ISSN impreso:0120-5552 Fecha de recepción: 28 de junio de 2009 |
ARTÍCULO ORIGINAL / ORIGINAL ARTICLE
Situación de pobreza extrema: Un caso en Colombia
Situation of poverty carries to extreme: A case in Colombia
Everly Castellar Paternina1, Luz Marina Montes2, Edwin Forbes3, Carmen Martínez3
1 Licenciada en Ciencias Sociales. Funcionaria Universidad del Norte. ecastela@uninorte.edu.co
2 Lic. en Ciencias Naturales, Universidad de Pamplona. Norte de Santander (Colombia).
3 Lic. en Ciencias Sociales, Universidad de Pamplona. Norte de Santander (Colombia).
Correspondencia: Universidad del Norte, Km 5 vía a Puerto Colombia,A.A. 1569, Barranquilla (Colombia).
Resumen
Objetivo: Describir las condiciones de extrema pobreza en la que viven los niños en Villa Clarín, basándonos en su entorno educativo, ambiental, socioeconómico y de salud.
Materiales y métodos: Son de carácter cualitativo, con investigación acción participativa y etnografía. La población objeto estuvo conformado por 80 niños menores de edad de la Institución Educativa Departamental Villa Clarín y 20 habitantes adultos. Se utilizó la técnica de observación y encuesta semiestructurada, previamente revisada por expertos, cuyos ejes eran: experiencias vivenciales en el hogar y la escuela, situación percibida por la comunidad en su diario vivir, condiciones de salud relatadas. Tuvimos el apoyo de los líderes comunitarios.
Resultados: La pobreza que rodea a estos niños es similar a la de países africanos: completa marginalidad, con deseos profundos de superación sin instituciones que los protejan, fortalezas en medio de la dificultad. Desde la perspectiva de los padres y docentes de la escuela, se resalta la falta de recursos y la poca ayuda gubernamental, que no les permite darles una buena formación personal y profesional a sus hijos. Igualmente se resalta el ambiente infrahumano del diario vivir de los niños(as), las riesgosas condiciones de habitalidad del lugar y los factores ambientales.
Conclusiones: Las condiciones más destacadas en lo cotidiano son: deprivación psicoafectiva, mala comunicación, educación de baja calidad, infraestructura inadecuada, carencia de vías de acceso, inhabitabilidad, inconformismo de la población, ambición de cambio de vida.
Palabras clave: Protección, pobreza, higiene, familia, marginalidad.
Abstract
Objective: To describe the conditions of extreme poverty in which the children live in Villa Clarín, basing on your educational, environmental, socio-economic environment and of health.
Materials and methods: this research are of qualitative character with research participative action and ethnography. The population object belong 80 children minors of the Institución Educativa Departamental Villa Clarín and 20 adult inhabitants. There was in use the technology of observation and semi-constructed survey before checked by experts, whose axles were: existential experiences in the home and the school, situation perceived by the community in your diary to live, conditions of health reported, we had the support of the community leaders.
Results: The poverty about these children is similar to that of African countries: complete marginality; with deep desires of overcoming without institutions that protect them, strengths in the middle of the difficulty. From the perspective of the parents and teachers of the school, the lack of resources is highlighted and small governmental help that does not allow them him to give a good personal and professional formation to your children. Equally the subhuman environment of the diary is highlighted to live of the children, the precarious and risky conditions of local unhabitability and the environmental factors.
Conclusions: The conditions most emphasized in the daily thing are: psychological deprivation, bad communication, education of low quality, inadequate infrastructure, lack of exit ramps, unhabitability, inconformity of the population, ambition of change of life.
Keywords: Protection, poverty, hygiene, family, marginality.
INTRODUCCIÓN
La pobreza y la marginalidad, y de hecho las condiciones de habitabilidad, cada día empeoran en algunas poblaciones de Colombia, a pesar de esfuerzos y directrices nacionales e internacionales, y lo propuesto en los Objetivos del Milenio, entre otros, trabajar por la erradicación del hambre y la pobreza extrema (1).
Cerca del 54.3% de los colombianos viven en condiciones de pobreza y 24,5 en la indigencia. Esto significa que 24 millones de compatriotas carecen de ingresos que les permitan satisfacer parte de sus necesidades basicas, de los cuales casi 11 millones están en pobreza extrema (2). Cortés afirma (3) que catorce millones de colombianos sobreviven con menos de dos dólares diarios. En total, 64 de cada 100 colombianos están en el "umbral" de pobreza, y algunas regiones, como el Chocó, tienen niveles de pobreza similares a los de los paises africanos.
