ISSN Electronico 2011-7531
ISSN Impreso 0120-5552
Volumen 31, n.°1, septiembre - dicimbre 2014
Fecha de recepción: 17 de octubre de 2014
Fecha de aceptación: 6 de noviembre de 2014
DOI: http://dx.doi.org/10.14482/sun.31.1.5085


ARTÍCULO ORIGINAL / ORIGINAL ARTICLE

Relación del burnout y el engagement con depresión, ansiedad y rendimiento académico en estudiantes universitarios

Relationship between burnout and engagement, with depression, anxiety and academic performance in university students

Carmen Caballero Domínguez1, Orlando González Gutiérrez2, Jorge Palacio Sañudo3

1 Ph.D. en Psicología, Mg. en Desarrollo Humano y Psicóloga Clínica, investigadora del Grupo de Investigación Psicología y Salud del Programa de Psicología, Universidad del Magdalena. ccaballero@unimagdalena.edu.co.

2 Mg. en Psicología Clínica y de Familia. Estudiante del Doctorado en Psicología, Universidad del Norte, investigador del Grupo DIEPS, docente del programa de Psicología, Universidad Simón Bolívar. Barranquilla (Colombia).

3 Ph.D. Psicología Social. Coordinador del Doctorado en Psicología, Universidad del Norte. Barranquilla (Colombia).

Correspondencia: Carmen Cecilia Caballero Domínguez. Universidad del Magdalena, carrera 32 n° 22 - 08. A.P. 2-1-21630. Santa Marta (Colombia).


Resumen

Objetivo: Analizar las relaciones entre burnout y engagement con ansiedad, depresión y rendimiento académico en estudiantes universitarios de programas de salud.

Materiales y métodos: El diseño fue observacional, correlational, multivariado; la muestra, aleatoria y estratificada, de 802 estudiantes de programas de salud de universidades de Barranquilla. Instrumentos: MBISS, UWES-S, STAI >e Inventario de Depresión de Beck.

Resultados: El análisis de las correspondencias múltiples entre las variables evidenció un factor conformado principalmente por las dimensiones de Vigor, Absorción, Dedicación e Ineficacia Académica, cuyo extremo negativo se relacionaba con bajo engagement y altos niveles de burnout, ineficacia académica, depresión y de ansiedad de rasgo y de estado; el extremo positivo, con alto engagement, buen rendimiento académico y baja ineficacia, depresión y ansiedad de rasgo y de estado.

Conclusiones: En la muestra estudiada, el burnout y el engagement académicos se identificaron relacionados como polos extremos y opuestos de un mismo continuo multidimensional, en el que tanto el polo del burnout como el del engagement se configuran por valores esperados de las variables estudiadas pero opuestos al del polo contrario.

Palabras clave: burnout académico, engagement, salud mental, rendimiento académico, educación superior.


Abstract

Objective: Analyze the relationship between burnout and engagement, with anxiety, depression and academic performance in university students of health programs.

Materials and methods: The design was observational, correlational, multivariate; the sample, random and stratified, was of 802 health programs students from universities in Barranquilla. Instruments: MBISS, UWES-S, STAI and Beck Depression Inventory.

Results: The analysis of multiple correspondences between the variables, showed a factor mainly formed by the dimensions of Vigor, Absorption, Dedication and Academic Ineffi-cacy, whose negative end was associated to low engagement and high levels of burnout, academic inefficacy, depression, and trait and State anxiety; the positive end, it was with high engagement, good academic perfomance and low inefficacy, depression and trait and State anxiety.

Conclusions: In this study, the academic burnout and engagement were identified related as extreme and opposite poles of the same continuum multidimensional, in which both ends (poles of burnout and engagement) are configured for expected values of the variables studied, but opposite to the contrary pole.

Keywords: academic burnout, engagement, mental health, academic performance, higher education.


