ISSN 0123-417X e ISSN 2011-7485 No. 1, julio-diciembre 1998 Fecha de recepción: Mayo de 1997 |
La familia del niño superdotado
Miguel de Zubiría Samper*
* Psicólogo de la Pontificia Universidad Javeriana; tiene estudios en matemáticas, lógica, biología y química; es director científico de la Fundación Alberto Meran i para el desarrollo de la inteligencia. Es autor de Fundamentos de pedagogo, conceptual. Biografia del pensamiento. Aprendizaje y pensamiento. Formación de valores y actitudes. Operaciones intelectuales y creatividad. (Dirección: Calle 127ANo. 36-56, Bogotá, Colombia)
Resumen
El punto de partida de este trabajo son las investigaciones con niños de la calle "gamines" que permitieron fundamentar la hipótesis de trabajo derivada que sugiere que de cara al desarrollo humano infantil lo fundamental son las condiciones subcuhurales, subjetivas; no las objetivas, económicas. Estos antecedentes sirven de base para sustentar que el propósito de esta investigación radica en conocer las características que poseen los ambientes familiares de donde brotan jóvenes y niños sobresalientes. Mediante observación diaria y continua de más de ocho años por parte de un equipo de profesionales, se analizó rigurosamente el desarrollo de 250 niños superdotados (coeficientes entre 130 y 170) del Instituto Alberto Merani en Santa Fe de Bogotá (Colombia), y su interacción con sus familias. Los resultados sugieren que existen niños superdotados en todos los estratos económicos, pero que el factor crucial en su desarrollo lejos de ser lo económico es el nivel cultural y educativo de los padres. Si bien existen estudiantes con nivel intelectual en todos los estratos, el seguimiento por más de ocho años mostró que el desarrollo de estos niños muestra "barreras objetivas invisibles" que tienden a frenar su avance sobresaliente.
Palabras claves: Niños excepcionales-Colombia, psicología infantil, familia-Colombia.
Abstract
The starting poitn of this work is the investigations with the children of the street «gamines» that allowed to base the hypothesis that it suggests that of face to the infantile human dvelopment the fundamental thing is the subcultural conditions, subjetive; not objetive, economic. These ptior conditions serve like base to support that the purpose of this investigation is in knowing the characteristics that possess the family enviroments of where they sprout young and excellent children; By means of daily and continuous observation of more eight years on the part of a team of professionals, it was analyzed the development of 250 very intelligent children rigorously (coeficients between 130 and 170) of the Instituto Alberto Merani in Santafé de Bogotá (Colombia) and their interaction with their families. The results suggest that very intelligent children exist in all the economic strata, but that the crucial factor its development far from being the economic thing is the cultural and educational level of their parents. Although students exist with intellectual level in all the strata, the follow-up for more than eight years showed that the development of these children shows invisible objetive barriers that spread to restrain its excellent advance.
Keywords: Exceptional childen-Colombia, child psychology, family-Colombia.
Para entender la dinámica del proceso social tenemos que entender la
dinámica de los procesos psicológicos que operan dentro del individuo;
del mismo modo que para entender al individuo debemos observarlo
en el marco de la cultura que lo moldea. Erich Fro mm (1985).
Introducción
De manera aparentemente curiosa el origen de este estudio hunde sus raíces en dos o tres investigaciones que adelantamos a comienzos de los años 80 con niños de la calle o «gamines». En esas investigaciones se pudo verificar que, a pesar de las deplorables condiciones económicas de su existencia, los niveles intelectuales alcanzados por los gamines —hasta los diez años, así como su evolución del juicio moral, en general, superaban los niveles alcanzados por niños normales escolarizados y que vivían con sus familias.
Las investigaciones con niños de la calle nos condujeron a un estudio con cerca de 100 bebés campesinos de la población de Cucaita (Boyacá, Colombia), entre los cuatro meses de nacidos y los dos años de edad. A pesar de las condiciones deplorables de vivienda, salubridad y nutrición, alcanzaron puntajes intelectuales, en algunos casos, superiores a los obtenidos por niños europeos.
Una hipótesis de trabajo derivada sugería que de cara al desarrollo humano infantil lo fundamental son las condiciones socio-culturales, subjetivas; no las condiciones objetivas, económicas.