En algunos municipios de la Costa Caribe colombiana, las investigaciones indican que el porcentaje de personas en situación de pobreza extrema es alto y hace parte de la realidad cotidiana de nuestro país. A los habitantes de esa zona, la pobreza parece acortarles la vida y las posibilidades de salir de ese estado, ya que se encuentran rezagados del progreso material y económico, al margen de la cobertura de atención social básica y lejos de acceder a condiciones efectivas de oportunidad.
De acuerdo con lo anterior, Boltvink (4) explica que se clasifican como hogares con "pobreza reciente" aquellos que tienen satisfechas sus necesidades básicas pero se encuentran de repente en situación de pobreza, y hogares con "pobreza inercial"los que tienen niveles de ingreso por encima de la línea de pobreza pero no han satisfecho ciertas necesidades básicas de tipo estructural como la vivienda o la educación. Los clasificados como pobres por ambos métodos se identifican como con "pobreza crónica", que se puede analogar a pobreza extrema, y los clasificados como no pobres por ambos procedimientos se catalogan como "no pobres".
Para la problemática de extrema pobreza es necesario focalizar estas comunidades vulnerables, debido a que muchas veces son excluidas porque no se conoce la situación integral y vivencial, el reconocer que existen estas poblaciones y su caracterización específica, con el propósito se puedan realizar programas de inclusión de estas poblaciones. Amar explica (5) que la inclusión social tiene que ver con la ciudadanía, el estatus y los derechos; pero también implica la eliminación de ciertas formas estructurales de discriminación que conlleva a eliminar las barreras basadas en condiciones socioeconómicas, en creencias políticas, étnicas o religiosas.
En algunas investigaciones y análisis previos realizados se muestran situaciones no esperanzadoras de cumplir con las Metas del Milenio; de otra parte, algunos investigadores destacan que muy pocos gobiernos han legislado políticas explícitas con el objetivo de eliminar la falta de equidad de salud determinada por factores sociales, y además han manifestado que las metas de los gobiernos deben atraer la atención política y los recursos hacia poblaciones vulnerables, pues son desafíos para generar cambios, y considerar los problemas particulares de las urbes marginadas, de tal manera que se pueda brindar asistencia técnica e integral de acuerdo con la severidad del problema (6-7).
Este trabajo se centra en un acercamiento hacia las áreas de pobreza, especialmente el corregimiento de Villa Clarín, en el departamento del Magdalena, ubicado a 1 kilómetro de Barranquilla (Colombia), exactamente, en el municipio de Sitio Nuevo - Palermo. Estas zonas son consideradas como lugares geográficos de grandes potenciales en cuanto a la diversificación de recursos naturales y paisaje geográfico, sin embargo, aquí se ve el poco aprovechamiento que hacemos de áreas que están habitadas y constituyen cinturones de pobreza, hecho que contrasta con sus recursos naturales y patrimonio geográfico en general.
El desarrollo de Colombia en las últimas décadas, según Palacio (8), se ha visto marcado por la violencia y la guerra interna no declarada. Esta situación ha generado permanentes desplazamientos forzados, los cuales tienden a convertirse hoy en un problema más estructural y de fondo, frente al cual debemos reaccionar rápidamente. En las últimas décadas, la crisis social mayoritaria de pobreza y desplazamientos ha generado que grandes masas poblacionales tengan que huir de sus sitios de origen para refugiarse en espacios inadecuados, por ende, limitados y en las mínimas condiciones de subsistencia. Dichas personas se desplazan a otras poblaciones llevando consigo una serie de problemas sociales, educativos, de salud y económicos, reflejados en el desarrollo y bienestar de la población infantil. Villa Clarín es un espacio que también ha sido objeto de desplazamiento forzoso.
En muchas regiones de nuestro país, manifiesta Bedoya (9), es común observar a numerosas personas que se ven obligadas a abandonar su lugar de origen con apenas lo necesario, en busca de un sitio donde instalarse, para quedar a su suerte. A pesar de que el Gobierno colombiano emplea grandes cantidades de dinero destinadas a la protección de los desplazados, todos los esfuerzos se han quedado cortos en tal sentido.
La experiencia con la investigación en este lugar marginado, ubicado en Palermo, nos acercó a sus experiencias vivenciales de una manera más integral y gracias a esto pudimos escuchar sus voces, frustraciones y hasta sus sonrisas en medio de las dificultades.
En el marco de esta investigación se tuvieron en cuenta los derechos de los menores consagrados en la Constitución Política de Colombia (10). Artículo 44: "Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos. Gozarán también de los demás derechos consagrados en la Constitución, en las leyes y en los tratados internacionales ratificados por Colombia."
A pesar de que la legislación vela porque los derechos de los niños no sean vulnerados, esto no se cumple en la realidad, ya que en los estados de América Latina, y en mayor medida en Colombia, la realidad latente es otra, aunque el gobierno busca proteger al menor a través de leyes y de muchos programas educativos, con lo cual intenta disminuir o erradicar las continuas violaciones a su integridad como seres humanos.
