ISSN Impreso 0121-3261 |
ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN / RESEARCH ARTICLE
El uso de recursos web como apoyo a la educación de los hijos en los padres Colombianos*
Use of web resources as support to the education of Colombian parents' children
Mercedes Amparo Muñetón Ayala**
Universidad de Antioquia
Arminda Suárez***
María José Rodrigo López****
Universidad de la Laguna (España)
*Doctora en Psicolingüística Experimental y Aplicada. Profesora de la Universidad de Antioquia (Colombia). mamuneton@hotmail.com
**Licenciada en Pedagogía, Doctoranda Universidad de La Laguna (España). asuper@ull.edu.es
***Doctora en Psicología. Profesora catedrática de la Facultad de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de La Laguna, España, mjrodri@ull.es
*Este artículo contiene resultados de la investigación "Formación docente en el uso de entornos virtuales para la educación parental", financiada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (A3/035373/11); proyecto concedido a la tercera autora. Inicio del proyecto: 13 de diciembre de 2011; finalización: 13 de junio de 2013.
Correspondencia: Calle 67 No. 53 - 108, bloque 15, oficina 12-427, Medellín (Colombia). Tel.: 2195915
Resumen
Este trabajo examina el uso y la eficiencia con la que padres y madres colombianos utilizan recursos web como apoyo en la educación de sus hijos. Participaron un total de 225 progenitores mediante un cuestionario on-line. Los resultados muestran que el nivel de estudios y, en menor medida, el sexo de los padres y la edad de los hijos modulan el uso y los contenidos educativos a los que acceden en la web, así como la capacidad para llevar a cabo búsquedas más eficientes, hallar páginas web más apropiadas y evaluar con mejores criterios los resultados encontrados. La existencia de estas brechas digitales pone en riesgo la efectividad de los recursos web como apoyo universal a la educación de los hijos e hijas en sectores de familias con mayores vulnerabilidades culturales y de desigualdad de género.
Palabras clave: Brecha digital; uso de Internet; apoyo parental online; web educativa.
Abstract
This research examines Internet use and efficiency by Colombian parents in finding web resources as support for children's education. A total of 225 parents participated and reported Internet use for educational aims by means of an on-line questionnaire. Results showed that the parental educational level, and to a lesser extent, the parental gender and children's age, modulate the use and the content accessed as well as the capacity to conduct efficient searches, to find appropriate webs and to evaluate the quality of the contents found. The existence of these digital divide put at risk the effectivity of the web resources as universal tools to support parents in their educational task in those family groups with major cultural vulnerabilities and gender inequalities.
Keywords: Digital divide; use of Internet, parental online support; educational web sites.
Introducción
Una de las características principales de la sociedad actual es la digitalización de la información (Gutiérrez & Tyner, 2012). Internet se ha convertido desde su creación en un instrumento tecnológico de acceso masivo a la información, de facilitador de la comunicación no presencial y de promoción de la economía a escala global (Vid-yasagar, 2006). Específicamente en Colombia, contexto en el que se realizó el presente trabajo, el acceso a Internet de la población adulta y urbana se ha acelerado en los últimos años. En el 2006 tenían acceso el 35 % de la población adulta, en el año 2008 el 57 %, en el 2010 el crecimiento se mantuvo en ese nivel, y en el 2012, el acceso llegó al 64 % (Universidad Externado de Colombia, Boletín de prensa, 2012). Pero este uso creciente no es homogéneo y esconde el fenómeno de lo que se ha venido denominando la "brecha digital" (Agudo, Pascual & Fombona, 2012). Así, una de las cuestiones relevantes que se evidencia en la encuesta de comunicación Colombia 2012, llevada a cabo por la Facultad de Comunicación Social de la Universidad Externado de Colombia, es que existe una brecha digital entre los diferentes estratos sociales en Colombia en el acceso a Internet. Así, en el estrato más alto el 89 % de personas tiene acceso a Internet, mientras que en el estrato más bajo solo el 35 % lo tiene. Pero además se revela en dicha encuesta otro aspecto preocupante y es que se observan brechas importantes en el uso eficiente que las personas hacen de Internet una vez que tienen acceso. La encuesta sugiere que las personas con mayor educación hacen un uso más eficiente de las nuevas tecnologías que los de menor educación. En esta misma línea, Vicente y López (2008) encontraron que el nivel educativo es uno de los principales moduladores del uso de Internet.
Son varios los estudios llevados a cabo recientemente en Colombia sobre el uso de Internet en distintas poblaciones: en adolescentes (Arango, Bringué & Sadaba, 2010), sobre el posible impacto en los hábitos lectores en una muestra de universitarios (Marciales, 2012), su impacto en las relaciones de poder en el aula (Barrios, 2009), o las posibles relaciones entre las TIC y la educación (Barrantes & Baron, 2011; Fonseca, 2011). Sin embargo, no conocemos trabajos que se hayan centrado en establecer el uso que los padres hacen de Internet como una herramienta de apoyo a la educación de los hijos, qué tipos de contenido buscan en la web, o si están o no satisfechos con el uso que le dan. Esta información es relevante dado que estudios internacionales sugieren que Internet es una herramienta muy útil para los padres y, de cara al futuro, su uso será dominante (Rothbaum, Martland & Beswick, 2008).
