Memorias. Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe

versión On-line ISSN 1794-8886
n.° VIII, enero-junio de 2008
Texto recibido: 17/08/07; Aprobación: 24/10/07


Historiar las comunidades a partir de la memoria de los colectivos

Dra. Arlene Urdaneta Quintero.

Doctora en Ciencias Humanas. Profesora Titular de la Universidad del Zulia. Investigadora del Centro de Estudios Históricos de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela.

[arleurdaneta@cantv.net]


Resumen

La construcción y aprendizaje del conocimiento desde diferentes disciplinas requiere la comprensión del contexto histórico de aquellos espacios sociales en los cuales está inserto el individuo. Necesidad que responde a las demandas de la sociedad contemporánea y a las modalidades que se introducen en el proceso de aprendizaje de las ciencias sociales al enfrentar los cambios introducidos por la globalización. Se pretende considerar los derroteros metodológicos para abordar e interpretar la historia desde los registros más recientes y significativos de la comunidad, de la vida cotidiana y de la memoria colectiva para conocer desde la identidad del ciudadano popular caribeño a la sociedad contemporánea y los problemas que enfrenta. De este modo se comprenden las transformaciones de las comunidades rurales y urbanas, en la mediana y larga duración, a partir de las experiencias colectivas entendidas en el contexto local, regional, nacional y mundial.

Palabras clave: comunidades, historia, colectivos, memoria


Abstract

The construction and learning of the knowledge from different disciplines requires the comprehension of the historical context of these social spaces which the individual is inserted. Necessity that responds to the demands of the contemporary society and to the modalities that are introduced in the process of learning of social sciences when face the changes introduced by the globalization. It is pretends consider the methodological course in order to board and interpret the history from the registers more recent and significant of the community, of the daily life and of the collective memory in order to know, from the identity of the popular Caribbean citizen, the contemporary society and the problems that face. Thus, it is comprehended the transformations to the urban and rural communities, in the long and medium duration, from the collective experiences understood in the local, regional, national and world context.

Key Words: communities, history, collectives, memory.


Historiar las comunidades a partir de la memoria de los colectivos

Tres son los tiempos: el presente del pasado, el presente del presente, el presente del futuro... El presente del pasado es la memoria, el presente del presente es la intuición, el presente del futuro es la espera. (San Agustín, 1998: 325)

Introducción

Historiar las comunidades a partir de la memoria de sujetos históricos concretos, expresión de sus percepciones, evocaciones e intereses, impone un reto mayor a la ardua tarea del oficio del historiador que, como mi caso, debe además formar docentes constructores de conocimientos para el aprendizaje de las ciencias sociales. Los recuerdos personales y selectivos de ciertos acontecimientos, no necesariamente se corresponden con la realidad; adolecen además de las limitaciones propias de su origen y del transcurrir del tiempo: amnesias voluntarias, distorsiones heredadas, vacíos imperceptibles. Sin embargo, con frecuencia, las memorias individuales que refieren la cotidianidad de colectivos son el punto de partida para abordar, interpretar y comprender la historia de comunidades huérfanas de narraciones escritas e ignoradas por la historiografía regionalista o nacionalista. 1

En esta oportunidad deseo compartir la experiencia que he obtenido como profesora de la asignatura Historia del Zulia del Departamento de Historia (licenciatura de Educación, Mención Historia) de la Universidad del Zulia, en el esfuerzo de delinear herramientas teórico metodológicas para historiar las comunidades como una estrategia en la enseñanza de la historia de Venezuela. Desde 1991 hasta la fecha he administro esta asignatura y me he regocijado en compartir con mis estudiantes los últimos avances de la historiografía regional que aborda los procesos históricos venezolanos a partir de las historias locales y regionales. Sin embargo, las actuales demandas del sistema educativo para una sociedad globalizada, apuntaladas por las nuevas corrientes de la didáctica de la historia y de las reformas impulsadas por el Estado venezolano, han obligado a reorientar las estrategias para lograr los objetivos propuestos. Formar un investigador docente integrador del área de ciencias sociales, constructor de conocimientos pertinentes ha forzado volver la mirada hacia las historias de vida y de familias del estudiante. Lo cual ha significado un verdadero desafío.