Entre las variables cruciales que inciden sobre el desarrollo humano, la familia siempre ha sido considerada en primer lugar. No obstante, son escasos los trabajos empíricos e investigativos, y los que existen, casi sin excepción se orientan al estudio de la familia asociada con el fracaso escolar, con la pobreza, con la desnutrición. . .
El enfoque y la pregunta nuestra es otra: ¿de qué manera incide la familia sobre el desarrollo intelectual excepcional? ¿Cómo es que la familia promueve el crecimiento humano? A cambio de examinar los déficit, estudiaríamos la excelencia.
Y disponemos de condiciones de excepción para abordar la pregunta. Ocho años de observación continua y diaria a un grupo de 250 niños con inteligencia superior (coeficientes entre 130 y 170) y a sus familias, a la par con una tesis de trabajo social1 y otra de psicología2 sobre dicha población.
El Instituto Alberto Merani: frente a los retos sociales del tercer milenio
Si no logramos tomar en consideración las diferencias, tanto innatas como adquiridas en cuanto a capacidades y rasgos, el ideal de la igualdad de oportunidad educativa puede interpretarse tan literalmente como para llegar a ser perjudicial, de la misma manera que sería perjudicial que un médico diera a todos sus pacientes la misma medicina. Eysenck, H.J. (1986).
Dado que toda la información proviene del Instituto Alberto Merani, es conveniente caracterizar a grandes líneas su proyecto pedagógico.
El Instituto Alberto Merani es un colegio que trabaja exclusivamente con niños y jóvenes que detentan puntajes intelectuales entre 130 y 170 de C.I. De manera formal, corresponde a una institución educativa para estudiantes con inteligencia superior, fundada en 1988 en Santafé de Bogotá, Colombia. En la actualidad educa a 250 alumnos, desde los cinco años hasta la culminación de su bachillerato.
Por cuanto el propósito educativo orientador del Instituto es formar futuros innovadores e investigadores, durante los tres últimos grados escolares sus alumnos mayores —entre los 13 y los 16 años — asisten a un centro de investigación, a la par deben iniciar una carrera universitaria —en la modalidad de educación a distancia — y concluir su bachillerato con una tesis experimental de grado.
El Instituto Merani para superdotados adelanta trabajos pioneros en América Latina encaminados a diseñar programas educativos que potencien los procesos intelectuales y plasmen en las aulas de clase un enfoque alternativo denominado Pedagogía Conceptual3.
Constituye, pues, un centro investigativo privilegiado donde se formulan, concretizan y experimentan didácticas, metodologías y currículos favorecedores del desarrollo intelectual, cuyos resultados han de alimentar a mediano plazo a todas las instituciones preocupadas por el crecimiento intelectual y por la educación de ciudadanos e individuos pensando en el tercer milenio. Instituciones que trabajen o no con educación especial.
Entorno económico, social y educativo familiar del niño excepcional
El hombre sí lo puede humanizarse por medio de la interacción con otras personas y mediante el uso de instrumentos culturales en el contexto de las prácticas sociales. Peña, L.B. (1994)
¿Cuál es el mejor entorno socio-cultural para que florezca una inteligencia excepcional? ¿Qué características poseen los ambientes familiares de donde brotan niños y jóvenes dotados con capacidades muy sobresalientes? Comencemos.
Las exploraciones adelantadas en el Instituto Alberto Merani son contundentes al respecto: existen niños superdotados en todos los estratos socioeconómicos, casi en igual proporción. Estrato II (entre uno y dos salarios mínimos4 por núcleo familiar) 30%; estrato III (dos-cinco s.m) 30%; estrato IV (cinco-diez s.m) 29%. El once por ciento restante corresponde a los extremos absolutos de pobreza, estrato I, y a los extremos absolutos de riqueza, estratos V y VI.
Mientras en lo económico no, en lo cultural y educativo las diferencias sí llegan a ser muy altas. En su inmensa mayoría, los niños superdotados proceden de familias con alto nivel socio-educativo. El ochenta por ciento de sus padres son al menos bachilleres —que en nuestras latitudes representa un alto nivel educativo. En promedio, padre y madre destinan la mitad de su tiempo libre a la lectura, con énfasis en temas literarios, deportivos, científicos, psicológicos y artísticos.
