ISSN electrónico 2011—7477 |
En agosto del año pasado tuvo lugar el VI Congreso Colombiano de Filosofía, organizado por la Universidad del Norte (Barranquilla, Colombia) y la Sociedad Colombiana de Filosofía. En este número publicamos, a modo de dossier, los textos presentados en el simposio "Figuras de la alteridad: el otro, lo otro, lo extraño", evento organizado en la franja de simposios de este Congreso. Cabe anotar que estos trabajos fueron revisados por sus autores a partir de las discusiones suscitadas en el simposio como de las observaciones hechas por los respectivos evaluadores de cada texto. El otro bloque de artículos es misceláneo y corresponde a los textos que recibimos en cada convocatoria y que fueron seleccionados para este número. Los artículos del dossier se ocupan, como lo indica el título, del problema del "otro", de "lo otro", de aquello que es diferente y extraño a nosotros mismos, problema clásico tratado ya por Platón en sus diálogos Parménides y Sofista: la distinción entre lo mismo (autós) y lo otro (heterón). ¿Cómo se puede hablar de "aquello" que no somos nosotros —los demás hombres, las cosas, los animales, las otras culturas— sin hacer de ellos únicamente una representación nuestra (Vorstellung), sin que sean integrados en un sistema de explicación previamente concebido? Las respuestas a esta pregunta, y a otras vinculadas con el problema de la alteridad, exploran temas de larga tradición filosófica, como los relacionados con el concepto de naturaleza, de cuerpo, de lenguaje, de tiempo y de espacio. Graciela Ralón y Jairo Escobar, desde una perspectiva fenomeno—lógica, particularmente con los planteamientos de M. Merleau—Ponty y de B. Waldenfels, estudian la "lógica responsiva" del cuerpo como una alternativa importante para el reconocimiento de la alteridad, frente a las lógicas totalizantes del mercado y de la comunicación que disuelven la diferencia propia del otro, de lo otro, de lo extraño. La vida del cuerpo, y sus dimensiones espacio— temporales, ponen en evidencia, en la experiencia del lenguaje y de la creación artística, la existencia de lo extraño, de lo otro en nosotros mismos, en el modo de un sentido de nuestra palabra y de nuestra vida con el que jamás podremos coincidir.
La reflexión sobre el lenguaje, el espacio y el tiempo ocupa también un lugar preponderante a la hora de investigar el problema de la alteridad en la obra de M. Heidegger, H.—G. Gadamer y del artista Chillida. Ana María Rabe sostiene la similitud del carácter enigmático asignado a la relación espacio—tiempo en la filosofía de Heidegger y en la obra de Chillida: el espacio como lo otro del tiempo, y viceversa. Enigma que no plantea una dificultad del orden del conocimiento, sino que es concebido como algo constitutivo de la vida. La obra de arte muestra en ambos autores la copertenencia de espacio y tiempo como una experiencia enraizada en la vida, con una significación existencial originaria, opuesta tanto a la concepción newtoniana de un espacio vacío, homogéneo como a la concepción wittgensteiniana de un espacio lógico, presentada en el Tractatus. Andrés Contreras propone, a partir de la hermenéutica de Gadamer, una lógica dialéctica de la experiencia hermenéutica que hace del círculo de la comprensión un círculo abierto y no cerrado en sí mismo: comprendemos algo porque la palabra del otro nos interroga, cuestiona nuestros saberes previos. El momento negativo del diálogo, el cuestionamiento y anulación de nuestra palabra, de nuestro saber, para dar paso a la palabra del otro, solo en apariencia significaría la eliminación de la diferencia, de nuestra propia palabra o de la palabra del otro. El sentido ontológico del diálogo muestra una dimensión moral y política relacionada con el carácter irreductible de la palabra del otro. El lenguaje aparece así mismo, en el trabajo de Stascha Rohmer sobre Hegel, como un aspecto decisivo de su concepción de la alteridad. Si se reconoce la concepción ontológica del juicio (Ur—teil) se comprende que se trata con él de una división originaria —ontológica— que expresa la concepción de la vida como la unidad dialéctica de la identidad y la diferencia, en la que esta nunca se disuelve, ya que no es un resultado del pensamiento abstracto, sino una determinación del ser de las cosas, especialmente de los seres vivos. El estudio presentado por Mario Teodoro Ramírez sobre la obra del filósofo mexicano Luis Villoro coincide, por su parte, aunque desde enfoques teóricos distintos, en subrayar el sentido profundamente ético—político de su concepción de la alteridad indígena en la obra