Consideraciones preliminares

En la actualidad, se cuenta con las investigaciones historiográficas que vienen dando repuesta a la necesidad de incorporar en la historia de Venezuela a los colectivos regionales excluidos por las visiones centralistas de las historias generales. Así, desde hace veinte años, desde el Centro de Estudios Históricos y Laboratorio de Historia de la Arquitectura y Urbanismo regional de la Universidad del Zulia, se analiza la historia del Zulia a partir del conjunto de las sociedades regionales y locales que crecieron y se desarrollaron con sus específicos procesos históricos hasta lograr sumar esfuerzos para consolidar al Estado nacional y construir la identidad venezolana.

Estudiar en la larga duración el proceso histórico del Zulia requiere considerar que forma parte de una macro-región histórica vinculada con los estados andinos, nororiente colombiano y Caribe. En esta dinámica se abordan las especificidades locales, expresiones culturales y modalidades de organización y participación de los municipios, comunidades y grupos familiares locales comprendidos en el contexto regional y nacional. Bajo esta perspectiva la articulación de Maracaibo, como centro político y económico de la provincia de Maracaibo, luego estado Zulia, y de ésta con el gobierno nacional ha permitido medir el alcance de las luchas autonómicas y el federalismo en momento de organizar e impulsar y consolidar la República del Venezuela.

Sin embargo, esta visión también adolece de un centralismo regional al privilegiar los estudios sobre Maracaibo. El localcentralismo que ejerce la ciudad-puerto sobre su ámbito de dominio se transfiguró en una historiografía regional también centralista; aunque es necesario considerar que esta tendencia ha respondido a la necesidad inicial de delinear los derroteros interpretativos necesarios sobre la historia del Zulia a través de las abundantes fuentes oficiales; estudios que hicieron posible delinear propuestas de periodización para orientar las posteriores investigaciones histroriográficas. (Cardozo, 2005)

Constatar que se sabe poco o nada, en la mayoría de los casos, de la historia de las matrias: 2 de pueblos, barrios, emplazamientos indígenas, sitios, sectores, asentamientos rurales e incluso de diversos escenarios en los centros urbanos de las ciudades; impuso una dificultad mayor al esfuerzo de historiar las comunidades. Se debía partir de la memoria histórica de sus habitantes y de aquellos aspectos que a los colectivos les interesa conocer de su pasado para iniciar una ardua pesquisa de información en fuentes orales, bibliográficas, documentales, fotográfica y cartográficas que con frecuencia enfrenta al estudiante con el desorden gubernativo e indiferencia de los funcionarios responsables de aportar la información requerida. Además de los misterios, silencios y ambigüedades de los protagonistas de sus narraciones.

En otro sentido, en octubre de 2006 se aprueba el "Reglamento de servicio comunitario del Estudiante de Pregrado en la Universidad del Zulia" 3 El mismo establece que se entiende por servicio comunitario "las actividades que deben realizar en la comunidades los estudiantes de la Universidad del Zulia como requisito para la obtención del título de pregrado, aplicando los conocimientos adquiridos en su formación académica en beneficio de la comunidad y con base a los principios académicos que rigen la Ley de Servicio Comunitario de la Educación Superior". 4 Esta actividad es concebida desde la perspectiva del currículo integral e insertado en los planes de estudios como eje transversal. Para llevar a fin término la propuesta se deben diseñar proyectos que contengan objetivos de acción comunitaria pertinentes y demandados por la Universidad y otras instituciones educativas, gremiales, públicas, privadas y comunidades organizadas.

Para dar repuesta a esta disposición, desde la línea de investigación "Formación del Estado nacional" y proyecto "Colectivos sociales, conciencia ciudadana y nuevos escenarios públicos", del cual soy investigadora responsable en el Programa "La región occidental en la formación del Estado nacional en Venezuela Patrimonio e identidad", diseña el subproyecto "Historiar las comunidades" el cual se ofrece a las comunidades que aspiran constituirse en Consejos Comunales. 5

El Estado nacional venezolano, en consonancia con el propósito de consolidar la democracia participativa y protagónica, promueve la organización en las distintas comunidades del país de estos cuerpos colectivos; 6 organizados como un poder público y popular orientan su esfuerzo a resolver los problemas propios de la comunidad. Según lo establece la ley, estas comunidades requieren, entre otras cosas, elaborar su historia escrita para legitimar su solicitud ante las instancias pertinentes. En este sentido, la asignatura Historia del Zulia del Departamento de Historia de la Universidad del Zulia, considera esta necesidad al ofrecer este servicio a través de sus estudiantes en una acción académica que integra las actividades docente, de investigación y extensión.

