Revista Pensamiento y Gestión

ISSN electrónico 2145-941X
ISSN impreso 1657-6276
Numero. 39, julio-diciembre de 2015
Fecha de recepción: 31 de mayo de 2015
Fecha de aceptación: 29 de octubre de 2015
DOI: http://dx.doi.org/10.14482/pege.39.8448


Impacto de la violencia política en la gobernabilidad del municipio de Ocaña (Colombia)

Impact of political violence in the municipality of Ocaña governance (Colombia)

Jorge de Jesús Cañizares Arévalo
jjcanizaresa@ufpso.edu.co.
Magíster en Ciencia Política, Universidad Autónoma de Bucaramanga, Santander (Colombia). Especialista en Práctica Docente Universitaria, Universidad Francisco de Paula Santander Ocaña (Colombia). Economista, Universidad Santo Tomás de Aquino, Bucaramanga (Colombia). Subdirector Administrativo y Financiero y docente tiempo completo de la Universidad Francisco de Paula Santander Ocaña (Colombia). Investigador Grupo Rotã.
Correspondencia: Transversal 30 No.10-50 Buenos Aires, Ocaña (Norte de Santander)

Maribel Cárdenas García
mcardenasg@ufpso.edu.co.
Candidata a Doctor en Educación, Universidad Pedagógica Experimental del Táchira (Rubio- Venezuela). Magíster en Gerencia de Empresas Mención Finanzas, Universidad Nacional Experimental del Táchira (San Cristóbal-Venezuela). Especialista en Gerencia y Auditoría de la Calidad en Salud, Fundación Universitaria de Bogotá Jorge Tadeo Lozano (Colombia). Profesional en Contaduría Pública, Universidad Francisco de Paula Santander (Colombia). Docente tiempo completo y decana de la Facultad de Ciencias Administrativas y Económicas Universidad Francisco de Paula Santander Ocaña (Colombia). Investigadora Grupo Rotã.
Correspondencia: Edificio Miradores del Llano Apartamento 303

Blanca Mery Velasco Burgos
bmvelasco@ufpso.edu.co.
Magíster en Gerencia de Empresas Mención Finanzas, Universidad Nacional Experimental del Táchira (San Cristóbal-Venezuela). Profesional en Contaduría Pública, Universidad Francisco de Paula Santander (Colombia). Docente tiempo completo de la Universidad Francisco de Paula Santander Ocaña. Investigadora Grupo Rotã.
Correspondencia: Carrera 29ª No. 10-09 Urbanización Villas de Antón. Casa No. 2.

Fecha de recepción: 31 de mayo de 2015
Fecha de aceptación: 29 de octubrede 2015


Resumen

El análisis del impacto de la violencia política en la gobernabilidad del municipio de Ocaña permite reconocer la relación que existe entre los distintos agentes generadores de violencia y su incidencia en los niveles de gobernabilidad, puesto que la violencia genera una enorme incertidumbre acerca del futuro, desestimula y frena la inversión y la innovación, la iniciativa privada pierde motivación, a un costo muy alto para la sociedad. La metodología se desarrolló bajo el enfoque cuantitativo, con un nivel de investigación explicativa y un diseño documental; como mecanismo de análisis y de estudio se utilizó el modelo de Evaluación de Impacto. Los resultados producto del análisis de la matriz de impacto cruzado evidenciaron los agentes generadores de violencia: presencia de grupos armados ilegales, ausencia del Estado, narcotráfico, cultivos ilícitos, el desplazamiento poblacional víctima de la violencia y la corrupción son los fenómenos que más afectan los procesos de desarrollo local.

Palabras claves: Gobernabilidad, violencia política, agentes generadores.


Abstract

The analysis of the impact of political violence in the governance of the municipality of Ocaña, allows to recognize the existing relation between the different generating agents of violence and his incident in the levels of governance, since the violence generates an enormous uncertainty about the future, slows investment and innovation, and the private initiative loses motivation, at a high cost to society. The methodology was developed under the quantitative approach, with a level of explanatory research and design a documentary as a means of analysis and study model was used Impact Assessment. The results product of the analysis of the counterfoil of crossed impact demonstrated that the variables: Presence of armed illegal groups, absence of the state, drug trafficking, illicit crops, population displacement victims of violence and corruption are the phenomena that affect development processes local.