En esta comunidad encontramos que la población infantil diariamente se ve afectada por desnutrición, abuso sexual, maltrato, violencia intrafamiliar, vivida día a día por los habitantes y que afecta a la población infantil.
Las estadísticas de América Latina y de algunos países de la región, comenta Silva (11), aunque no son representativas de la problemática, revelan de alguna forma la magnitud del problema; vemos que se dispone de pocos datos sobre la violencia social y doméstica contra la niñez y la adolescencia en los países latinos, y sólo se ve a través de la cantidad de niños y niñas en las calles y los elevados porcentajes de violencia doméstica contra ellos, lo que impulsa en muchas ocasiones a vivir fuera de sus hogares.
INVESTIGACIÓN DE SU ENTORNO
Esta es una comunidad conformada por 339 habitantes, en la que el número de niños es de aproximadamente 134. El núcleo infantil de Villa Clarín nace y crece en un área totalmente alejada de la ciudad, donde las calles no tienen pavimento, en medio de desechos vegetales arrojados por el caño Villa Clarín. Su estrato socioeconómico es de tipo uno o "bajo-bajo". La actividad de sus padres por lo general es la pesca y la venta de este producto en las zonas aledañas. Los habitantes no tienen empleos fijos ni otro tipo de oficio diferente de lo que comúnmente llamamos en la Costa Caribe "rebusque"*. No cuentan con los servicios públicos de luz normalizada, alcantarillado, gas ni teléfono.
Para suplir las necesidades de bañarse, tomar agua, preparar alimento sólo cuentan con el famoso caño Villa Clarín, que hace las veces de piscina u oasis en medio del desierto. Este caño tiene aguas turbias y un alto índice de contaminación por las basuras que son arrojadas por los habitantes de las zonas aledañas. Como es casi imposible consumir agua potable, ya que muchas veces no cuentan con el dinero suficiente para comprar bolsas con agua, les toca tomarla en el estado en que la encuentran en el caño. Swan y Vaitla (12) consideran esta problemática como de índole mundial, ya que en el caso de la región zambiana, en el continente africano, sufren estas mismas necesidades y las familias consumen agua no tratada, debido a lo cual se exponen a una serie de enfermedades, que en muchas ocasiones son nefastas para estos grupos extremadamente vulnerables.
En esta zona de la Costa Caribe se carece de puestos de salud, lo que implica que cuando se produce una urgencia no tienen un estamento de salud cercano adonde recurrir; esto conlleva a que la mayoría de los niños presentan altos índices de desnutrición y condiciones físicas deplorables porque no cuentan con chequeos periódicos ni los mínimos recursos de salubridad. Los infantes presentan decaimiento y en algunas ocasiones desfallecimiento, por la falta de alimento; en su desesperación comen lo que encuentran a su paso o lo que sus padres pueden brindarles con lo que obtienen en sus humildes empleos, los cuales sólo les permiten llevar a sus hogares lo escasamente necesario.
El hambre y la desnutrición crónica en más de 850 millones de seres humanos tienen repercusiones en el desarrollo económico y social de los países en vías de desarrollo y en el disfrute por parte de sus habitantes de sus derechos plenos como ciudadanos. Es triste que este año se cumplen 20 años de la Convención de los Derechos del niño y nos encontremos con población infantil en estado precario, con todo irrespeto de sus derechos (13).
El panorama es muy lamentable, ya que para salir de su hábitat estos niños tienen que caminar aproximadamente 3 kilómetros, y en medio de su travesía encuentran todo tipo de desechos, calles llenas de barro, vegetación inhóspita. Las viviendas en esta área son hechas por los mismos habitantes, con materiales rudimentarios y de poca resistencia, sus diseños son básicamente iguales, sus paredes interiores son de pedazos de madera, zinc y cartón. No poseen registro sanitario, por lo cual los baños casi no existen, son letrinas sin alcantarillados; muchos usan las llamadas bacinillas para hacer sus necesidades y se lavan con agua y jabón, ya que no tienen dinero para cubrir sus necesidades básicas, entre ellas, la de comprar papel higiénico. Las bases de las casas son rellenos de piedras y pedazos de palos, que logran de alguna manera mantenerlas un poco estables.
Las personas en extrema pobreza buscan en los bosques la madera para levantar sus viviendas, tener fuego y ganar terreno para la siembra de alimentos. Este tipo de comportamientos acelera los procesos erosivos e incrementa los niveles de riesgo por deslizamientos de tierra e inundaciones. Sus excretas y los residuos sólidos y líquidos que originan en su vida cotidiana van a parar especialmente a las fuentes superficiales de agua, que son utilizadas para su propio consumo, con lo cual se crea un círculo de contaminación y enfermedad que desmejora su calidad de vida y obliga a múltiples inversiones públicas en saneamiento básico y atención hospitalaria (14).
