ISSN Electrónico:2011-7485 |
Relaciones familiares en familias desplazadas por la violencia ubicadas en "la cangrejera" (corregimiento de barranquilla, colombia)
María Amarís Macías*, Angélica Paternina Marín**, Katherine Vargas Cantillo**
* Psicóloga, Universidad del Norte; Magistra en Desarrollo Social de la misma universidad; Matrice de Sciencies de L'Educaction, option "Development Social", Universidad de París XII val de Mame mamcms@uninorte.edu.ca.
** Psicólogas, Universidad del Norte.
Resumen
Este artículo presenta la comprensión alcanzada acerca de las relaciones de las familiasdesplazadas por lasviolencias ubicadas en La Cangrejera, asentamiento en el corregimiento de La Playa ubicado en el distrito de Barranquilla (Colombia). Para el abordaje de las relaciones se partió de la concepción de las mismas como interacciones entre los miembros de una familia, de donde se derivan procesos como la comunicación y la expresión de sentimientos, entre otros. El estudio se desarrolló bajo el paradigma cualitativo, utilizando como diseño metodológico el estudio de caso interpretativo. La recolección de la información se realizó mediante observaciones participantes y entrevistas abiertas. Los resultados muestran cómo las dificultades que han tenido que enfrentar ha sido motivo de unión, acercamiento, así como de conflictos, entre los diferentes miembros que conforman la familia. Las dificultades económicas influyen como factor generador de conflictos, sobre todo en el subsistema conyugal. Por otra parte, se encontró que las familias intentan adecuar sus viviendas a la manera como lo estaban en sus sitios de origen. En nna de las familias no hay muchos cambios culturales, la otra ha sufrido la modificación de los roles de género.Para la compresión de la realidadencontrada fue necesario tomar referentes psicológicos, sociológicos y lingi.iísticos.
Palabras claves: Familia, relaciones familiares y desplazamiento.
Abstract
This article presents the W1derstanding of relationships of families displaced by violence living in La Cangrejera, a setdement located in La Playa (a small village near Barranquilla, Colombia). To study the re1ationships, these were W1derstood as interactions among family members, from which processes such as communication and feeling expressions are derived. The research was carried out W1derthe qualitative paradigm, using as methodological design the study of interpretative case. Data were collected through participant observations and open interviews. Results show how difficulties faced by these families has become a reason for union, approaching, and also conflicts, among the different members of the family. Economic difficulties influence as a conflict generator factor, especially in the conjugal subsystem. On the other hand, it was found that families try to adequate their homes to the way the used to live in their places of origino In one oí the family, t:here are no much cultural changes, the other has suffer a modification in gender roleoTo understand this reality,it was necessary to use psychological, sociological and linguistic referents.
Key words: Family, family relationships and displacement.
EL PROBLEMA DESDE LAS FAMILIAS...
Gracias a la interacción con las familias desplazadas de La Cangrejera durante un año conocimos, derivado de ellos, los problemas a los que les concedían importancia, entre los cuales sobresalen los conflictos en la relación con sus familiares. El siguiente es el relato de una madre refiriéndose a la situación de su hogar:
...aquí hay problemas, hay incomprensión de las hijas para con la mamá, además tengo problemas con él {pareja} porque pasa en la calle más tiempo del necesario y no ayuda aquí...
A partir de esta interacción surgieron las siguientes preguntas que orientaron la investigación:
• ¿Cómo son las relaciones entre pareja, padre e hijos, entre hermanos y entre todos con la abuela?
• ¿De qué manera interviene las características de la familia, sus costumbres y creencias en la manera de relacionarse?
• ¿Cómo media la vida urbana y su antigua vida en el campo en sus relaciones familiares?
Para responder a estos cuestionamientos nos planteamos como meta el siguiente objetivo: Comprender las relaciones intrafamiliares entre los diferentes subsistemas de las familias desplazadas por la violencia ubicadas en La Cangrejera y establecer sus condiciones de vida.
¿CÓMO ALCANZAMOS NUESTRO OBJETIVO?
Esta investigación se realizó bajo el paradigma cualitativo con un diseño de estudio de caso interpretativo. Para ello utilizamos el análisis de contenido y del discurso.
Participaron 2 familias desplazadas de La Cangrejera, asentamiento ubicado en el corregimiento La Playa del distrito de Barranquilla, quienes manifestaron su disposición y compromiso para el estudio.
UNA MIRADA HACIA LA TEORÍA
A medida que se interactuó con ellos y conocíamos sus relaciones familiares recurríamos a los aportes que desde la teoría nos ayudaba a comprenderlos. El enfoque sistémico y estudios sociológicos nos lo permitieron.
La familia desde el enfoque sistémico
Desde el enfoque en mención, la familia es más que la suma de los miembros que la conforman, así cada uno influye en el sistema total y éste influye en cada individuo, además la familia se ve como parte del macrosistema de la sociedad, por lo que las variaciones que allí se dan causan cambios al interior del sistema familiar, a su vez los cambios en el seno de la familia se reflejan en la sociedad. En palabras de"; Malagoli-Tegliatti (1983), citado por Cusinato (1994), se considera a la familia como el sistema relacional primario en el proceso de individuación, crecimiento y cambio del individuo, crecimiento, considerado en el seno del proceso de individuación, crecimiento y cambio de todo el sistema familiar. Por su parte, la familia es comprendida por el sociólogo Páez (1984) como el núcleo de la sociedad en donde el individuo aprende valores, creencias, normas, a interactuar con el medio que lo rodea y se prepara para vivir en sociedad. La familia es la encargada del proceso de socialización que dura toda la vida del individuo, este aprende a ser él mismo, asumiendo los roles y los status asignados o adquiridos.
Como se observa, este enfoque y su concepción sobre la familia facilitan la comprensión de las relaciones familiares dado que, siendo el desplazamiento un fenómeno social, afecta a cada miembro que compone la familia y, al mismo tiempo, ésta ejerce influencia en la sociedad, como se plantea más adelante.
Relaciones familiares. Se ha planteado hasta el momento la importancia de los aportes teóricos para comprender las relaciones familiares, sin embargo, no se ha hecho explicito cómo se entiende desde la teoría este concepto. En realidad, es difícil encontrar una definición; diversos autores, como Cusinato (1994), Gimeno (1999), Satir (1978), Hernández (1998) y Sarmiento (1994), definen la relación como un proceso de interacción entre los miembros de la familia. A partir de los planteamientos de estos autores se pudo construir la siguiente definición: Las relaciones familiares están constituidas por las interacciones entre los miembros que integran el sistema; a partir de estas interacciones se establecen lazos que les permiten a los miembros de la familia permanecer unidos y luchar por alcanzar las metas propuestas. Dichas interacciones se manifiestan por medio de la comunicación, la cual permite observar los conflictos, las reglas y normas que regulan la homeostasis del sistema familiar, ya que el comportamiento de cualquier elemento del sistema lo altera en su totalidad. "
El sistema familiar se encuentra compuesto por diferentes subsistemas, entre los que se encuentran: el subsistema individual, conyugal, parental y fraternal.
Contribución sociológica y antropológica
Teniendo en cuenta que la cultura determina gran parte del proceso de individuación, crecimiento, cambio y socialización de las familias, resulta imprescindible recurrir a la sociología para conocer la cultura de estas familias y así comprender sus actuaciones, manera de relacionarse y de enfrentarse a la vida. En el desarrollo de la investigación fue preciso, sobre todo, para comprender la familia negroide, grupo del que proviene una de las familias participantes.