Introducción

Los estudiantes universitarios pueden presentar diferentes dificultades que afectan su bienestar, satisfacción y desempeño académico (1). Tales dificultades están determinadas por múltiples factores individuales, sociales y académicos, y su inadecuado afrontamiento y solución podría desencadenar sensaciones de no poder dar más de sí mismo, actitudes de desinterés y pérdida del valor y sentido de los estudios, además de dudas acerca de la propia capacidad para realizarlos (2), que en conjunto constituyen el denominado burnout académico (3).

El concepto de burnout académico se desarrolló como una extrapolación del burnout laboral al ámbito académico (4). En el contexto laboral, el burnout ha sido considerado como un estado mental negativo, persistente, relacionado con el trabajo, que aparece en individuos "normales", y se caracteriza por agotamiento, cinismo y baja autoeficacia (5). Desde la perspectiva transaccional del estrés (6), el burnout, tanto laboral como académico, es una respuesta compleja (motivacional, cognitiva, emocional y conductual) resultado de un proceso de estrés crónico que se desarrolla en la interacción entre características del contexto laboral o académico y características del individuo (7, 8).

Un giro interesante ha tenido el estudio del burnout académico desde la perspectiva de la psicología positiva, la cual intenta contrabalancear los enfoques centrados en el déficit y la patología. Desde esta perspectiva ha surgido el concepto del engagement, considerado como un "... estado psicológico positivo caracterizado por vigor, dedicación y absorción frente a los estudios" (4). En este sentido, Schaufeli et al. (5) señalan que las dimensiones centrales del engagement (Vigor y Dedicación) y del burnout (Agotamiento y Cinismo) se relacionan negativamente: la energía se torna en agotamiento, la dedicación en cinismo y la autoeficacia en ineficacia (2, 9, 10, 11). Diversos estudios muestran evidencias empíricas de la relación entre la autoeficacia, el burnout y el engagement en estudiantes universitarios, y señalan que el mayor éxito académico pasado y la mayor autoeficacia predicen positivamente el engagement (9, 12), en tanto que las creencias de ineficacia predicen la aparición del burnout, por lo que este ha sido conceptualizado por algunos como "una crisis de eficacia" (13, 11, 14). En esta línea de conceptualización, la autopercepción de baja eficacia sería más un desencadenante del síndrome que una dimensión del mismo. Debido a que la autoeficacia es "la creencia en las propias capacidades para organizar y ejecutar cursos de acción que son requeridos para manejar situaciones futuras" (Bandura, 15, p. 20), juega un papel central en los procesos del estrés, en la medida que está vinculada con la percepción de la propia capacidad para resolver los obstáculos y dificultades (16). Diversos autores señalan que una alta autoeficacia reduce el estrés y las proclividades emocionales negativas, y que un sentido bajo de eficacia favorece los síntomas de burnout (10, 11, 14), depresión y ansiedad (18, 19).

