Revista Investigación y Desarrollo

ISSN electrónico: 2011-7574
Vol. 19 Nº 2 julio-diciembre de 2011

Fecha de recepción: mayo 9 de 2011
Fecha de aceptación: octubre 7 de 2011


UNA MIRADA A LA VIOLENCIA QUE LEEN LOS SAMARIOS*

A perspective from violence that the population of Santa Marta (Samarios) read.

Grace Angeline Morales Urueta
Universidad Tecnológica de Bolívar(Colombia) graceangeline@gmail.com

Leonardo Herrera Delghams
Escuela de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Sergio Arboleda Seccional Santa Marta (Colombia) leoher69@hotmail.com


Resumen

Esta investigación, de carácter cuantitativo, se orientó a observar la violencia en el contenido de las noticias locales del Distrito de Santa Marta publicadas en los diarios: El Informador, Hoy Diario del Magdalena, Ajá y Qué y Al Día. El análisis caracterizó la violencia Directa, Cultural y Estructural en los espacios en los que se desarrolla: Naturaleza, Hombre y Sociedad, de acuerdo con la Teoría sobre las estructuras de violencia en la sociedad, de Johan Galtung; para el análisis de la estructura del texto se utilizó el planteamiento de Teun Van Dijk.

Los resultados indican que los hechos de violencia se registraron en mayor proporción en el espacio de los Hombres, con actos que tipifican Violencia directa; seguidamente la Sociedad, con hechos de Violencia estructural y en el escenario de la Naturaleza, acciones violentas de tipo cultural.

Palabras clave: Violencia, violencia cultural, violencia estructural, medios de comunicación, periodismo.


Abstract

This quantitative research was aimed to observe the level of violence in the local news content of the District of Santa Marta, published in newspapers such as: El Informador, Hoy Diario del Magdalena, Ajá y Qué, and Al Día. The analysis characterized the cultural and structural direct violence among the spaces where it usually develops: Nature, Man and Society, according to the theory about the structures of violence in society by Johan Galtung, for the analysis of text structure the approach of Teun Van Dijk was used.

Results indicate that the violent events that occurred in greater proportion were observed in environments of humans whose acts constitute direct violence, followed by society, whose acts constitute structural violence, and finally nature, whose acts constitute cultural violence.

Keywords: Violence, Cultural Violence, Structural Violence, Mass Media, Journalism


Introducción

Los medios de comunicación son los encargados de informar el presente social; gracias a su función dentro de la sociedad es que sabemos en qué mundo vivimos y lo que está pasando más allá del horizonte que alcanza nuestra mirada. Ese contacto para la construcción de la realidad circundante nos lo da la lectura a diario de la prensa mientras tomamos el desayuno, los telenoticieros del mediodía al momento de la pausa para almorzar y descansar de la jornada de trabajo, o las noticias de la radio que escuchamos en el carro de regreso a casa.

El género, las fuentes, el contenido, las imágenes, todo es seleccionado por quienes trabajan en los medios, con miras a entregarnos la verdad de los mismos basados en principios de objetividad y veracidad. Los principios para el tratamiento de una noticia son claramente definidos de manera que cada suceso requiere del planteamiento de antecedentes, contexto y consecuencias.

Toda esa información, narrada, escrita o audiovisual llegará a ser parte de la historia de Colombia, la cual está llena de hechos violentos debido a un conflicto armado presente en todos los municipios y ciudades del país. La región Caribe, el departamento del Magdalena y su capital Santa Marta, posee una larga historia de guerras y conflictos reportadas desde la época de la conquista española, pasando por el posicionamiento de los grupos alzados en armas de la Sierra Nevada de Santa Marta, hasta la actual crisis política y paramilitar.

Pese a que la violencia no es propia de la naturaleza del ser humano, los actos violentos hacen parte de la cotidianidad de las sociedades conformando un ciclo en el que los individuos son, en ocasiones, victimarios y en otras víctimas.

La investigación "Análisis de la violencia presente en la prensa de Santa Marta" retoma la necesidad, antes planteada y desarrollada por otros investigadores, de analizar la violencia en los medios de comunicación, pero en el contexto específico del Distrito de Santa Marta, no desde los efectos que causan en el sujeto receptor, sino que analiza de los tipos de violencia que están presentes en las noticias de carácter local que se divulgan en los cuatro diarios de la ciudad: El Informador, Hoy Diario del Magdalena, Aja y Qué y Al Día.

Las preguntas que guiaron el estudio fueron: ¿Cuál es la naturaleza de la violencia que presentan las noticias de carácter local de los diarios El Informador, Hoy Diario del Magdalena, Al Día y Ajá y Qué en el semestre febrero - agosto de 2008? y ¿en qué proporción se presentan estos tipos de violencia en los espacios: Naturaleza (Medio Ambiente), Hombres y Sociedad?

