Presentación

Nos estimula la acogida que ha tenido eidos en diversos medios, particularmente el filosófico. Desde que salió nuestro primer número entendimos que estábamos llenando un vacío al estilo del que hemos adoptado, porque el nuestro se caracteriza por la interlocución de pensamientos que se originan unos en el Caribe, otros que se derivan de diferentes zonas del país y otros tantos que provienen del espacio internacional.

Tenía que ser así, porque desde el comienzo la composición del comité editorial se realizó con una perspectiva local, nacional e internacional. El diálogo en filosofía, tal como sucede en tantas otras disciplinas, es cosmopolita mucho antes de que el mundo se declarara en estado de globalización. Immanuel Kant, aspiraba con razón, en 1795 a que "la paz perpetua" que él proponía en su conocido opúsculo tuviera las dimensiones planetarias desde las cuales se vuelve a leer hoy su propuesta inédita en tiempos de guerra.

Si la globalización ha ido adquiriendo un cariz económico por encima del indispensable sentido cultural que debemos darle al crecimiento cuantitativo de las redes de comunicación, ha sido porque ésa es la salida natural con la que se emprenden las rutas de los negocios que tienden puentes entre los pueblos. Sin embargo, la historia demuestra que detrás de los infinitos nexos comerciales que las comunidades han trazado viene, no en razón del arrastre sino como culminación del proceso humano de comunicarse en la diferencia, la labor del pensamiento que cuestiona y busca encontrarse con otros lenguajes.

En el actual estado de apertura de los mercados, se está dando un nuevo ciclo de intercambios culturales que va mucho más lejos en frecuencia y profundidad que el alcanzado con el más reciente y acabado proceso de la modernidad. Ese volver a poner en el ruedo de la reflexión filosófica las voces y escrituras provenientes de las más variadas orillas del pensar que va más allá del valor de cambio, es una de las características más conspicuas de la globalización tomada en su dimensión humana, que es la que más nos importa, porque es la que abre al horizonte ético de la construcción del mundo.

Los lectores encontrarán en este número ensayos que revelan esa diversidad: "Realidad e interés. El horizonte de la filosofía kantiana", de Jacinto Rivera de Rosales; "Lo imposible de la muerte de Jacques Derrida", de Erik Del Búfalo; "Geometrías pura y aplicada desde el enfoque sintác-tico-axiomático de las teorías", de Germán Guerrero Pino; "La metáfora en las fronteras filosóficas", de Antonio Correa Iglesias; "Voluntad, responsabilidad y orden. Variaciones y semejanzas en torno a dos tragedias griegas", de Diego Soto Isaza, y "Aproximación a las ideas básicas de La moral por acuerdo de David Gauthier desde una perspectiva crítica", de Rusbel Martínez Rodríguez.

En nuestra sección de traducciones aparece "Las líneas: La lógica de lo social en Gilles Deleuze", de Tiago Seixas Themudo, traducido por el profesor José Joaquín Andrade.

En la reseña de libros publicamos "Nota sobre Rancière y le partage du sensible", de Alberto Toscano, traducción del profesor José Joaquín Andrade, y "Conferencias sobre la filosofía política de Kant", de Francisco Bohórquez.

En este año de conmemoración del bicentenario de la muerte de Kant, nos satisface honrar su memoria con la publicación de sendos escritos explícitamente consagrados a él. Pero también queremos subrayar el sentido conmemorativo de nuestro tercer número en torno a la memoria del filósofo de Königsberg.