Eidos. Revista de Filosofía de la Universidad del Norte

ISSN electrónico 2011—7477
ISSN impreso 1692—8857
N.° 28, Enero—Junio de 2018
DOI: http://dx.doi.org/10.14482/eidos.28.10645


IN MEMORIAM

La tumba de los grandes hombres es la tierra entera. Tucídides

El pasado 6 de noviembre la comunidad filosófica colombiana perdió uno de sus notables académicos, el profesor Jairo Iván Escobar Moncada, quien fue sorprendido por la muerte en la quietud de su casa y al abrigo de una noche que en el desventurado momento vino a ser su única compañía junto a sus dos gatos Polina y Oliver. Nos sumamos a las voces que deploran su desaparición y queremos tributarle un pequeño homenaje recordando la fructífera relación que nos unió y que hizo posible una valiosa articulación de algunos de sus proyectos con los nuestros.

Sería insuficiente limitar la presencia de Jairo Escobar en la Revista Eidos y en el Departamento de Humanidades y Filosofía de la Universidad del Norte a las contribuciones que tuvimos la oportunidad de publicarle. Jairo fue un amigo cercano a nosotros, y sin objeciones nos brindó repetidas veces la ocasión de tenerlo como invitado a los eventos de filosofía organizados a lo largo de años; gracias a su mediación emprendimos también varios proyectos en colaboración con el Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia.

Para mencionar solamente algunas de las razones de nuestra colaboración, nos detenemos en el último quinquenio: entre los años 2012 y 2015 fue el asesor nacional del proyecto de investigación avalado por Colciencias "La poesía como recurso de la reflexión filosófica en Platón", desarrollado por dos miembros del Grupo de investigación Studia de la Universidad del Norte. Participó en 2012 como ponente invitado a la "Conferencia Internacional de Filosofía Antigua" con la ponencia "Sobre el concepto de mimesis en Platón y Adorno"1. En 2013 presentó, como conferencista del "Encuentro Internacional de Filosofía: Pensar el cuerpo", la ponencia "Cuerpo y espacio en el Timeo". En 2016 fue invitado como ponente al Simposio "Figuras de la alteridad: el otro, lo otro, lo extraño", en el marco del VI Congreso colombiano de Filosofía, evento organizado por la Sociedad Colombiana de Filosofía y la Universidad del Norte. Su contribución se tituló "Tiempo y discurso en Bernhard Waldenfels. Una perspectiva fenomenológica de lo extraño"2. Con su entusiasta conducción organizamos en alianza con el Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquía la Primera jornada de Teoría Crítica en el año 2015, donde presentó la ponencia "Sobre antropología e historia en Max Horkheimer". En el Conversatorio de Teoría Crítica realizado en 2017 presentó su trabajo "Autoritarismo y Literatura". Asimismo emprendimos como proyecto la traducción conjunta de "El olvidar del cuerpo"3, ponencia presentada por el filósofo alemán Heinrich Hüni (uno de sus tutores y maestros durante sus estudios doctorales en Wuppertal), en el evento internacional antes mencionado sobre el cuerpo, y también la traducción del artículo "El movimiento hablante: corporeidad y Dasein", del mismo autor, próximo a ser publicado en el libro Pensar el cuerpo.

Jairo Escobar armonizó su dominio del griego y del alemán, lenguas en las que estudió particularmente la obra de Platón y de los autores de la Teoría Crítica de la Sociedad, con una extraordinaria capacidad para profundizar en los problemas y preguntarse por los límites y los alcances de sus propuestas teóricas. Su espíritu bondadoso y apasionado le impedía ser breve en sus reflexiones, y sus textos extensos no tuvieron nunca la pretensión de "decirlo todo". Se preocupó constantemente porque sus escritos fuesen de la comprensión de sus interlocutores, hayan sido estos sus lectores o sus contertulios en los incontables certámenes filosóficos en que participó, cuidándose de no pretender imponer su punto de vista. Su atrayente ironía y su crítica estaban dirigidas, en gran medida, contra las actitudes y personalidades prepotentes y autoritarias. Sus alumnos conservarán el recuerdo de su generosidad para compartir los libros de su extensa biblioteca en varias lenguas, así como su confianza para emprender proyectos académicos conjuntos. Su elocuente manera de ofrecer la asesoría oportuna y respetuosa durante el trabajo de investigación es ejemplo de cómo cada uno de sus comentarios era un llamado certero a la seriedad y al rigor. Aunque su partida haya sido para siempre, nos quedan los otros seres en los que él sobrevive intacto: sus escritos y su recuerdo. Nos haremos cargo de recordarlo leyendo sus textos, rastreando, a nuestro modo, sus preguntas, sus preocupaciones, y realizando los nuevos proyectos que soñamos con él.

La muerte enamorada con su artero desgarrón se llevó mucho más que un colega, pues colmó su avidez apropiándose de un gran profesor; un intelectual entregado a los libros, amante del buen vino y de su cómplice "conversaduría"; un ser humano de alegría y sentido del humor contagiosos; un buen hombre que no conocía el egoísmo, pero, ante todo, un amigo inolvidable. Su muerte será por siempre una pena, porque a los amigos, cuando se les quiere, se les desea el mayor bien.


1 Este trabajo está publicado en el número 20 de la Revista Eidos, disponible en: http://rcient:ificas.uninorte.edu.co/index.php/eidos/art:icle/view/5912/html_22
2 Trabajo publicado en el dossier de este número.
3 Disponible en http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/eidos/issue/view/365


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Barranquilla (Colombia)
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