Para el desarrollo de estas preguntas, nos ubicamos en la Teoría sobre las estructuras de violencia en la sociedad, del sociólogo y Premio Nobel de Paz alternativo (1987) Johan Galtung, quien clasifica la violencia en estructural y cultural y mediante modelos matemáticos las correlacionó con la presencia de la injusticia social. Para Galtung ambos tipos de violencia culminan en la violencia directa (física), la cual se evidencia en el acto directo de dar muerte.

La investigación no pretendió observar y mucho menos determinar cuánta violencia debe ser presentada en los medios; tampoco los efectos que suponen para los lectores en un contexto social y aunque no buscaba sugerir cómo debe ser presentada la información noticiosa, el análisis de la estructura del texto periodístico publicado, basado en el estudio de las noticias como un discurso de Teun A. van Dijk (1996), permite observar la manera en que determinados temas son tratados periodísticamente.

La teoría de la violencia: el triángulo de Galtung

Johan Galtung (1995) sostiene que "la violencia está presente cuando los seres humanos se ven influidos de tal manera que sus realizaciones afectivas, somáticas y mentales están por debajo de sus realizaciones potenciales" (citado en Mc Gregor, Rubio & Vega, 1990, p.30). El potencial de realización se entiende como lo que "es lo posible de alcanzar con un nivel dado de conocimientos y recursos" (p.20); sin embargo, cuando se presenta un suceso, hecho, acción o un algo indefinido que aumenta la distancia (o impide su decrecimiento), entre lo que un individuo o grupo social puede ser (potencial) y lo que ese mismo individuo o determinado grupo social es (efectivo), entonces nos encontramos ante la Violencia.

Galtung (2004) sostiene que la violencia estalla, ya sea en la forma colectiva de la guerra con la participación de dos o más gobiernos, de manera más íntima en el interior de la familia o socialmente se evidencia en las calles. El daño visible, tanto material como somático, se acumula y es deplorado por los involucrados y por las personas ajenas al conflicto. Pero posteriormente la violencia se apacigua: quizás porque los involucrados se han quedado sin recursos materiales o inmateriales; o porque han llegado a predicciones similares sobre el resultado final y perciben que la continuidad de la violencia sería innecesaria; o porque personas ajenas al conflicto intervienen para detener esa violencia o mantener la paz, sean cuales sean sus razones.

En ocasiones, la violencia de tipo físico es el resultado de concepciones, posturas o paradigmas socialmente establecidos y que en determinados casos la legitiman; un ejemplo de ello es la religión o la cultura, todo ello hace que la violencia llegue a ser vista como algo natural, aunque no lo sea, lo cual condiciona a que los procesos orientados a la consecución de la paz se debiliten.

Para analizar este escenario Galtung propone el triángulo de la violencia en la que clasifica la violencia en estructural y cultural, siendo éstas las raíces invisibles de un tercer tipo de violencia: la directa, la cual no es más que la violencia material, física o verbal, la más evidente y visible y es a la que nos referimos cuando habitualmente hablamos de violencia.

La anterior representación se puede comparar con un iceberg; la parte superior de este tempano de hielo es pequeña y visible, pero su parte baja es amplia y profunda. El roce de un barco contra esta montaña de hielo provocaría la ruptura de considerables trozos hielo que caería sobre la proa (esto serían los hechos violentos como los asesinatos, suicidios, las guerras, el conflicto armado, atracos, entre otras acciones que evidencian un problema social); mientras que en el fondo del océano la gran roca rompe la estructura del navio dejándolo inservible y condenado al naufragio (estos son los estereotipos, los esquemas culturales y de la estructura social que al ser ignorados, entretejen las razones que conllevan a que se den los actos de la violencia directa).

Es por ello que para Galtung la violencia no hace parte de la naturaleza del ser humano y son las circunstancias que rodean al individuo las que condicionan la realización de ese potencial de violencia. (Grupo Transcend1, 2006, raíces de la violencia)

De esta manera describe, en primer lugar, una Violencia Estructural como la originada por la injusticia y la desigualdad como consecuencia de la propia estructura social, ya sea dentro de la propia sociedad o entre el conjunto de las sociedades (alianzas, relaciones entre Estados, etc.) (Parra. 10)

Aquí se destacan como estructuras violentas la represión, la explotación y la marginación.

Seguidamente, plantea la Violencia Cultural en la cual se muestra cómo aspectos de la cultura, materializados por medio de la religión y la ideología, el lenguaje, el arte y las ciencias en sus diferentes manifestaciones, justifican o legitiman la violencia directa o la estructural. Este tipo de violencia hace que los otros dos tipos de violencia (estructural y directa) parezcan correctos o al menos no equivocados. (parra 9).