Keywords: Governance, political violence, generating agents.


1. INTRODUCCIÓN

De gobernabilidad todo el mundo dice creer, conocer o saber y, al final, es solo una connotación imprecisa y ambigua, afirmación fuerte pero realista si se tiene como fundamento que la gobernabilidad hace referencia no solo a la institucionalidad estatal, sino también a la relación entre el Estado y la sociedad civil. Un buen gobernante requiere contar con niveles óptimos de gobernabilidad que le permitan facilitar las condiciones para llevar a cabo su proyecto político. Así mismo (Nogueira, 1994) citado por Neira (1999), define gobernabilidad como “la capacidad que tienen los gobernantes de tomar decisiones que atiendan demandas efectivas de los gobernados y de viabilizar las condiciones de preservación del poder”. Para ello, es importante que el gobernante tenga la capacidad para manejar eficientemente recursos, imponer un estilo de dirección e implementar políticas estables, de tal manera que le permitan lograr la aceptación ciudadana y la voluntad de la clase política involucrada.

Según Tomassini (1992, p. 25), la gobernabilidad no solo se refiere al ejercicio del gobierno, sino además a todas las condiciones necesarias para que esta función pueda desempeñarse con eficacia, legitimidad y respaldo social.

Ungar (citado por Bautista Roa & Rojas Escobar, 2011) considera que:

La gobernabilidad no se relaciona solamente con la estabilidad política del sistema. También aborda procesos de cambio social y de control de la economía, que deben estar enmarcados por un propósito democratizador que le permita a la mayoría de la población participar de los beneficios resultantes de esos procesos. Si bien las transformaciones políticas y los cambios económicos y sociales no siempre responden a la misma lógica y al mismo ritmo en el tiempo, sí deben estar orientados por un proyecto político común. En efecto, la gobernabilidad supone una forma de convivencia y consenso, en la que los diferentes actores económicos, sociales y políticos, públicos y privados desempeñen un papel particular. (p. 22)

Sin lugar a dudas, en un sistema político siempre habrá oposición parcial o total que ponga en riesgo la gobernabilidad, lo que crea una situación de tensión permanente, que algunas veces genera crisis. El conflicto y el choque de intereses entre las personas es algo inherente en la relación social. Esta connotación hace de la gobernabilidad una situación de tensión permanente, con un alto grado de probabilidad de generar ingobernabilidad. La ingobernabilidad es una “situación disfuncional que dificulta la actividad y la capacidad gubernamental” (Hernández Norzagaray, 2002, p. 111). Por consiguiente, la ingobernabilidad trae como consecuencia crisis de legitimidad, y una de las causas son las crecientes demandas sociales ante una limitada capacidad de respuesta del sistema político.

Gobernabilidad y democracia no siempre concurren en los países de la región; es muy claro que la gobernabilidad sin democracia es factor clave para el autoritarismo, así como también la democracia sin gobernabilidad conduce a las crisis e inestabilidad política de los países.

En Colombia hay diferentes maneras de concebir la gobernabilidad. Desde que el modelo político se aplica, la línea ideológica es la neoliberal; sin embargo, se han incluido nociones de participación ciudadana que equilibran el consenso, tal como se señala en la Constitución Política de 1991, y que se consideran como una herramienta para mejorar la articulación entre el Estado y la sociedad, lo que busca conducir a acuerdos.

En el ámbito político, la gobernabilidad obliga a cuestionar el funcionamiento institucional y social en todo el territorio, ya que el Estado en buena parte está ausente; parece contradictorio, pero la búsqueda de la gobernabilidad sustituye a la consolidación de la democracia.

La gobernabilidad se intenta lograr con políticas públicas asistencialistas, con la lucha anticorrupción, menguando la subversión, generando más recursos a los sectores más desfavorecidos; no obstante, la tarea del Estado sigue en déficit, razón de los constantes brotes de violencia que vive y siente Colombia desde hace varias décadas.