Así mismo, en esta zona los niños tienen poca seguridad policiva y militar, ya que en sus alrededores no existe un puesto de Policía que les permita sentirse seguros y apoyados cuando algo ocurre. No hay presencia del ICBF (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar) en la zona, por lo que en momentos de abuso intrafamiliar, violencia o, en el peor de los casos, violación, no tienen a quién recurrir para ser atendidos tanto física como psicológicamente.
Los gobiernos y sus instituciones, comenta Dieterlen (15), podrían y deberían hacer más a favor de los pobres; actitud que debe basarse en el humanismo y no en las élites políticas, que pretenden controlar a los que consideran sus súbditos inferiores, reacios a emprender políticas pertinentes destinadas a ayudar a aquellos que se encuentran en situación de extrema pobreza.
La necesidad de garantizar igualdad de oportunidades educativas para los niños(as) de grupos sociales que están por debajo de la línea de la pobreza (16) es un aspecto importante que hay que resaltar en esta zona de Colombia, ya que la fuente de educación es muy pobre, casi nula, porque no existen el espacio suficiente para realizar la labor educativa. La única escuela, Institución Educativa Departamental Palermo, sólo tiene tres aulas de clases para más o menos 100 niños, y no tiene un proyecto educativo institucional que garantice la calidad en la educación, lo que se refleja en el equipamiento. Las ventanas, puertas y paredes se encuentran en deterioro absoluto.
Aunque cuentan con el personal humano, no son suficientes las ganas y el esmero de los docentes para ayudar a salir adelante a estos niños y mejorar, desde el punto de vista de la educación, su calidad de vida. No cuentan con una institución educativa moderna, equipada con sala de computadores y biblioteca. Esta última consiste en unos pocos libros viejos, acomodados en desorden en un estante, sin ambientes ergonómicos, lo que trae como consecuencia la falta de hábitos de lectura en la población infantil.
Los niños pobres no pueden por lo general recrearse, porque carecen de lo básico; tienen que estar, en contra de su voluntad, dentro de su humilde vivienda. Muy distantes están estos niños de lo que implica la recreación fuera se su casa: paseos, cines, espectáculos de diversa índole, restaurantes, etc., lo cual implica gastos extras que los pobres no pueden costearse (17).
El Gobierno de Colombia ha abandonado las políticas encaminadas a mantener condiciones de accesibilidad a un espacio cultural abierto para la comunidad o región, de modo que sea un lugar adecuado y atractivo, en los que se desarrollen programas de jornada complementaria para ofrecer alternativas de ocio para los infantes y jóvenes en condiciones de vulnerabilidad.
En este sector del corregimiento de Palermo no existen espacios de recreación que permitan socializar e interactuar con la población infantil y juvenil con un nuevo entorno e inculcar valores a partir de esos medios de esparcimiento. Estos habitantes no tienen momentos de sensibilización; en esta comunidad no hay proyectos pedagógicos que inculquen la importancia del respeto a la dignidad humana y los derechos de los niños.
La asistencia a la pobreza e indigencia es un recurso de última instancia de nuestros gobiernos, y cuando se hace inevitable o les toca hacerlo es un reconocimiento de su fracaso frente a un objetivo como es el de erradicar la pobreza. Lograr que los pobres superen su situación con un empleo digno y con beneficios económicos (comedores escolares y comunitarios, centros de entrenamiento laboral, guarderías infantiles para madres que trabajan, etc.) garantizaría por lo menos una disminución de sus carencias básicas para sobrevivir. Y una esperanza a lo planteado por Marmut, quien promueve la mirada en detalle de los determinantes sociales (17).
La Institución Educativa Departamental Villa Clarín recibe apoyo de instituciones no gubernamentales y gubernamentales, pero con poca frecuencia y en baja proporción de los aportes que recibe el Estado para redistribución de recursos. Así mismo, una vez al año recibe ayuda de algunas misiones.
La mejora de la vida de aquellos que se encuentran en situación de necesidad, de exclusión y de marginalidad no es un problema de dinero para muchos gobiernos de América Latina sino de prioridades (18).
Desafortunadamente, tanto en Palermo como en muchas ciudades, regiones y países con extrema pobreza no existe un ente gubernamental que diseñe estrategias educativas y socioeconómicas efectivas que motiven a la comunidad a una mejor visión de la vida y que les permita disfrutar de un ambiente diferente del de su diario vivir, que les haga saber que afuera de ese espacio hay muchas oportunidades como opción de vida y que no están presentes en su entorno.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este estudio es de tipo cualitativo, en el cual, como su diseño lo indica, se describió el entorno y la problemática de la vida diaria de los niños de Villa Clarín.