Nos hemos basado en los estudios de Virginia Gutiérrez de Pineda (1975), quien encontró que la característica básica de la"familia en este complejo es la forma de unión, la cual es de facto o de unión libre y la débil integración familiar, cuya etiología se encuentra en la continua movilidad de los hombres desde jóvenes de un lugar a otro en busca de mejores condiciones de vida, o actividades remuneradas. Las estaciones son eventuales, y se orientan por las zonas de mayor atracción para el mercado laboral, y se mueven de ellas cuando no satisfacen las expectativas, en pos de otras, que luego abandonan por nuevos lugares, dejando atrás el hogar, la mujer y los hijos, cuya separación va-debilitando las-fuerzas de integración. Si el regreso no es periódico, o si la familia no puede seguir al marido, éste olvida sus obligaciones familiares y crea otras nuevas, que luego abandona para llegar a una segunda meta, donde olvida los dos hogares precedentes y constituye un tercero. En ocasiones, las uniones son el resultado de transitorias atracciones físicas. Pasadas estas temporadas, las mujeres vuelven a quedar solas y las uniones se deshacen, sin embargo, la desintegración hogareña no limita a las mujeres en sus tareas biológicas. Las uniones que se quiebran hoy se integran mañana. Esto obedece a las creencias dentro de los grupos populares que dice: "el individuo llega a su plenitud adulta sólo cuando se ha reproducido", concepto que se hace más evidente hacia el sexo femenino; se considera que la mujer es un ser maduro y parte activa y conciente de su comunidad cuando "ha sido honrada con la maternidad" (frase popular). Y esta honra debe alcanzarse prontamente.
El machismo sexual. Los valores culturales trascendentes de progenitor no se marcaron, o se identificaron sólo con la paternidad biológica. El macho auténtico de esta subcuítura es aquel que da muestras de su virilidad procreando una descendencia numerosa, rica en varones, que multipliquen su sangre y su apellido y se conviertan en prueba viviente de su capacidad genitora.
La mujer negra. Por su parte, la mujer ha tomado la responsabilidad de la descendencia. Por lo que una unión marital, así sea de corta duración, representa la ayuda masculina que ellas necesitan para subvenir las necesidades materiales de la descendencia previa, habida en otros maridos.
Vivienda. Finalmente, se encuentra la condición de sus viviendas, las cuales son construidas en lugares súper húmedos sobre pilotes. Un gran cuarto constituye el cuadrilátero de la vivienda, que sirve de almacén, sitio de reunión, comedor, dormitorio y cocina. Carece de instalaciones sanitarias, servicio de agua y defensa contra los insectos, alumbrado eléctrico, y los enceres son reducidos a lo mínimo.
El desplazado. Dado que esta investigación se realizó con personas desplazadas por la violencia, es muy importante conocer quiénes son los desplazados para realizar verdaderamente una comprensión de las familias que vivencian este fenómeno.
"Es desplazada toda persona y/o grupo familiar forzado a emigrar en el interior del país, que deja(n) el lugar donde vive(n) y traba] an(n) porque su(s) vida(s) o su integridad física, su seguridad y libertad personal ha sido violada o es amenazada por uno o varios de los siguientes eventos causados por el hombre: conflicto armado interno; problemas y tensiones internas; violaciones en masa de los derechos humanos; infracciones al derecho internacional humanitario u otras circunstancias originadas por las situaciones anteriores que podrían alterar o alteran de manera drástica el orden público" (considerando en el artículo 2569 del 12 de diciembre del 2000).
CONDICIONES DE VIDA
Antes de presentar la realidad encontrada en torno a las relaciones familiares de las familias desplazadas de La Cangrejera, resulta necesario conocer sus condiciones de vida en el campo y durante su vida en la ciudad, ya que median en la manera como se desarrolla su vida cotidiana y, por supuesto, en la forma de relacionarse con su familia.
Vida en el campo
A partir de su relato identificamos tres grandes subcategorías que contienen la narración del acto de desplazamiento y qué los llevó a ello, el lugar del que son originarios y sus costumbres y, las cosechas de las que disfrutaban.
Lugar de origen y sus costumbres. Las raíces de estas familias se encuentran en el sector rural de la región Caribe colombiana, características que los hace herederos de un legado cultural con el cual se identifican y no han logrado separarse.
A partir del discurso de los miembros de la familia pudimos conocer algunas de sus costumbres, dentro de las que se encuentran que para lavar se desplazaban hasta las orillas del río, y allí, sentados en una tabla, prácticamente al nivel del agua, realizaban su labor; las actividades del campo eran efectuadas tanto por los niños como por los adultos -hombres y mujeres-, la cría de animales, como gallinas, patos, cerdos correspondía a la mujer, y la del ganado a los hombres.
El aspecto más citado por ellos es la facilidad que tenían para acceder a la alimentación y plantas medicinales. El acceso a la alimentación se menciona en el apartado sobre cosechas.
Otro aspecto importante lo constituyen las costumbres adoptadas ante la aparición de una enfermedad. En una ocasión, una de las hijas de Clemencia se enfermó; al respecto nos comentó: "Eso hay que tratarlo con matas, hay buenas matas, de hierbabuena, ajo, cebolla, toronjil, eso la sana. Nosotros sí sabemos de eso. La gente por allá por el pueblo no toma casi remedio; por allá sí hay buenas plantas, hay de todo".
El primer recurso que intentan para sanar es la medicina natural, a través de las plantas medicinales, y sólo ante la ineficacia de este método recurren a los especialistas en salud; sin embargo, la incredulidad ante sus mecanismos y el poco dinero con el que cuentan; retrasa el recurrir a los médicos.
Cosechas y cría de animales ... "Yo tenía la comida ahí fresquita. Cuando iba a cocinar era que yo le decía a mis pelaos: pelaos vayan y me traen unos ñames. Me traían 3-4 ñames. Cuando necesitaba yuca arrancaba la mata", cuenta una madre, y se observó de manera recurrente a lo largo de la investigación, a través de su discurso se analiza que sus recuerdos están matizados por la nostalgia de aquel pasado en que la comida estuvo al alcance de sus manos, y por el reconocimiento de la calidad de los productos que ellos cultivaron. Acostumbrados a trabajarla tierra, una de las mayores facilidades que tenían como agricultores era el acceso a la alimentación por constituirse en el resultado de su quehacer cotidiano. Al llegar a la ciudad valoran esto, ya que aquí no encuentran la cantidad de alimento que normalmente consumían, por lo cual optan por realizar otras actividades que les permitan subsistir en este contexto. Ellos no tenían lujos ni facilidades económicas pero tenían la manera de colmar satisfactoriamente una necesidad básica como es la alimentación.
Cultivar representaba la actividad económica más importante de la familia, para la cual habían desarrollado la destreza necesaria para llevarla a cabo, sumado ahora en la impotencia por la dificultad para responder AJasiacdvidades^ecojiómica^^^ na, hacia las cuales no se sienten igualmente competentes. Esta situación conlleva para ellos problemas de adaptación en el lugar receptor, ya que no cuentan con los medios necesarios para cubrir sus necesidades, y como consecuencia recuerdan incesantemente las facilidades alimenticias de la que gozaban en su tierra.
Estudios realizados por Gutiérrez (1975) muestran que la mayor actividad económica de la Costa Caribe es la agricultura y la ganadería, ya que sus suelos tienen las condiciones aptas para su desarrollo. Vemos entonces que la riqueza de estos suelos ha sido motivo de conflicto con los grupos izquierdistas y derechistas colombianos, ya que los apetecen para la siembra de cultivos ilícitos (Lozano & Osorio, 1999).