Por último, el resultado de estas dos violencias se traduce en Violencia Directa que son "los daños visibles, como muertes, heridos, refugiados o destrucción material" (Parra. 5).

La teoría planteada por Galtung permite observar que los efectos de la violencia se extienden más allá de los muertos, los heridos, los golpeados o violados, pues existen otros hechos invisibles que llegan a ser mucho más relevantes y necesarios de ser atendidos, ellos son los deseos de venganza, los traumas, el odio, la apatía, la transferencia violenta. Todo ello demuestra que llega el momento en que tanto lo visible como lo invisible de la violencia se convierte en un círculo vicioso, en el que una lleva a la otra sin que pueda llegar incluso a delimitarse.

Galtung sostiene que "la forma de romper el círculo vicioso de la violencia es anteponer una cultura y una estructura de paz donde existan los mecanismos necesarios para solventar los conflictos por medios no violentos" (Grupo Transcend, 2006, p.3).

Diseño Metodológico

Esta investigación centró su análisis en el contenido de las noticias con información de carácter local emitidas a través de los 4 diarios que circulan en la ciudad de Santa Marta: El Informador (50 años), Hoy Diario del Magdalena (15 años), Ajá y Qué (2 años) Al día (1 año). Para observar la violencia se definieron unas unidades de análisis, las cuales permitieron abarcar el problema de la investigación desde una perspectiva descriptiva y utilizando la lógica deductiva de la metodología cuantitativa. Se excluyeron el editorial, las columnas de opinión, noticias de corte regional, nacional e internacional, humor, carta de los lectores, clasificados, entre otros.

La técnica aplicada para la recolección de datos fue el Análisis de Contenido "una técnica para estudiar la comunicación de una manera objetiva, sistemática y que cuantifica los contenidos en categorías" (Hernández, Fernández & Baptista, 2006, p. 356). El instrumento que se utilizó para el análisis se diseñó tomando como base el implementado por la investigadora Martha Milena Barrios en su investigación "Violencia y paz en los discursos de prensa. Un análisis desde la construcción social de la realidad" (Barrios, 2000) y el aplicado por el Observatorio de Medios para la Paz, en el marco del Diplomado: Periodismo responsable en el conflicto armado, realizado en la ciudad de Barranquilla- Atlántico.

El instrumento se perfiló de manera que permitiera revelar la construcción de la noticia y posteriormente los tipos de violencia. En este sentido, se observó en las noticias la estructura al incluir una identificación de cada una de estas: fecha, diario, ubicación, extensión; la macroestructura o resumen que se limitó al cuerpo de titulares y el primer párrafo, al ser estos los elementos que rápidamente observa un lector al entrar en contacto con la prensa y que, por lo general, constituye la única información con la que se queda; solo aquellos lectores que van más allá del lead o el primer párrafo están mostrando su voluntad de buscar más detalles porque el redactor supo despertar su curiosidad.

Para el análisis de la microestructura o cuerpo de la noticia se enfocó en la identificación y naturaleza de las fuentes, declaraciones, contrastación y contexto informativo, al ser estos los que permiten evidenciar el tratamiento del hecho noticioso y la naturaleza de la violencia. Para el análisis de la violencia, se tuvieron en cuenta los tipos de violencia (directa, estructural y cultural) y los espacios en que esta se desarrolla (Naturaleza, Hombres y Sociedad) presentada en la teoría de Galtung. En la naturaleza se observaron aspectos como el daño ecológico o la dominación sobre el ecosistema. El espacio de Hombres permitió observar en el individuo y lo colectivo sus aflicciones, traumas por las pérdidas. En cuanto a la Sociedad, la mirada se centró en el conflicto generado por las dificultades o la ausencia para acceder a funciones básicas y posibles en una sociedad enmarcada en la libertad y la igualdad.

Resultados

Los resultados indican que los hechos de violencia se registraron en mayor proporción en el espacio de los Hombres con un 51%, entendiendo que en este se encuentran incluidos: hombres, mujeres, niños, jóvenes, ancianos, individuos en general; aquí los hechos reflejan actos que tipifican la Violencia directa (visible/física), siendo más frecuentes los accidentes, los asaltos y los asesinatos. El segundo escenario que refleja la violencia es el de la Sociedad (37%); aquí se logra percibir la indiferencia gubernamental (Violencia estructural). Finalmente, en el tercer escenario analizado, la Naturaleza (medio ambiente- 12%), las acciones violentas que priman son las de tipo cultural (Violencia cultural) como el menor respeto por la naturaleza, la invasión (cerros) y contaminación de fuentes de agua (ríos).