Burnout y Salud mental: relación del síndrome con Ansiedad y Depresión

Si bien es claro que el burnout tiene implicaciones negativas sobre la salud mental, el bienestar y calidad de vida del sujeto, no existe consenso respecto a su estatus clínico. Maslach et al. (20) vinculan el síndrome con la neurastenia, considerándolo, por lo tanto, como una forma de trastorno mental. Por su parte, Moriana et al. (21) señalan que no es necesario considerar el síndrome como una entidad diagnóstica autónoma, sino que, como manifestación de estrés, puede aparecer como un síndrome asociado a un gran número de trastornos, fundamentalmente los de ansiedad. Además, estos autores encuentran cierta similitud del burnout con los trastornos adaptativos, en los que aparecen síntomas de ansiedad, depresión, mixtos, con o sin alteraciones del comportamiento, en respuesta a un estresor psicosocial identificable (22). En esta línea, Moreno y otros autores (23) han realizado una somera referencia del burnout en relación con el Trastorno de Agotamiento Vital, mas no aparece identificado como una entidad diagnóstica independiente (22, 24). Aun así, diferentes estudios evidencian el riesgo de comorbili-dad de ansiedad, depresión y burnout (18, 25, 26). Neveu (27) muestra que el agotamiento emocional correlaciona con la depresión en guardias de seguridad. Amezcua et al. (28) encontraron que correlaciona fuertemente con la tensión del trabajo y con la depresión en trabajadores finlandeses. Darrigrande et al. (29) hallaron en docentes del sector público con burnout niveles de depresión clínica. Estas mismas asociaciones han sido detectadas en estudiantes universitarios. Arango (30) encontró en estudiantes de medicina que el burnout se asociaba con depresión y al riesgo suicida. Por consiguiente, consideramos que el burnout, la ansiedad y la depresión no solo tienen algunos síntomas comunes, sino que además pueden coexistir como diagnósticos duales (comorbilidad), y en ocasiones podrían ser considerados como reacciones secundarias a alguno de ellos. Por otra parte, y finalmente, en relación con la delimitación entre estos síndromes, consideramos que la depresión y la ansiedad provienen etiológi-camente de múltiples factores bioquímicos, ambientales, psicológicos y sociales interre-lacionados, mientras que el burnout ha sido considerado determinado en buena medida por las condiciones inadecuadas del contexto organizacional (laboral, asistencial, académico) de la actividad del sujeto, en interacción con características propias del individuo, que impiden que el trabajador/estudiante realice su trabajo adecuadamente y con satisfacción.

Burnout y Rendimiento Académico en estudiantes universitarios

Alcanzar un adecuado rendimiento académico constituye para los estudiantes una meta que determina su promoción; sin embargo, dicho desempeño ha de ser considerado como producto emergente de un conjunto complejo de factores interdependientes: volitivos, afectivos, conductuales y psicosociales del estudiante y del contexto de su actividad académica, lo que incluye, por supuesto, tanto condiciones propias de la institución universitaria como los dispositivos pedagógicos que median la interacción de enseñanza-aprendizaje del estudiante. El rendimiento académico ha sido vinculado al concepto de aptitud (31); sin embargo, comúnmente es asimilado al quantum obtenido por el estudiante en determinada actividad académica (32). Pérez et al. (33) definen el rendimiento como la suma de diferentes y complejos que actúan en la persona que aprende, y ha sido definido con un valor atribuido al logro del estudiante en las tareas académicas. Así, el rendimiento académico puede estar asociado a aspectos muy diversos, como aprobar todas las asignaturas del semestre, no repetir semestres o asignaturas, no abandonar la carrera, realizar todos los exámenes y aprobarlos, etc. (34).

En cuanto a la relación del burnout con el rendimiento académico, estudios coinciden en señalar que los estudiantes que presentan burnout tienen como consecuencia un bajo rendimiento académico (13). Martínez et al. (35) señalan que los estudiantes con elevado Agotamiento, alto Cinismo y baja Eficacia Académica obtienen resultados más bajos en sus exámenes. Por el contrario, otros estudios señalan que el síndrome no es un buen predictor del mal desempeño académico (3, 2, 12). Sin embargo, la no relación entre rendimiento y burnout puede deberse a las formas tan diversas como se ha evaluado el rendimiento académico, p.e. a partir del promedio académico, el cual puede ser un indicador insuficiente. Aun así, esta investigación coincide en señalar que el burnout correlaciona positivamente con la insatisfacción o infelicidad frente a los estudios (3, 36), con la falta de madurez profesional (37), con la intención de abandonar los estudios (12, 38) y con las menores expectativas de éxito en los mismos (35). Estos hallazgos muestran que si bien la consecuencia del síndrome en el rendimiento académico dista de ser simple y lineal, este sí juega un papel importante —por su valor predictivo— respecto de diversas variables relacionadas con la calidad de vida y el desempeño del estudiante universitario.

En síntesis, es importante ampliar nuestro conocimiento y comprensión sobre el carácter particular del burnout académico en estudiantes universitarios en nuestro medio social, con el fin de incidir tanto en la detección y prevención precoz de procesos vinculados al síndrome como en la promoción de condiciones protectoras frente al mismo y, por ende, favorecer el bienestar de los estudiantes, su desarrollo académico y disminuir uno de los factores de deserción académica. En consecuencia, específicamente, este estudio tuvo como objetivo establecer y analizar la relación entre el burnout y el engagement, y en el marco de esta relación analizar sus vinculaciones con la ansiedad, la depresión y el rendimiento académico.

