Cultura, igualdad e inclusión, Francisco A. Zurian y Danny González Cueto (Compiladores), Barranquilla, Universidad del Atlántico, 2018. 339 páginas.
Massimiliano Carta
Profesor catedrático Instituto de Idiomas, Universidad del Norte. Grupo de Investigación Feliza Bursztyn, Universidad del Atlántico. Doctor en Literaturas Clásicas, Modernas, Comparadas y Poscoloniales de la Universidad de Bolonia (Italia).
ORCID:https://orcid.org/00 00-0002-4318-6875
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El proyecto Cultura, igualdad e inclusión nace del trabajo conjunto de los profesores Francisco A. Zurian y Danny Armando González Cueto y de la colaboración entre la Universidad Complutense de Madrid y la Universidad del Atlántico de Barranquilla. El libro reúne las investigaciones de más de quince expertos pertenecientes a reconocidas instituciones académicas españolas, francesas y colombianas bajo el propósito de promover la igualdad y la inclusión en los espacios educativos (especialmente académicos) y en los medios de comunicación. La paridad de tratamiento de las mujeres y de las personas LGBTIQ+ en los ámbitos tratados, como en muchos otros aspectos de la sociedad, es un objetivo por el cual hay que seguir luchando cotidianamente.
El carácter plural de las temáticas y de las disciplinas aquí representadas es indudablemente una de las contribuciones más importantes de esta propuesta editorial que desde las primeras líneas de la introducción declara de forma evidente su carácter colectivo e interdisciplinar.
Los ensayos que abren el volumen, los de Beatriz Herrero Jiménez (Universidad Rey Juan Carlos de Madrid) y de Virginia Guarinos junto a Sergio Cobo Durán (Universidad de Sevilla) prospectan con fuerza un enfoque a partir de la teoría fílmica feminista que mira a la mujer como "productora de mensajes y como elemento representado, como sujeto de enunciación y como sujeto del enunciado, como personaje y como profesional del medio" (Guarinos; Cobo-Durán, 2018:35) y no ultimo como sujeto de derecho que todavía sigue siendo invisibilizado, obligado al silencio y víctima muy a menudo de la violencia machista, así como pasó a la famosa actriz Marie Schneider citada por Herrero Jiménez. De ahí la necesidad, en una sociedad que se declara posfeminista de implementar los estudios de género, la mirada crítica (y feminista) en el ámbito escolar y académico.
En el ensayo redactado a seis manos por Mercedes Sánchez Sáinz, Belén De la Rosa Rodríguez y Melani Penna Tosso (Universidad Complutense de Madrid) se ofrece la perspectiva de la anormalidad como factor de empoderamiento frente a un sistema educativo que, en muchos países, es espejo de una sociedad que favorece la homologación y la normalización de los cuerpos (sexuales, sociales y políticos), en lugar de ver la diversidad de pensamientos y de formas de ser como instrumento de enriquecimiento colectivo. Esta actitud hace que las minorías identitarias y sexuales no dispongan de referentes positivos para ellas fuera de un modelo heterocentrado, eurocéntrico y occidental.
La convicción que "desde las escuelas se debe reforzar el trabajo vinculado con la visibilización y el empoderamiento de todas las diversidades" (Sánchez Sáinz, De la Rosa Rodríguez, Penna Tosso, 2018: 53) incluye también las experiencias de las mujeres sordas y con discapacidad auditiva, que Isabel Tajahuerce y Tania Tena Pérez (Universidad Complutense) abordan en su ensayo. Las dos autoras denuncian la falta de perspectivas de género en la formación de los intérpretes de signos y en todos los niveles educativos y áreas de conocimiento.
El estudio de Marina Vinyes Albes (Universitat de Barcelona - Université Paris Sorbonne) analiza la experiencia y la producción de las mujeres que conforman la Agrupación de Familiares de Detenidos-Desaparecidos bajo la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, cuyos miembros se reúnen en barrios informales de la periferia de Santiago y se dedican a la creación de arpilleras elaboradas con recortes de tejido, que representan sus vivencias y las injusticias a las cuales las sometió aquel poder nefasto. Las marchas para reivindicar sus derechos, escenas de torturas, hospitales y manos de madres que acarician hijos desaparecidos son los principales sujetos representados. A través del medio artístico la pérdida personal se vuelve lucha compartida, asunto político colectivo nutrido por imágenes que dan fuerza y sostienen las palabras y ayudan a la reelaboración de los traumas personales y de un país entero.
Cora Requena Hidalgo (Universidad Complutense) propone un diálogo literario entre las obras de tres reconocidas escritoras senegalesas: Mariama Bâ, Ken Bugul y Fatou Diome, a partir de una mirada poscolonial que permite acercarse a las importantes preguntas que la autora se pone: ¿qué es ser africano?, ¿qué significa ser una mujer africana en áfrica o en Europa? Las obras de las tres autoras nos ofrecen respuestas muy distintas cuanto más complejas. Las novelas Las que aguardan (2010), Mi carta más larga (1979) y Riwan o el camino de arena (2005) tratan los temas de la migración hacia el continente europeo, el matrimonio y su fin, la amistad entre mujeres y la poligamia, ofreciendo a quien lee un abanico de experiencias, personajes femeninos, situaciones y puntos de vista muy heterogéneos que reflejan una realidad muy a menudo restringida u homologada por una mirada colonizadora.
La propuesta de Isabel Menéndez Menéndez (Universidad de Burgos) plantea un recorrido en la historia del mercado editorial de las revistas en función del sexo biológico del público al cual se refieren. La estudiosa detalla las características de las revistas femeninas, de las dirigidas a mujeres y de las masculinas analizando los contenidos, la agenda temática y el papel que tienen en una sociedad de consumo que ejerce su poder por medio de la publicidad y el androcentrismo que empuja para que se confirme una socialización (y un rol) diferente para cada sexo.