Los resultados permiten establecer que los hechos violentos, es decir, aquellos que son plenamente visibles porque su acción se dirige a la integridad física, tienen un mayor registro en los medios impresos de la ciudad. Es la violencia directa (física o visible) la que más se presenta a través de sus noticias (42%), lo que de primera mano ratifica la teoría de Johan Galtung sobre su visibilidad frente a los otros dos tipos de violencia no visibles: la estructural se presenta en un 25% de las acciones analizadas y la cultural en un 33% de las acciones que reflejan legitimación de actos violentos.

Es necesario destacar que al no tener referentes sobre investigaciones anteriores que traten el tema de la violencia en los medios de la ciudad de Santa Marta, se dificulta establecer si ha aumentado o disminuido la oferta informativa de carácter violento que a diario reciben los lectores samarios de los medios analizados en esta investigación. Lo que sí es posible evidenciar es el interés de estos periódicos por desplegar en su agenda diaria temas donde prevalecen el drama y los conflictos que a día a día sacuden a los samarios, lo cual estaría contribuyendo a crear un clima favorable para tener una percepción de una ciudad violenta, más aún cuando el tratamiento periodístico de estos hechos violentos directos (muertos, heridos, accidentes), carecen de un enfoque de contexto (causas y efectos) que permita a los lectores sacar sus conclusiones.

Relacionando la naturaleza de la violencia con los espacios en los que se presenta, son considerados hechos de carácter noticiosos aquellos actos de violencia física en los que el individuo (hombres, mujeres, niños) resulta ser la víctima directa. Ese carácter de visibilidad permite contabilizar, señalar culpables y responsables manifiestos de esos hechos violentos; aquí el infractor tiene rostro, puede ser procesado y las víctimas pueden acceder a la justicia.

Por el contrario, en el nivel social (sociedad), donde se hace presente la violencia estructural, suele ser imperceptible a primera vista y sus hechos poseen un accionar invisible, indetectable a veces; la ausencia, la carencia, la distribución desigual de los recursos conllevan una capacidad de permear en la organización y la relación social. Así, se legitima la explotación de los recursos naturales, se genera apatía general y se justifica la indiferencia gubernamental.

En el contexto local, la violencia cultural se posiciona como el segundo tipo de violencia presente en los hechos registrados mediante acciones que legitiman la violencia directa registrada en los hombres, con la presencia de expresiones despectivas y excluyentes; en lo social con las acciones en contra de los derechos humanos, y en el medio ambiente con un menor respeto por este.

La violencia en primera plana

Galtung sostiene que la violencia no hace parte de la naturaleza del hombre, pero sí su potencial, el cual surge cuando no es posible obtener aquello a lo que se tiene derecho; y todo ser humano, en primera instancia, tiene derecho a sobrevivir; esto implica acceder a la comida, un techo, vestido, a permanecer saludable y, sin lugar a dudas, morir por causas naturales no cuando "otros" lo decidan y, de acuerdo con el contexto social, estos otros suelen ser diversos.

En el espacio de los Hombres, la violencia directa/visible es la que más se destaca (51%). En este punto los medios centran su atención en los temas relacionados con los accidentes, los asesinatos y los asaltos. La tipología de accidentes registrados en los diarios son: accidentes de tránsito y accidentes en el hogar, sucedidos en los barrios de estrato 1 o 2 de la ciudad, entre los que se destacan las caídas (mortales en su mayoría) y los problemas eléctricos.

Los asesinatos son de naturaleza variada; algunos son la consecuencia de un atentado, otros productos de atracos callejeros y, especialmente registrados por los tabloides, el asesinato causado por riñas entre amigos, vecinos o familiares. Finalmente, los asaltos registrados obedecen a hechos sucedidos en almacenes o robos de sumas millonarias en los locales o a la salida de los bancos. Sin embargo, el asalto se posiciona en el imaginario colectivo como el hecho violento más destacado, en tanto que muchos samarios han sido víctimas de este acto delictivo cometido por motociclistas, y las mujeres son las víctimas principales.

Cabe destacar el llamado de atención que el diario Al Día realizó a las autoridades: Despierte coronel, Santa Marta se llenó de rateros', por las denuncias de atracos y fleteos a los ciudadanos y el comercio de la ciudad. Esto demuestra que el periodismo popular hace parte del tejido político, social y cultural respondiendo a las necesidades e intereses de la ciudadanía en general.

Pese a que los diarios tabloides destacan más "la voz de los sin voz", lo hacen desde las querellas y no desde un periodismo que registre las iniciativas ciudadanas frente a sus problemas cotidianos, es decir, un periodismo orientado a la solución. Además de una relación de problemas y malas noticias, la ciudadanía espera conocer actos de esperanza, de solución; por lo que el periodista debe indagar sobre quiénes están trabajando en la resolución de los mismos.

