Sociedad, algoritmos y la pregunta por lo digital

Reseña de los libros

Byung-Chul Han, No-cosas: Quiebras del mundo de hoy. Barcelona México: Taurus, 2021, 141 pp.; Byung-Chul Han, Infokratie. Digitalisierung und Krise der Demokratie, Berlin: Mathes & Seitz, 2021, 92 pp.

Osman Choque-Aliaga
ORCID ID: 0000-0003-4374-8708
Albert-Ludwigs-Universitãt Freiburg (Baden-Wurtemberg, Alemania)
osman.choque@philosophie.uni-freiburg.de

Sociedad, algoritmos y la pregunta por lo digital Introducción


El filósofo surcoreano, Byung-Chul Han, quien realizó sus estudios en la Albert-Ludwigs-Universitãt Freiburg, fue profesor de filosofía en la Universitãt der Künste Berlin y es conocido como uno de los prolíficos escritores. Quizá de los autores más leídos en el campo de la filosofía. La gente prefiere leerlo antes que a Kant o Hegel y esto se debe gracias a la versatilidad con que abarca sus temas. En obras anteriores, que fueron apareciendo con rapidez cada año, analizó los síntomas negativos del presente. Su dura crítica al posmodernismo, como todo entusiasta heideggeriano, se ha evidenciado en sus observaciones sobre el consumo, el cansancio, el amor y la erótica. En esta ocasión, el poeta de la decadencia, se dedica a examinar aspectos de la sociedad contemporánea enfocándose en la cuestión de lo digital en dos textos: No-cosas e Infokratie1.

I.

No-cosas: Quiebras del mundo de hoy2 [Undinge: Umbrüche der Lebenswelt] es el primer texto, cuya versión alemana fue publicada en mayo del 2021, y contiene ocho acápites.

El texto analiza las características de la sociedad contemporánea. La sociedad circula en medio de dos mundos: el mundo real en el que las cosas poseen sustancia física y materialidad, por un lado, y, por otro, el mundo de las "no-cosas" que son producto de la realidad virtual. La "información" (p. 10) produce que las cosas se consideren como "no-cosas". El libro destaca el significado, sobre todo cercano, de ambas palabras. La postura de Han se expresa con claridad desde las primeras líneas: "La digitalización desmaterializa y descorporeiza el mundo" (p. 10). En esta frase podría condensarse la tesis que se desplega en la obra.

El primer apartado desglosa las razones del por qué hoy las cosas pasaron a convertirse en "no-cosas". El mundo moderno se caracteriza por ser una sociedad donde la información digital se encuentra en abundancia. Este deseo excesivo de conocer es denominado "infomanía" (p. 14). Así las cosas pierden su elemento inmanente, su sustancialidad y se convierten en medios de información, es decir, son ahora "infómatas" (p. 15) cuya función es la transmisión. Han enfatiza el uso de las manos en la comprensión del mundo; antaño "el acceso al mundo" se daba mediante el tocar. La comprensión de la realidad pasa por las manos y la relación con el mundo es un rasgo de la existencia humana; en el caso del trabajo: "La mano es el órgano del trabajo y la actividad" (p. 22). El autor retoma, inspirado en Martín Heidegger, los conceptos de "historia", "estar arrojado", "facticidad" para contrarrestar la abundancia de información que circula en la sociedad digital. Dicha información, que se presenta en forma de fácil acceso, esconde una maniobra de control minuciosa por parte de Google, al estilo del panóptico. La excesiva información es peligrosa porque contiene un aspecto complejo que pone en tela de juicio la propia comprensión del hombre; al punto de denominar al hombre como " Phono sapiens" (p. 23). El hombre del futuro no estará satisfecho con que solo le ofrezcan "panem et circenses" (p. 24), pan y circo. Su interés lúdico se basará en una mezcla, incluso más sencilla, de "renta básica y juegos de ordenador" (p. 24).