En entrevista realizada por Solarte Lindo (1998, p. 256) a Eduardo Pizarro León Gómez expresó que “más que una guerra civil generalizada, lo que existe es una completa y desgarradora geografía de la violencia”. Este concepto quiere significar que el país vive una situación de violencia común que se separaría de la noción de “conflicto armado” con las guerrillas, que es la que otros sectores comparten. El asunto radica en que la violencia “común” poco tendría que ver con las guerrillas, y la “violencia general” es equiparada por Enzensberger, citado por Posada Carbó (2001, p. 25), a “guerra civil”; concepto popularizado como “multiplicidad de formas de violencia”.

Para muchos, Colombia ha vivido 60 años de guerra civil. Esta afirmación en el país se considera exagerada y algunos autores manifiestan que lo que se vive son fenómenos aislados de violencia en ciertas regiones. Muy bien, si no es guerra civil, entonces es violencia, y violencia política, sin excluir otros tipos de hechos de agresión que padece el país. Según Cortina y Martínez Navarro (1996, p. 46), existen tres formas de violencia política: 1) la que ejerce el mismo Estado sobre ciudadanos, bien sea intra o inter-estatales (violencia de Estado); 2) la que llevan a cabo ciudadanos (siempre a través de grupos organizados) contra el Estado, en sus distintas formas de revolución, guerrilla y terrorismo, y que podríamos etiquetar como violencia insurgente; y 3) la que ejercen unos ciudadanos contra otros en un proceso de enfrentamiento civil por un modelo de Estado y que, como es evidente, ha de llamarse guerra civil.

Por otra parte, López Hernández (2010, p. 14), en su libro Y refundaron la patria…, muestra los niveles de cooptación de los grupos ilegales en toda la estructura del Estado, generando pobreza y desolación a la población víctima. En ese mismo sentido, Garay, citado por López afirma que:

La captura del Estado, usualmente se define como la intervención de individuos, grupos o firmas legales en la formulación de leyes, decretos, regulaciones y políticas públicas, para obtener beneficios propios y perdurables especialmente de índole económica y que, por supuesto, van en detrimento del interés general…(así mismo) esas formas de capturas del Estado más complejas no dependen de un soborno sino del uso de la posición aventajada de poder del captor en la estructura económica, política o social. (Garay et al., 2008, p. 55)

Ante este panorama es cada vez más difícil encontrar políticas públicas claras encaminadas a solucionar la encrucijada en que se encuentra el país.

Más aun cuando los funcionarios de las más altas esferas del gobierno y de las instituciones han sido permeados por los actores al margen de la ley, y la corrupción administrativa se apodera de los ingresos de la nación que con gran dificultad pagan los ciudadanos, generando más pobreza y debilitando la poca calidad de vida de las comunidades más pobres. La corrupción de los funcionarios genera la desconfianza en las instituciones lo que ha conllevado a la falta de credibilidad del ciudadano frente a las instituciones estatales.

En este mismo sentido, analizar el impacto de la violencia política en la gobernabilidad de Ocaña, como insumo fundamental para enriquecer su memoria histórica sociopolítica, de tal manera que muestre el efecto perturbador de los hechos violentos en la gestión pública local, sin lugar a dudas será relevante a la hora de diseñar e implementar nuevas políticas públicas en un posible escenario futuro de post-conflicto que satisfagan las necesidades de la ciudadanía. Mediante el uso eficiente de recursos, ejecutados por instituciones políticas legítimas, fundamentadas en la eficiencia de un gobierno local incluyente, el municipio de Ocaña podría mejorar su gestión pública, si se cumple una premisa fundamental: Que las negociaciones actuales entre el gobierno nacional y la insurgencia armada de las FARC lleguen a feliz término y conduzcan a la paz del país, para lo cual se parte del siguiente interrogante: ¿Cómo la violencia política, incide en la gestión pública de la ciudad de Ocaña, perturbando con ello la gobernabilidad?, derivándose el planteamiento de la siguiente hipótesis de investigación predictiva: La violencia política y la corrupción son los agentes de más afectación en la gestión pública de la ciudad de Ocaña, perturbando su gobernabilidad.

Sobre la base de las consideraciones anteriores, el objetivo de la investigación consistió en analizar el impacto de la violencia política en la gobernabilidad del municipio de Ocaña, lo que permitió identificar los agentes reconocidos como generadores de violencia a nivel regional, así como los generadores de desarrollo local, para luego interrelacionarlos a través de un modelo de evaluación de impacto, que permitió establecer el grado de incidencia entre cada uno de ellos.