Para que el apoyo educativo on-line sea una herramienta útil es clave que esté accesible para los padres. En los últimos años se ha venido analizando con más detalle el fenómeno de la brecha digital, distinguiendo dos niveles: la posibilidad de acceso y la eficiencia en el uso de Internet (Atwell, 2001; Van Dijk, 2003). En el primer nivel, estamos hablando de una brecha digital que modula el acceso y el equipamiento adecuado para el uso de Internet. En el segundo nivel, nos referimos a la brecha digital que modula un uso y gestión más eficiente de la red lo que supone ciertas habilidades en el usuario para buscar información relevante y evaluar la calidad y rigurosidad de su contenido, entre otros aspectos. Los estudios en el ámbito internacional han arrojado más datos sobre el primer nivel que sobre el segundo, de ahí el interés de nuestro estudio que trata de analizar ambos niveles.
Sobre el primer nivel de la brecha digital, el acceso a Internet, los estudios muestran algunas diferencias en las variables que modulan su uso en función del desarrollo de los países. En un país con alto nivel de acceso a Internet como Suecia, los progenitores resultan ser usuarios frecuentes y que hacen un uso muy variado de Internet en su vida cotidiana (Sarkadi & Bremberg, 2005). De hecho, 9 de cada 10 padres utilizan Internet todos los días, de los cuales el 37 % de los mismos se conectaba unas tres horas diarias, en su mayoría por las tardes, en su casa. Asimismo, para los participantes suecos Internet se percibe como una herramienta de apoyo, potencialmente útil y accesible, para la educación de sus hijos como medida para promover el bienestar familiar. El uso educativo de Internet no está modulado por el nivel socioeconómico de los participantes, ya que fueron las familias monoparentales con menor nivel educativo y menor nivel de ingresos las que percibían como muy positivo el uso de Internet como soporte de ayuda en la educación de los hijos. Por su parte, en un estudio similar realizado en Quebec (Canadá), los resultados mostraron que las familias con una renta alta y un nivel educativo medio-alto, que viven en zonas urbanas, tenían mucho más acceso a Internet y lo valoraban más como medio ideal para acceder a información educativa que las familias con un nivel socioeconómico y educativo bajo (Larose, Bedard, Hammami & Terrisse, 2008). De hecho, estas últimas familias preferían acceder a medios tradicionales, como bibliotecas municipales, para el acceso a información acerca de la educación de sus hijos.
El único estudio que ha analizado el segundo nivel de la brecha digital, el de la eficiencia, en el ámbito familiar ha sido realizado en Estados Unidos (Rothbaum, Martland & Beswick, 2008). Se entrevistaron 120 progenitores de diferentes estratos socioeconómicos para conocer el uso que hacían de la web con el fin de obtener información educativa. Los padres con mayor nivel socioeconómico (100 %) buscaban en Internet más información relativa a la educación de los hijos, frente al 90 % de padres y madres con un nivel medio y el 64 % de participantes con un nivel bajo. Aquellos padres con un nivel socioeconómico alto tenían mayores habilidades técnicas para buscar información relevante, además de ser capaces de discriminar entre la información fidedigna y rechazar la de menos confianza. Los padres con un nivel socioeconómico bajo tenían más probabilidades de obtener información de sitios web más dudosos. Además, se centraban en los textos fáciles de usar con informaciones secundarias, es decir, no sabían discriminar la información pertinente de la irrelevante.
Los resultados anteriores no debemos extrapolarlos sin más al contexto cultural colombiano puesto que se han obtenido en países con características sociodemográficas y de nivel de desarrollo muy diferentes. Así, con el fin de aportar algunos resultados exploratorios en Colombia, en otro ámbito geográfico que los tradicional-mente estudiados, en este estudio se evaluaron tres aspectos fundamentales: a) Las posibles diferencias sociodemográficas que pueden modular el uso que hacen los padres colombianos en Internet con fines educativos; b) las habilidades en la búsqueda y gestión de la información en la web; c) el grado de satisfacción con los resultados que obtienen en la búsqueda de información online. Más concretamente se pretendió analizar: 1) El grado y frecuencia de uso de Internet, por parte de los padres y madres, para la búsqueda de información sobre aspectos educativos; 2) las habilidades y comportamiento parental en la búsqueda de información en Internet; 3) la comparación de las habilidades de padres e hijos en el uso de Internet; 4) los criterios utilizados por los padres y madres para evaluar la calidad de los sitios web que visitan; y 5) el nivel de satisfacción de los padres y madres de los resultados que obtienen en cada búsqueda que realizan.