En el 9% de los hechos registrados en el escenario de los Hombres, se observa en su redacción el uso de apodos y alias y en un 3% se presentan expresiones despectivas o estigmatizantes, aspectos que se catalogan como Violencia Cultural. Con este manejo los periodistas buscan, en la gran mayoría de los casos encontrados, visibilizar una situación o la de un personaje para llamar la atención del lector, mostrando una información que no se ajusta de forma seria, contrastada y veraz a la realidad. Por ejemplo: 'Estas joyitas pasarán varios años encanados por vender coca'.

Según Vashilashi (2005), la violencia se hace presente en la construcción del discurso que predomina la privación de la identidad de los sujetos, y agregamos en la distorsión de los hechos con el uso de sinónimos orientados a tergiversar, a negar a disminuir el impacto. Así encontramos titulares como: " ¡Alcalde dejó la flojera! se puso al frente del rollo de los mototaxistas" o "A "niñoqueso" lo mataron por no pagar vacuna".

En la noticia que trata el tema de los mototaxistas, considerado por las autoridades como un problema de inseguridad y de movilidad en la ciudad, no se consideran otras problemáticas estructurales como el desempleo y la inaccesibilidad de los barrios marginales. En el caso particular del segundo titular, la manera como se aplica el término "vacuna" puede considerarse como una forma de resaltar la problemática de la extorsión que los grupos ilegales realizan sin discriminación de cualquier sector económico de la ciudad y el país.

El periodista, como lo indica Garrido (2002), debe ofrecer un tratamiento racional y objetivo de la noticia y eso implica necesariamente nombrar apropiadamente a todos los actores de un hecho; de lo contrario, el periodista puede caer en una visión dramatizada del acontecimiento.

Temas como el número de personas que pierden familias (9%) y la apatía generalizada (4%) producto de la violencia directa, pero cuyas raíces se encuentran en la violencia estructural no son destacados en las noticias, lo cual pone en evidencia que las historias solo se quedan en enfocar "los actos individuales de violencia rehuyendo a la vez causas estructurales, como la pobreza, la desidia gubernamental, la represión militar o policial". (Galtung, citado en Zepeda 2002, recuadro).

Las muertes por asesinatos, los accidentes generados por problemas de acceso, movilidad e infraestructura, traen como consecuencia traumas, apatía, odio, desesperanza en las víctimas, los familiares y la comunidad en general, por ello se hace necesario dar voz a todas las partes, incluir más fuentes.

Según Galtung (2004), en el nivel social de la condición humana es donde se encuentran la estructura y la cultura, y donde hay que centrar las acciones para trascender y transformar los conflictos, ya no de carácter individual sino aquellos de carácter colectivo, grupal y por lo general deshumanizados por la categorización, pues del escenario de los Hombres, en el que el (lo individual) es lo prevalente, pasamos al escenario de la sociedad, al Eso (lo colectivo, sin rostro).

En el 37% del total de las noticias analizadas se registraron hechos que corresponden al escenario de la sociedad; acciones de violencia estructural, como la indiferencia gubernamental, se presentaron en el 28% de las noticias locales, lo que deja entrever una preocupación por los medios respecto a los llamados de alerta a las autoridades para que atiendan problemáticas y requerimientos de los ciudadanos. De esta manera, los medios están exponiendo las falencias, los encubrimientos, las fallas de las estructuras de poder, lo cual evidencia la desigualdad en la distribución de los recursos en los diferentes sectores de la ciudadanía.

En una pequeña proporción (9%), los periódicos dieron cuent a de problemas de acceso y movilización en sus historias, lo que corrobora la tipología de accidentalidad expuesta en la violencia directa que afecta a los hombres. Lo que menos se encuentra presente fueron los hechos correspondientes a daños materiales a edificaciones e infraestructura, representados solo por un 1%, y que aparecen relacionadas con noticias que abarcan temas como instalaciones de colegios, centros de salud y oficinas públicas.

En segundo lugar, aparecen sucesos en contra de los derechos humanos (15%), un tipo de violencia cultural que, visto en detalle, se percibe como una relación consecuente de la violencia directa que se registra en el espacio de los hombres. Observamos así que no respetar la vida, los bienes de los otros y la falta de oportunidades que obstruyen el potencial de realización del individuo y los grupos sociales es lo que Galtung señala como Violencia.

Cabe destacar que en el 39% de los hechos relacionados se observa que los medios destacaron acciones a favor de los derechos humanos como uno de los aspectos culturales que permiten llamar la atención sobre los actos de violencia directa o física. Se observan así noticias en las que predominan anuncios oficiales en favor del bienestar de la comunidad, tales como jornadas de vacunación, refuerzos de seguridad ciudadana, balances positivos de secretarios de despachos y actividades recreativas, entre otras. Todas las anteriores son noticias que no reflejan en su contenido hechos violentos visibles, pero sí tipifican acciones orientadas a la disminución de procesos estructurales y culturales que puedan redundar en violencia física.