En el proceso de indagación se tuvo en cuenta el enfoque cuantitativo y el método deductivo, con un nivel de investigación explicativa, fundamentados en lo expuesto por Arias (2004, p. 24) al afirmar que este enfoque “se encarga de buscar el porqué de los hechos mediante el establecimiento de relaciones causa-efecto”. Puesto que se demostró el comportamiento analizado de los agentes generadores de violencia y su incidencia en la gobernabilidad de Ocaña, se identificaron agentes reconocidos como generadores de violencia a nivel regional, a saber: grupos armados ilegales, cultivos ilícitos, narcotráfico, desplazamiento, corrupción y ausencia del Estado; además, se identificaron los factores generadores de desarrollo local como: cultura ciudadanía, empoderamiento, uso racional de recursos, sostenibilidad económica, sostenibilidad social, confianza inversionista, productividad y empleo.

La investigación se fundamentó en un diseño documental, teniendo en cuenta que “es un proceso basado en la búsqueda, recuperación, análisis, crítica e interpretación de datos secundarios […]” (Arias et al., 2004, p. 25), y para ello se tuvieron en cuenta el Plan Nacional de Desarrollo 2002-2006 “Hacia un Estado Comunitario”, el Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010 “Estado Comunitario: desarrollo para todos”, el Plan de Desarrollo Departamental 2008-2011 “Un norte para todos” y el Plan de Desarrollo Municipal 2008-2011 “A Ocaña decíle sí”, así como también los avances en materia de seguridad y convivencia ciudadana del Gobierno Municipal de Ocaña 2010 y lineamientos para el desarrollo de la subregión de Ocaña 2002.

La interpretación realizada a los documentos en mención permitió jerarquizar los impactos en orden de importancia de acuerdo con la dinámica económica, política y social del municipio, así como los aciertos o desaciertos en relación con la importancia de los procesos administrativos locales analizados.

Así mismo, como mecanismo de análisis y de estudio del nivel de impacto de la violencia política en la gobernabilidad de Ocaña, se utilizó el modelo de Evaluación de Impacto que, conforme a lo expuesto por González (citado por Mirabal Nápoles, Rodríguez Sánchez, Guerrero Ramírez & Álvarez Muñoz, 2012),

[…] La evaluación de impacto comprende los procesos de análisis, seguimiento y gestión de las consecuencias sociales, voluntarias e involuntarias, tanto positivas como negativas, de las intervenciones planeadas (políticas, programas, planes, proyectos), así como cualquier proceso de cambio social, invocado por dichas intervenciones […] (p. 171)

En tal sentido, en el desarrollo del modelo de la evaluación de impacto se tuvieron en cuenta mecanismos de confrontación de las situaciones críticas con un estrecho vínculo entre las variables seleccionadas: gobernabilidad, desarrollo local y nivel de violencia, que corresponden a la relación de cada una de ellas con los agentes identificados.

Por ende, los procesos sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales, aspectos claves durante la evaluación, se estudiaron desde el contexto regional dado que Ocaña es considerado puerta de entrada a la región del Catatumbo, en concordancia con las variables medidas a través de indicadores diseñados de acuerdo con una escala valoración de importancia (uno (1) significativamente menos importante; tres (3) menos importante; cinco (5) igualmente importante; siete (7) más importante y diez (10) significativamente más importante), lo que determinó los resultados de los criterios de impacto teniendo en cuenta su influencia o dependencia en la gobernabilidad local.

Seguidamente se seleccionaron las técnicas e instrumentos de recolección de la información teniendo en cuenta la revisión documental, y para ello se tomó como referencia a Arias et al. (2004, p. 66); es decir, se utilizaron las técnicas de análisis documental y de contenido mediante las fichas de validación de la información, así como el cuadro de registro y clasificación de las categorías.

Así mismo, como técnica de indagación se diseñó una matriz de impacto cruzado cuyo objeto fue analizar el grado de influencia y dependencia de los indicadores de primer, segundo y tercer nivel, y sus variables. Por lo tanto, la utilidad de esta matriz fue lograr un análisis de variables en forma interrelacionada y no aislada conformando un sistema entre sí, lo que posibilitó determinar los niveles de impacto y dependencia construidos por la interacción entre ellas.