¿Por qué se desplazaron? "Yo vengo desplazada de un pueblito..., allá llegaron y mataron una hermana mía, mi hijo se voló... al otro día que enterramos a mi hermana, yo le dije a mi esposo 'vamonos de aquí...' mi esposo decía que cómo íbamos a dejar todo ahí, pero yo-quería proteger la vida; agarre y metí lo que pude en una bolsa y nos vinimos para Barranquilla"...
En ambas familias existen dos puntos convergentes impulsadores de tomar la decisión de abandonar sus raíces, costumbres y forma de vida: primero el ser víctima de la violencia política colombiana y segundo, tomar la decisión de desplazarse con la intención de salvar sus vidas y la de su familia. Con relación a esto encontramos que Arisrizabal y Palacio (2003) dicen que hay que sobrepasar la concepción del desplazado como víctima indefensa del conflicto armado y considerarlo como sujeto responsable de sus actos. Ellos encontraron en una investigación realizada con una-población similar que asumir las consecuencias que del desplazamiento se derivan atenúa los efectos traumáticos y hace posible que estos sujetos tomen posición activa respecto al hecho de ocuparse de rehacer sus proyectos vitales.
Vida en la ciudad
LíT familia desplazada y su llegada al lugar en donde viven. "Nosotros llegamos aquí después de dos desplazamientos... Aquí primero estuvimos en el Bosque, después... en la Plaza de la Paz, y de allá nos tiraron en el parque de La Playa...un señor se condolió...y nos trajo aquí".
Estas familias se ubicaron en el corregimiento La Playa; en la última parte del corregimiento había un terreno desolado lleno de monte y con pantano, el cual tuvieron que adaptar para poder vivir. El nombre originario de lugar era Villa del Mar, pero los nuevos moradores lo bautizaron como La Cangrejera, ya que el terreno se caracteriza por la alta presencia de cangrejos, debido a la cercanía con la ciénaga de Mallorquín. Situación similar señalan en su investigación Ramos y Gonzáles (1999) al señalar que la mayoría de los desplazados llegan a las ciudades y se ubican en barrios tuguriales o invaden terrenos; en ninguno de los dos casos se encuentran en buenas condiciones.
Luego de la vaga construcción y adecuación de las viviendas, la comunidad organizóla Asociación de desplazados del corregimiento de La Cangrejera "Vida Nueva" con el interés de concretar formas asociativas que les permitiera encontrar la ayuda necesaria y soluciones a sus problemas más sentidos. El lugar donde se reúnen es uno de los más importantes para los moradores, denominado "la bodega", hecha de tablas y láminas de zinc, como las demás construcciones del sector.
Pero en La Cangrejera no sólo habitan desplazados; también habitan familias pobres históricas oriundas del departamento, que se enfrentan con la población desplazada, ya que no reciben el apoyo y las ayudas que el Estado les suministra a éstos.
Situación en la que viven. "Quizás teníamos que venir par conocer otras cosas porque yo por allá no conocía lo que era la carencia,... ya sé lo que es la necesidad"... Desde que llegaron las familias se encuentran en condiciones muy precarias, carecen de una adecuada vivienda, servicios públicos, alimentación, salud, es decir, ni siquiera satisfacen las necesidades básicas, ni hablar de recreación.
Las casas están elaboradas de tablas sobrepuestas, techo de zinc corroído por la salinidad del mar, piso de tierra. No es común ver en las casas divisiones para los diferentes sitios. Por lo general cuentan con una sala-cocina y pocos cuartos para muchas personas; en algunas casas no existen habitaciones para las parejas, ni patio y terraza; el baño está hecho de palos que lo rodean con sacos o tablas distanciadas. Las viviendas no tienen alcantarillado, el servicio de agua no es facturado y la luz es muy tenue, ya que la toman de las acometidas del corregimiento, no cuentan con gas natural, ni telecomunicaciones.
Las calles están sin pavimentar; en época de lluvia, el agua no fluye adecuadamente, por lo cual se forman charcos en las calles que se convierten en focos infecciosos que afectan a la población. La poca higiene del sector aumenta la presencia de insectos; uno de los más percibidos es la mosca.
"Aquí, por ejemplo, hay insectos que ni ustedes se imaginan, cucarachas, ratas, uhhh de todo eso abunda aquí. Y es como las ratas andan en la alcantarilla, y como aquí no hay..."
Pese a las precariedades, ellos valoran la libertad de expresión, la ausencia de opresión o violencia y el derecho a afirmar sus tradiciones y su propia cultura (r.s.s, 1998). En las calles de La Cangrejera se observa caminar a los niños descalzos con pocas prendas de vestir sobre sus menudos cuerpos. Es notoria la desnutrición de estos niños, lo cual es un factor desencadenante de enfermedades futuras. Una buena nutrición es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida (Sagan &Druyan, citados por Amar, 1995).
Carecen además de escolaridad. Es evidente la precariedad de acceso a niveles formales de educación, hecho que les da menos ventajas en el medio urbano y que les exige mayores esfuerzos en los procesos de reubicación, diseño de proyectos y gestión ante las instituciones (Lozano & Osorio, 1999).
Llegamos a la comprensión que estas necesidades sin solventar tienen fondo en el constante desempleo que deben enfrentar estas familias. Como dijimos anteriormente, su preparación como trabajadores del campo no les permite acceder fácilmente a un trabajo urbano, por lo cual optan por trabajos informales —ocasionales—. La fuente de empleo a la que más acceso tienen las mujeres es el servicio doméstico; todos, oficios con baja remuneración que dificulta la consecución de recursos suficientes para la manutención de sus extensas y numerosas familias.
Esta situación afecta todo su sistema familiar, así como a cada uno en su individualidad. Veamos cómo es sentido por alguno de los miembros de la familia Ordóñez.
En una conversación con Evelin nos contó:
Investigadoras: ¿Ycómo te está yendo con el papá del niño? Evelin: (tuerce la boca y con su mano hace un gesto de más o menos).
Investigadoras: ¿Y eso?
Evelin: ahhh, que no tiene trabajo fijo y se las desquita conmigo; entonces anda aburrió, como si yo tuviera la culpa de la falta de trabajo.
Para analizar e interpretar este escenario podemos contar con lo encontrado por Palacio y Sabatier (2002), quienes señalan que las familias desplazadas están en situaciones muy precarias, el nivel promedio de ingreso mensual es de $80.000 mensuales y sus empleos son informales. Ante la precariedad de su situación económica, las familias han hecho uso de su recursividad aprovechando las habilidades adquiridas en el campo para desarrollar estrategias de supervivencia. Tal es el caso de la fabricación y comercialización de productos alimenticios, como suero, pasteles y bollo de mazorca, de angelito y limpio. En este proceso interviene toda la familia y se convierte, también, en un espacio para compartir y dialogar.
Relación con el Estado. "La señora X se robó una plata que era para nosotros los desplazados; ella tenía un proyecto para poner un restaurante y se robó la plata, se voló con un poco de millones; ahora, las casas que van a entregar en el Km 7 son solamente para 25 familias, de pronto les dan patios a otros... Se dice que había venido unas neveras, televisores a color, aires acondicionados, entre otros electrodomésticos, y la señora de Pastoral Social dijo: 'pobres desplazados que vienen del monte, que van a saber ellos de aire, nevera o televisor; eso nos lo repartimos entre nosotras aquí...'"
La relación que estas familias mantienen con el Estado es conflic-tiva, ya que lo acusan de desamparo al no brindar las condiciones óptimas para su adaptabilidad y pertenencia a la comunidad receptora. Por otra parte, también argumentan que las "ayudas" otorgadas por el Estado, en algunas ocasiones son canalizadas hacia otros destinatarios y finalmente no son los desplazados los beneficiados, o se entregan en poca cantidad y no alcanza, teniendo en cuenta la población necesitada. En acuerdo con esto, Palacio (2003) afirma que el Estado ha mostrado debilidad en su gobernabilidad para proteger a la población ubicada en zonas de guerra, debido a lo cual se han visto forzados a desplazarse.