En resumidas cuentas, pareciera que al factor crucial, lejos de ser lo económico, tenga que ver mucho más con el nivel cultural educativo de los padres.
Psicología de las familias que potencian el crecimiento intelectual
Con relación a la organización de las familias, y muyen contra de la intuición que teníamos y de alguna bibliografía internacional, la inmensa mayoría de ellas resultaron estructuradas, completas y armónicas. Casi el noventa por ciento de los niños viven en núcleos familiares estables e integrados. Las separaciones y/o las madres solteras son excepcionales; sólo ocurren en una de cada diez familias. El dato anterior es significativo al compararlo con la tasa de familias completas en la población colombiana. De acuerdo con un estudio reciente de la Universidad de los Andes (CEDE): «El hogar típico padre, madre e hijos representa tan sólo el 55% del total de hogares». Esto es, escasamente la mitad de las familias colombianas corresponde a estructuras completas.
Los datos en otras latitudes son semejantes al reportado por la Universidad de ios Andes en familias colombianas. «Tal vez una de cada tres parejas no permanecen juntas. Las tasas de divorcio aumentan constantemente en los Estados Unidos como en muchas otras sociedades industriales». Van Den Berghe, P. (1983).
Y no es sólo la estabilidad del núcleo familiar la que establece la diferencia radical a favor de los hogares potenciadores del crecimiento intelectual, también lo son las fibras finas de la familia.
Es así como las relaciones mayoritarias y dominantes entre los padres, y entre ellos y su hijo sobresaliente, corresponde a estilos democráticos; no a estilos permisivos o laissez faire. Núcleos familiares donde se discuten y se toman en consideración los intereses de todos los miembros, por pequeñas y elementales que puedan parecer las decisiones; donde cada quien ocupa su respectivo lugar; donde se respetan las opiniones y la palabra.
- Interacción democrática 83%
- Interacción autoritaria (padre) 17%
- Interacción permisiva 0%
La comunicación diaria entre el niño sobresaliente y sus progenitores, en especial con la madre, resulta rica e intensa, tanto en cantidad como en calidad.
Los tiempos promedios diarios de conversación se aproximan a 4.2 horas con las madres y a 2.4 horas con los padres. Promedios muy elevados. La calidad comunicativa tiene que ver con varias cosas. En primer lugar, ningún tema propuesto por el niño es evadido, y en su inmensa mayoría son analizados, no meramente comentados. Y, tal vez, la constatación de mayor importancia; en todas las ocasiones los padres muestran un genuino interés por las preguntas formuladas por sus hijos, están abiertos y dispuestos a atender sus inquietudes, sin reservas.
Una observación destacada: el ambiente socio-cultural enriquecido no lo proveen exclusivamente los padres; la riqueza socio-cultural también, por supuesto, depende de los hermanos. No es causal, entonces, que en muy alto porcentaje los niños sobresalientes sean hermanos mayores. Es decir, aparte de sus padres cuentan con hermanos con quienes compatir, jugar, disfrutar y discutir. Los hijos únicos son poco frecuentes en la muestra del Instituto Alberto Merani.
Ahora bien, puesto que es corriente asumir que los niños muy sobresalientes son sobreexigidos por sus padres, decidimos llevar a cabo un estudio en profundidad, durante 1992 y 1993, con una muestra bien seleccionada y empleando tanto encuestas como inventarios, observaciones de campo y test proyectivos de personalidad.
El investigador David Ausebel ha descubierto que una de las dimensiones psicológicas esenciales en las relaciones padres e hijos tiene que ver con la orientación paterna a valorar a sus hijos en tres direcciones posibles:
a) Por sí mismos, en tanto seres humanos {valoración intrínseca); b) en función de los logros y conquistas infantiles (valoración extrínseca); c) en negarles toda valoración (rechazo). En suma, la valoración hacia los hijos se localiza en la dimensión: valoración intrínseca-extrínseca-rechazo.
Era de esperarse en los padres de muchachos con desarrollo excepcional el predominio de la valoración extrínseca, vinculada con los logros y los aciertos del niño. Comparando los resultados del Instituto contra los de un colegio de educación regular, se encuentra todo lo contrario. Los progenitores de niños con elevado desempeño intelectual demuestran hacia sus hijos mayor valoración intrínseca. Esto es, son valorados, queridos y tenidos en cuenta, independientemente de lo que hagan o dejen de hacer. Existen dos personas que los quieren, sea lo que sea, pase lo que pase. . . sus padres. Y en la misma dirección, las expresiones o los sentimientos de rechazo en los padres de niños sobresalientes resultan mucho menores que en sus análogos de la población regular; prácticamente no existen.