2. RESULTADOS

Los resultados de la investigación se obtuvieron a través del diseño de una matriz de impacto cruzado, que según Jay Gordon (2004, p. 460), es un enfoque analítico de las probabilidades de un acontecimiento en un conjunto pronosticado. Estas probabilidades pueden ajustarse en virtud de las opiniones respecto de las interacciones potenciales entre los acontecimientos pronosticados (…). Es difícil imaginar un evento sin un antecedente que lo hiciera posible o que lo influenciara, o imaginar un evento que luego de ocurrido no dejara marcas. Esta relación entre los eventos y evoluciones se denomina “impacto cruzado”.

Para el desarrollo de la matriz fue necesario identificar una serie de indicadores que se clasificaron en primer, segundo y tercer nivel. Los indicadores de tercer nivel se refieren a los indicadores macros; los de segundo nivel integran características o patrones de relevancia para el área que se estudia y los de primer nivel o específicos se caracterizan por ser totalmente cuantificables en términos de medición, con unidades determinadas. Por tanto, las variables del primer nivel: gobernabilidad, desarrollo local y nivel de violencia son aspectos claves que durante la evaluación se estudiaron desde el contexto regional, relacionándolas con variables medidas a través de los indicadores diseñados (segundo y tercer nivel), de acuerdo con una escala de valoración de importancia, lo que determina los resultados de los criterios de impacto teniendo en cuenta su influencia o dependencia en el medio, tal como se observa en el siguiente cuadro:

Una vez definidos los indicadores se procedió a determinar el grado de influencia y dependencia entre los mismos, desde la incidencia de ellos en el nivel de gobernabilidad del municipio de Ocaña. La aplicación de la matriz permitió caracterizar siete impactos relevantes en la gobernabilidad del municipio, en el siguiente orden de importancia: presencia de grupos armados, narcotráfico, ausencia del Estado, corrupción, cultura ciudadana y desplazamiento.

En el plano cartesiano donde se determinan las áreas de impacto se obtuvieron dos tipos de actividades: las proactivas, que tienen una alta influencia en los niveles de gobernabilidad de Ocaña, y las reactivas con una alta dependencia del mismo. Al graficarse la relación de influencias sobre dependencias, localizadas en el eje de las X las dependencias, y en el eje de las Y las influencias, las áreas de impacto se pueden apreciar en la siguiente gráfica:

De la anterior gráfica se identificaron como actividades proactivas y reactivas las siguientes:

Las actividades ubicadas en el cuadrante II (Proactivo-Poder) (ver gráfica 1) reflejan aquellos impactos que se presentarán en el futuro de forma independiente, en el normal desarrollo del municipio; esto significa que están ubicadas en la zona de poder, con alta influencia y baja dependencia, estas variables dan lugar a puntos de observación de los efectos directos y a corto plazo. La actual administración municipal de Ocaña, a la luz de su plan de desarrollo, ha venido creando espacios de participación ciudadana, tales como presupuesto participativo, rendición pública de cuentas y comités de veeduría ciudadana, que de alguna forma han propuesto darle al ciudadano herramientas para que sea protagonista de su propio desarrollo y fortalezca los escenarios del buen gobierno.

Las variables ubicadas en el Cuadrante I (Crítico-Conflictivo) (alta influencia y alta dependencia) se consideran variables intervinientes, es decir, vehiculizadoras de defectos entre las independientes y las dependientes (ver gráfica 1). De esta manera se pueden establecer puntos de observación a mediano plazo en relación con los efectos indirectos de la intervención realizada. En este caso de estudio, ninguna variable se ubicó en este cuadrante.

Así mismo, las variables ubicadas en el cuadrante IV (Reactivo-Resultado) determinan baja influencia y alta dependencia; se consideran variables dependientes, es decir, dimensiones de monitoreo, seguimiento y evaluación a largo plazo, pues consideran el impacto remoto de la intervención realizada (esta es la principal ventaja de utilizar esta metodología). En el caso objeto de estudio, en este cuadrante se ubicaron variables como: cultura ciudadana, empoderamiento, corrupción, ausencia del Estado, desplazamiento y cultivos ilícitos, las cuales son altamente reactivas. Por ejemplo, el desplazamiento de la población sucede cuando ocurren enfrentamientos armados, o el descontento social se da cuando se comprueba corrupción en la administración pública, o la convivencia ciudadana se comienza a forjar con la cultura ciudadana y el empoderamiento.