Por otra parte, las entidades gubernamentales y ong's facilitan programas para esta población, pero la falta de resultados tangibles, en opinión de los desplazados, y el exceso de reuniones generan apatía, desinterés y hasta la ausencia de la población (Guevara, 2003). Por otra parte, estas familias desplazadas han tomado una posición fatalista, por lo cual atribuyen toda la culpa de su situación al Estado, y por lo tanto las estrategias para sobrevivir, sin crear por ellos mismos oportunidades que se lo permitan (Sánchez & Jaramillo, 1999).
CARACTERIZACIÓN DE LA FAMILIA
Número de integrantes de la familia. Dadas las diferencias en las dos familias participantes del estudio, y con miras a comprenderlas, se hace necesario analizarlas individualmente.
La familia Pérez es una familia nuclear, compuesta por ocho miembros: los padres y seis hijos. Como podemos ver, es una familia numerosa.
La familia Ordóñez es una familia extensa, perteneciente a la cultura negroide. En el hogar habitan dieciséis personas: los abuelos —el señor Ordóñez y la señora Gabriela—, centro de la familia, los hijos de la señora Gabriela y sus nietos. La unión libre inestable es una constante en esta familia.
Las familias participantes de esta investigación son numerosas. Mujeres y hombres tienen muchos hijos, en ocasiones de diferentes padres y madres. A esto se suma que en algunas ocasiones los jóvenes conforman su hogar y se instalan con su pareja e hijo en su hogar de origen, ya sea en el hogar de la mujer o en el del hombre.
El elevado número de miembros en el hogar es el resultado de la alta valoración a la reproducción y la maternidad; esta manera de pensar la sustentan en que "los niños traen el pan debajo del brazo", haciendo referencia ala alimentación, aspecto con mayor valoración por ellos. Ser madres dota de sentido sus vidas y los hijos se convierten en el centro de su existencia; por parte de los hombres el sentido varía, ya que la crianza y la manutención del hogar, luego del desplazamiento, queda a cargo de la madre. Esto lo podemos comprender desde los planteamientos de Virginia Gutiérrez (1975) cuando nos dice que por medio de la descendencia la mujer adquiere un nuevo estatus social y el hombre reafirma su capacidad genitora.
Por otra parte, Páez Morales (1984) afirma que "la familia extensa es solidaria y fraterna y se va configurando por la pareja cabeza de familia y sus hijos, quienes, a su vez, conforman uniones legales, o por la abuela, quien agrupa a su alrededor a los hijos habidos en uniones consensúales y a los hijos de sus descendientes mujeres (el fenómeno delmadresolterismo)".
Costumbres de la familia
Son muchas las costumbres de estas familias; en ellas podemos observar la influencia que aún ejerce el campo dada la continuación de las mismas en su nueva vida citadina.
La tradición oral prevalece en la manera como trasmiten sus tradiciones, ritos y costumbres a generaciones siguientes por medio de historias y conversaciones informales con los miembros de la familia. Los niños, jóvenes y mujeres adultas acostumbran saludar de beso en la mejilla y abrazo; los hombres adultos saludan con un fuerte apretón de manos y en ocasiones con abrazos; grandes y chicos preguntan por la familia del visitante y les envían saludos. Son muy hospitalarios, hacen atenciones ofreciendo lo que tengan de comer a la visita, comparten su comida o los productos que ellos mismos elaboran y comercializan.
Al caer la tarde se sientan en la puerta de la casa "a refrescarse", como dicen ellos, desde allí conversan con algún miembro de la familia, vigilan a los niños, hablan con sus vecinos y observan lo que sucede a su alrededor. Esta es una costumbre que continúa desde que vivían en sus veredas.
Su vestido es cómodo y fresco y se preocupan por su apariencia física. En una ocasión la señora Gabriela le dijo a Clemencia:
Señora Gabriela: Mira, niña, antes que otro se burle de ti en la calle, mejor te lo digo yo, tu mae, esa camisa con ese pantalón te queda horrible, ese pantalón se te mete entre las nalgas y la camisa te queda muy cortica.
Clemencia: Yo no me voy a ir con esa blusa tan fea, yo me voy a cambiar (y con la ropa colgada en la pita, le mostró una blusa y preguntó). ¿Con ésta sí, mami?
"Las personas aveces creen que ser desplazados es sinónimo de estar sucio y harapiento..."
Por otra parte, a la hora de alguna comida no acostumbran a cenar ni almorzar en familia, cada quien toma su plato y se dispersan por la casa.
Creencia en Dios. Clemencia:... "Me gusta la evangélica, claro que yo soy seguidora de Cristo no de la religión...lo que pasa es que yo me retiré por la rabia que le tenía al papá de las niñas. Cuando uno está en pecado se aleja de Dios, y eso me pasó a mí, pero ahora volví otra vez y vivo agradecida con El por todo lo que ha hecho...Yo soy otra ya no vivo amargada, mi genio cambió. Ahora le doy gracias a Dios por todo lo que me ha dado. Él cambió mi vida".
La creencia en Dios hace parte de las familias; las mismas son trasmitidos a los hijos. Para ellos, el creer en un ser supremo que los cuida es una necesidad.
Al llegar a los lugares de asentamiento, diversas iglesias, como las evangélicas y los testigos de jehová, arriban con el propósito de evangelizarlos; muchas de las personas se convierten a alguna de estas religiones y cambian la que practicaban en el campo, por lo general la católica.
Ser parte de un grupo religioso para las familias desplazadas es una manera de tejer redes que les sirva de apoyo en situaciones caóticas, así como manera de distracción y dispersión, ya que conocen nuevas personas a quienes consideran amigos. Además, la creencia en Dios les permite sentirse apoyados y fuertes para continuar la vida a pesar de las dificultades. Madariaga y colaboradores (2000) en su investigación con niños desplazados comentan que las prácticas religiosas les ayuda a sobrellevar las circunstancias de una manera más fácil.
Características de los miembros de la familia. Como en toda familia, existen diferencias generacionales entre padres e hijos y entre hermanos adultos y niños, cada subsistema interactúa de manera distinta antes las diversas situaciones, es así como desde la individualidad influyen en la relación del sistema familiar.
• Adultos. Se caracterizan por mostrarse fuertemente afectados por el cambio que ha tenido su vida desde el desplazamiento. En el caso de la mujer, madre de la familia Pérez, ha cambiado el rol de ama de casa por el de trabajadora. Las madres han tomado la responsabilidad de la manutención del hogar, siendo este tema fuente de estrés con el cual conviven diariamente, además son el apoyo afectivo para la familia. Son "pujantes" y emprendedoras; para ellas lo más importante es el bienestar de su familia.
Por su parte, los hombres han adoptado un papel pasivo al interior de la familia por tomar un papel activo trabajando en pro de la comunidad. Concordante con esto, Palacio y Sabatier (2002) señalan que la madre está presente en la mayoría de los hogares, siendo cabeza de fámula, pero con una condición laboral precaria o des empleada.
En cuanto al nivel educativo de los adultos, es bajo, pocos han cursado el bachillerato, y algunos han hecho algunos cursos de primaria, no demuestran mucho interés por estudiar, y prefieren que sus hijos asistan al colegio antes que ellos.
