ISSN electrónico: 2011-7574 FECHA DE RECEPCIÓN: AGOSTO 21 DE 2009 |
LA MIRADA DE LA GEOGRAFÍA EN UN CONTINENTE EN TRANSFORMACIÓN: LAS PROBLEMÁTICAS URBANO-REGIONALES DEL DESARROLLO*
A Geographical perspective on a changing Continent: The urban-regional topics of development
Ricardo Adrián Vergara Durán
Antropólogo, Dr. en Geografía Urbana. Profesor del Departamento de Historia y Ciencias Sociales y coordinador de grupo GRAHUS de investigaciones en arqueología, historia y estudios urbanos del Caribe colombiano de la Universidad del Norte.
Correspondencia: Universidad del Norte, Km 5 vía a Puerto Colombia, a.a. 1569, Barranquilla (Colombia). ravergara@unmorte.edu.co
RESUMEN
América Latina se encuentra en un profundo proceso de transformación, tanto a nivel político y económico como a nivel social y territorial. Uno de los temas que centra este proceso es el de las diferentes dinámicas de integración política y económica, como también el de la necesidad de planear y ordenar el territorio para facilitar el desarrollo tanto económico y político como social.
Cuando en la actualidad se habla, desde la geografía latinoamericana, de un continente en transformación en un mundo globalizado, en el cual se hace cada vez más patente la problemática urbano-regional del desarrollo, no puede obviarse la perspectiva geográfica. Este artículo pretende hacer un aporte al tema de la integración política y económica desde la perspectiva de cómo entendemos el territorio en el contexto urbano regional, en tanto que primera componente del desarrollo y de la integración regional.
PALABRAS CLAVE: Desarrollo urbano regional, integración, globalización.
ABSTRACT
Latin America is in the midst of a profound process of transformation, affecting the economic and political spheres, as well as the social and territorial realms of human interaction. One of the principal aspects of this process is centered on the different dynamics of political and economic integration and the urge to plan and order the territory to facilitate the economic and political development.
Currently there is an ongoing debate over a continent in the changing, in a globalized world in which the regional urban phenomena of development is clearer, we cannot dispense with a geographical perspective. This work aims at contributing to the topic of political and economic integration from the perspective of how we understand territory in the regional urban context, as the first constituent of the regional integration and economic development.
KEYWORDS: Regional - urban development, integration, globalization.
INTRODUCCIÓN
América Latina se encuentra en un profundo proceso de transformación, tanto a nivel político y económico como a nivel social y territorial. Uno de los temas que centra este proceso es el de las diferentes dinámicas de integración política y económica, como también el de la necesidad de planear y ordenar el territorio para facilitar el desarrollo tanto económico y político como social.
El tema de la integración política y económica en América Latina ha estado presente desde los mismos movimientos independentistas en contra del imperio español en América durante el siglo XIX y posteriormente entre los nuevos estados-nación que se constituyeron desde entonces1. No solamente en el tema de dicha integración económica y política sino incluso desde mucho antes, en el tema del dominio del territorio durante la colonia española y portuguesa en América (Castro-Gómez, 2004, pp. 228-303), la perspectiva de la geografía ha estado presente y ha coadyuvado a conformar la imagen de mundo que se ha manejado y aceptado durante el transcurso histórico.
Precisamente dicha perspectiva geográfica es un tema de gran importancia en la actualidad, cuando hablamos desde la geografía latinoamericana de un continente en transformación,2 en un mundo globalizado,3 en el cual se hace cada vez más patente la problemática urbano regional del desarrollo.