de Villoro. Se enfatiza en el pensamiento del filósofo mexicano, desde una concepción ontológica de la comunidad cercana a la expuesta por Jean—Luc Nancy, la idea de un "ser en común", de un "co—existir", irreductible a cualquier propuesta etnicista, regionalista o nacionalista. La idea implicada aquí de una comunidad "más allá" de la identidad permitiría reconocer al indígena, como lo expresa el autor, no solo como un otro sujeto, sino como un sujeto Otro. En el primero de los artículos de la parte miscelánea "Sobre la naturaleza del Éros platónico: ¿daímon o theós?", María Angélica Fierro plantea como tesis que las concepciones del éros expuestas por Platón en el Banquete y en el Fedro, aparentemente distintas, se complementan y no suponen, en sentido estricto, un cambio de doctrina en el pensamiento del filósofo griego. La autora se propone, entonces, profundizar el hecho de que el Amor, en su expresión más acabada, como aparece en Fedro, sea un dios, pero en las almas no—divinas es una aspiración a adquirir la divinidad y solo algunas lo logran, pero de manera parcial y, de manera plena, después de la muerte, como un daímon, es decir, como un "intermedio—intermediario" entre los hombres y los dioses. En el segundo artículo, "Lo que es por accidente y sus diversas causas en Metafísica E de Aristóteles", Gabriela Rossi plantea que si bien lo que es por accidente no puede ser objeto de la filosofía primera, esta tiene qué decir sobre el accidente, aunque sea con un discurso de segundo orden. La autora propone como tesis una lectura en la que las tres causas de lo que es por accidente son compatibles, ya que pueden entenderse como la causa formal, la causa eficiente y la causa material de lo accidental. En el artículo "Similitudes entre el escepticismo de los Ensayos de Montaigne y las notas de Nicolás Gómez Dávila", Salomón Verhelst y Vicente Raga se proponen explicar en qué sentido el fideísmo escéptico, el ensayo, el intimismo, el vitalismo hedonista y el conservadurismo son rasgos característicos de un escepticismo auténtico en ambos pensadores. Emanuel José Maroco, en el artículo "Unamuno y la fe religiosa", centra su atención en el análisis de las ideas de "virilidad" y "feminidad" de la fe con el fin de exponer el "pesimismo metafísico" que acompañó al pensador español en su última obra.
Diego Paredes, desde la lectura de Carl Schmitt sobre Marx, la cual no hace depender la visión materialista de la historia de Marx de la base económica, explora esta idea de inspiración hegeliana y propone una alternativa para pensar la política desde el "materialismo práctico", en el que la contingencia de la acción es decisiva para comprender el sentido no determinista del desarrollo histórico. Esteban García, en el artículo sobre Merleau—Ponty, propone los límites de la interpretación del cuerpo vivo en términos de "esquema corporal" y "cuerpo habitual". El autor plantea, desde las propias reflexiones de Merleau—Ponty sobre la danza, el deseo, la espa—cialidad de la noche y del sueño, la idea de un cuerpo incompetente e inhábil, vivido como suspensión de nuestra historia, moviéndose en un espacio sin objetivos ni direcciones. Finalmente, Francisco Cortés en su artículo sobre la teoría de la justicia y la libertad en A. Honneth, plantea que si bien la propuesta del filósofo alemán tiene mayor alcance y profundidad que las desarrolladas en el liberalismo contemporáneo por Rawls y Habermas, presenta como gran limitación el hecho de circunscribir el alcance de su concepción de la libertad a las sociedades más desarrolladas de Occidente. El autor hace algunas consideraciones críticas para mostrar que el planteamiento normativo y reconstructivo de la historia de la libertad hecho por Honneth es insuficiente frente a otras visiones críticas de la sociedad. Todo el equipo editorial de la Revista Eidos lamenta el reciente fallecimiento de Jairo Escobar Moncada, amigo y colega del Departamento de Humanidades y Filosofía de esta Universidad, a quien rendimos en este número un muy sentido homenaje. Me permito, ahora que Jairo está más vivo en nuestra memoria, finalizar con sus palabras: "La pregunta no es si puede existir un orden donde no se padezca y seamos afectados por algo, esto es inevitable, sino la pregunta es por un orden donde lo que padecemos y nos afecta, no tenga la impronta de la humillación, el desconocimiento, la indiferencia". Escobar, J. (2017). Tiempo y discurso en Bernhard Waldenfels. Una perspectiva fenomenológica de lo extraño. Eidos, 28, 29—72.
Leonardo Verano Gamboa
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