Método
Participantes
Los participantes del estudio fueron 225 padres y madres residentes en Colombia, de los cuales la mayoría eran madres (68 %). El 87.3 % de los participantes vivía en la zona urbana. En cuanto a la edad, el 10 % estaba en el rango de 20 a 30 años; el 24,5 % entre 31 a 40 años; el 46,7 % entre 41 a 50 años; el 16,6 % entre 51 y 60 años, y el 2,2 % mayor de 65 años. Respecto al nivel educativo, la totalidad de la muestra había obtenido un título, ya que el 23,1 % tenía estudios básicos; el 38,4 % estudios de pregrado y el 36,7 % estudios de posgrado. Además, la mayor parte de los participantes en el estudio eran asalariados a tiempo completo (72,48% de la muestra). En cuanto a los hijos e hijas, el 30,1 % tenía un hijo; el 38.4 % tenía dos hijos; el 20,1 % tenían tres hijos; el 6,1 % tenían 4 hijos; y el restante 5,2 % tenían más de cuatro hijos. Los participantes contestaron que el 17,5 % tenían hijos e hijas de una edad comprendida entre cero y cinco años; el 25,3 % de la muestra entre seis y doce años, y el 57,2 % restante contestó que tenían una edad entre los trece y los dieciocho años; siendo el 46,9 % chicas y el 53,7% chicos.
Instrumento y procedimiento
El instrumento utilizado fue un cuestionario on-line con 38 preguntas cerradas, de respuestas múltiples y respuestas ponderativas, en las que los participantes emiten un juicio de valor en una escala que va desde nada a mucho, para determinar la tendencia de respuesta. Este cuestionario fue elaborado a partir del estudio de Rothbaum, et al. (2008), y se adaptó a la población objeto del estudio. En dicho cuestionario se evaluaron cinco aspectos, además de los datos sociodemográficos:
- Datos sociodemográficos. Las preguntas permiten establecer un perfil de los participantes por su sexo, edad, nivel educativo, ocupación laboral y, muy importante, por los datos de sus hijos, además de los lugares en los que se conecta regularmente; como por ejemplo en casa, en el trabajo, en un Cyber, en una biblioteca pública o desde el móvil.
- Uso de la Web. Este apartado consta de 7 ítems. Las preguntas se orientan a conocer con qué frecuencia acceden a Internet, cuánto tiempo le dedican a cada conexión, si Internet les ha quitado tiempo que dedicaban a otras actividades, las actividades que suelen hacer en Internet, si busca información relacionada con la educación o el desarrollo de los hijos y dónde suelen encontrar dicha información, como chats, redes sociales, etc.
- Búsqueda en Internet. Este apartado consta de 5 ítems. El objetivo es conocer el nivel de habilidades de los padres y madres en la búsqueda de información en la web, en tanto que a los participantes se les pide que expliciten cómo buscan la información, por qué utilizan el motor de búsqueda, qué les parece que es lo más frustrante, cómo se enteran de páginas web normalmente, todo ello con el fin de conocer las capacidades que tienen en el uso de Internet.
- Usted, su hijo e Internet. Este apartado consta de 4 ítems. Se les pregunta respecto a la característica más importante que debería tener el motor de búsqueda ideal, si los padres consideran que existe diferencia entre el uso que ellos le dan a Internet y el uso que le dan sus hijos, asimismo se les pide la opinión respecto a Internet en la familia. Finalmente, se les pregunta respecto al uso de Internet en el colegio de sus hijos.
- Nivel de satisfacción. Este apartado consta de 8 ítems que tratan de conocer la satisfacción que les reporta la navegación por Internet. La primera impresión que le causó la obtención de una búsqueda, también la existencia de búsquedas exitosas e infructuosas.
- Evaluación de la información de Internet. Este apartado consta de 4 ítems. La finalidad es que los participantes evalúen el nivel de confianza que le otorgan a la información que encuentran por Internet, para conocer los criterios que utilizan en la valoración de dicha información.
Este cuestionario se distribuyó a través de un software on-line denominado " SurveyMonkey.com ", herramienta web que permite acceder a un mayor número de familias con posibilidades de acceso a Internet y que expresen sus opiniones libremente (Coomber, 1997; Van Selm & Jankowski, 2006). Desde esta perspectiva, el método empleado fue no-probabilístico, puesto que no hay una guía en la que encontremos a todas las personas que están inscritas en Internet, sino que cada uno de los participantes respondía motivado por su propio interés (Van Selm & Jankowski, 2006). Sin embargo, se guardó cierto nivel de aleatoriedad y representatividad en la selección de los participantes porque el cuestionario fue distribuido a los colegios públicos y privados, urbanos y rurales listados en la página web del Ministerio de Educación Nacional http://www.mineducacion.gov.co/1621/w3-article-188915.html, en la sección 'Buscando colegio' http://www.mineducacion.gov.co/buscandocolegio/. A cada institución se le envió un mensaje solicitándole que colaborara con la distribución del cuestionario a los diferentes padres de la institución. En cada mensaje había un texto introductorio que explicaba la finalidad del estudio y había un hipervínculo que llevaba al participante directamente al cuestionario, con lo cual quedaba automáticamente registrado en la plataforma de "surveyMonkey. com". Con el fin de controlar la posibilidad de múltiples respuestas, una vez la persona había contestado el cuestionario no podía volver a hacerlo desde el mismo computador porque el programa reconoce la dirección IP. Los cuestionarios fueron revisados y se excluyeron aquellos sujetos que no lo contestaban al 100 %, o que por algún motivo mostraban inconsistencias en las respuestas.