Sin embargo, no es la intención de este artículo revisar cuál fue en su momento el aporte de la geografía en la perspectiva de dominio del territorio y en la imagen de mundo que se tenía durante la Colonia y durante la época de conformación de los estados-nación en América Latina, sino dilucidar en qué medida la imagen del mundo que tenemos actualmente está supeditada por percepciones o concepciones territoriales, y más aun, en qué medida éstas afectan nuestra visión para descifrar las problemáticas urbano-regionales de nuestro desarrollo. En general, hay mucha bibliografía sobre la integración política y económica en América Latina, pero poco se relaciona ésta con el desarrollo regional y su efecto en las diferentes problemáticas urbano-regionales (tanto de las regiones como fuera de ellas). Este artículo pretende hacer un aporte al tema de la integración política y económica desde la perspectiva de cómo entendemos el territorio en el contexto urbano regional en tanto que primera instancia territorial del desarrollo y de la integración regional.
EL "GIRO ESPACIAL"
Las siguientes reflexiones hacen parte del proyecto "El giro espacial" en el pensamiento contemporáneo. Una aproximación geofilo-sófica al problema de la mundialización" del grupo de investigación Núcleo de Investigación en Estética de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, dirigido por la Dra. Amalia Sonia Boyer Hernández, al cual el autor fue invitado a participar. Como resultado de las reflexiones compartidas se presentó en Montevideo (Uruguay) en abril de 2009 la ponencia "el Aporte de la Geografía frente al Desarrollo de la Filosofía Contemporánea", de la cual este artículo es una ampliación que ayuda a centrar la discusión, ya no en un campo puramente teórico sino en el ámbito de nuestra práctica profesional en un problema concreto: el del desarrollo urbano regional.
La idea central del proyecto mencionado es que la reflexión filosófica ha estado signada durante los dos últimos siglos por la historia, y se atribuye un papel fundamental a la historia de la filosofía en los estudios filosóficos, debido a la cual se genera un vínculo entre el tiempo histórico y la filosofía que ha llegado a ser esencial, permea nuestra forma de ver y concebir el mundo y está presente en lo que conocemos de él.
El asunto consiste en desplazar la mirada proponiendo un viraje hacia el espacio ya no sólo desde el quehacer geográfico sino desde la reflexión filosófica misma. Este viraje estaría relacionado con la urgencia en la actualidad de las preguntas geopolíticas que plantea la "globalización" y a la creciente interpretación del mundo contemporáneo en términos de redes y flujos (de información, cuerpos, intercambios, mercancías, imágenes, etc.). Para efectos de este artículo surge entonces la pregunta sobre cómo puede influir dicho viraje en la interpretación que hacemos de las problemáticas urbano-regionales del desarrollo en los países latinoamericanos.
LA MIRADA DE LA GEOGRAFÍA
Precisamente en el tema del fenómeno de la globalización mencionado anteriormente arranca la reflexión misma desde la geografía. ¿Es la globalización un proceso histórico, es decir, una serie de sucesos que se generan simultáneamente en todo el mundo (mundialización) y como se pensaba anteriormente, desencadenante del final de la "barrera" del espacio? O ¿es la globalización un fenómeno eminentemente espacial que reconocemos básicamente en su percepción temporal debido a la fijación de nuestros conceptos?
Milton Santos (2000, p. 9) ha expresado que "la globaliza-ción no puede dar cuenta ni históricamente ni teóricamente (y habría que preguntarse si tampoco espacialmente) de toda la realidad en la que están insertos hoy individuos, clases, naciones, nacionalidades, culturas y civilizaciones".
Evidentemente, ya no se puede negar que no se produjo "el final de la historia" y tampoco "el final del espacio". Al contrario, asistimos a un resurgimiento de la importancia de lo espacial y de la disciplina geográfica que genera nuevas expectativas y nuevos desarrollos disciplinares, como el de la "universalidad empírica". "La universalidad deja de ser una elaboración abstracta en la mente de los filósofos para convertirse en la experiencia ordinaria de cada hombre" (Santos, 2000, p. 22).