• jóvenes. Tienen una mente abierta al cambio, tratan de buscar alternativas para la solución de los problemas y aprovechan la estadía en la ciudad para aprender a hacer nuevas cosas. Sin embargo, hay momentos en los que parecen desfallecer, y perder las esperanzas al ver que las oportunidades de empleo son difíciles y que en el hogar la situación económica no da espera; es entonces cuando recuerdan con añoranza su sitio de origen o se desesperan teniendo ideas recurrentes de falta de sentido de la vida y piensan, según lo expresado por ellos, que es mejor estar muertos.
• Niños. Son activos, su actividad principal es jugar con sus hermanos, primos y/o vecinos. Son sociables e interactúan libremente con las demás personas.
El nivel educativo también es muy bajo, son pocos los que asisten a la escuela, por lo cual se retardan un poco los procesos lingüísticos en ellos. Por otra parte, los niños que estudian muestran en su vida académica altibajos, y para ellos el estudio es como un castigo, ya que les resulta difícil aprender. La situación económica afecta directamente a los niños, ya que en su gran mayoría éstos se encuentran desnutridos y presentan atrasos en su desarrollo físico.
• Altibajos emocionales. Mujeres y hombres algunos días están alegres, buscan el lado positivo a los problemas, se ríen de las pilatunas de los niños, juegan con ellos y bromean con los demás, siendo períodos de calma familiar, pero éste no es un estado que permanece en el tiempo; otros días se encuentran tristes, ansiosos e irritables, y son vulnerables a las palabras y acciones de sus seres queridos, en especial las de sus hijos. Durante estos ciclos hacen y dicen cosas sin sentido que pueden herir a los receptores de sus palabras, ya que los mensajes son cargados de expresiones fuertes que indican preferencias por hijos, ofensas a los demás, entre otras.
En estos períodos se encuentran influenciados por la tensión que genera las carencias económicas, el desempleo y las necesidades imperantes en el hogar, ante las cuales se sienten impotentes y sin recursos para enfrentar y ser como antes que respondían adecuadamente con las necesidades materiales de su familia; a esto se suma el ciclo evolutivo por el que atraviesan sus hijos, ya sea por la necesidad de exploración de los niños, los juegos y la necesidad de ser parte de un grupo durante la infancia o la adolescencia, muchas veces incomprensibles para ellos, que los lleva a exigirles más de lo que los hijos pueden dar.
En investigaciones realizadas en esta comunidad se han encontrado altos niveles de ansiedad y depresión, así como poca capacidad de planeación en los jóvenes, en especial los de género femenino, a medida que avanza el tiempo de haber llegado al lugar de asentamiento el comportamiento y la adaptación de los desplazados se ve más afectado; esto puede deberse a las dificultades que han encontrado o por factores que se han agravado desde su llegada pero que ya existía en sus vidas; además observaron que a medida que los sentimientos depresivos aumentaban, también lo hacía la agresividad, y que a medida que la familia tiene un ingreso menor, los comportamientos altruistas y planificadores son más numerosos (Palacio & Sabatier, 2002).
Todo lo anterior nos permite comprender la volubilidad de los miembros de estas familias, ya que su salud mental se ha visto afectada por el desplazamiento y han debido adaptarse a situaciones no previstas por ellos.
ASÍ SON LAS RELACIONES FAMILIARES
Con el fin de comprender las relaciones familiares de la población desplazada de La Cangrejera, se analizaron todos los espacios en donde interactúan cada uno de los subsistemas que componen la familia, considerados por ellos como positivos (adecuados) o negativos (relaciones en conflictos).
Relaciones entre compañeros (pareja)
Para aclarar un poco los términos e ir acorde con la investigación, se decidió no alterar la manera como ellos le llaman a su esposo o pareja, ya que en ningún momento a lo largo de la investigación se les escuchó hablar en estos términos sino de "compañeros".
A partir del análisis de contenido y del discurso se deriva que la mujer quiere a su compañero, lo cuida y demuestra su afecto y respeto por medio de sus acciones (en la manera como le habla, le mira y lo trata, estar al pendiente de su topa: lavarla y plancharla, tener la comida a tiempo, cuidar a los hijos, seguirlo a donde éste vaya).
Además, comprende la situación laboral de su compañero y no le presiona para que aporte económicamente en el hogar, y cuando tocan el tema ella se muestra muy comprensiva, como lo veremos en el siguiente relato: "Ay sí, Jerónimo, ya que no puedes trabajar en una empresa, deberías hacer cositas de éstas y vender, así me ayudas". (Todo esto le decía con un tono de voz y expresión facial suaves, con las manos entrelazadas en la parte de adelante, con su cuerpo inclinado hacia un lado).
A su vez, el hombre, en algunas ocasiones, colabora con las labores del hogar y con los hijos mientras la mujer se encuentra trabajando. Sin embargo, las demostraciones afectivas de éste son pocas. Al respecto Cifuentes, Massiris y Ruiz (1998) encontraron en una investigación con familias desplazadas que las demostraciones afectivas entre las parejas desplazadas no son muy frecuentes.
Por otro lado, en la familia de cultura negroide, tanto mujeres como hombres aceptan los hijos de otras uniones, el trato hacia ellos es de afecto y apoyo, no es discriminante ni se observa rabia o celos por parte de algún miembro de la pareja, como lo podemos ver a continuación: ..."Ricardo (su hijo mayor) tiene una hermanita y un hermanito, porque otra muchacha tuvo una niña con el papá de mí bebe, nacieron el mismo mes y todo". (En su rostro había tranquilidad y aceptación).
Como lo plantea Virginia Gutiérrez (1975), la cultura un fuerte macbismo y valoración por la descendencia en hombres y mujeres, además nos dice que ante la necesidad de la mujer de mantener a sus hijos, se ve abocada a conseguir ayuda masculina.
A pesar del apoyo y los aspectos positivos, en este subsistema se presentan muchos conflictos:
Tomasa: Espero quedarme en el trabajo hasta diciembre. Investigadoras: ¿Y por qué nada más hasta diciembre? Tomasa: No, muchachas, ya hasta diciembre, después que Jerónimo trabaje en lo que sea, aunque eso lo veo más difícil; es que ya está bueno, uno como mujer, como mamá, necesita estar en la casa, junto con sus hijos. Esto ha desintegrado mucho a mi familia, a mis hijos las cosas por acá no marchan bien... hay muchos problemas con Jerónimo...
Las dificultades económicas ejercen gran influencia al interior de la relación entre compañeros, lo cual los lleva a enfocar su atención en la consecución de recursos para subsanar las necesidades básicas de sus hijos, actividades que los lleva a descuidar su relación de pareja, así los hijos logran penetrar los límites de este subsistema con las necesidades materiales y evidenciar la carencia económica que viven estas familias.
Fishman y Minuchin (1984) afirman que el subsistema conyugal debe tener límites que lo protejan de la interferencia de las demandas y necesidades de otros subsistemas, en-particular de los hijos y parientes políticos, para construir la unidad base de la familia y servir de modelo a los hijos en las construcción de sus futuras relaciones de pareja; sin embargo, Cimentes, Massiris y-Ruiz (1998) encontraron en su investigación que en la mayoría de los cónyuges desplazados no hay interés por tener una relación de pareja adecuada.
Por otra parte, se encuentra la relación entre parejas jóvenes. A partir del discurso de estas personas se deriva que son relaciones inmaduras y con poca planificación, ya que por lo general se forman ante un embarazo, y aunque empiezan con el deseo de superar los obstáculos, al poco tiempo se deshacen. Cusinato (1992) afirma que las dinámicas del encuentro de pareja están marcadas por el grado de madurez de los dos miembros de la pareja; es decir, por la capacidad para mantener la propia identidad abriéndose a la reciprocidad de la pareja; así, en un estado de inmadurez la persona no es capaz de formar relaciones basadas en la diferenciación.