Resultados
Para cada variable se llevaron a cabo análisis de X2 entre cada uno de los aspectos valorados en el cuestionario y los datos sociodemo-gráficos (zona rural/urbana, edad, nivel educativo, sexo, edad de los hijos y ocupación laboral), y las variables que arrojaron más datos significativos fueron el nivel de estudios de los progenitores y, en menor grado, el sexo de los padres y la edad de los hijos e hijas. Se reportaron solo los datos significativos y los valores z de los residuos corregidos, con el fin de indicar los niveles de las variables entre las que se da la asociación significativa, tanto en positivo (mayor de lo que cabría esperar por azar) como en negativo (menor de lo que cabría esperar por azar). En la tabla 1 se encuentran los residuos corregidos de los contrastes entre los cinco aspectos evaluados (el uso de la web, búsqueda en Internet, usted, su hijo e Internet, nivel de satisfacción y la evaluación de la información de Internet) y el nivel educativo por ser la variable sociodemográfica que arroja más datos.
Uso de la Web
En términos generales el 69,3 % de los padres usa la red diariamente; el 18,2 % semanalmente, el 5 % mensualmente y el 7,6 % nunca. La frecuencia de uso de la Web se relaciona con el nivel de estudios. Los progenitores de posgrado usan la web diariamente, más de lo que cabría esperar por azar, mientras que en los padres con estudios básicos se da el resultado contrario. Así mismo, la frecuencia de uso de la Web se relaciona con ser mujer y con el nivel de estudios, X2(6) = 31.56,p < .001. Las madres que tienen estudios de posgrado (z=2,3), o de pregrado (z = 2,4) usan la web diariamente más de lo que cabría esperar por azar, mientras que en las madres con estudios básicos (z = -4,9) se da el resultado contrario.
Cada vez que se conectan a Internet, el 80 % de los progenitores dedica aproximadamente una hora; el 5,7 % más de una hora y menos de 4 horas; el 5,2 % más de 4 horas, y el 8,7 % no dedica tiempo. El tiempo que los progenitores dedican a la Web de forma continuada se relaciona con el nivel de estudios. Los progenitores que tienen estudios de pregrado tienden a usar Internet de forma continuada durante una hora, más de lo que cabría esperar por azar, mientras que los que tienen estudios básicos presentan el patrón contrario. Asimismo, los progenitores que tienen estudios básicos no le dedican a la Web nada de tiempo, mientras que los padres con pregrado muestran el patrón contrario. Además, se puede observar que el sexo es modulador del tiempo de conexión, X2 (5) = 11.62, p < .05, puesto que las madres se conectan más tiempo (z = 3.3) de lo que cabría esperar por azar, mientras que en los padres se da el patrón contrario (z = -3.3).
Teniendo en cuenta los lugares desde los que los progenitores se conectan a Internet, encontramos que el 85,2 % se comunica desde casa, el 48,5 % desde el trabajo, el 19,2 % desde el móvil, el 12,7 % desde el Ciber y el 6,1 % desde la biblioteca. Encontramos asociación entre el nivel de estudios y comunicarse desde el trabajo y desde el celular. Los progenitores con estudios de pregrado se conectan desde el trabajo más de lo que cabría esperar por azar, mientras que en los de educación básica se da el patrón contrario. Los progenitores con estudios de posgrado se conectan desde el celular más de lo que cabría esperar por azar, mientras que en los de educación básica se da el patrón contrario.
Respecto al número de actividades que realizan los progenitores en Internet (búsqueda de noticias en general, noticias en periódicos digitales, foros, correo electrónico, compras en Internet, chats, juegos online, redes sociales), aquellos con estudios de posgrado tienen una media de actividades de 2,95 (DT=1,55); los de pregrado de 2,92 (DT=1,54) y los de educación básica de 2,3 (DT=1,49). Al analizar las actividades, los resultados muestran que el 80,9 % usa el correo electrónico, el 49,3 % de los padres busca noticias en general, el 38,9 % usa las redes sociales, el 26,7 % busca noticias en periódicos digitales, el 24,9 % usa los chats, 18,3% juega online, el 13,3 % accede a foros, el 9,8 % hace compras por Internet. El uso de actividades resultó significativamente modulado por el nivel de estudios en el uso del correo electrónico, en la búsqueda de noticias en general, noticias en periódicos digitales, en el uso de los foros, y en las compras por Internet, como puede apreciarse en la figura 1.