El siguiente apartado, "De la posesión a las experiencias", analiza el cambio de paradigma que se advierte en la sociedad actual. En ese sentido, muchas cosas han cambiado, aquello que identificaba a la sociedad moderna, que se caracteriza por el valor de "tener" por encima del ser, hoy ha sufrido una inversión. Es el valor del ser lo que vale y no el tener: en esto radica el nuevo paradigma que el texto presenta. La cuestión del tener ha perdido importancia y la humanidad vive en un ahondamiento del propio ser que no es otra cosa que el propio experimentar: "Yo soy tanto más cuanto más experimento" (p. 25). La experiencia se dirige exclusivamente a la satisfacción personal. Los seres humanos evitan elementos o vínculos que los unen a otra persona o a una actividad a largo plazo. La excesiva información, cuya naturaleza es veloz e instantánea, ofrece su propia identidad que constituye un único escenario; así el mismo concepto de identidad queda socavado. Las cosas poseen un valor duradero gracias al cúmulo de sentimientos y recuerdos con el que han sido constituidos y que perduran en el aspecto material; la información no puede poseerse sino transmitirse. Han, en ese sentido, analiza la diferencia entre el libro físico y el libro electrónico. Este último representa la mera transmisión de información, es decir, es solo un "acceso" (p. 30) y "[S]e leen sin las manos" (p. 30). En cambio, el lector puede tocar el libro físico, acceder directamente a él, acariciarlo con las manos y sentir su cercanía.

El tercer apartado, "Smartphone", está dedicado a la reflexión sobre las primeras experiencias del ser humano con los teléfonos. Los primeros teléfonos se situaban exclusivamente en viviendas; eran objetos fijos, grandes, ruidosos y, de ese modo, quien tenía uno en casa debía prestarle atención. En cambio, los Smartphone son silenciosos, poseen un tamaño que se ajusta al bolsillo. Esto produce un delirio de libertad cuyo efecto es el olvido de los demás, de los otros. Los celulares resaltan la habilidad de las manos en su uso; pero, no se trata de las manos exclusivamente sino de los dedos. Con el solo movimiento de un dedo se puede eliminar, en varias plataformas, lo que no sirve. El uso del texto en el chat sigue la misma lógica: la simpleza y rapidez de su forma se encuentra ajena al adorno o a la belleza de las palabras; el texto escrito reemplaza la voz de las personas. Plataformas como Facebook o Google, bajo una supuesta libertad, conquistan la atención de los seres humanos y pretenden crear un ambiente simpático en el que el trato amable es el equivalente a la buena salud y aceptación recíproca; en otras palabras, el "me gusta" (p. 41) o like es el reflejo de la permisividad del "capitalismo consumado" (p. 41). La historia de la humanidad fue construida a partir de cosas con significado, elementos visuales y ritos de transición que determinaron el paso, por ejemplo, de la niñez a la adolescencia, de la infancia a la madurez. La sociedad digital no ofrece puentes para etapas posteriores.

Las fotografías, "Selfis", son el siguiente foco de atención del libro. Este apartado distingue la fotografía análoga y de la fotografía digital. Han, siguiendo las ideas de Barthes y Agamben, aprecia efusivamente las características de la fotografía análoga: puede resistir el paso del tiempo, permanecer en él, mantener su presencia e incluso "resucitar". La fotografía digital, en cambio, se caracteriza por su capacidad de captar el momento, en periodos episódicos, mediante la selfi. Este último produce el efecto de las "no-cosas". A diferencia de una fotografía análoga, la cual puede guardarse y poseer ulteriormente un valor perenne, las selfis no se guardan; son fugaces.

Los pensamientos se han formado a partir de un elemento afectivo que proviene del mundo: "[l]a primera afectación del pensamiento es la carne de gallina" (p. 53). A partir de este argumento es posible sopesar el efecto de la inteligencia artificial y enfatizar su notable carencia al producir sentimientos o afectos. Han retoma ideas de Heidegger y analiza la importancia del mundo y el rol que cumple en comprensión del conocimiento y reconsidera la "disposición anímica fundamental" (p. 56) en la historia de la filosofía. La inteligencia artificial carece de esta disposición fundamental que se ejemplifica en el dejarse afectar por el mundo. El texto desglosa las características y la influencia del Big Data en el presente. Estas son las ideas que se desarrollan en el apartado "Inteligencia artificial".