Conclusiones provisionales
- Primero: existen estudiantes con desarrollo intelectual superior en todos los estratos socio-económicos, casi en igual proporción. Sin embargo, el seguimiento durante ocho años continuos de los niños procedentes de estratos bajos, becados por la Institución, dejan algunas dudas acerca del pronóstico positivo a medida que se asciende en edad. Pasados los nueve o diez años, tales niños comienzan a chocar contra barreras objetivas invisibles que tienden a frenar su avance sobresaliente. Aparte de la inteligencia se requiere un amplio acceso a libros, a computadores, a diálogos especializados5, a experiencias novedosas, a espacios culturales, . . .y las condiciones objetivas son adversas para ellos.
- Segundo: a pesar de las amplias diferencias económicas constatadas en las familias promotoras del máximo desarrollo intelectual en sus hijos, deviene notable la elevada homogeneidad educativa entre los progenitores. En su inmensa mayoría, los niños sobresalientes proceden de familias cuya primera generación detenta escolaridad mínima superior al bachillerato. A la par con la educación, el nivel socio-cultural general deviene muy enriquecido: en promedio, padre y madre destinan la mitad de su vida no laboral a leer. Esto es, a la reflexión, al trabajo con universos simbólicos complejos, a la preparación intelectual. Preparación intelectual que valoran en máxima medida y que enseñan al niño de múltiples formas; en particular mediante su ejemplo.
- Tercero: es cierto que hay padres con mayor formación profesional o cultural, ¿por qué no todos ellos promueven niveles de excelencia en sus hijos? Posiblemente, la razón sea que lo esencial no es tanto el grado académico logrado por el padre o la madre, sino el grado en que dicho conocimiento y dicha formación permean al ambiente familiar. El grado en que la riqueza cultural es distribuida de manera efectiva entre los miembros del hogar, en particular la que llega a los niños. ¿Cómo? A través del diálogo y la comunicación diaria y amorosa.
No es casual que la comunicación diaria sea intensa, en especial con la madre. Ningún tema se evade. En su inmensa mayoría los temas son analizados, discutidos, profundizados. En toda ocasión los padres manifiestan un vivo y sincero interés hacia las preguntas de sus hijos.
El tipo de comunicación anteriormente descrito es coherente con el manejo del poder al interior del núcleo familiar. No podría ser de otra manera. Las relaciones mayoritarias y dominantes corresponden a estilos democráticos, nunca a estilos permisivos ni autoritarios.
- Cuarto: la casi totalidad de los núcleos familiares viven como unidades completas y armónicas, contrariando ciertas creencias tradicionales que dibujan los ambientes de los individuos sobresalientes como desintegrados y conflictivos6.
Al interior del hogar es calurosa y extensa ta conversación libre referida a los interrogantes y a las preguntas vitales formuladas por los pequeños, desde sus más tiernas edades. Son hogares donde florece el amor. Las expresiones de rechazo, de burla o de descalificación por parte de sus progenitores a las conductas u opiniones «desviadas» son mínimas. Ellos como sus hermanos7 crean un ambiente afable, abierto a aceptar de manera incondicional y cálida a sus miembros. Como si adoptaran de manera implícita el código de los tres mosqueteros: «Todos para uno y uno para todos».
Un esbozo de interpretación
Con las salvedades naturales propias de los estudios con muestras pequeñas, inferiores a 200 individuos, considero importante someter a discusión las siguientes hipótesis de trabajo preliminares.
Desde tiempo atrás se sabe que buena parte de lo que constituye la capacidad y el desarrollo intelectual logrados por una persona depende de dos factores:
1) El número y la calidad de los instrumentos de conocimiento con que cuenta un individuo para interpretar objetos, hechos o informaciones procedentes de su realidad.
2) La eficacia y prontitud con que operan sus procesos intelectuales8.
Comparativamente con el volumen de instrumentos de conocimiento y las operaciones intelectuales dominadas por niños y personas de su misma edad y condición cultural.