El punto de partida: la historiografía regional y local

En Venezuela, al igual que en el resto de Hispanoamérica, los estudios históricos han avanzado en la reflexión sobre la intervención de los colectivos sociales regionales en la formación y consolidación del Estado nacional. Esta historiografía ha reconocido la importancia de heterogéneos actores políticos, sociales y económicos de las localidades y regiones e intenta comprender el efecto, directo e indirecto, de las fuerzas centrífugas y centrípetas que incidieron en la construcción de la identidad nacional. Utilizar esta propuesta para analizar el proceso histórico del Zulia permite ampliar la compresión del proceso social y cultural del país al considerar las múltiples identidades locales y regionales que precedieron a la identidad nacional. (Cardozo, 2005)

Un recorrido por la historia de Venezuela a través de esta perspectiva, inducen a considerar como los cambios introducidos en la sociedad a partir del proceso de independencia se hicieron evidentes a medida que transcurre el siglo XIX de la república temprana y se expresan con mayor claridad en la Venezuela petrolera del siglo XX. Cada vez era más evidente como los mecanismos del Estado para desarrollar una política nacional habían impactado a las instituciones y discurso democrático; brindaron nuevas, aunque limitadas, formas de participación de una sociedad mestiza en ascenso.

Por una parte, las regulaciones del espacio público y privado en función del comportamiento ciudadano y la manipulación de los partidos políticos fue creando cierta matriz de opinión, más o menos común, sobre el significado de la democracia y beneficios de la nación. Por otra, la práctica social derivó en una particular percepción de la política, con frecuencia asociada con la defensa de ideales regionales y locales simbolizados por las luchas federalistas; en los ámbitos más recónditos de la geografía regional las comunidades rurales se debatían por garantizar su sustento y acceder a los escasos cargos públicos que favorecían una cuota de poder en la contienda política.

Como resultado de este proceso y acorde con intereses propios, se puede presumir, la configuraron de diversos proyectos políticos con frecuencia asociados con la ficción democrática de participación, justicia e igualdad. Las representaciones sociales heredadas y las nuevas construidas en este contexto se materializan en formas de pensar, crear y recrear la realidad de manera simbólica para reproducir una realidad que le sea conocida y familiar. Dos son los procesos a través de los cuales se generan las representaciones sociales. El primero es definido como anclaje y supone un proceso de categorización a través del cual clasificamos y damos un nombre a las cosas y a las personas. Este proceso permite transformar lo desconocido en un sistema de categorías que nos es propio. El segundo proceso es definido como objetivación y consiste en transformar entidades abstractas en algo concreto y material, los productos del pensamiento en realidades físicas, los conceptos en imágenes. (Moscovici, 1984).

A través de la historia regional y local se pueden alcanzar los propósitos y finalidades de los contenidos de las ciencias sociales planteados en la propuesta curricular vigente. Por una parte, propicia el desarrollo de un pensamiento reflexivo e integrador que permita a los alumnos analizar la realidad social y explicar las peculiaridades de su cotidianidad; además, desarrollar estrategias de investigación a través de las cuales se sienta sujeto social capaz de asumir una actitud responsable ante las transformaciones de la sociedad.

El promover un aprendizaje sobre contenidos que se refieran a la historia de su familia, comunidad, municipio, Estado o región, analizados a través del tiempo para determinar y explicar los cambios históricos que han incidido sobre la realidad del alumno, hace el proceso de enseñanza-aprendizaje más pertinente y significativa. Del mismo modo, la enseñanza de lo local y regional, refuerza el carácter integrador que deben tener los contenidos y los procesos valorativos al establecer la interconección entre el conocimiento, categorías y valores morales y sociales. El conocimiento y valoración del pasado, abordado a través de una investigación que responda a las necesidades del alumno, afianza los sentimientos de identidad regional y nacional. Además, favorecen el reconocimiento y defensa del patrimonio ecológico, histórico y cultural de la sociedad; factores que refuerzan y reafirman la dignidad y conciencia ciudadana.

Educación para una sociedad globalizada

En la dimensión teórico-metodológica, las actuales demandas del proceso educativo obligan al docente-investigador a la mediación de aprendizajes en el campo de las ciencias sociales, a partir de una visión integral y global, en la concepción de la pedagogía dialéctica. Filosóficamente se fundamenta en una visión humanística que ubica al hombre en plena articulación con su entorno, en relación directa con cada uno de los elementos que lo constituyen, y en la participación activa en la transformación positiva de la realidad que le toca vivir. (Zubiría, 1998) Por lo tanto, el hombre en esta visión humanística no es el centro solo de los beneficios que pueda recibir del entorno sino responsable de la elevación de la calidad de convivencia que le toca asumir para contribuir a un verdadero desarrollo social.