Materiales y métodos

Población y muestreo

La población del estudio correspondió a estudiantes de medicina, psicología, fisioterapia y enfermería de diferentes universidades privadas de la ciudad de Barranquilla (Colombia). La muestra se constituyó aleatoria y estratificadamente por semestre cursado, conformada por 820 sujetos. En la tabla 1 se describe sociodemográficamente la muestra.

Instrumentos

Acontinuación se presentan los cuestionarios utilizados:

1. Burnout académico: medido con MBI-SS: Maslach Burnout Inventory-Student Survey (4), evalúa las dimensiones de Agotamiento, Cinismo e Ineficacia, a través de 15 ítems, que caracterizan al burnout académico.

2. Engagement: se evalúo mediante la Escala de Engagement Académico (UWES-S) (4). El UWES-S comprende 17 ítems, que evalúan las dimensiones de Absorción, Dedicación y Vigor que definen al engagement.

3. Ansiedad: se utilizó la Escala de Ansiedad de Rasgo y de Estado (STAI): comprende 40 ítems, que evalúan Ansiedad de Estado (A/E) (1-20) y Ansiedad Rasgo (A/R) (21-40).

4. Depresión: se evaluó mediante el Inventario de Depresión de Beck (40), el cual consta de 21 ítems, que evalúan síntomas cognitivos, fisiológicos y conductuales característicos de la depresión.

Tal como se aprecia en la tabla 2, los niveles de confiabilidad de cada una de las subescalas de los instrumentos utilizados son satisfactorios por ser superior a 0.7 de alfa de Cronbach.

Procedimiento

Para establecer la relación del burnout y del engagement con depresión, ansiedad de rasgo y de estado y con el rendimiento académico se llevó a cabo el Análisis de Correspondencias Múltiples (ACM), a partir de la agrupación de las variables en áreas temáticas, clasificadas en Variables Activas (modalidades de cada una de las dimensiones del burnout y del engagement, que definen y configuran los factores analizados) y Variables Ilustrativas (las modalidades de las otras variables del estudio, que por su asociación con las activas permiten una mejor interpretación de las relaciones de interdependencia entre ellas y que caracterizan a los factores) (tabla 3).

Resultados

En la tabla 4 se expone el histograma de los doce factores obtenidos en el ACM. Inicial-mente fueron analizados los dos primeros factores, sin embargo, se seleccionó el primero y fue desechado el segundo, ya que este ofrecía información redundante. El factor seleccionado y analizado es una dimensión con un valor propio de 0.4965.

El primer factor explica el24.83 % de la inercia y se polariza en la trayectoria de las diferentes modalidades del burnout y del engagement académicos. Las dimensiones de ambos síndromes contribuyen al primer factor según su aporte acumulado, del siguiente modo: en mayor grado, Vigor (22.2); luego Dedicación (20.9), Ineficacia (20.3) y Absorción (16.7); con menores contribuciones, Cinismo (14.4) y Agotamiento (con 5.5). La característica más sobresaliente de este factor es prácticamente una oposición directa entre las respectivas modalidades de cada síndrome, encontrándose en un extremo del factor respuestas de estrés crónico en los estudiantes, y en el otro respuestas positivas de implicación en los estudios. Por esta característica se denominó al primer factor Respuesta de los estudiantes ante el estrés.

Caracterización del factor «Respuesta de los estudiantes ante el estrés» de acuerdo con las variables activas

La caracterización del factor por las variables activas quedó del siguiente modo: en el extremo negativo se ubican niveles bajos de las modalidades del engagement, junto con valores altos de ineficacia académica; por el contrario, en el extremo positivo se hallan valores altos de las modalidades del engagement y bajos puntajes en ineficacia (tabla 5). En consecuencia, se denominó al extremo negativo del factor polo del burnout, y al extremo positivo, polo del engagement.