La anterior afirmación se puede ejemplificar, en primer lugar, en el sinnúmero de definiciones o interpretaciones sobre la globa-lización, por lo cual éste se ha convertido en un concepto práctico para definir todo lo que no sabemos o podemos explicar. Igualmente, el concepto de territorio, que viene siendo en sentido general "la humanización" del espacio, es un concepto lleno de ambigüedades. En el punto medio encontramos el concepto de región perfilándose como un nuevo paradigma en la concepción del mundo, como eje determinante para el desarrollo económico, social y cultural de una sociedad y, por ende, también como factor determinante en la formación de identidad de la misma.
Como dijo El Dr. Antonio Robert Moraes en su intervención en la mesa redonda "América Latina en transformación: reestructuración geográfica e integración"4, el momento es de inventario y contabilización de los patrimonios territoriales nacionales, de los recursos naturales y ambientales, de las capacidades instaladas de las estructuras económicas, de las técnicas de producción y comunicación y de los recursos con que viven las personas en sus territorios locales y regionales.
Nuevos conceptos que pertenecen al registro del espacio, tales como "heterotopía", "geofilosofía", "campo", "territorio", "tierra", "archipeleidad", no son, propiamente hablando, ni filosóficos ni geográficos sino que ponen de manifiesto la cercanía que existe entre el registro del espacio y el del concepto. En este contexto, la primera pregunta que surgió es: ¿Qué puede aportar la geografía a la re-espacialización de los conceptos en el quehacer filosófico, y esto en qué medida transforma también el quehacer de la geografía? Y la segunda: ¿cuál es entonces el cambio generado en la percepción de la problemática urbano-regional?
LO URBANO-REGIONAL
En este orden de ideas es de central importancia la perspectiva "espacializante" y "espacializada" tanto para la creación de una filosofía propiamente contemporánea del pensamiento como frente a la posición del investigador en ciencias sociales, que no puede estar fundamentada sólo histórica sino también geográficamente.
¿Puede entonces la geografía aportar desde su conocimiento disciplinar a la necesidad de entender un mundo cambiante y de replantearnos no una nueva filosofía del espacio sino un giro espacial en la filosofía contemporánea?
La geografía dejó de ser la ciencia de los "territorios desconocidos" para pasar a ser la ciencia del territorio de nuestras cotidianidades, pues los fenómenos espaciales se van generando y transformando precisamente en la transcurrir de las cotidianidades. Las ciudades crecen tanto por una decisión planeada, proyectada y ejecutada por un ente político administrativo como por la decisión (a veces completamente fortuita) de sus habitantes, lo que hace que el objeto de estudio de la geografía, es decir, el espacio y las relaciones que se establecen en él, no pueda obviar el cómo, el porqué y quiénes usan el espacio y lo convierten en su territorio de vida. Más aun en el mundo globalizado, donde las relaciones sociales, económicas, políticas, culturales se producen a velocidades exponenciales, cada vez más rápidas, más intermediadas, pero al mismo tiempo, y he ahí el dilema, también más especializadas.
Como dice Milton Santos (2000, p. 67), "En el mundo de la globalización, el espacio geográfico gana nuevos contornos, nuevas características, nuevas definiciones. Y, también, nueva importancia, porque la eficacia de las acciones está estrechamente relacionada con su localización. Los actores más poderosos se reservan los mejores pedazos del territorio y dejan el resto a los otros. En una situación de extrema competitividad como ésta, los lugares hacen eco de los embates entre los diversos actores, y el territorio como un todo revela los movimientos de fondo de la sociedad. La globalización, con la protuberancia de los sistemas técnicos y de la información, "subvierte el antiguo juego de la evolución territorial e impone nuevas lógicas...", lo que está mostrando el nuevo carácter aglutinador del espacio en un nuevo contexto, lo urbano-regional, que puede definirse con las mismas palabras empleadas por Santos para referirse a "La compartimentación actual. se da como fragmentación [revelando] un cotidiano compartido y complementario, aunque también conflictivo y jerárquico... Se crean, paralelamente, incompatibilidades entre velocidades diversas..." (Santos, 2000, p. 68). Y dado que el contexto urbano-regional se hace cada vez más implícito como eje espacial del desarrollo, no sobra resaltar que "El espacio geográfico no sólo revela el transcurso de la historia como indica a sus actores el modo de intervenir en ella de manera consciente" (Santos, 2000, pp. 67-68).