Los problemas fueron diagnosticados a través de la observación de la zona y entrevistas semiestructuradas y preguntas abiertas, cuyos ejes eran: experiencias vivenciales en el hogar y la escuela, situación percibida por la comunidad en su diario vivir, condiciones de salud relatadas; se observó y preguntó sobre aspectos sociales, económicos, físicos, morales, afectivos y ambientales, tanto a los niños(as) como a padres, líderes comunitarios y educadores. La población de esta investigación estuvo conformada por menores, estudiantes en edades de 5 a 14 años, de género femenino y masculino. Se tomó la totalidad de la población estudiantil, se recolectaron datos a través de testimonios y relatos de sus pobladores que describen la realidad tal como la experimentan.
El elemento de análisis de basó en lo narrado en el momento de la entrevista, lo cual se trianguló por la narración de profesores, de padres de los niños y de lo observado en terreno. La estrategia para llegar a la población se hizo con una sensibilización previa, representada en donaciones en especie, en la cual el trabajo de los líderes comunitarios fue clave para tener relaciones de empatía con la comunidad.
En cuanto al procedimiento etnográfico, se guió con esta lógica: se escogió el lugar que se iba a estudiar teniendo en cuenta la vulnerabilidad de la población, los recursos, las posibilidades de gestionar algunas actividades que pudieran disfrutar especialmente los niños(as); luego, antes de comenzar el trabajo, se realizaron visitas a municipios aledaños con mayores oportunidades de desarrollo para concretar lugares u otros ambientes donde se pudieran llevar a los niños y en los cuales nunca habían estado; en los mismos se realizaron conversatorios con ellos, para que se sintieran más libres para expresar sus problemas. Y por último, una vez gestionados los recursos para algunos procesos, como sitios donde podíamos interactuar con ellos fuera de su hábitat -esta opción se llevó a cabo con el objetivo de obtener mayores riquezas de sus vivencias fuera de su ambiente e igualmente observarlos dentro del mismo-, se realizó la investigación, en la cual se contactaron los guías comunitarios, se les realizó las entrevistas, se fue a campo, se hicieron las observaciones y se tomaron los datos. El conversatorio que se hizo con la comunidad en general permitió que se construyera una etnografía con el propósito de comprender el diario vivir de los niños de Villa Clarín y ver más de cerca sus situación de pobreza y problemas relacionados.
RESULTADOS
Con base en la investigación de más de dos meses, observando su diario vivir, fuimos percatandonos de sus carencias, su estado físico. Podemos dar cuenta de las características e implicaciones que tiene para esta población infantil vivir en este ambiente. Los p obladores argumentan que es tanta la pobreza que en muchas ocasiones sólo toman una comida al día, lo que les ha generado altos índices de desnutrición y muchas veces muertes repentinas debido a su enorme deterioro físico y psicológico. En las entrevistas con los niños(as) y padres se fueron detallando sus condiciones de salud por el relato que hacían de las mismas y por la observación del investigador.
En la tabla 1 ilustramos los datos que caracterizan su aspecto físico, psico-social, económico, de cobertura en salud:
Con estos datos podemos inferir que la situación de salud de los niños es mala, con muchas características que son propias de la desnutrición y poco cuidado de su salud integral (pobre higiene y otros). La situación de pobreza y no disponibilidad de recursos los lleva a tener un aspecto frágil y delicado. Sus cabellos son resecos, sin vitalidad, y su dentadura está deteriorada y presenta dientes cariados. Sus huesos son débiles y malformados en algunos casos.
El diagnóstico que podemos dar a simple vista es el siguiente: piel en estado delicado, con manchas, erupciones, de color pálido y algunas oscurecidas por la falta de protección solar. Muchos de estos problemas relacionados con su salud y bienestar han llegado a estadios avanzados por falta de dinero y muchas veces por ignorancia sobre el cuidado que deben proporcionarles los padres a sus hijos(as).
Los niños afirmaron que no les cuidan la piel, sus cabellos son lavados con agua sin tratar y no utilizan ningún tipo de champú o tratamientos especiales. En cuanto a su salud oral, no cuidan sus dientes, ya que desconocen procedimientos para el autocuidado de la salud oral. Manifestaron que sus padres no les dan ningún tipo de vitaminas y que sus malformaciones no fueron corregidas desde su nacimiento. Los datos que se presentan a continuación se obtuvieron por medio de una entrevista individual y aleatoria que se les hizo a 30 familias acerca de la cobertura de salud en esta zona.