El siguiente capítulo, cuya extensión sobrepasa al resto, se denomina "Vistas de cosas" y explica de forma detallada argumentos centrales del libro. A partir de la lectura de las producciones realizadas por Disney y Chaplin el texto se concentra en la importancia que poseen las cosas en la vida diaria, estas pueden afectar, ya sea positiva o negativamente, la vida misma. Esto se denomina como la "perfidia de las cosas". La digitalización, por su parte, les resta valor y así omite su presencia. El mundo digital comprende las cosas en su aspecto descodificado: las cosas hoy están bajo nuestro querer. En la narración titulada "Simbad y la isla", los visitantes caminan sobre la isla, que en el fondo se trata del lomo de un monstruo, a raíz de que ellos encienden una fogata este empieza a moverse. Es el fuego quien despierta al durmiente. Las cosas antes tenían su lado puntiagudo, el hombre vivía sobre la "espalda de las cosas", es decir, dichas puntas que nos afectaban y lastimaban, podían producir sensaciones. El mundo actual se presenta como una cosa descodificada: "no nos mira ni nos habla" (p. 71). Las redes sociales ofrecen un espectro de mundo conectado; pero, justamente es en esta aparente conexión donde las relaciones humanas se evaporan. El mundo virtual constituye un mundo de "fantasmas". A causa de la falta de contacto personal y físico la conexión en las redes sociales hace que el ser humano piense en que todos somos iguales, esto es, un espectro de fantasmas. El mundo de hoy se presenta como una realidad llena de información; la "magia de las cosas" (cf. pp. 75-80) se ha perdido. Un escenario de "las cosas queridas" hoy es impensable.

Han se concentra en la obra El principito para describir el sentido de una "cosa querida" (p. 93) y detalla la escena del diálogo entre el zorro y el protagonista de la obra. El zorro se niega a jugar con el pequeño príncipe porque el primero no está "domesticado", es decir, no tiene ninguna relación con él; domesticar significa crear lazos o vínculos entre las personas. El lector encontrará un valioso análisis sobre la amistad.

Dos acápites terminan el libro: "Silencio" (cf. pp. 97-106) y "Una discreción sobre la gramola" (cf. pp. 107-121). En el primero se encuentra una crítica a la sociedad actual en cuanto representa lo contrario al silencio. El capitalismo es el reflejo del ruido incansable. La sociedad digital deja de lado el silencio y enfatiza el ruido de la multitud, la pluralidad de voces e imágenes. Su estrategia de comunicación es la facilidad con que se comparte información a gran escala. En la última sección, que tiene un estilo autobiográfico, Han explica detalles acerca de la compra de una gramola en la tienda Jukeland ubicada en la calle Schõneberg en Berlín. Esta experiencia le lleva a preguntarse sobre los objetos que tiene en casa. Su reciente compra, una vieja gramola, produce un sonido acústico que se escucha en su habitación. Esto quiere decir que ambos inician una comunicación: a Han le gusta lo que oye y el artefacto comunica "algo". Él siente la materialidad del objeto, "paga" unos centavos para que la gramola produzca música; contrario a la "gratitud" de Youtube. La gramola ocupa un espacio junto a otras cosas que Han tiene de valor. Se trata de una revaloración de la materia, de la cercanía con la sustancia, en especial hoy que, como consecuencia de lo digital, todo está ausente, "está muerto".

II.

La segunda obra, Infokratie. Digitalisierung und Krise der Demokratie [Infocracia. La digitalización y la crisis de la democracia], fue publicada originalmente en julio de 2021. La tesis central de la obra, que se desglosa en cinco acápites, afirma que la sociedad actual se ha dejado vencer, mediante una lucha sin violencia, por la tecnología.

El primer capítulo define el concepto de "régimen de información" como una forma de gobierno donde la información determina los modos y formas de las relaciones sociales, la economía y la política. Han, siguiendo a Foucault y su análisis sobre el régimen disciplinario en el que los cuerpos son controlados (cf. Choque, 2017, p. 139), califica dicha forma de gobierno como el régimen de la abundancia de información y datos. El poder, en ese sentido, lo ejerce quien tiene acceso a los datos. Así plantea su crítica sobre dicho "régimen de información" (p. 9). El poder panóptico posee similitudes con la sociedad de la información. En la sociedad punitiva el encierro, el aislamiento eran fundamentales; hoy, esto cambia de aspecto y la sociedad informática crea una red abierta de comunicación que desencadena un nuevo tipo de vigilancia. "El teléfono móvil como aparato de vigilancia y sometimiento está explotando la libertad y la comunicación" (p. 12). Esta red abierta sin restricciones hace que las personas se sientan libres y esto refleja su profundo sentido paradójico: cuando más libres se sientan estarán más vigilados. La sociedad contemporánea ofrece una lista de artefactos inteligentes que va orientada a hacer la vida más cómoda tanto en lo personal como en el hogar; sin embargo, la vigilancia se ahonda pues hace a los seres humanos vulnerables al control. La figura del influencer, quien refleja el disfrute de la vida cómoda, representa el poder neoliberal porque su vida personifica la más apetecible forma de creatividad, abundancia y libertad.