Relación madre-hijos
A veces mis pelaos se ponen tristes y empezamos a recordar, pero yo les doy ánimo, porque sí no hummm... Y yo les digo que todo pasa porque Dios lo permite... (señora Gabriela).
Pa' ve, vieja (mira el collar que lleva puesto la mamá), eso queda mejor corto, vieja (acaricia el rostro de su mamá)... así te ves mejor (baja el tono de voz y acaricia las mejillas de la señora Tomasa...) (Observación de la señora Tomasa con Nicolás, su hijo).
Una de las relaciones que puede reconocerse con mayores fortaleza y vínculos afectivos es ésta. Aquí predominan el afecto, la confianza, la comprensión, el apoyo y el respaldo mutuo. La atención a los hijos y la preocupación por su bienestar constituye otra manera en que las madres demuestran el afecto hacia sus hijos; ellas no sólo están atentas a sus necesidades sino que garantizan la consecución de lo requerido por medio de su trabajo. Su esfuerzo ha reforzado en los hijos el sentimiento de respeto y admiración hacia su madre, lo cual conlleva a que ellos deseen apoyarla y aportar económicamente en el hogar por medio de trabajos que estén a su alcance.
Son las madres desplazadas las que toman el rol de apoyar a los demás miembros de la familia, ellas se preocupan, olvidándose un poco de ellas mismas, y dan fuerza a los demás. Todo lo hacen con amor por una sola razón: los hijos le dan sentido a-sus vidas y por ellos son capaces de trabajar sin descanso, aun en condiciones nunca sospechadas, como trabajar fuera del hogar.
Los aportes desde la sociológica de Parson nos permiten comprenderlas relaciones entre madre e hijos en familias nucleares, como la familia Pérez, en cuanto la madre cumple un rol fundamental en la vida afectiva de la familia, el cuidado de los hijos y de las tareas domésticas, por estar más próxima y en forma más constante con los hijos que con el padre. Vemos así que la madre no ha cesado de cumplir el rol que desempeña desde el campo, ella continúa cuidando a sus hijos tanto económica como afectivamente. Entre tanto, comprendemos el vínculo existente entre madre e hijos en las familias negroides por medio de las investigaciones de Virginia Gutiérrez de Pineda (1975), quien encontró que la madre es la ñgura que permanece a lo largo de la vida de los hijos y es la encargada de la descendencia; aunado a ello se encuentra lo citado anteriormente, en cuanto a la valoración que las mujeres dan a su prole, ya que les proporciona estatus de adultas y pertenencia a su comunidad.
Madre e hijos han entendido que el uso diferenciado de autoridad constituye un ingrediente necesario del subsistema parental, ingrediente que bien utilizado por las madres resulta muy benéfico para las familias (Sarmiento, 1994) dándose y aprendiendo una relación de respeto.
Como podemos ver, en este subsistema se han llevado adecuadamente las relaciones, lo cual nos permite afirmar que se cumple con el concepto tradicional de familia: cuando todo lo demás haya fracasado; el lugar donde podemos recuperar el aliento y sacar "nuevas energías" para enfrentarnos mejor al mundo exterior (Satir, 1978).
Pese a las buenas relaciones, los inconvenientes también están presentes en este subsistema. "Ahora tengo que prepararle el tetero a Ángela. ¿Cómo voy a prepararlo si Juan se llevó la plata y no me trajo el alimento de la niña? ¡Si me hubiera dejado la plata!, pero no, se la llevó. Ahora llega a la noche y dice que se le perdió. Si fuera que llegara, pero me toca salir de 10 a 11 de la noche a ver dónde está...ahora este pelaíto lo único que hace es mortificarme la vida; por eso es que yo soy así de amargada...gracias a Dios apenas tengo un niño, porque soy feliz con mis dos niñas". (Las lagrimas caían copiosamente por sus mejillas).
Clemencia - Madre. Los conflictos con los hijos se presentan por algunas características de los niños miembros de estas familias, como la desobediencia, irrespeto y travesuras que molestan a sus madres, sin embargo, la actitud que toma Clemencia es diferente a la de las demás, a quienes les molesta y corrigen a sus hijos, pero sin llegar a la agresión física o psicológica. Mientras que Clemencia expresa abiertamente preferencia por sus hijas y rechazo hacia su hijo Juan.
Los conflictos corresponden a casos específicos entre Clemencia y la señora Gabriela, y la primera con su hijo Juan, siendo Clemencia el epicentro de ello, por una parte, como hija y, por otra, como madre. A partir de aquí podemos dar cuenta que son sus características de personalidad las que provocan tales estados en ella (Aristizabal & Palacio, 2003). Además de lo anterior, el estudio realizado por Palacio y Sabatier (2002) en desplazados del Caribe colombiano nos deja comprender que las mujeres desplazadas presentan mayores niveles de ansiedad y depresión mientras más tiempo tienen de haber llegado a la ciudad, lo cual afecta su comportamiento y adaptación en general; esto puede deberse a las dificultades que han encontrado en el sitio de asentamiento, o por factores que se han agravado desde su llegada pero que ya estaban presentes en sus vidas.
Por otra parte, Clemencia no se muestra capaz de diferenciar entre las labores que puede realizar a cabalidad un niño y una persona adulta, e inconscientemente delega responsabilidades en su hijo propias del padre, desviándolo de sus papeles como hijo y hermano (Satir, 1978).
Deberías quedarte quietica, ahí con el algodón y la manzanilla en la cama, pero no anda de allá pa' acá pa'... entonces trae el descanso ese y te acuestas ahí (señor Pérez).
Los padres se preocupan por el bienestar de sus hijos en cuanto a salud y educación, están atentos a las necesidades de ellos, aconsejarlos y trasmitir sus creencias y su manera de enfrentar la vida.
Las palabras o consejos son cortos, y en ocasiones son simplemente gestos que hace parte de su comunicación no verbal pero que se encuentra cargada de significado para ellos. Con los hijos menores la relación es más cercana, y a juicio de los mayores, las demostraciones afectivas son más frecuentes.
En algunas ocasiones, los padres se muestran como los protectores de la familia, y no sólo de su familia sino de la comunidad por la cual trabajan en busca de un bienestar común que beneficie a todos los desplazados de La Cangrejera. Esta actitud satisface su necesidad de ser figuras de autoridad y de jefe de hogar, rol que desempeñaban en su familia pero que ahora se encuentra difuso. Esta necesidad de mantener su status es característico de la cultura latina, en la cual el hombre es el encargado de la autoridad dentro del hogar y orientador de la misma (Páez Morales, 1984).
Miren, muchachas, mi papá de chiquito nunca me cargó, nunca me sentó en sus piernas, me abrazo y me dijo que me quería al contrario, él a mí no me infundió respeto sino miedo...pero yo ahora que ya estoy grande, que ya soy un hombre, ya no le tengo miedo, yo no lo respeto.
...Yo sé, yo entiendo que la educación que a él le dieron fue diferente, que a él nunca le demostraron afecto, que lo trataban a las patadas, pero ombe uno quiere darle a sus hijos lo mejor; pero él no, nosotros no le importamos...
Pese a los elementos adecuados, la relación entre padres e hijos se caracteriza por ser de poca confianza, pocas demostraciones afectivas y la baja responsabilidad asumida en cuanto a la manutención económica de los hijos. La anterior expresión es muy significativa, ya que los hijos están sintiendo esa ausencia de afecto brindada por el padre. En estos momentos, la ausencia de un abrazo, de un gesto de amor evidencia un vacío que no se llenó desde niños y que con el pasar de los años ha abierto una brecha gigante en la relación del padre con los hijos.