Por último, las variables ubicadas en el cuadrante III (Nulo-indiferencia) (baja influencia y baja dependencia) se consideran falsos problemas o situaciones de coyuntura más que de estructura. En este caso analizado, no se da.

Una vez ubicadas en el eje cartesiano es posible representar las relaciones entre ellas, conectando las más poderosas (variables independientes) con las más conflictivas (variables intervinientes) y con las de mayor puntaje en el resultado (variables dependientes); ello significa que la intervención que se proponga tendrá un foco, pero sus efectos pueden ser rastreados en otros niveles del sistema. Es así que para la combinación se determinará el gradiante dependencia, el cual es llevado a un plano cartesiano que confirma la secuencia de relación del foco (problema) o incertidumbre detectada en el funcionamiento del sistema.

Ahora bien, el gradiante de dependencia se calcula a partir del cociente entre la Dependencia y la Influencia (GD = D / I), determinando el grado de incidencia de las variables para ser definidas como impacto negativo o positivo en la gobernabilidad que para la presente investigación resultó de impacto negativo, debido a la incidencia de la violencia sobre la gobernabilidad.

El gradiante de dependencia calculado muestra no tanto la dependencia y la influencia de las actividades más allá de una simple clasificación, sino que evidencia la incidencia real de los agentes generadores de violencia en el nivel de gobernabilidad de Ocaña.

La siguiente tabla muestra los resultados obtenidos de las sumatorias de las valoraciones de los indicadores de tercer nivel identificados en la matriz de impacto cruzado.

Los resultados de los gradiantes de dependencia se trasladan al plano cartesiano, como se muestra en la gráfica 2, resultando la evaluación de impacto,

En esta evaluación de impacto se puede observar cómo se ubican en los picos altos agentes generadores de violencia como: presencia de grupos armados ilegales, ausencia del Estado, narcotráfico, cultivos ilícitos, el desplazamiento poblacional víctima de la violencia y la corrupción como los fenómenos que más afectan los procesos de desarrollo local. Es de resaltar que esta afirmación permitió a los investigadores dar respuesta a la hipótesis planteada para el desarrollo de la investigación.

Es evidente, entonces, que dichos resultados reflejan la connotación del municipio de Ocaña como ciudad-región, a raíz de lo cual ha venido experimentando un reactivado incremento poblacional, especialmente en su cabecera, derivado de un crecimiento natural y de desplazamientos forzados provenientes de la zona rural y de los municipios de su área de influencia, migración de población predominantemente pobre y vulnerable que viene a agravar las condiciones ya difíciles de desempleo y pobreza de la ciudad. Estas condiciones que caracterizan al municipio y su área de influencia, unidos a la crisis económica de las zonas rurales circundantes, así como a la situación de violencia sociopolítica que azota a la región en su conjunto, han constituido los factores que en años recientes han reactivado los flujos migratorios, particularmente de población pobre, generando un proceso de concentración de la pobreza y de conflictos sociales en el municipio de muy difícil manejo y solución.

Este fenómeno ha incidido en el normal desarrollo de la vida social, económica, política, ambiental y cultural de la región, a tal punto que ha debilitado visiblemente el tejido social, derivado de la exclusión, la inequidad y la violencia, así como del desaprovechamiento de las potencialidades derivadas de la vocación del territorio o, en algunos casos, la explotación inadecuada que produce su deterioro y lo hace insostenible, dado que no se han superado condiciones relevantes para ser autosuficientes y competitivos.