Caracterización de cada uno de los polos del factor «Respuesta de los estudiantes ante el estrés» de acuerdo con las variables ilustrativas

Al polo del burnout corresponden las siguientes modalidades según su orden de significancia: 1) Ansiedad de Rasgo Alta, 2) Depresión Alta, 3) Ansiedad de Estado Alta. Además, con pesos levemente menores pero significativos aparecen: 4) Promedio Académico Deficiente y 5) Promedio Aceptable. Al polo del engagement corresponden las siguientes modalidades según su orden de significancia: 1) Ansiedad de Rasgo Baja, 3) Depresión Baja, 4) Ansiedad de Estado Baja, 5) Promedio Académico Bueno (tabla 6).

Discusión

Al buscar esclarecer las relaciones entre las variables estudiadas a partir del ACM aparece la configuración de un plano factorial consistente y con sentido que define el papel de cada variable en relación con las otras. Precisando la caracterización del factor Respuesta de los estudiantes ante el estrés, vemos que en el polo del burnout predominan bajos niveles de energía o de persistencia y esfuerzo ante los contratiempos y dificultades (bajo Vigor), junto con bajos niveles de entusiasmo, inspiración, orgullo y reto ante los estudios (baja Dedicación), además de niveles bajos de concentración y de felicidad durante el desempeño de las actividades académicas (baja Absorción), lo cual se acompaña de autopercepciones de incompetencia para afrontar las exigencias académicas (Ineficacia Académica). Caso contrario ocurre en el polo del engagement, en el que predominan los estados motivacionales positivos y persistentes, junto con bajos niveles de ineficacia académica percibida para llevar a cabo las demandas académicas.

Puede llamar la atención en esta configuración del plano factorial la aparente ausencia de las variables de Agotamiento y Cinismo; aparente, ya que es debida al peso relativo menor de estas en comparación con los pesos de las dimensiones del engagement. Es en este sentido que las dimensiones centrales del engagement terminan configurando con mayor peso al factor, junto con la dimensión de Ineficacia Académica. Esto es consistente con lo propuesto por Schaufeli et al. (4) y Sa-lanova et al. (37), quienes consideran que las dimensiones centrales del engagement (Vigor y Dedicación) y del burnout (Agotamiento y Cinismo) se relacionan negativamente. En consecuencia, los resultados aquí obtenidos apoyan considerar el burnout y el engagement como polos opuestos de un mismo continuo multidimensional de las respuestas posibles de los estudiantes ante el estrés, y no como síndromes discretos e incomparables.

Resalta el papel central que juega la Ineficacia Académica en cada uno de los polos del factor, lo cual consideramos que debe interpretarse en el sentido de que el grado de valoración de la propia capacidad ante los estudios puede determinar el grado de esfuerzo o implicación que invierten los estudiantes en la actividad académica, así como su perseverancia ante los obstáculos (2). Esto, por su parte, es consistente con el papel modulador propuesto de la autoeficacia en el proceso de afrontar el estrés de los universitarios (12, 13, 4), en la medida que altos niveles de autoeficacia disminuyen la experiencia del estrés, al favorecer una mayor sensación de competencia, la generación de metas propias, la movilización y encauzamiento de recursos para conseguirlas, con el necesario nivel de motivación, dedicación y persistencia en el tiempo al llevar a cabo las actividades académicas (10); mientras que la baja autoeficacia incrementa la valoración estresante de los eventos amenazantes, dedicando menor esfuerzo y dedicación para superarlos (12).