En este sentido, vale la pena mencionar dos reflexiones de Benno Werlen (1997, p. 2)5 que cobran una importancia fundamental:
- "el modo de producción científica de las representaciones del mundo son constitutivas de las representaciones cotidianas. (y por tanto) los sujetos interpretan su posición en el mundo, entre otras, desde sus conocimientos geográficos".
y
- "las representaciones científicas geográficas sólo pueden ser "científicas" en el caso de que representen adecuadamente las geografías cotidianas del sujeto actor tanto en (propio) sentido como en su sentido ontológico".
La implicación de dicha afirmación es entonces (según Werlen) la gran responsabilidad de la geografía en la definición, interpretación, análisis y propuestas sobre las relaciones sociales y de los territorios donde se ejecutan, en un mundo cambiante a gran velocidad y donde las interrelaciones entre los diferentes aspectos de la vida social son cada vez más imbricados.
Por lo anterior, la explicación, o el acercamiento a la comprensión del mundo que llamamos globalizado, tiene que necesariamente fundamentarse en la relación entre lo local y lo global y sus múltiples interacciones, una de las cuales es precisamente esa dimensión urbano-regional. Aquí sobresale el papel de la geografía, especialmente al acercarse no solamente a ese tipo de relaciones en sí mismas, sino además en el contexto de las cotidianidades en que se presentan: es decir, en los contextos urbano-regionales, que no son invenciones abstractas sino realidades asumidas, en parte, inconscientemente.
La geografía de las regionalizaciones cotidianas de Werlen constituye, en este sentido, una de las posibilidades conceptuales, también desde la filosofía, para hacer compatible las relaciones sociales de un determinado territorio (y sus múltiples interacciones) con lo global. El quehacer de la geografía sufre una transformación profunda, pues entender el territorio y sus relaciones es entender el mundo, no solamente desde la visión disciplinar del espacio, sino quizás incluso desde una perspectiva ontológica en la que el espacio o, mejor, el territorio, es el factor aglutinante de las relaciones sociales.
François Ascher (2004, pp. 17-18) expresa al respecto lo siguiente: "Las sociedades occidentales están cambiando y entran en una nueva fase de la modernidad que ve evolucionar profundamente las formas de pensar y actuar, la ciencia y la técnica, las relaciones sociales, la economía, las desigualdades sociales, los modelos de democracia. Estas mutaciones suponen y hacen necesarios cambios importantes en el concepto, la producción y la gestión de las ciudades y de los territorios, y ponen de actualidad una nueva revolución urbana moderna, la tercera después de la revolución de la ciudad clásica y de la ciudad industrial", aquella en la que predomina, según él, ya no la ciudad sino u sistema metapolitano, es decir, "grandes conurbaciones, extensas y discontinuas, heterogeneas y multipolarizadas" (Ascher, 2004, p. 57).
Entre los cambios necesarios planteados por Ascher (2004, pp. 71-85) se encuentran una gestión estratégica urbana en lugar de una planificación urbana, unas reglas del resultado en lugar de unas reglas de la exigencia, una visión de la complejidad de la ciudad de redes en lugar de la especialización espacial, unos equipamientos individualizados que complementen los equipamientos colectivos, espacios múltiples que remplacen a los espacios simples, un interés general procedimental que vaya más allá del interés general sustancial, una regulación que sobrepase la mera administración, un diseño urbano atractivo más allá de la arquitectura puramente funcional, un urbanismo multisensorial en lugar de un urbanismo de funciones simples, y por último, una gobernancia metapolitana en lugar de los gobiernos de las ciudades.