Este sentimiento de inconformidad en cuanto a la manera de actuar del padre se agudiza.en tanto que, si bien es cierto que desde un principio por constructos culturales el padre no le brindaba afecto a los hijos, éste se encontraba a cargo de la manutención de la familia, o de gran parte de esta sostenibilidad económica, pero hoy en día no.
Situaciones como la descrita permiten comprender cómo estos escenarios contribuyen a que el padre pierda autoridad frente a sus hijos, y la relación sea cada vez más distante. Ahora los hijos escuchan a su madre, siendo ella a quien obedecen, aunque reclaman la presencia y autoridad masculina.
...la mató acá en la casa a punta de golpe y machetazo. Uh, eso la perra corrió por toda la casa y la sangre por todo esto (con cara de angustia nos hablaba de este relato). Y lo peor de todo era que los pelaos estaban aquí eso es lo que más me dolió,... Matilde, esa niña que se sacaba la comida de la boca para dárselo a la perra, y se la matan así...si yo me senté con él... y que siquiera le pidiera disculpas a los pelaos, pero no, ni eso, al contrario, me dijo que si esa perra nacía cien veces, cien veces la mataba... (Nicolás).
Las acciones violentas del padre son producto de dos situaciones. Por una parte, son intentos de recuperar la autoridad perdida.
Muestra su fuerza deseando demostrar que todavía ejerce el control de la familia. Por otro lado, es su reacción ante el sentimiento de impotencia por no haber protegido a su familia del desplazamiento y de la situación que actualmente sufren.
Este hecho acrecentó el distanciamiento en la relación entre padre e hijos. Al respecto Sarmiento (1994) nos dice que sólo un subsistema parental débil instaura controles excesivos o violentos, lo cual se complementa con lo dicho por Gimeno (1999). Este tipo de interacción genera rechazo a diferentes niveles, y se caracteriza por un deseo claro de distanciamiento de la otra persona, que ha dejado de ser fuente de gratificación u afecto significativo. La consecuencia es la evitación, el deseo de estar alejado de ella.
Relación entre hermanos
Teniendo en cuenta las diferencias generaciones en este subsistema, en común acuerdo con las familias participantes en el estudio las analizamos teniendo presente las distintas etapas del ciclo evolutivo en que se encuentran, por esto las clasificamos en relaciones entre hermanos adultos, entre los "pelaos" y entre los hermanos adultos con los "pelaos". Esto es importante, ya que en familias numerosas los hermanos se organizan según el ciclo en el que se encuentren (Fishman & Minuchin, 1984). Llamamos "pelaos" a los niños y jóvenes, ya que es el término usado por ellos.
Relación entre hermanos adultos
La relación que existe en este sub sistema es de apoyo, comprensión y camaradería. La vulnerabilidad económica y emocional en la que se encuentran como consecuencia de la condición de desplazados les ha permitido estrechar sus vínculos,"sef más unidos y solidarios en los momentos en que más lo necesiten, con el fin de salvaguardar la integridad personal de sus hermanos y garantizar el bienestar de los hijos y la familia en general; también se presenta por el profundo afecto que sienten los unos por los otros, ya que les fue infundido amor por sus semejantes. Así, la investigación realizada por Cifuentes, MassirisyRuiz (1998) encontró relaciones similares en este subsistema de familias desplazadas por la violencia.
Las relaciones entre los hermanos se encuentra mediada por las costumbres de las familias numerosas y extensas porque en estas familias la relación entre sus miembros es de apoyo mutuo, cooperación y solidaridad (Páez Morales, 1984). La comunicación en el subsistema fraternal (adultos) de las familias desplazadas de La Cangrejera se caracteriza por ser abierta, fluida y espontánea, tiene la particularidad de suavizar rupturas, eliminar desacuerdos o salvar las brechas, es posible expresar lo que se quiere y las palabras son coherentes con la expresión corporal (Satir, 1978); en cuanto a la confianza depositada en uno de los individuos del sistema familiar, podríamos atribuirlo al efecto que logra la comunicación con él, en tanto se producen cambios en la conducta y actitud de la otra persona que se comunica con él (Sánchez, 2002).
Es una sola pelea con ellas. El otro día yo estaba trabajando... y tenía la ropa sucia, le dije ahí lávenme la ropa, ¿y ustedes creen que fueron capaces? Ni porque yo soy el que está trabajando para las cosas de la casa (Nicolás).
Pese a las buenas relaciones, también se presentan conflictos en este subsistema, principalmente por los quehaceres domésticos y el machismo de los hombres, que desean que las mujeres se encarguen totalmente del hogar, no obstante las madres se encuentran en la tarea de responsabilizar a cada miembro de la familia de una labor.
El machismo es una de las características de la región Caribe, hace parte de su cultura, siendo aceptado y promulgado por hombres y mujeres (Gutiérrez de Pineda, 1975).
Relación entre los "pelaos"
Esta relación se desarrolla, primordialmente, alrededor de los juegos, se observa a los niños jugar permanentemente estableciendo sus propias reglas, creando sus propios juegos con los recursos que tienen disponibles; aquí los niños dejan volar su imaginación y cualquier zapato viejo se puede trasformar en un camión para transportar los muñecos jalándolo con el cordón, o un cangrejo se puede trasformar en un carro de carreras para competir con los de sus demás amigos amarrándolos de una pata; las chequitas y palitos son para las niñas las vajillas ideales para darles de comer a sus sucias y calvas muñecas.
El juego social es el espacio donde los niños aprenden a convivir con sus hermanos, primos y amigos; pero el juego no es sólo importante para la socialización de los niños sino que también es importante para el desarrollo de sus capacidades cognitivas, ya que simbolizan, solventan situaciones y desarrollan habilidades (Sawyer 1997, citado por Lefrancois, 2001). Pero además de esto los niños también se encargan del cuidado de los más pequeños:
Isabel, te voy a pegar: Investigadoras: ¿Tú le pegas?
Juan: Sí, yo le pego porque yo soy su hermano mayor.
Sin importar la edad, los niños tienen deberes con sus hermanos menores y deben ayudar al cuidado de éstos, los corrigen cuando los más pequeños cometen una falta, y desde niños se genera un clima de respeto hacia sus mayores. Estas funciones implican una gran cuota de responsabilidad, muy posiblemente implantada por la ignorancia de las características evolutivas del infante y al pensar que un niño puede ejercerlas mismas funciones que un adulto, obviando su funcionamiento motor y cognitivo. Entre los "pelaos" no existen conflictos que a su juicio amenace la relación o al sistema familiar.
Relación entre los hermanos adultos con los "pelaos"
Yo tengo que estar pendientes si desayunan o no, porque Migue es un niño que es problemático para comer y si uno no está pendiente no come y se va así, con hambre, para el colegio... (Relato de un hermano mayor).
Esta relación se caracteriza por la protección y cuidado físico y afectivo del niño. Son los hermanos mayores los que en ausencia de la madre o de personas mayores velan por la alimentación, tareas, cuidado físico de los menores. No se presentan.conflictos que a su manera de ver afecten las relaciones y cree un clima de tensión, sólo se dan inconformidades de los menores ante las exigencias de los hermanos mayores y disgusto de éstos ante la ocasional desobedienT cia o capricho de sus protegidos. Cárter y McGoldrick (1989) consideran que los hermanos mayores en muchas ocasiones llegan a desempeñar el rol protector, mientras que los hijos menores asumen el rol de protegido.