El segundo apartado, que lleva también el mismo título del libro, reflexiona sobre la rapidez con que avanza la información. La abundancia de datos, que se reproducen a escala mayor, influye en la política haciendo que la democracia pierda su lugar y sea ocupada por la infocracia. El lector encontrará un interesante análisis sobre el valor de la cultura del libro. El libro tiene un sentido, desde sus inicios en cuanto medio democrático, de acceso a un número de personas. Los medios de comunicación electrónicos crean una mediocracia que reproduce actitudes pasivas. La información que reciben las personas no promueve el pensamiento crítico y así se "socava la racionalidad" (p. 24). Han, inspirado en las ideas de Jürgen Habermas sobre la relación entre el libro y la esfera pública democrática (cf. pp. 22-23), analiza el rol del pensamiento crítico que se obtiene gracias a la cultura del libro. En una sociedad en la que cada vez se hace caso omiso a la crítica, la vigilancia se ejerce en medios de control que van desde la televisión, la telecracia, hasta la radio. Este acápite termina con una descripción sobre el rol que ocupan los memes como formas mediáticas de información y en cuanto medios rápidos de transmisión de propaganda.

El siguiente capítulo, "El fin de la acción comunicativa", reflexiona sobre la "democracia digital" frente a la "acción comunicativa". Dicha democracia, por su acceso digital rápido y directo, crea supuestos espacios de debate. La sociedad se siente atraída por la información y considera oportuno dar su opinión. El carácter fugaz de la información produce un interés innegable; pero, esto evidencia su profunda debilidad: el publico pierde interés también de forma rápida y las convicciones se evaporan. En esto se concentra uno de los retos de la acción comunicativa. Han, siguiendo a Hannah Arendt y Habermas, se concentra en la función del discurso. Una de las características del discurso es su constante reciprocidad, el énfasis se concentra en la discusión que va de un punto hacia otro y en retorno: "El discurso es un movimiento de ida y vuelta" (p. 42). El ser humano se mantiene en relación con el otro; solo la opinión del otro es quien aclara mi opinión en el discurso. La acción comunicativa pone bajo la lupa los propios postulados; el discurso puede ser interpelado por el otro. El debilitamiento del otro pone en crisis el discurso, que cada vez desaparece. Un creciente influjo en el Yo tiene una inevitable influencia en la vida personal, en la comprensión de los valores y las tradiciones culturales. La comunicación actual es menos discursiva. Lo digital va creando una especie de altar de las identidades espontáneas dejando de lado la comunidad.

El cuarto capítulo, "Racionalidad digital", parte de dos ejemplos tomados del "Dataismo", un grupo que nació a raíz del Big Data. Habermas planteó la importancia de la acción comunicativa.

En cambio, los dataistas soslayan su importancia y apuestan por una nueva racionalidad donde los datos reemplacen al discurso (p. 52). La transmisión sin reglas de la información deja de lado el discurso y lo que predomina es una "racionalidad digital" (p. 52). Tanto en la racionalidad como en el discurso posturas o ideas pueden mejorarse a medida que se discuten sus alcances. Con los algoritmos todo se concentra en una optimización cada vez progresiva. Los algoritmos no necesitan de lo otro. Esto produce graves consecuencias, nuevamente, dirigidas a socavar la comunidad. La apuesta por la supremacía de la información, tan representativa en los "dataistas", termina eliminando la libertad del hombre.