Entre los progenitores que usan el correo electrónico, el 87,5 % tiene estudios de posgrado, el 83,3 % de pregrado y el 66 % educación básica, lo cual es más de lo que cabría esperar por azar los de posgrado y menos los de estudios básicos. Entre aquellos que buscan noticias, el 53,4 % son de posgrado, el 57,1 % son de pregrado y el 30,2 % son de educación básica. Los que tienen pregrado buscan noticias más de lo que cabría esperar por azar, mientras que en los cursaron solo estudios básicos se da el patrón contrario. Además, se puede observar que existe una diferencia en cuanto a la búsqueda de noticias en periódicos digitales y la edad de los hijos, X2 (2) = 6.45, p < .05, siendo más frecuente la actividad a medida que los hijos son mayores. Así, el 10 % de los padres con hijos de entre 0 a 5 años, el 14.8 % de los padres con hijos en edades entre los 6 y 12 años y, por último, el 23.6 % de los padres con hijos de entre los 13 y 18 años buscan noticias. Asimismo, el nivel de estudios también influye, ya que entre aquellos que buscan noticias en periódicos digitales el 31,8 % son de posgrado, el 29,8 % son de pregrado y el 13,2 % son de educación básica. Los de educación básica realizan esta actividad menos de lo que cabría esperar por azar. Entre los que usan los foros, el 20,5 % son de posgrado, el 11,9 % de pregrado y el 3,8 % de educación básica; los de posgrado usan los foros más de lo que cabría esperar por azar, mientras que en los de estudios básicos se da el patrón contrario. Entre los que hacen compras en Internet, el 15,9 % tiene posgrado; el 7,1 %, pregrado, y el 3,8 %, educación básica, siendo más lo que cabría esperar por azar los de posgrado.
Respecto al porcentaje de progenitores que buscan temas educativos relacionados con la educación de los hijos, este asciende al 72,4 %. El porcentaje de padres con posgrado se eleva al 87,5 %, con pregrado al 77,4 % y con estudios básicos queda en un 39,6%; siendo mayor la búsqueda de lo que cabría esperar por azar en aquellos de posgrado y menor de lo que cabría esperar por azar en los de educación básica. Asimismo, se observa que la edad de los hijos es también un modulador respecto a la búsqueda de información de temas educativos (X2 (2) = 14.57, p < .003), pues los progenitores con hijos en edades entre los 6 y 12 años (z = 2.9) buscan más información de lo que cabría esperar por azar, y se observó el efecto contrario en padres con hijos adolescentes (z = -3.8)
Respecto al número de temas educativos, los padres con posgrado (M = 2,53; DT =1,99) y pregrado (M = 2,23; DT =1,82) suelen buscar un mayor número de temas que los de educación básica (M=1,01; DT =1,64), F (2,224) =11.60, p < .001. Además, en función de la edad de los hijos, se muestra que los progenitores con hijos en edades entre los 0 a 5 años (M = 2.4; DT = 2.17) y los progenitores con hijos de entre los 6 y 12 años (M = 2.6; DT = 1.8) buscan más variedad de temas educativos en Internet que los padres con hijos adolescentes (M = 1.6; DT = 1.7), (F (2,226) = 6.49, p < .003). La distribución de temas de búsqueda es la siguiente: teniendo en cuenta que se les indicó que eligieran tantas opciones como ellos consideraran, el 40,5 % busca información sobre el colegio, el 40,4 % cuestiones sobre la salud de la familia, el 36,4 % busca consejos para madres y padres, el 28% indaga sobre problemas de conducta de los hijos, el 25,8% sobre el desarrollo evolutivo, el 20% busca actividades de juego con los hijos y el 15,6 % acerca de actividades de ocio de fin de semana. Los temas de búsqueda resultaron modulados por el nivel de estudios de los padres (figura 2).