Relación abuela-nietos
La familia Ordóñez es una familia extensa y la abuela es la jefe del hogar; la relación que existe entre ella y sus nietos es de amor, cariño y comprensión. Por medio de las observaciones pudimos conocer cómo la señora Gabriela cuida de sus nietos, les da de comer y responde por su bienestar mientras están a su cargo.
Esta abuela participa en la crianza de los niños porque le gusta trasmitir sus experiencias y sus aventuras, así como las costumbres rurales a los nietos, les enseña el cuidado con los animales, con la tierra, a ser afectuosos y a compartir en familia, para ella son valores importantes y dignos de trasmitir a su descendencia y que mejor oportunidad que cuando los tiene bajo su tutela.
Recordemos que la familia en referencia hace parte de una cultura negroide, en donde es común las uniones libres esporádicas y el madresolterismo, razones suficientes para que las mujeres sean las encargadas de la manutención del hogar y tengan la obligación de salir a trabajar para solventarlas necesidades; ante esto, la madre jefe del hogar asume la crianza y cuidado de los nietos (Gutiérrez de Pineda, 1975).
Estudios realizados por Strom y Strom (1995), citados por Le-francois (2001), encontraron que los adultos mayores cuidan a sus nietos rutinariamente para que sus hijos o nueras puedan trabajar.
Ideas para manejar los conflictos
...deja que venga que le voy a dar una palera que no tiene nombre, así lo mate, pa' ve si no se va a ajuiciar... hoy pensé y le pedí a Dios que si mi hijo cuando grande va a ser un desgraciado, mejor se lo lleve ahora chiquito y se vaya con El al cielo y no se lo lleve después al infierno. Lo quiero llevar al Bienestar y ponerlo en la puerta, al menos así voy a saber que está bien y yo me quedo tranquila con mis dos niñas...
Los padres o personas adultas plantean como solución ante los problemas y/o conflictos la imposición de su ley, de su pensar y de sus decisiones, planteando poco diálogo entre los involucrados, haciendo de esta manera una exposición de sus ideas de una manera autoritaria y sin marcha atrás. Dichas soluciones generan tensión al interior de la familia, ya que son tan drásticas que afectan a la persona directamente vinculada al conflicto, dando a conocer las ideaciones de muerte o suicidio de alguna de las partes.
Por su parte, los jóvenes tienen presente la negociación como estilo para solucionar los conflictos, se preocupan por no lastimar a la contraparte, buscando un diálogo que lleve a la solución. En ocasiones, cuando no están seguros de lo que se puede hacer, buscan asesoría con las personas más allegadas. De esto se desprende las estrategias utilizadas por los jóvenes para solucionar los conflictos que se les presentan.
Las problemáticas que se dan al interior de la familia son causadas generalmente por los problemas económicos; a esto se suman las diferencias de personalidad en cada miembro de la familia, el cambio de roles, los sentimientos de frustración que experimentan, entretejiendo una red que los lleva a la desesperación y a tomar decisiones apresuradas. Sin embargo, diversos autores como Gimeno (1999) y Cusinato (1994) afirman que los conflictos hacen parte de la vida misma, y la solución efectiva conduce al crecimiento personal y telacional, mientras que un conflicto no resuelto interfiere necesariamente en la satisfacción de la interacción (Strong 1975, citado por Cusinato).
Llegando a la comprensión de las familias desplazadas por la violencia ubicadas en La Cangrejera, luego de interactuar con ambas familias y analizar sus relaciones vemos que se asemejan en algunos puntos y en otros son disímiles, motivo por el cual primero mostraremos las similitudes y luego un análisis de cada familia.
Ambas familias se han cohesionado con la experiencia del desplazamiento, ellos decidieron permanecer unidos y enfrentar su nueva condición de vida juntos. En ambas, la manutención está a cargo de la mujer, sin embargo, los cambios de rol femeninos sólo se dieron en la familia Pérez, pues el hacerse cargo de la manutención de la familia y cuidar a los hijos hace parte de la cultura negroide, por lo que en la familia Ordóñez no hubo cambio de rol, lo que sí varió fue el contexto en el que se desenvuelven. En la vida citadina, para las madres jóvenes es más fácil asimilar los cambios culturales que para las madres mayores, lo cual facilita o dificulta la relación con los hijos, en tanto ellos como adolescentes o jóvenes se encuentran más abiertos a las nuevas creencias, costumbres, etc., de la ciudad.
En el discurso de ambas familias se analiza un marcado uso del tiempo presente, con lo cual evidencian su preocupación por el día a día y poca planeación del futuro, corroborado por la mínima conjugación de verbos en futuro. Además, hacen uso frecuente del pasado relatando la vida campestre y las ventajas y comodidades que allí tenían, son reiterativos respecto a ello, con lo que podemos ver la nostalgia que le traen esos recuerdos, aunado al poco uso lingüístico de figuras de pensamiento y argumentación podemos ver en ambas familias poca dedicación plantearse un proyecto de vida y, por el contrario, ocuparse del día a día; esto es comprensible si se tiene en cuenta que en las familias rurales y de estratos socioeconómicos bajos esto es común.
Así son los Pérez
En esta familia ha sido difícil conciliar entre padres e hijos los cambios culturales a los que se acogerían, ya que los hijos llegaron siendo niños o adolescentes y asimilaron rápidamente la cultura, lo cual genera permanentes conflictos con los padres, quienes son más desconfiados y cerrados en sus relaciones; contrario a los hijos, que actúan desprevenidamente con otros desplazados y personas no desplazadas.
El cambio de cultura y de rol de género masculino ha afectado la relación entre el padre y los hijos, ya que el primero desea continuar con las costumbres campestres y los hijos no; por otra parte, al estar el padre desempleado pierde autoridad ante los hijos, por lo cual recurre a hechos violentos para intentar conservar su status de jefe de hogar. Esta situación convierte la relación entre padres e hijos en la más conflictiva, logra traspasar los límites y afecta también al subsistema conyugal, ya que las carencias económicas impactan directamente a los hijos, y recordemos que la madre deposita el sentido de su vida en ellos, por lo que sus necesidades la afectan y entra en disputa con su compañero.
Pese a los conflictos entre la pareja, la madre intenta guardar la homeostasis familiar siendo puente entre los hijos y su compañero, con el fin de solventar las diferencias y acercar a las partes, mientras ella continúa en su labor de soporte económico y afectivo para toda la familia.
Así son los Ofdóñez
En esta familia, el proceso de socialización se encuentra mediado por la cultura y al sentarlas bases de personalidad de los miembros interviene cada madre, la abuela y su compañero, y hasta el momento en que el padre del niño haga parte de la familia, él también interviene. De aquí se deriva que el límite del subsistema parental es permeable, lo cual da paso a que el rol de padre o madre lo cumpla la abuela, una tía, el abuelo, un tío, un primo o hermano mayor.
Esta familia continúa con la costumbre rural de la libertad, de correr y jugar, por lo tanto los niños son independientes y permanecen en la calle, poco tiempo son vigilados y, por el contrario, se les delegan responsabilidades desde muy pequeños. Las madres piensan que cuando un niño camina ya puede ser independiente y valerse, en muchos sentidos, por sí mismo.
Por otra parte, en esta familia la relación con los compañeros desplazados es de apoyo; ellos se colaboran unos a otros a manera, de trueque de utensilios, de comida o de servicios.
Finalmente, encontramos que la ubicación y distribución física de la casa es similar a la que tenían en el campo, por lo que ellos preservan esta forma de vida, ya que en La Cangrejera ellos escogieron el lugar donde construirían su casa, y la construyeron y organizaron por sí mismos.
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