Raúl Eguizábal (Universidad Complutense) ofrece un interesante análisis de la iconografía comercial de la mujer lectora y de las lecturas a ellas dedicadas según sus intereses y clase social. El placer de la lectura a finales del siglo XIX participó de la emancipación del género femenino y representó, para una sociedad europea todavía muy machista, un elemento de desestabilización de los roles de género y de las violencias que estos producían. Violencias contra las mujeres que muchas veces no se representaban explícitamente y críticamente en el ámbito artístico, sino por mano de valientes y talentosas artistas como Artemisia Gentileschi o más recientemente Donna Ferrato, Yoko Ono o Marina Abramovic, así reportado por Concha Casajús Quirós (Universidad Complutense) en el ensayo contenido en el volumen.
María del Pilar Frías López y Juana Biarnes fueron dos fotoperiodistas pioneras en la España franquista. Las primeras en conseguir un nivel profesional y en ejercer una labor que en aquella época era prerrogativa masculina como el mundo de los motores y los deportes extremos. El estudio de Francisco José García-Ramos (Universidad Complutense) reconstruye sus trayectorias artísticas, que fueron caracterizadas por la incomprensión y la subordinación a los hombres de su familia antes de llegar a un merecido reconocimiento público. La misma desigualdad de tratamiento entre hombres y mujeres que caracterizó el cine vasco, a nivel de financiación pública, desde 2007 hasta 2016, según el estudioso David Pérez Sañudo (Complutense de Madrid).
La realidad colombiana está presente en el libro en las aportaciones de los profesores barranquilleros Juan David González Betancur y Danny Armando González Cueto (Universidad del Atlántico), también curador del volumen reseñado. González Betancur ofrece a los lectores un análisis de la obra teatral Los Jaramagos no sirven para nada de la Compañía Todavía Teatro, basada en Yerma de Federico García Lorca. El autor ofrece una perspectiva queer del texto original por medio de una rescritura que gira alrededor del deseo de paternidad homosexual.
González Cueto aborda el tema de la visibilidad del colectivo LGBTIQ+ en los medios de comunicación colombianos a través del análisis de tres de las historias de vida que hicieron parte de la serie documental Crónicas Traslocadas (2015), presentada por el escritor John Better. Según el estudioso, el programa "propone una lectura diversa sobre los roles que sus protagonistas desempeñan para legitimar su condición como ciudadanos" y "despliega la mejor arma contra la impunidad y la violación de los derechos humanos: confrontación ante la cámara o el reconocimiento de sí mismo como punto de partida de la visibilización" (González Cueto, 2018: 292).
Seguramente ambos ensayos aportan una contribución académica importante, tratando con profundidad temas centrales para el pleno reconocimiento de la comunidad LGBTIQ+ en esta región.
Con el trabajo de David Castañer (Université de Paris IV - Sorbonne) nos quedamos en el Caribe, con Cuba, representada por la obra del reconocido artista Wifredo Lam, del cual se evidencian los aspectos relacionados con lo femenino y lo masculino, en específico en su obra La Jungla, aquí propuesta como manifiesto transgénero.
Los ensayos de Lucía Vásquez Rodríguez y Francisco A. Zurian (Universidad Complutense) leen con una profunda mirada de género algunas de las más populares series televisivas norteamericanas en búsqueda de los rasgos que caracterizan la representación mediática de las denominadas manic pixie dream girls y de las nuevas masculinidades.
Lucia Vásquez Rodríguez (Universidad Complutense) desvela los estereotipos sobre los cuales se construyen los personajes de "chica alternativa", al estilo Kirsten Dust en Elizabethtown, en muchos productos televisivos y denota la necesidad de deconstruir la ideología que se esconde detrás de la configuración del personaje que, a pesar de una aparente mirada progresista, tiende, en realidad, a reproducir el imaginario de las clases dominantes.
El ensayo de Francisco A. Zurian cierra el volumen dibujando una cartografía de las nuevas masculinidades en personajes que demuestran una complejidad y una variedad de experiencias identitarias y sexuales que no tiene antecedentes en los productos televisivos menos recientes. Estas propuestas, afirma el autor, conviven con las clásicas representaciones de una masculinidad hegemónica, hija de una ideología patriarcal que dicta su agenda en los medios de comunicación. De Scrubs a Fraiser, de Nip/Tuck a The Big Bang Theory hasta True Blood y Men at Work, el autor construye un itinerario que cuestiona la pretendida universalidad del modelo heterosexual/blanco/masculino/yuppie y revela el intento por parte de "masculinidades otras" de ofrecer nuevos modelos de vida.
El volumen refleja perfectamente la naturaleza interdisciplinar y la calidad académica de los equipos de investigación y promotores del proyecto editorial: el Grupo GECA (Género, Estética y Cultura Audiovisual) de la Universidad Complutense de Madrid y el Grupo Feliza Bursztyn: Redes, Artes, Cultura de la Universidad del Atlántico de Barranquilla. Estas propuestas nos ofrecen un panorama de los estudios de género en tres continentes, contribuyendo a la discusión y al diálogo entre contextos académicos diferentes pero comunicantes.
Este libro representa sin duda un paso adelante hacia el conocimiento de las luchas y de las aportaciones de la comunidad LGBTIQ+ y de las mujeres en varios ámbitos culturales y artísticos y en varias épocas y una crítica aguda y valiente a un modelo cultural y social cuyo dominio sigue en pie.