ISSN Electronico 2011-7485
ISSN Impreso 0123-417X
Volumen 33, n.°1, Enero - Abril 2016

Editorial

Voces para recordar

Voices to remember

María Fernanda España Andrade*
Diana Carolina Lopera Pérez*

* Estudiantes de Psicología. Universidad del Norte, Barranquilla (Colombia)

Correspondencia: Departamento de Psicología, Universidad del Norte. Km 5, Vía a Puerto Colombia. Barranqilla (Colombia). E-mail: mfespana@uninorte.edu.co; cdlopera@ uninorte.edu.co


Esta es una época decisiva en Colombia, pues vivimos en un posconflicto parcial (Jiménez & Jiménez, 2009), en el que se están configurando la verdad, justicia y reparación como fundamento de etapas venideras aún estando en medio de encuentros bélicos. En este contexto transicional las instituciones públicas deben fomentar espacios de diálogo como mecanismo de inclusión para reconstruir una memoria nacional en la que participen las voces de todos los involucrados en el conflicto. Es por esto que el Gobierno colombiano creó entidades como el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), encargado de reunir y recuperar las historias de las víctimas para lograr una reparación integral (CNMH, 2014a).

Aunque el pasado no puede ser cambiado, las interpretaciones y el sentido que se le otorgan al mismo sí. La historia, como verdad sesgada y con pretensiones universales, se complementa y contrapone a la memoria, acto de rememoración que se construye individualmente pero se incluye en un contexto colectivo. El acto de recordar permite fundamentar criterios de identidad y establecer cohesión para el fortalecimiento del tejido social, posibilitando así la creación de redes de apoyo y el esclarecimiento de la verdad (Lechner, 2000). En este sentido, la consigna de "recordar para no repetir" no puede pasar por alto que siempre que exista memoria habrá olvido. Esto no implica necesariamente un ciclo de un eterno retorno; por el contrario, y tal como afirma Ricoeur (2004), significa la posibilidad de soltar el pasado y actuar de forma consciente en el futuro.

Las tareas de memoria sirven para consolidar una sociedad crítica y participativa que conozca su historia a través de las vivencias y experiencias de sus comunidades. Por ello, sería un grave error limitar este conocimiento con la memorización de fechas, eventos, y protagonistas, tal como suele ocurrir en las instituciones educativas. La formación sensibiliza a los ciudadanos frente a imposiciones políticas y jurídicas de los actores de violencia; por esto, en las nuevas generaciones, niños, niñas y jóvenes colombianos quienes han estado en gran parte alejados del conflicto, el aprendizaje debe estar dirigido hacia las causas, el qué se puede hacer y cómo abordar la situación, entendiendo que todos en algún grado fuimos vulnerados con el ataque directo a la pluralidad (Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado MOVICE, 2010).

De este modo se hace necesaria una educación integral, donde no sólo se imparta conocimiento sino también se formen ciudadanos integrales, pues ya no basta el saber hacer, ahora es necesario saber ser. Formar en inteligencia emocional, resolución pacífica de conflictos, ética y competencias ciudadanas debe convertirse en el eje central de los programas educativos en Colombia. En este sentido, la pedagogía en memoria histórica que lidera el CNMH es un esfuerzo que debe hacer parte central del posconflicto, ya que busca la promoción de valores constitucionales en el acto de reconciliación, capacita en derechos humanos y promueve estrategias de prevención y acción (CNMH, 2014b).

Líneas de trabajo como la Caja de Herramientas, instrumento diseñado por el CNMH con el objetivo de promover y facilitar discusiones críticas sobre el conflicto armado, o la cátedra ¡Basta Ya!, que busca fomentar la comprensión y análisis del origen y evolución de la guerra (CNMH, 2014b), constituyen esfuerzos por configurar una sociedad más sensible. Aunque esto es un inicio, todavía quedan interrogantes: ¿Cómo construir memoria en aquellos que no vivieron el conflicto? ¿Cómo hacer una memoria nacional, sin perder la diversidad de experiencias? Estos solo se responderán recurriendo al recuerdo para impulsar el perdón y la construcción de la paz a través de redes sociales, pues para dar un paso hacia la paz, antes es necesario leer la historia de violencia y tomar la decisión de pasar la página.


Referencias

Andrade, O., Del Rio, A., Mancera, M., Suárez, B., Villarraga, A., Hernández, L. et al. (2012). Víctimas: miradas para la construcción de paz. Bogotá: Universidad Jorge Tadeo Lozano.

Centro Nacional de Memoria Histórica. (2014a). ¿Qué es elCentro Naáonalde Memoria Histórica? Recuperado de http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/somos-cnmh/que-es-el-centro-nacional-de-memoria-historica

Centro Nacional de Memoria Histórica. (2014b). Pedagogía de la memoria histórica. Recuperado de http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/areas-trabajo/pedagogia-de-la-memoria

Jiménez Jiménez, W A. (2009). Salud mental en el posconflicto colombiano. Revista criminalidad, 51 (1), 179-192.

Lechner, N. (2000). Orden y memoria. En Museo, memoria y nación. Misión de los museos nacionales para los ciudadanos del futuro, compilado por Gonzalo Sánchez Gómez y María Emma Wills Obregón. Memorias del Simposio Internacional y IV Cátedra Anual de Historia "Ernesto Restrepo Tirado". Museo Nacional de Colombia. Ministerio de Cultura. PNUD, IEPRI, ICANH. Bogotá, Colombia, pp.65-81.

Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (MOVICE). (2010). Haciendo memoria en el país del olvido. Bogotá: O.VM.

Ricoeur, P. (2004). La Memoria, la Historia, el Olvido. Buenos aires: Fondo de cultura económica.


Psicología desde el Caribe
Revista del Programa de Psicología de la Universidad del Norte
http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/psicologia
psicaribe@uninorte.edu.co

Universidad del Norte
Barranquilla (Colombia)
2015
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