En la actualidad, más de un tercio de las muertes en el mundo están relacionadas de algún modo con la pobreza. Y buena parte de esta lamentable situación se debe a condiciones médicas que pueden evitarse, curarse o al menos tratarse. Bien sea por la imposibilidad material de acceder a ciertos medicamentos esenciales o por las barreras institucionales de diversa índole relacionadas con el cuidado de la salud, está claro que la situación es de extrema injusticia, que esta injusticia tiene un alcance global y una relación o incidencia directa en la violación de derechos humanos (19).
Como lo podemos observar en la tabla anterior, la mayoría de los niños de este lugar tienen régimen subsidiado de salud, pero poca accesibilidad a sus centros de salud asignados, porque éstos están muy distantes, en municipios vecinos. En este estudio recogimos testimonios de padres que lloraban contando historias de cómo sus hijos murieron en sus brazos en la travesía de buscar ayuda médica. Algunos padres que cuentan con algún tipo de empleo consiguen afiliarlos a una entidad de salud con sus propios recursos, pero en muchas ocasiones no saben que tienen derecho a ser hospitalizados, muchas veces deben enfrentar situaciones de negación de la hospitalización o atención no oportuna; según relataron, "son discriminados por su aspecto físico".
Por lo complicado del acceso al lugar donde viven hay escasas brigadas de salud y la mayoría de los niños no tienen el cuadro de vacunas completo. En la zona estudiada no hay farmacias cercanas, por lo que tienen que recurrir a la tienda de barrio para conseguir algunos medicamentos. Los estudiantes afirmaron que no saben qué es ir a un médico, lo que es un control de crecimiento y desarrollo, es más, no saben si tenían derecho a los mismos, sienten que están tan lejos de los sitios de atención, que en muchas ocasiones prefieren no ir. Contaron que su pobreza es extrema, que no tienen tratamientos adecuados y se conforman con ir a la tienda para comprar cualquier pastilla sin recetas médicas, haciendo uso de la automedicación. Las brigadas, según ellos, son una vez al año y manifestaron que se hacen con frases: "Se hacen cuando la gente se acuerda que existimos".
En el Tercer Mundo, esta lógica de la promoción, prevención y tratamiento oportuno parece estar estancada por la dificultad al acceso a vacunas y medicamentos esenciales, lo cual lleva a replantear el cumplimiento y respeto a los derechos humanos en un mundo dividido claramente entre países desarrollados y el resto del mundo (20). En Villa Clarín, la falta de atención médica y las condiciones de pobreza extrema inciden en la mala salud de los habitantes de esta apartada zona. A nivel mundial, en muchos países la falta de recursos económicos y la poca ayuda gubernamental es un determinante en la salud de muchos en el mundo.
Para explicar la parte psicológica que presentan los niños en Villa Clarín nos apoyamos en el análisis de las entrevistas abiertas con triangulación de los observadores, en los que se destaca la sinceridad por parte de los niños(as), su inocencia al responder y el abrirse a contar sentimientos interiorizados a causa de la pobreza y los maltratos a los que están expuestos.
La violencia está presente: el 42% expresó que han sido abusados sexualmente y 2/3 partes manifestaron que han tenido algún tipo de maltrato. Los niños(as) muchas veces dejan ver su agresividad y su estado de estar a la defensiva en sus relaciones interpersonales; esto se pudo observar en algunas dinámicas de juegos con ellos. También fue manifestado por los profesores y consideran que esto repercute en su aprendizaje. Los profesores señalaron que ocho de cada diez menores aceptan el castigo como algo natural, lo cual se debe al autoritarismo como forma de violencia (21).
Los niños de Villa Clarín presentan muchos cuadros de soledad y abandono por parte de sus padres, quienes pasan casi todo el día por fuera tratando de conseguir el pan para su sustento diario. Notamos que se sienten despreciados hasta en su mismo ambiente, ya que los que están un poco mejor discriminan a los niños de peor aspecto. Tienen muchos deseos reprimidos, como el de simplemente no tener una televisión para mirar lo que sucede en el mundo através de la pantalla; así como éste tienen muchas cosas en su interior que no pueden en muchas ocasiones expresar. Por esto se hicieron salidas a sitios culturales distantes de su entorno, para lograr llevarles felicidad y momentos de esparcimiento.
En esta zona se presentan muchos maltratos psicológicos y físicos por parte de los padres, familiares o vecinos. Encontramos niñas con maltratos latentes y expresiones de dolor por ser violadas continuamente por su padre, padrastro o vecino conocido que le dan a cambio un dulce o una moneda de $200, menos de V de dólar.