Los constantes actos de violencia contra la ecología, tales como la destrucción, el envenenamiento, son visibilizados a través de los medios masivos, y de manera patológica, como ocurre con las personas, no es mucho lo que se realiza para evitarlo. Pese a ello, del total de noticias analizadas, solo el 12% presenta hechos relacionados con el Medio Ambiente. En el marco de ese porcentaje de hechos noticiosos, los tipos de violencia directa presente en las noticias son acerca de la deforestación (9%), seguido por la disminución de la flora y la fauna y contaminación de recursos naturales y fuentes de agua (8%). En una proporción muy baja se logró identificar un hecho de violencia estructural contra la naturaleza evidenciada en la legitimación de la explotación y uso de los recursos naturales.

El mayor número de acciones que se infiere en los textos de las noticias analizadas son las relacionadas con violencia cultural, especialmente en lo que tienen que ver con el menor respeto por la naturaleza y propagación de basuras y desperdicios (17%). Allí mismo aparece la denuncia que hacen los medios a la problemática de la invasión de cuencas de los ríos y fuentes de agua para la construcción de viviendas (13%), una actividad que año tras año trae como consecuencia inundaciones y cientos de damnificados en época de invierno y que han terminado con declaratorias de emergencia para llamar la atención nacional.

Estos últimos datos muestran el interés de los periódicos con promover procesos de cultura ciudadana y alerta la necesidad de atender temas de preocupación mundial, como el cuidado y respeto por los recursos naturales; también se refleja la presión de la prensa escrita para llamar la atención sobre la problemática de la invasión de los cerros tutelares de Santa Marta, que no solo se han convertidos en cinturones de miseria sino en una gran problemática de tipo ambiental.

La violencia como gancho

Al momento de realizar el estudio existían en la ciudad 2 diarios de tradición, El Informador y Hoy Diario del Magdalena, con 50 y 15 años de emisión respectivamente; sin embargo, se vincularon al estudio 2 periodicos tabloides y de corte popular que estaban haciendo su entrada al mercado local: Ajá y Qué con 4 meses de circulación, y Al Día, en su primer día de circulación.

Aquí cabe destacar que gran parte de la agenda que estos cuatro periódicos ofrecen a la ciudad corresponde a notas tomadas de cables o agencias de noticias que dan cuenta de acontecimientos ocurridos en otras partes de la Costa Caribe, el país y el mundo; información de carácter departamental que proviene de los municipios del Magdalena, donde algunos de estos medios tienen corresponsales, como en Ciénaga, Fundación, Plato y El Banco; deportes y culturales o entretenimiento.

Siendo consecuentes con los resultados generales, las noticias de carácter local emitidas durante este periodo presentaron hechos de violencia correspondientes al escenario de los Hombres; curiosamente, los nuevos tabloides Al Día (62%) y Ajá y Qué (59%) proveyeron el mayor registro en este campo, dejando en tercer lugar a El Informador (54%) y en cuarto lugar a Hoy Diario del Magdalena (35%). Una vez analizados los resultados, se evidenció que la mayor parte de esa información corresponde a violencia visible o directa, lo que demuestra el marcado énfasis de los cuat ro periódicos en destacar los hechos violentos como gancho para atraer a sus lectores. Estos medios locales se centran en el relato de hechos individuales, e historias muchas veces carentes de contexto y de iniciativas de solución; sin embargo, se destaca la humanización de las víctimas cuando en la redacción de la nota periodística se ofrecen detalles personales.

En muchas de estas notas se omiten o generalizan (sin tex-tualizar) las declaraciones de los deudos (familiares de las víctimas) o los testigos de los hechos, mientras que enfatizan en las reacciones de las autoridades y en las opiniones del ciudadano común, esta última en los diarios de corte popular. Aquí se observan 2 elementos claves a tener en cuenta del trabajo de reportería: el primero es que este tipo de cubrimiento no explica los espirales de violencia (el por qué de los homicidios, los suicidios, los atracos) y tampoco da elementos que permitan manifestar por qué hay actos de venganza; el segundo es que este tratamiento noticioso sí le da la palabra a la opinión del ciudadano común, quien expresa su percepción o posición frente al hecho consultado. Por otra parte, los medios de la ciudad se quedan en la relación de hechos en apariencia aislados, constituyendo una extensión del reporte diario policial, con fotografías a color que promueve el voyerismo público.

