin embargo, la región minera pareciera estar estancada en la etapa de economías impulsadas por factores: su producción minera explica en un 65.2 % la variación en el PIB municipal y cerca del 100 % del valor de sus exportaciones se concentran en carbón térmico, recurso que se extrae para comercializarse en mercados externos, sin ninguna transformación. En este sentido, para reducir el rezago económico de la región y avanzar a una fase superior del desarrollo es necesario estudiar las potencialidades y oportunidades en sectores diferentes a la minería.
Para capitalizar el recurso del carbón, la región debe invertir en el desarrollo de la competitividad y eficiencia de los demás sectores de la economía local que apunten no solo a encadenamientos con la minería, sino con otros sectores de la economía local y nacional. Para ello se deben estudiar las potencialidades productivas de la región.
En el caso de La Guajira, este departamento tiene un potencial en los productos marinos semi-procesados o procesados (crustáceos congelados y preparados, camarones, langostinos y langostas), pese a tener una baja participación y presentar una pérdida progresiva en la participación del mercado. Esta actividad representa una oportunidad para diversificar la oferta exportable del departamento (Bayona, 2009). Se puede conformar un cluster de productos marinos, junto con departamentos costeros como el Magdalena, que también tiene potencialidades en el sector. Por su parte, el departamento del Cesar tiene vocación agrícola y, en menor medida, agropecuaria en productos como el café sin tostar, frutas, flores, tubérculos y derivados lácteos.
De igual forma, los dos departamentos mineros, junto con los otros del Caribe colombiano, tienen un potencial para consolidar un cluster turístico. En este sentido, se deben organizar y mejorar las actividades y servicios de hotelería, restaurantes, artesanías y otras afines para prestar un mejor servicio. El turismo podría tener un mejor escalamiento, si se articulan rutas y viajes de una ciudad o territorio a otro dentro del Caribe colombiano y también hacia otras naciones del Gran Caribe (cfr. Abello, 2015, p. 48 y entrevista 27 de mayo de 2015)8.
Las mismas actividades mineras pueden convertirse en un atractivo turístico. En esta línea, se pueden adelantar proyectos como la elaboración de artesanías de carbón, con la definición de estrategias de marketing y comercialización. Un ejemplo de ello se encuentra en el municipio de Tópaga, Boyacá, donde la alcaldía y diversas ONG han impulsado las artesanías de carbón. Así mismo, se pueden organizar museos del carbón, de la sal y de la minería en general, como se ha hecho en otros países como México, Eslovenia, Canadá o Australia.
1 Bayona (2015), Exportaciones de carbón, crecimiento económico y desarrollo regional: Elementos para la reestructuración de un cluster minero en los departamentos del Cesar y La Guajira (Caribe colombiano) 1984 - 2011.
2 Prebisch recibió una gran influencia teórica del economista inglés J. M. Keynes. (Cfr. Prebisch, 1947).
3Cfr. Planes de desarrollo de los presidentes de la República Virgilio Barco Vargas ("Plan de economía social, 1986-1990)" y Cesar Gaviria Trujillo ("La revolución pacífica, 1990-1994"), en: http://www.dnp.gov.co/DNP/PlanesdeDesarrolloanteriores.aspx
4Frase acuñada por Auty a inicios de la década de 1990. Autores como Sachs, Warner y Larraín han apoyado esta hipótesis en diferentes trabajos escritos a partir de 1995.
5Entre los estudios que refutan el argumento de Larrain, Sachs y Warner (1999) se encuentran: Pardo y Meller (2002), Stijns, J. P. (2003), entre otros.
6Cfr: http://www.simco.gov.co/LinkClick.aspx?fileticket=9OKR1m3BRUA=&tabid=128, http://www.eia.gov/beta/international/analysis.cfm
7Cfr. Empresa Carbones del Cerrejón: www.cerrejon.com
8Entrevista a Alberto Abello Vives, 27 de mayo de 2015. Santa Marta -Magdalena (Colombia).
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Anexo 1 — Test de Heterocedasticidad
Para saber si los parámetros estimados representan el verdadero efecto causal de una variable independiente sobre una variable dependiente se deben cumplir dos supuestos que hacen parte del modelo lineal de Gauss Markov. El primer supuesto hace referencia a que el promedio de los errores estimados es igual a cero. Lo que implica este supuesto es que los valores que no se pueden observar y que pueden afectar la variable dependiente, en promedio, no van afectar la variable dependiente.
El segundo supuesto, que es más importante porque permite hacer análisis de inferencia estadística, es que los errores estimados se comportan de manera normal con media igual a cero y varianza constante que se conoce como homocedasticidad. La condición contraria que implica que los errores no tienen varianza constante y se modifica cuando la muestra aumenta, se conoce como heterocedasticidad y no permite hacer inferencia estadística y, por lo tanto, no se puede identificar cuál es el efecto causal ni saber si los estimadores son insesgados y eficientes.
La tabla A. 1 presenta los resultados para saber si existe el problema de heterocedasticidad por medio de la Prueba de White. Mediante el estadístico T podemos afirmar que los valores ajustados en nivel como elevados al cuadrado no tienen relación con el término de error y que, por lo tanto, los estimadores de la tabla A.3 son insesgados, eficientes y el efecto causal estimado es correcto.
Mediante el estadístico F se reafirma la condición que se encontró con las pruebas T y es que conjuntamente las variables de los valores ajustados, tanto en nivel como elevados al cuadrado, no tienen efecto sobre el término de error y que, por lo tanto, la estimación de los efectos causales sobre el PIB Municipal son correctas para las variables independientes.
La tabla A.2 muestra los resultados de la prueba de Breusch-Pagan: la producción minera no tiene relación con el término de error y consolidando la regresión estimada no sufre problemas de heterocedasti-cidad y los parámetros estimados son correctos. De manera resumida se observa que la estimación de la regresión no sufre de problemas de heterocedasticidad y los efectos causales estimados son correctos y dan una evidencia aproximada de cuál es el impacto que tiene la producción de carbón sobre el PIB municipal en los municipios de los departamentos del Cesar y de La Guajira.
Anexo 2 — Test Forma Funcional
Finalmente, en la tabla A.3, el estadístico t y la prueba F y teniendo en cuenta que se unen las observaciones de ambos departamentos, se tienen las variables de manera individual. Por lo anterior, el modelo calculado es correcto y no se le deben agregar variables al cuadrado ni variables al cubo.
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