Muchos presentan cuadros como el sentirse atrapados o encerrados dentro de su propia área; esto se debe a que casi todo el tiempo viven aislados de la ciudad y no ven otros sitios culturales o de recreación. Esto los afecta, y en muchas ocasiones se sienten culpables por estar allí, por llevar la vida que tienen y, en el peor de los casos, no aceptar su lugar de origen.
Los niños manifestaron que la pobreza es muy difícil de llevar y que no tienen dinero para comprar lo que desean. Expresaron que en ocasiones sienten hambre y no saben cómo calmarla.
En cuanto a las depresiones, declararon que deben superarlas ellos mismos, sin ayuda de nadie. Para los niños(as) es casi normal el maltrato físico, la burla y a diario tienen que soportar malos olores entre ellos, lo que conlleva a críticas por parte de los compañeros durante todo el día. A esto se le suma las continuas violaciones físicas, ya que cuando no tienen que comer cambian su dignidad y son ultrajados por un plato de comida o por unas pocas monedas.
En este punto se presentan confusiones; desde pequeños no saben qué papel tienen o tendrán en el mundo. Los padres les delegan responsabilidades como atender la casa; esto implica apoyo a hermanos más pequeños, hacer comida, lavar, etc. Esto conlleva a que deben dejar de ir a la escuela en muchas ocasiones. El no tener quién los vigile los motiva a fugarse, a pertenecer a religiones distintas, a entrar en el mundo de las drogas, a tener embarazos no deseados a temprana edad; esto se potencializa con la no aceptación de su lugar de origen.
Los niños(as) tienen afectado su potencial de desarrollo; en su mayoría se sienten inferiores y se avergüenzan de su aspecto, sobre todo delante de personas que no son de la zona en la que habitan. Esto les genera desconfianza al principio, lo que se ve reflejado en el silencio, la mirada perdida y el no mirar a los demás a la cara. A diferencia de muchos niños (as), a los de esta zona la pobreza les genera una sensación de estancamiento de no ver salidas, los lleva a perder el ánimo y las ganas de vivir. Algunos sienten desesperación al no comer durante horas seguidas, el no poderse bañar tanto como ellos quisieran y no poder realizar actividades en su vida diaria que anhelan para cambiar.
La inseguridad se refleja en sus declaraciones. Manifestaron que no saben para dónde van, ni para qué estudian, y ven el futuro incierto y con poca fe, no están de acuerdo con asumir muchas veces el rol de padres y madre, pues tienen la responsabilidad de cuidar a sus hermanos(as).
En el plano económico, los menores manifestaron por medio de entrevistas cómo viven situaciones difíciles y de crisis monetaria que no les permite tener lo que en el fondo desean y no pueden tenerlo sino trabajan; no tienen tiempo para vivir como niños(as), ya que a la mayoría les toca trabajar para ayudar a sus padres.
En la Constitución Política de Colombia (22) está explícito que a todo infante se le debe garantizar un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social, al igual que estar protegido contra la explotación económica y contra el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.
En nuestra realidad colombiana, infortunadamente, esto no se aplica, ya que el aspecto económico de los menores de Villa Clarín es muy duro y atenta contra sus derechos. La mayoría de ellos trabajan con sus padres en la pesca y venta de productos, en los llamados SAI (puestos de llamadas telefónicas) y en venta de dulces en las zonas aledañas.
La mayoría no toman las tres comidas, sólo les alcanza para una, y de mala calidad nutricional. Sus padres deben salir a buscar que hacer, ya que no cuentan con empleos fijos y se ven obligados a realizar labores esporádicas, y a esto se le suma que en Villa Clarín y sus alrededores no existen zonas industriales.
Los dos padres deben salir a trabajar en actividades que les permitan obtener algo de dinero; esta lamentable situación es lo más frecuente entre los habitantes.
En medio de su pobreza los niños manifestaron que no pueden adquirir vestuario de primera, que sus padres recurren a las famosas guacas de ropa de segunda a bajos precios y que no saben qué es estrenar ropa.
Contaron que los útiles escolares que usan son cosas regaladas en el colegio y algunas compradas por sus padres. Esto limita el colegio a no usar libros y apoyarse en pocas fotocopias para impartir su educación.
En cuanto a las meriendas, manifestaron que la mayoría de ellos no lleva nada al colegio y que no cuentan con recursos para comprar todos los días; van mal desayunados, y además tienen que pasar muchas veces la hora de recreo en blanco. Teniendo en cuenta lo anterior, los niños(as) se enfrentan a muchas limitaciones que no les permiten obtener cosas que les gustan o desean, como juguetes y alimentos; algunos hacen sacrificios enormes con lo poco de las meriendas para comprarse juegos que les permitan desarrollar alguna actividad de entretenimiento y de ocio. Sus padres se ven condicionados a comprar muñecos de segunda y algunos los recogen en las basuras de las zonas aledañas.