En el espacio de la Sociedad, a diferencia de los periódicos populares, los diarios de tradición prefieren en sus notas locales registros de sucesos de carácter gubernamental; y las instituciones del gobierno y la Policía son las fuentes que soportan las notas periodísticas. Esto deja entrever que los reporteros priorizan las interpretaciones del discurso oficial que, en muchos casos, se ventila a través de los comunicados de prensa, de allí que la agenda de la administración pública esté por encima, o sea más destacada, que otros hechos de interés e importancia que ocurren en otros escenarios de la ciudad y que también afectan a los samarios.

Tratamiento informativo de la violencia en los diarios

En relación con la estructura del texto periodístico, encontramos que en el 42% de las noticias el título no estuvo acompañado de sus complementos (antetítulo y sumario), lo que, en esos casos, permite crear diferencias sustanciales en los lectores en su interpretación, comprensión y recuerdo de la noticia y en la percepción de los hechos reporteados.

Sobre este punto Barrios (2008) señala que un titular o imagen que permanezca en la retina de los espectadores puede significar la diferencia entre un triunfo o una derrota frente a la opinión pública. Sin embargo, es de destacar que pese a que esta estructura posee un lenguaje de tipo sensacionalista, donde se utilizan frases de doble sentido, adjetivos valorativos, calificativos y representaciones semánticas negativas, como guerra, muerte, plomo, asesinato, el gran número (76%) de los titulares de las noticias analizadas es de fácil comprensión.

En el indicador sobre la construcción del primer párrafo (lead) conservan rígidamente la estructura del interés decreciente. Desde esta técnica de narrar los hechos se ofrece una estrecha mirada al lector acerca de los acontecimientos contados, pues solo se limita a responder los interrogantes esenciales (6W), y valindo unas redacciones calcadas para noticias similares en las que, eventualmente, se cambian nombres, direcciones de lugares y declaraciones.

La tendencia de los lectores de prensa es realizar un barrido general por las noticias publicadas, enfocándose en los titulares y las fotografías; de ahí que las portadas de los diarios destacan en su diagramación las noticias relevantes, con el fin de atraer la atención y estimular la compra. Sin embargo, solo cuando el titular y el primer párrafo atraen la atención del lector, este se integra en el cuerpo de la misma, buscando profundizar en el acontecimiento. Para ello, el reportero sustenta la información del hecho en sus fuentes de información, las declaraciones y el contexto informativo, ampliando así las expectativas generadas por el encabezado.

Con respecto a la microestructura, encontramos que el 47% respalda la información en una sola fuente, el 34% no señala ninguna fuente, el 14% incluye 2 fuentes y solo un 5% de las noticias presentan tres o más fuentes en la redacción del acontecimiento noticioso. Esto evidencia la falta de rigor en los temas abordados sobre violencia, lo cual se confirma en que en el 65% de las noticias no hay contrastación de fuentes, es decir, el hecho es contado a partir de una sola mirada sin que sea sopesado, lo que redunda en ofrecer una visión poco clara de los sucesos para el lector.

Para reportear la violencia, Galtung, Lynch y Mc.Goldrick (2006) aconsejan que se incluya a todos los involucrados del suceso y/o del conflicto. Décadas atrás, Charnley (1971) sostenía que "una prensa informativa si es sincera y competente lleva al lector, cuando menos, un mínimo de hechos sobre los cuales este pueda basar sus juicios y decisiones" (p.31).

Al analizar la naturaleza de las declaraciones, encontramos que en el 28% de las informaciones no se atribuyen a una fuente específica y el 51% no da cuenta del origen de la noticia, lo cual indica que el lector es expuesto a una serie de datos sin voz propia, desconociendo además el dónde y cómo se obtuvo la información.

Los cambios en el negocio de la prensa escrita, tales como producir más información, pero escueta, reducir la nómina de reporteros, asignar más páginas a su haber, incluyendo el diseño de las mismas, no da pie a que los periodistas de la ciudad asuman la responsabilidad por sí solos de interpretar la realidad de los hechos violentos. El 47% de las noticias analizadas no presentan un contexto informativo, es decir, los periódicos se dedicaron solo a contar el hecho y no le entregaron al lector información sobre acontecimientos previos al suceso, lo que conlleva a que el receptor solo tenga conocimiento de una parte de lo que ocurrió, lo cual impide que los lectores puedan sacar sus propias conclusiones.

En cuanto a la naturaleza de la fuente, la que más se consultó corresponde a la sociedad civil, representada en las víctimas y testigos, en especial de las noticias relacionadas con la violencia directa, lo que nos permite detectar que si bien el periodista o el reportero gráfico estuvo en el lugar de los hechos y consiguió información de primera mano, no quiso contrastarla ni ampliar de este modo el contexto para presentar noticias más completas. Quizás la misma rutina del día a día del oficio reporteril es lo que refleja este tipo de comportamientos.