Sin embargo, lo planteado por Ascher está dirigido a un tipo urbano dominante que está lejos de constituirse en la caracterización de las ciudades latinoamericanas, más bien, al igual que como sucede con otros aspectos de la globalización, se presenta sólo en parte, reflejando más la distancia entre perdedores y ganadores de la globalización, pero precisamente en espacios muy cercanos, no solo de las ciudades sino de sus regiones aledañas.
Un ejemplo que puede reflejar la urgencia de estas reflexiones puede incluso tomar el carácter de patético: Qué decir de la percepción del mundo (o de sus tergiversaciones), qué se puede deducir de un mundo globalizado, donde lo "globalizado" es el aviso en un trozo de madera pendiente de una pared de una vivienda pobre, muy pobre, de un barrio subnormal en las periferias de una gran ciudad, anunciando venta de minutos de telefonía celular a muchos países del mundo o de una cabina de internet, donde lo local pasa a ser la inseguridad social, la falta de recursos económicos, la carencia de condiciones de vida dignas.
CONCLUSIÓN
La mirada de la geografía en este continente en transformación no puede obviar la problemática urbano-regional del desarrollo, que implica acomodar nuestra reflexión desde las ciencias sociales, enmarcada en los paradigmas actuales de la complejidad, la incertidumbre, la autorregulación, la flexibilidad, la gobernancia, a contextos plagados de vulnerabilidades sociales, económicas y políticas que se hacen evidentes en el territorio, ya no sólo de las ciudades mismas, sino en contextos mayores que están marcando y denotando las múltiples interacciones de dichas vulnerabilidades, pero también de los potenciales para el desarrollo de las regiones y del país.
* Este texto hace parte del proyecto "El giro espacial en el pensamiento contemporáneo. Una aproximación geofilosófica al problema de la mudialización", del Núcleo de Investigación en Estética de la Universidad Javeriana de Bogotá.
1 Se pueden mencionar, por ejemplo, a la misma Gran Colombia (Colombia, Ecuador, Venezuela) como un fracasado intento de integración política y económica en el siglo XIX. En el siglo XX los esfuerzos han sido orientados más a la integración económica, como el caso del Pacto Andino con relativo éxito durante sus inicios pero finalmente perdió absoluta operatividad por las diferencias políticas existentes entre los integrantes de manera intermitente (Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile —hasta 1976— y Venezuela desde 1973) ó que se transformó en la CAN, Comunidad Andina de Naciones, de la cual se retiró Venezuela en 2006. Igualmente, vale resaltar la integración económica del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela) y el desarrollo en los últimos años de la Unión de Naciones Suramericanas, UNASUR (Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela).
2 Este fue el tema central del 12° Encuentro de Geógrafos de América Latina, "Caminando en una América Latina en Transformación", realizado el 3-7 de abril de 2009 en La Universidad de la República, Montevideo (Uruguay).
3 Este fue el tema central del XI Encuentro de Geógrafos de América Latina, "Geopolítica, Globalización y Cambio Ambiental", realizado el 26-30 de marzo de 2007 en la Universidad Nacional de Colombia, Bogotá (Colombia).
4 Ver nota 3, Mesa redonda, eje 1.
5 Traducción libre del autor.
REFERENCIAS
Ascher, F. (2004). Los nuevos principios del urbanismo. El fin de las ciudades no está a la orden del día. Alianza Editorial. Título original: Les nouveaux principes de Lurbanisme. Le fin des villes n'est pas á l'odre du jour. Ed. de L'aube (2001).
Castro-Gómez, S. (2004). La libris del punto cero. Ciencia, raza e ilustración en la Nueva Granada (1750-1816). Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, Instituto Pensar.
Santos, M. (2004). Por otra globalización. Del Pensamiento único a la conciencia universal. Convenio Andrés Bello. Título original: Por uma outra Globalização. Do pensamiento único à conciencia universal. Río De Janeiro: Record.
Werlen, B. (1997): Sozialgeographie Alltáglicher Regioalisierungen. Band 2, Globalisierung, Region und Regionalisierung. Franz Steiner Ver-lag Sttutgart.
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