DISCUSIÓN
La población de Villa Clarín presenta un grave deterior en las condiciones bio-psico-sociales, una disgregación familiar considerable, pésimas condiciones de saneamiento básico ambiental, alto índice de enfermedades en los diferentes grupos de edad, carencia de apoyo, deprivación psicoafectiva, falta de afiliación a un buen sistema de salud, escaso acceso a los servicios educativos, sólo cuentan con una sola institución educativa; a esto le suman la carencia casi total de los servicios públicos, lo que actúa sinérgicamente, y afecta la integridad de toda la comunidad que padece esta situación social.
En la única escuela existente se logró apreciar el compromiso de los docentes y directivos con respecto al adecuado acompañamiento y soporte para cambiar desde el proyecto educativo institucional un poco su entorno.
Con este panorama se considera esencial la participación activa de la comunidad educativa para el redireccionamiento de la educación basada en las necesidades sentidas y adaptadas hacia los niños, en busca de favorecer la calidad de la educación, disminución de la vulnerabilidad y aumento al respeto de los derechos de los niños(as).
Se necesita hacer más énfasis en la importancia de la calidad de vida en relación con el entorno ambiental en la escuela y hogar que garanticen espacios deportivos, de seguridad, de mejoramiento locativo en sus viviendas y escuelas, ya que, al igual que los demás niños en Colombia, el tener un mejor nivel de vida es un factor clave para el desarrollo humano, debido a que todos los aspectos negativos con los que conviven los marcan para el resto de su vida y les acortan las posibilidades de tener oportunidad de salir adelante.
A pesar de los esfuerzos de nuestros gobiernos y de todos los organismos internacionales para tratar de suplir un poco las necesidades de nuestras regiones, hacen falta garantías en el cumplimiento de los derechos de los niños, y esto se refleja en la ausencia de programas integrales efectivos en lo que respecta a la salud integral, educación y los derechos del niño(a). Desafortunadamente, contrario a lo que se piensa, que la mayoría de los niños gozan de buena salud en América Latina, encontramos que la realidad es otra, ya que investigaciones han demostrado que en regiones colombianas como el Pacífico la pobreza es casi extrema y puede compararse a nivel mundial con los países africanos.
Teniendo en cuenta lo señalado en este artículo, cabe discutir: ¿Qué pasará con estos niños cuando sean jóvenes? Esta pregunta genera inquietudes, ya que lo que les espera es un gran conflicto social; la pobreza generalizada en la que se levantan conlleva a que menos jóvenes se preparen para enfrentar la vida, a que las bases educativas les falten para crecer como jóvenes valiosos o de bien para nuestra sociedad.
De esta manera queda el campo abierto para revisar un poco más cómo la pobreza prima sobre otros aspectos de la vida de los niños, lo que llega a convertir su futuro en incierto y con la gran posibilidad de que se vuelvan un latente peligro para la sociedad, que reflejen cuadros de poca sociabilidad y que esto los arroje a tratar de sobrevivir con cualquier cosa, llegando al punto de convertirse en antisociales por no haber recibido ningún tipo de valores éticos y morales.
Con base en todas las investigaciones que se han realizado y los resultados que ha arrojado el estudio de la incidencia de la pobreza extrema es necesario trabajar con programas que beneficien directamente a la comunidad, cuya aplicación contribuya a lograr cambios que permitan la inclusión de todos los niños y que se tomen como punto blanco para hacer intervenciones que cambien de manera contundente su diario vivir.
RECOMENDACIONES
- Involucrar a los organismos estatales como las secretarías de salud municipal y de educación del municipio de Sitio Nuevo, al igual que el SENA, el ICBF y la Policía del Menor para favorecer y garantizar la sostenibilidad en la alianza y apoyo a las estrategias de mejorar el diario vivir de los niños de Villa Clarín.
- Con relación a los actos de violencia y maltrato, se hace prioritario establecer un plan de mediación y charlas psicosociales que permitan la resolución de conflictos interpersonales que se generan en el seno del hogar, en la comunidad y en la institución educativa, con la asesoría y apoyo de entes gubernamentales que presten soporte y vigilancia al estricto cumplimiento de los derechos humanos y, ante todo, a las leyes que amparan a la infancia.
Agradecimientos
Agradezco a la comunidad y la institución educativa del municipio de Sitio Nuevo, corregimiento de Palermo (Magdalena), por su participación y colaboración en la aplicación de encuestas y todo el proceso de diagnóstico que se hizo en esta población.
Conflicto de interés: Ninguno.
Financiación: Universidad del Norte.
* Rebusque: Escudriñar o buscar una cosa repetidamente y con mucha minuciosidad.
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