El hecho de que el 22% de las fuentes consultadas para la elaboración de las noticias corresponde a la Sociedad Civil se explica con la presencia de los diarios populares, los cuales han establecido como parte del relato las declaraciones de 2 ciudadanos, quienes opinan sobre el tema tratado en la noticia. Fuera de ello, se denota una amplia presencia de las fuentes oficiales, y la fuerza pública, en este caso la Policía, es la fuente de mayor referencia en las noticias; le sigue el sector del Gobierno, que corresponde a otras instancias gubernamentales, Alcaldes y 3% Ministros.

Consideraciones finales

La sociedad le entrega a los medios informativos la responsabilidad de encargarse de mantener informados a los ciudadanos, a cambio de que los periodistas aborden los hechos de una manera tal que sean fieles a su propia complejidad y que conlleven formar una opinión pública, ajustada a la realidad que permita a las personas tomar decisiones libres y responsables sobre el futuro del contexto social. Algunos estudios ponen de manifiesto que el 70% de la información que maneja el ciudadano la obtiene de los medios de comunicación (Vasilachis, 2004).

Para hacer este trabajo mejor son muchos los procesos y reinvenciones que el periodismo ha tenido a lo largo de la historia, con el propósito de atender estos retos que le imponen el pacto con la sociedad. Es así como el ejercicio periodístico plantea hoy día diversas alternativas para el tratamiento de la información. Encontramos el periodismo preventivo, propuesto por el Instituto de Periodismo Preventivo y Análisis Internacional (IPPAI, 2009), el cual "propone una forma diferente de hacer periodismo mediante una serie de herramientas para anticiparse a los hechos, explicar su contexto y trasmitirlos a la ciudadanía con rigor; esta corriente periodística va más allá de la denuncia, intentando hacer visibles a los actores que aportan propuestas y soluciones pacíficas a estos problemas". (Parra. 3)

Igualmente está el Periodismo de Propuesta, que plantea Javier Darío Restrepo (2005), que apunta a que, una vez concluidas las tareas de investigación de los datos de un hecho noticioso catastrófico, comience la averiguación de las causas y detrás de estas la búsqueda de las propuestas para evitar la repetición del desastre y para cambiar la suerte de los afectados. Este tipo de historias, asegura Restrepo, alerta sobre tareas por hacer y probabilidades por explorar.

También se encuentra el Periodismo Participativo: "Es el acto de un ciudadano o un grupo de ciudadanos que juegan un papel activo en el proceso de recolectar, crear, analizar y distribuir noticias con el objetivo de ofrecer información independiente, confiable, exacta, amplia y relevante que requiere una democracia" (Ramos, Apesteguia, Malpede & Espiño. Diap. 3). Este tipo de periodismo puede hacerse desde los medios tradicionales, siempre que estos permitan un doble sentido de la comunicación y desarrollen una red social que apoye la participación.

Así mismo, se encuentra la propuesta de Galtung, Lynch y Mc.Goldrick (2004), el camino al periodismo de la paz, el cual se enfoca en el conflicto y su transformación. Este es un periodismo que también reporteará la violencia, pero la de todas las partes, y el sufrimiento de todas las partes, no solamente la violencia ajena y nuestro sufrimiento. También alcanzará más profundidad, reporteando las causas y efectos invisibles de la violencia, sin caer en la trampa de confundir violencia con conflicto (p.8)

En el escenario de los estudios sobre la violencia y los medios, este estudio es el primero en evidenciar las otras formas de violencia consideradas como las causales de los actos violentos que pueden contabilizarse en los hombres y en las sociedades y en el medio ambiente (Naturaleza). Es claro que no se está en contra de la publicación de estos hechos, pero si se hace necesario que los medios analizados faciliten un tratamiento de la información más completo, con fuentes, contrastación, antecedentes y contexto de los hechos que permita una coherencia causal de los acontecimientos, o lo que Van Dijk (1996) denomina Consecuencias.


* Este artículo de investigación hace parte del proyecto Análisis de la violencia presente en la prensa de Santa Marta, una mirada a la violencia que leen los samarios realizado el marco de la línea de investigación Marginalidad y Medios de Comunicación de la Escuela de Comunicación de la Universidad Sergio Arboleda, sede Santa Marta y que resultó en la publicación del libro: Noticia, violencia y realidad: una mirada a los contenidos de la prensa de Santa Marta.

1 TRANSCEND fue fundada agosto de 1993 por Johan Galtung y Fumio Nishimura como una organización de mediación de conflictos, y son miembros 350 académicos, profesionales de 80 países.


Referencias

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Investigación y Desarrollo
Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales y Desarrollo Humano
Centro de Investigaciones en Desarrollo Humano
http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/investigacion
rinvydes@uninorte.edu.co
Universidad del Norte
Barranquilla (Colombia)
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