La pregunta clave de este estudio tiene que ver —con un interrogante: ¿de qué manera las familias que venimos estudiando favorecen el desarrollo intelectual?
Mediante el diálogo intenso, la lectura continua y la indagación apasionada de los hechos que ocurren a diario en la experiencia infantil.
Gracias a estos tres aspectos los pequeños ponen en acción sus operaciones intelectuales en proceso de florescencia y las ejercitan. Al dialogar, al leer y al indagar -con la intensidad en que es promovido por las familias con estudiantes sobresalientes se activa el análisis, la síntesis, la comparación, la formulación de hipótesis, las analogías, la conceptualización. . . En suma, todas las operaciones cognoscitivas.
De otra parte, y de forma complementaria, del diálogo, de la lectura y de la indagación, los niños, aparte de conocimientos específicos, extraen y aprehenden nuevos y potentes instrumentos de conocimiento, nociones y conceptos con los cuales inteligir9 su mundo.
A diferencia de los rituales comunicativos corrientes, de escaso poder enriquecedor, dominantes en la mayoría de la población, el alto nivel socio-cultural y educativo de los padres de jóvenes sobresalientes les permite intercambiar lenguajes complejos y muy diferenciados con sus hijos. Lenguajes que portan nociones y conceptos que, al asimilarlos, entran a enriquecer sus memorias semánticas, y a dotarlos con potentes herramientas cognoscitivas, por encima de tas que cuentan niños de su misma edad procedentes de ambientes menos enriquecidos lexicalmente. Se cumple así con las dos condiciones constitutivas de la inteligencia humana: a) la óptima dotación de instrumentos de conocimiento con los cuales interpretar el mundo, tanto real como simbólico, y b) la eficacia operacional para desplegar los procesos intelectuales.
He allá el papel crucial del diálogo sostenido entre hijos y padres como alimento imprescindible de la inteligencia en crecimiento.
Pero resta una condición adicional. Con el fin de operar y de continuar operando de manera autínoma, por fuera del hogar, la inteligencia infantil requiere de potentes motivaciones e intereses intelectuales. Si las preguntas surgidas de los diálogos no encontraran «resonancia» en la mente infantil, ocurriría como con los ventiladores que, una vez se desconectan y apagan, de inmediato dejan de funcionar. Muy diferente efecto tiene en la mente humana la presencia de motivaciones: ellas mantienen encendido el «ventilador».
Es conocido que el módulo de procesamiento central de la información (lóbulo parietotemporoccipkal) está controlado y alimentado, en última instancia, por los intereses (lóbulo prefrontal).
La actitud positiva de los padres por el conocimiento; su genuino interés hacia las preguntas formuladas por los hijos; el clima de discusión abierta, cordial y democrática; el amor y el respeto por las opiniones y las creencias producen un efecto imborrable en la inteligencia en gestación. Aquellos niños privilegiados llegan a grabar en sus corazones que: Comprender es un juego, un juego humano, un juego apasionante al cual vale la pena destinar e invertir gran parte de la vida por venir.
1 Título
2 Valoración parental y desarrollo intelectual excepcional. Universidad Javeriana. Martha P. Pereira, Catalina Pérez, Carolina Vélez.
3 Modelo ampliamente ilustrado en los cinco tomos que componen el Tratado de pedagogía conceptual, en los cuates se argumenta el porqué la educación debe volcarse sobre la enseñanza de instrumentos de conocimiento y a potenciar los procesos intelectuales de los niños y muchachos.
4 En Colombia, en 1996 el salario mínimo equivalía a 140 dólares mensuales.
5 Con los que cuentan quienes provienen de familias de profesionales.
6 Dos tesis de grado adelantadas por alumnos del Instituto Alberto Merani en 1994 encontraron esas características familiares de poca armonía, disolución y extrema variabilidad en sus estudios con alumnos muy creativos.
7 La mayoría de ellos con elevados puntajes intelectuales.
8 Operaciones de anáisis, síntesis, comparación, inducción, deducción, entre otras.
9 Observe la estrecha semejanza entre los términos «inteligencia» e «inteligir». Psicología desde el Caribe
Revista de psicología de la Universidad del Norte
http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/psicologia
psicaribe@uninorte.edu.co
Universidad del Norte
Barranquilla (Colombia)
2013
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