Entre aquellos que buscan información sobre el colegio, el 50 % son de posgrado, el 44 % son de pregrado y el 18,9 % son de educación básica. Los de posgrado buscan información más de lo que cabría esperar por azar, mientras que en los estudios básicos se da el patrón contrario. Entre los que buscan información sobre la salud, el 42 % son de posgrado, el 50 % de pregrado y el 22,6 % de educación básica, siendo la frecuencia de los de pregrado mayor de lo que cabría esperar por azar y menor la de los de educación básica menor. Entre los que buscan consejos, el 46,6 % son de posgrado, el 39,3 % de pregrado y el 9,8 % de educación básica; los de posgrado buscan consejos más de lo que cabría esperar por azar, mientras que en los de estudios básicos se da el patrón contrario. Entre aquellos que buscan información sobre el desarrollo evolutivo, el 30,7 % son de posgrado, el 31 % son de pregrado y el 9,4 % son de educación básica. Los de educación básica realizan esta actividad menos de lo que cabría esperar por azar. Entre los que buscan información de ocio el fin de semana, el 25 % son de posgrado, el 11,9 % de pregrado y el 5,7 % educación básica, siendo más de lo que cabría esperar por azar los de posgrado y menos los de estudios básicos. Además, la edad de los hijos modula la búsqueda de temas educativos, en particular de información sobre el colegio de los hijos e hijas (X2 (2) = 8.04, p < .03), pues los progenitores con hijos con edades entre los 6 a 12 años (z = 2.3) buscan más información sobre este tema de lo que cabría esperar por azar, y se mostró el efecto contrario en la búsqueda de dicho tema en los progenitores de hijos adolescentes (z = -2.8); la edad de los hijos también modula la búsqueda de actividades de juego (X2 (2) = 24.55, p < .001), ya que los padres con adolescentes (z = -5) buscan menos información de este tema de lo que cabría esperar por azar; por último, también se muestra que la edad de los hijos es modulador de la búsqueda de información sobre el desarrollo evolutivo (X2 (2) = 6.35, p < .05), puesto que los padres con hijos adolescentes (z = -2.5) buscan menos información sobre este tema educativo de lo que cabría esperar por azar.
Los temas educativos los suelen encontrar los progenitores en páginas especializadas para padres y madres en un 61,8 %, en foros en un 10,6 %, Web en general 8,8 %, redes sociales 7,6 %, páginas de anuncios comerciales 6,5 %, Web recomendada 3,5 %, en chats 1,2%. Los progenitores con posgrado buscan los temas educativos en páginas especializadas para padres más de lo que cabría esperar por azar, mientras que en los que tienen educación básica se da el patrón contrario, ya que estos buscan este tipo de información más de lo que cabría esperar por azar en la Web en general.
Búsqueda en Internet
Cuando se les preguntó acerca del motor de búsqueda que ellos usaban prácticamente la totalidad (el 96,4 % del total de progenitores) prefirió Google, el 3,1 % Yahoo y el 0,5 % Bing. Cuando se les preguntó por qué era su favorito, el 9,7 % dijo que porque está por defecto, el 44,1 % porque proporciona información relevante y el 46,2 % por hábito. Los progenitores con estudios básicos usan Google porque está por defecto más de lo que cabría esperar por azar; mientras que en los que cuentan con posgrado se da el patrón contrario.
El 55,9 % de los padres cuando hacen una búsqueda en Internet van al grano enseguida y lo encuentran rápidamente, el 22,6 % encuentra información que no le interesa, al 16,4 % le cuesta mucho encontrar información relevante y el 4,1 % se aburre y abandona la búsqueda. Los progenitores con posgrado cuando hacen una búsqueda van al grano enseguida y lo encuentran rápidamente, más de lo que cabría esperar por azar, mientras que los de educación básica presentan el patrón contrario.
La característica más importante que debería tener el motor de búsqueda ideal es la facilidad de búsqueda (43,6 %), rapidez (38,5 %) y que dé mucha información (17,9 %). Los progenitores con posgrado presentan una asociación significativa con la rapidez en la búsqueda mientras que los de pregrado presentan una asociación negativa. Respecto a que el motor de búsqueda ideal debe dar mucha información, los progenitores con estudios de pregrado valoran más esta opción y los de posgrado menos. Asimismo, se observa que el sexo de los progenitores también modula la elección de una característica fundamental del motor de búsqueda ideal (X2 (2) = 8.43, p < 0.3), pues se muestra que las mujeres (z = -2.7) no suelen elegir la rapidez en la búsqueda como una característica importante.
Usted, su hijo e Internet
Respecto a la pregunta de si considera que existe diferencia entre el uso que da usted a Internet y el uso que le da su hijo/a, el 40,04% de los padres considera que por su experiencia aprovechan más los beneficios que tiene Internet que su hijo/a. Los progenitores con posgrado consideran esto más de lo que cabría esperar por azar; mientras que en los de estudios básicos se da el patrón contrario. Además, se observa que el sexo de los progenitores modula el aprovechamiento de los beneficios de Internet por sus hijos (X2 (1) = 7.62, p < .01), de modo que las madres no tienden a consideran que ellas aprovechan más los beneficios de Internet que sus hijos (z =-2.8).
Nivel de satisfacción
Del total de los padres, el 0,6 % sugiere que el número de búsquedas exitosas es Ninguna, el 41,7 % que son entre 1 y 5, el 31,1 % que son entre 5 y 10, el 31,1 % que son más de 10. En los progenitores con estudios básicos el número de búsquedas exitosas está entre 1 y 5 en una frecuencia mayor de lo que cabría esperar por azar; sin embargo, el rango de búsquedas exitosas de más de 10 se da menos que por azar.