El quinto y último apartado lleva por título "La crisis de la verdad". Hay un nuevo nihilismo que circula en nuestro tiempo. Este nihilismo no se debe a una desvalorización de la religión y las costumbres como se pregonaba antaño. El nuevo nihilismo que se presenta en el siglo XXI es el resultado de la enfermiza devoción de transmitir información. Empezamos a dudar de las propias convicciones gracias a la avalancha de información equivocada, Fakenews, o teorías de conspiración. Los alcances de este nuevo nihilismo se verán reflejados en la formación de la propia democracia. Además, este nihilismo no solo es la alteración de quienes en lugar de decir la verdad mienten, o a la inversa, sino que el mundo digital hace que la propia distinción entre verdad y mentira se socave. La convicción ante los hechos se evapora; la mentira se refleja en el desconocimiento de la propia realidad. Figuras políticas, mediante información falaz, han podido utilizaron la mentira para desvirtuar ejemplarmente la propia realidad. El texto concluye con un enfoque sobre las teorías de conspiración y las noticias falsas y la tarea de la filosofía al respecto. Para Han, siguiendo las ideas de Michel Foucault en lo que respecta a la Parresía, es urgente que la filosofía ilumine el presente (p. 82). El mundo de hoy vive en una "caverna digital" (p. 83), al estilo descrito por Platón, cuya alegoría fue reemplazada por una pantalla digital, la que en lugar de mantenernos apresados como esclavos, nos hace sentir libres.

Conclusión

Ambos textos de Han podrían considerarse "gemelos". El primer libro se sitúa en un "antes" y alarma de los peligros del mundo digital; el segundo libro, en un "después", desglosa la encarnación o materialización de la información que lo abarca todo. Hay varios aspectos de la obra que son valiosos en contenido y pueden servir de termómetro para medir el mundo de hoy. Lo digital indudablemente es un espacio de acceso que recrea el mundo y nos abre la puerta a una experiencia y como tal, evidentemente, tendrá que afectar nuestro mundo y los objetos que nos rodean. El pensamiento crítico es urgente en una sociedad donde no se tiene un "pequeño pudor" antes de compartir noticias falsas y la responsabilidad de lo anterior ha pasado a segundo plano. Trasmitir información requiere de un cuidado valioso. La información va desplazando cada vez a la verdad hasta que solo quede un recuerdo de un archivo eliminado.

Es clara la opinión negativa de Han sobre el efecto del mundo digital. Sin embargo, vale la pena preguntarse: ¿resulta difícil encontrar algún elemento positivo en la tecnología o en la transmisión de la información? ¿No requiere el ser humano tomar una distancia siempre y cuando antes esta nazca de un profundo conocimiento de sí mismo frente a lo que experimenta? ¿Aún esperamos otro poeta de la decadencia o a dónde nos lleva tanta pesadumbre? El mundo digital ofrece mejoras y esto puede notarse con rapidez en los libros digitales, las "no-cosas". Estos han cumplido una tarea valiosa: la transmisión de la información. El autor crítica estas cuestiones, pero no tiene un reparo con la tecnología aunque esta posea su "lago mágico" (2021a, p. 116). Los libros digitales, por ejemplo, salvaguardan la educación y mantienen el acceso a la información a un sinfín de estudiantes. Estos archivos, de uso sencillo y fácil, suplantan, e incluso remedian, las mediocres políticas de educación de varios países.


Notas

1 Actualmente de las dos obras, solo No-cosas. Quiebras del mundo de hoy tiene traducción al español. Los pasajes que se citan de Infokratie. Digitalisierung und Krise der Demokratie son traducciones del autor.

2 Lebenswelt tiene un sentido, en la línea de Husserl y Heidegger, más preciso como 'mundo-de-la-vida'. En cambio, en la traducción de la editorial se usa el término 'mundo de hoy'.


Referencias

Choque, O. (2017). 'El caballero de la exactitud perversa'. El tiempo histórico y la discontinuidad histórica en el pensamiento de Michel Foucault. Estudios De Filosofía, (55), 119-143. https://doi..org/10.17533/udea.efn55a08

Han, B.-C. (2021a). No-cosas: Quiebras del mundo de hoy. Joaquín Chamorro (trad.). Taurus.

Han, B.-C. (2021b). Infokratie. Digitalisierung und Krise der Demokratie. Mathes & Seitz.