En cuanto a la relación del polo del burnout con la salud mental, se caracterizó por niveles relevantes de ansiedad de rasgo, de estado y de depresión, lo que es acorde con observaciones y predicciones recurrentes de esta comorbilidad (27, 18, 25, 26, 28, 29, 30). Estos hallazgos adquieren mayor notoriedad, en cuanto que el polo del engagement no correlacionó con ninguno de los indicadores de perturbación de la salud mental. Así, sugieren de que a más bajos niveles de engagement y mayores de ineficacia académica se podría constatar una mayor presencia de indicadores de afectación de la salud mental. Es más, apuntan a considerar el establecimiento de un circuito recursivo, autorreforzante, progresivo y negativo, entre bajos niveles de engagement, altos de ineficacia y las perturbaciones emocionales mencionadas. En consecuencia, más allá de la delimitación estricta entre burnout, ansiedad y depresión, y dado el carácter difuso, insidioso y evolutivo del burnout, conviene considerar, a nuestro juicio, que este podría cursar con y hacia formas manifiestas de ansiedad y depresión (7). Por lo demás, también estos hallazgos concuerdan con investigadores que señalan que un sentido bajo de eficacia favorece los síntomas de depresión y ansiedad (1, 19).

Por último, en cuanto a la relación de los polos del engagement y del burnout con el rendimiento académico, el primero se asoció con un mejor rendimiento; aunque al polo del burnout no se asocia necesariamente un bajo rendimiento académico, como han reportado algunos estudios (35, 36), sí es más bajo que en el polo del engagement. Es decir, en línea con lo que refieren Bresó (9), Caballero et al. (7) y Manzano (36), estos resultados apoyan tanto las observaciones de que el burnout no es necesariamente un buen predictor de mal rendimiento académico como que mejores niveles de engagement y de autoeficacia pueden aportar al mejor desempeño académico de los estudiantes universitarios.

En síntesis, por una parte, las observaciones y análisis arrojados en este estudio apoyan y son consistentes con las relaciones establecidas y esperadas de las variables estudiadas con base en los desarrollos teóricos y empíricos en el campo, los cuales no son realmente escasos entre población universitaria de nuestro medio tanto a nivel nacional, regional y local. Sin embargo, como valor adicional o aporte al desarrollo del mismo, este trabajo de carácter multivariado fue más allá de establecer correlaciones simples entre variables, p.e., burnout-rendimiento académico; por el contrario, se planteó y estableció relaciones consistentes entre todas las variables estudiadas, lo cual permite identificar una dimensión única e integradora de la respuesta posible de los estudiantes universitarios ante el estrés académico, la cual vincula tanto al engagement y al burnout como polos opuestos de dicha dimensión única, y a su vez cada uno, de manera consistente y esperada, se asocia con valores positivos o negativos de indicadores tanto de salud mental como de rendimiento académico. En consecuencia, el factor identificado, y las asociaciones halladas entre variables que lo sustentaron, sugieren un potencial uso del mismo como dimensión de utilidad predictiva, p.e., sobre el rendimiento académico, la posibilidad de abandono de los estudios, la satisfacción con los mismos, el bienestar psicológico y la salud mental de los estudiantes universitarios, etc., entre otros, y, por ende, a su vez sugieren su eventual utilidad para el desarrollo de programas preventivos y de promoción del bienestar y desarrollo académico de los estudiantes universitarios en nuestro contexto. Desde luego, se requerirán posteriores investigaciones que apoyen estos resultados, aumenten su capacidad de generalización y especifiquen los mediadores contextuales y del sujeto de su eficacia operativa.

Conclusión

La caracterización de la relación burnout-engagement, y sus relaciones con ansiedad, depresión y rendimiento académico, en la muestra estudiada, identificó un factor que da cuenta de las posibles Respuestas de los estudiantes ante el estrés. Su estructura sugiere un continuo multidimensional (conformado principalmente por las dimensiones de Vigor, Absorción, Dedicación e Ineficacia Académica), que en su extremo positivo o polo del engagement predominan los niveles altos de engagement y bajos de ineficacia académica, de ansiedad de rasgo, de estado, de depresión y buen rendimiento académico; y en el negativo o polo del burnout se invierten estos valores (a excepción de rendimiento académico).

Conflicto de interés: ninguno.

Financiación: Universidad de Magdalena.


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