La impresión que los padres reciben con el resultado de su búsqueda es un 88 % positiva, un 4 % negativa y un 8 % indiferente y se relaciona con el nivel de estudios. En los progenitores con estudios de posgrado y de pregrado, la impresión suele ser positiva en un porcentaje mayor de lo esperado por azar, mientras que en los de estudios básicos se da el patrón contrario. El 0,6 % de los progenitores sugieren que encuentran información útil casi nunca, el 13,3 % a veces, el 58,1 % casi siempre y el 27,9 % siempre. Los resultados están mediatizados por el nivel de estudio. Los progenitores con posgrado encuentran información útil siempre, en un porcentaje mayor de lo que cabría esperar por azar, mientras que en los de estudios básicos se da el patrón contrario.
Evaluación de Internet
El nivel de confianza que le otorgan los padres y madres a los contenidos de Internet se asocia significativamente con el nivel de estudios. Los progenitores con posgrado confían mucho, mientras que en los padres con educación básica se da el patrón contrario. Los padres consideran que dicha información es fidedigna porque confían en la organización que cuelga la información (47 %), porque confían en la profesionalidad del que cuelga la información (12 %), confían en la información porque conocen el tema (34,9 %), porque coincide con lo que piensan (6 %). La confianza está asociada al nivel educativo. Los progenitores con estudios de posgrado confían en la información porque conocen el tema en un porcentaje mayor de lo que cabría esperar por azar, mientras que en los padres con estudios básicos se da una asociación negativa. A los progenitores se les preguntó si deseaban recibir información del Programa de Educación para padres y madres "Educar en positivo" a su correo electrónico y el 81 % de la muestra dijo que sí. Los progenitores que desean recibir esta información son los que tienen estudios de posgrado, mientras que los que tienen estudios básicos presentan el patrón contrario.
Discusión y conclusiones
vivimos en un mundo en el que la información está a la mano, la cuestión principal es poder usarla para nuestro beneficio. Este artículo intenta dar claridad sobre el uso que las madres y los padres hacen de Internet en beneficio de la educación de sus hijos, tema que hasta el momento no se había tratado en los artículos sobre el uso de Internet en el ámbito colombiano.
En términos generales, los resultados muestran que los padres de la muestra hacen un uso bastante frecuente de la red, ya que el 70 % la usa diariamente y el 80 % durante 1 hora. Mayoritaria-mente se conectan desde la casa, en segundo lugar desde el trabajo y el móvil, y ya en menor grado desde lugares públicos como ciber y biblioteca, lo cual da una idea de que estamos ante una franja de población bien dotada de accesos a Internet. Sin embargo, el nivel de estudios es la variable que claramente modula el uso que hacen los padres y madres de Internet con fines educativos. Ello coincide con otros estudios que han encontrado también el impacto del nivel educativo en el uso que las personas hacen de Internet (Robinson, DiMaggio & Hargittai, 2003; Vicente & López, 2008). Por tanto, la brecha digital en el caso de los padres y las madres se encuentra principalmente en la diferencia del nivel educativo y no en la ocupación laboral. El hecho de que no se dibujen aquí diferencias en los estratos sociales como en los estudios del uso de Internet en la población en general (Universidad Externado de Colombia, Boletín de prensa, 2012) puede deberse a que han respondido al cuestionario mayoritariamente padres con empleo, lo cual puede haber restringido la variabilidad de estratos sociales que intervienen.
De forma específica, los resultados muestran que los padres con un nivel educativo alto, a diferencia de los progenitores con un nivel educativo básico, acceden a Internet diariamente, dedican de forma continuada una hora de tiempo en cada conexión, se conectan desde el trabajo o el móvil y lo usan con fines más variados, tales como mensajes, noticias, foros y compras, lo cual indica que Internet está más incorporado en su vida cotidiana. El 72.4 % de los padres declara buscar temas educativos en páginas web especializadas, foros, redes sociales y chats, lo cual indica que este medio tiene un potencial muy alto de servir de apoyo a los padres en su labor educativa. Sin embargo, de nuevo son los padres de mayor nivel educativo los que tienen un comportamiento más activo en su búsqueda de apoyos online, ya que se interesan por un mayor número de temas educativos, tales como información sobre el colegio, la salud, consejos para padres y desarrollo evolutivo de los hijos e hijas, y lo hacen en páginas Web especializadas para padres. Es de señalar que el uso de Internet para programar actividades de ocio en la familia es minoritario, lo cual indica que este uso positivo de Internet es un recurso todavía sin explotar, a pesar de su gran valor educativo.
Respecto a la búsqueda en Internet prácticamente la totalidad de los progenitores usan Google. Los que tienen un nivel educativo alto, a diferencia de los padres con un nivel educativo básico, hacen un uso más eficiente ya que encuentran lo que buscan rápidamente, valoran la rapidez de la búsqueda y la relevancia de la información más que su cantidad. También es interesante observar que los progenitores con un nivel educativo alto consideran que, por su experiencia, aprovechan más que sus hijos los beneficios que tiene Internet. Este resultado está en línea con lo sugerido por Barrios (2009), quien encontró que los estudiantes adolescentes no son más competentes que los adultos con estudios en el uso de la tecnología informática. Aunque el 88 % de los padres dice haber encontrado resultados positivos en sus búsquedas, de nuevo el nivel de estudios modula sus respuestas. Los de nivel educativo bajo reportan menos búsquedas exitosas, menos impresión positiva de los resultados y encuentran menos información útil que los de nivel educativo alto.