3. DISCUSIÓN

De acuerdo con los resultados presentados en la gráfica 2, Ocaña también ha sido permeada por el flagelo de la industria del narcotráfico. La crisis del sector agropecuario, las precarias condiciones de la infraestructura social, los bajos niveles de calidad de vida, los altos índices de desempleo y la cultura del dinero fácil, son causas de la creciente desarticulación del tejido social, lo que afecta en forma directa la gobernabilidad que vive la ciudad, y conlleva a que las actividades ilegales se conviertan en una alternativa atractiva para muchas familias, especialmente las provenientes de la zona del Catatumbo y radicadas en la cabecera municipal de Ocaña, atraídos por los altos ingresos que dejan por fuerza de trabajo, el alquiler de tierras para el cultivo ilícito o el tráfico de insumos para su procesamiento.

De igual forma, Ocaña ha visto crecer fenómenos como la insurgencia armada, asentada en esta zona del país desde hace más de treinta años; que ha visto a las guerrillas del ELN formarse como pioneros en la década del setenta, más tarde en las postrimerías de los ochenta al EPL, luego a las FARC, y en la década de los noventa a las AUC. Así mismo, el crecimiento rápido y desbordado, con sus nefastas consecuencias, de los cultivos ilícitos de hoja de coca, ha sido la leña que le hacía falta a la hoguera de la guerra (Villarraga Sarmiento & Cañizares Arévalo, 2005).

El interés de los actores armados irregulares, tanto de la guerrilla como en su momento de las autodefensas y en la actualidad de las bandas criminales vinculadas al narcotráfico, se orientan al control de los cultivos ilícitos y de las diferentes etapas del procesamiento del alcaloide, además de otras actividades ilícitas, como el contrabando y hurto de combustible, tal como lo expresa el plan de desarrollo del Departamento Norte de Santander 2008-2011.

Del mismo modo, la débil presencia del Estado con inversión social que garantice el mejoramiento de las condiciones de vida de esta población, viene afectando de manera negativa el desempeño del sector productivo, el intercambio y la formación de riqueza, lo cual produce la inequidad que lleva como consecuencia, en la mayoría de los casos, a brotes de descontento social y a la pérdida paulatina de la legitimidad del Estado.

La intensidad del conflicto en la región ha provocado mayores niveles de pobreza, que ligada a otros fenómenos como la corrupción política, la escasa planeación y aprovechamiento de recursos e inversiones, han traído los resultados anteriormente expuestos. Todo ello ha conllevado a caracterizar esta región como una de las zonas socialmente más deprimidas del país; excepto Ocaña, los restantes municipios registran niveles de pobreza que cubren a más del 60 % de la población y en los índices de NBI alcanza un promedio de más del 75 %, tal es el caso del municipio de Hacari que ostenta el índice más alto, con 79.2 %, según lo enuncia el DANE, Censo 2005, por encima de los promedios departamentales y nacionales, lo que demuestra el poco desarrollo de la subregión.

La construcción del modelo de evaluación de impacto propuesto requiere de la voluntad institucional y del compromiso de los distintos actores sociales, políticos, económicos, culturales y ambientales, para que su cometido llegue a feliz término. El reto debe ser desarticular las propias resistencias, para permitirle al municipio enrumbarse hacia la consolidación de su liderazgo regional, en un territorio que presenta una doble condición: por un lado, sus graves problemas sociopolíticos y, por el otro, con una gran biodiversidad, que lo convierten en una de las zonas más ricas en recursos naturales del país.

En los actuales momentos coyunturales, con altas posibilidades de que los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las Farc lleguen a feliz término, es una oportunidad que tiene la región para lograr identificar y formular estrategias que garanticen la presencia real y efectiva del Estado, a través de recursos frescos como facilitadores de la inserción de esta parte del país en los procesos de desarrollo, de tal manera que la región salga de la postración, abandono e inequidad en la que ha vivido por muchos años. La inversión social encaminada a fortalecer sectores como infraestructura, salud y educación garantizarían un camino hacia el desarrollo.

Dadas las condiciones que anteceden, es necesaria la aplicación equitativa de políticas públicas locales de desarrollo, articuladas con instituciones del nivel nacional y departamental, de tal manera que se generen espacios de participación ciudadana para identificar y priorizar estrategias que conduzcan al municipio hacia el desarrollo social y económico sustentable.


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Pensamiento & Gestión
Revista de la Escuela de Negocios de la Universidad del Norte
http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/pensamiento
dparamo@uninorte.edu.co

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Barranquilla (Colombia)
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