Asimismo, los padres con mayores niveles educativos expresan más confianza que los de los niveles bajos en los contenidos a los que acceden y valoran la organización que es responsable de la página, así como la relevancia de sus contenidos ya que conocen el tema. Por último, están deseosos de seguir recibiendo información útil y encontrar nuevas páginas Web en castellano como "educarenpositivo.es".
El sexo de los padres y la edad de los hijos también modulan algunos resultados encontrados, aunque en menor medida que el nivel educativo. Las madres dedican más tiempo a la red, y las de nivel alto usan la Web a diario. Sin embargo, no valoran la rapidez en las búsquedas y se sienten menos eficaces, ya que dicen que aprovechan menos los beneficios de Internet que sus hijos. Esto es señal de que, a pesar de la innovación tecnológica, pueden seguirse consagrando diferencias de género que discriminan a una parte de la población (McQuillan & Neill, 2009). Asimismo, la edad de los hijos, que está relacionada en parte con su propia edad, modula el tiempo destinado a leer noticias digitales, ya que a mayor edad de los hijos más tiempo potencial de ocio. También modula la búsqueda de información de temas educativos, tanto en variedad como en cantidad. Los padres más activos son los que tienen hijos pequeños y de mediana infancia que buscan temas de colegios, juegos, desarrollo evolutivo, y los que menos son los padres con hijos adolescentes. Ello puede deberse a que hay menos oferta en la Web para ellos o que están menos implicados en buscar apoyos educativos para estas edades. Nos inclinamos por la primera razón, ya que la adolescencia es una etapa que suele preocupar extraordinariamente a los padres.
Nuestros resultados sugieren que el filtro principal que modula tanto el acceso a la red como su uso eficaz para la búsqueda de recursos educativos es el nivel de estudios de los padres colombianos. Este filtro actúa al contrario que en los padres suecos, pues allí son precisamente las familias monoparentales, con menor nivel de ingresos y de estudios, los que más valoran estos recursos Web (Sarkadi & Bremberg, 2005), lo cual nos habla de la idiosincrasia cultural y niveles de alfabetización digital de los países como moduladores del acceso de sus poblaciones a Internet. Sin embargo, nuestros resultados sobre la eficiencia en el uso de Internet coinciden bastante con los hallados por Rothbaum et al. (2008) en Estados Unidos, donde encontraron diferencias en el nivel socioeconómico, medida que lleva integrada también el nivel educativo de los progenitores. Ambos trabajos coinciden en que los progenitores con un nivel de estudios alto cuentan con más capacidades y herramientas para aprovechar con eficacia las oportunidades de apoyo educativo online que les brinda la web.
Respecto a las limitaciones del estudio, habría sido interesante incorporar otros componentes que nos permitieran conocer más profundamente el uso que los padres hacen de Internet para apoyar la educación de los hijos, como por ejemplo, observar el acompañamiento que los padres hacen a los hijos en sus actividades en Internet porque, en general, estar al lado de los hijos mientras llevan a cabo sus actividades es un elemento clave en la calidad del aprendizaje (Rogoff, 1993). Asimismo, tomando como base los resultados de este trabajo, en investigaciones futuras podríamos analizar la calidad de los recursos web que existen destinados al apoyo de las familias, en relación con el desarrollo de las prácticas educativas familiares, para revisar si hay congruencia entre el incremento del uso y eficiencia en la gestión de la información por parte de los padres en Internet y la oferta formativa e informativa de recursos en la web.
En conclusión, en este trabajo hemos constatado que, además de que los progenitores tengan la posibilidad de acceso a Internet, aspecto que ya se va logrando, es clave tener en cuenta la fractura que se forma entre aquellos padres con niveles educativos altos y bajos. Por tanto, va siendo hora de plantear otra mirada a la brecha digital no solo por estrato económico sino por nivel educativo. Asimismo, es muy importante eliminar brechas debidas al género para que ambos padres sientan que tienen las habilidades técnicas y las capacidades personales para aprovecharse de las oportunidades del apoyo online. Entre estas capacidades están la de llevar a cabo búsquedas más eficientes, encontrar páginas web más apropiadas y evaluar con mejores criterios los resultados encontrados. Mejorar el conocimiento que tienen los padres del uso de esta herramienta con fines educativos es una medida importante que se debe tomar a nivel de país, si se pretende que todos, incluidos aquellos con mayores vulnerabilidades culturales y socioeconómicas, puedan aprovechar las oportunidades de apoyo que les brinda la red. De otro modo, a pesar de la creciente inmersión de Colombia en la era digital, siempre quedarán sectores desfavorecidos que no podrán contar con esta ayuda inestimable para su labor educadora.
Referencias
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