El fenómeno de la globalización o de la mundialización (con todas las ambigüedades y pluralidad de lecturas que merece) nos está obligando cada vez más a entendernos como una macrosociedad, que supera las simples relaciones nacionales y plurinacionales, para vernos como una única sociedad interrelacionada, en la que todos somos ya casi directamente responsables de todos. Se impone, por tanto, proyectar una nueva ética mundial que regule esta realidad y que establezca un diálogo entre culturas y entre religiones. (Colina, 1993 y Robertson, 2000)

La visión de integralidad y globalidad privilegia la articulación de los principios establecidos por la UNESCO (1996) como" pilares fundamentales para la Educación del siglo XXI: ser, conocer, hacer y convivir"; conocimientos básicos pedagógicos, geográficos e históricos que definen el perfil de un docente para el campo de las Ciencias Sociales y la concentración de saberes de diversas disciplinas en torno a un eje articulador. Esta fundamenta la articulación de la teoría y la práctica en una relación dialéctica del conocer y hacer. Una pedagogía tejida sobre la doble trama de la experiencia y de la razón. El conocimiento será una construcción externa a la escuela pero, en un proceso de aprendizaje reconstruido en su interior de manera activa a partir del dialogo pedagógico entre el estudiante, el saber y el docente. Así la relación será entre un docente (mediador) y un educando (constructor de su propio aprendizaje). (Pluckrose, 2002)

El trabajo monográfico, fortalece el saber (conocer) mediante el proceso de producción, revisión y reconstrucción del conocimiento e inicia al estudiante en un proceso de formación como investigador de la educación. La práctica, al contactarlo con la realidad socioeducativa le permite abordar problemas educativos, éticos, de valor que privilegian el desarrollo de competencias actitudinales fundamentadas en una concepción humanística del hombre, el mundo y de la vida en relación de igualdad entre el hombre y su ambiente. Esta visión soporta la formación del ser. Generación de ciudadanos capaces de promover una cultura de justicia social y respeto por la diversidad sociocultural y, las raíces históricas del hombre y la cultura. Un ser humano que entienda que de la calidad de su entorno, del ambiente, depende su calidad de vida, capaz de impulsar y defender los valores éticos, y la actitud de conservación del medio que lo rodea.(Gamero, Atencio y otros, 2007)

Metodológicamente la propuesta se enmarca predominantemente, tanto en la dimensión investigativa (teórica) como en la práctica, El proceso de enseñanza-aprendizaje está orientado por la concepción constructivista del aprendizaje que favorece la construcción de aprendizajes conducentes al desarrollo de competencias integrales profesionales, que lo identificarán como un docente contextualizado en la sociedad del siglo XXI, caracterizada por la presencia de profundas transformaciones, determinantes de nuevas estructuras sociales que demandan modelos pedagógicos diferentes a los tradicionales.

Llevar a la acción educativa tan coherentes postulados desde la historiografía regional y de la educación integradora y constructora de conocimientos tiene mucho sentido. Sin embargo a la hora de concretarlos la realidad rebasa los postulados teóricos que en ocasiones lucen sólo como reflexiones románticas del deber ser. Largo ha sido el camino para que en la actualidad se puedan ofrecer algunas herramientas sobre como formar docentes capacitados para historiar comunidades para la enseñanza y comprensión de los procesos históricos venezolanos en el contexto mundial.

"Encuentro con Nuestras Raíces. Construcción geohistóric a de Venezuela a partir de las localidades".

Una estrategia metodológica del proceso de aprendizaje en ciencias sociales, denominada "Encuentro con nuestras raíces", aplicada desde el 2003 hasta la fecha por la profesora Maxula Atencio Ramírez en la Escuela de Educación ha asociado a diferentes asignaturas del Departamento de Historia (Historia del Zulia, Geopolítica de Venezuela, Historia de Venezuela I, Práctica profesional I y II, Electivas Escenarios urbanos y fronterizos, El patrimonio como recurso para la enseñanza y Diagnóstico de Comunidades) en una cátedra colegiada adscrita al "Proyecto Comunitario Santa Lucía" coordinado por la profesora María Gamero León. 7

La investigación "Desarrollo Espacial de la Parroquia Santa Lucía del Municipio Maracaibo del Estado Zulia", ha fundamentado, orientado y alimentado en la dimensión teórica — conceptual y metodológica esta práctica realizada por profesores y estudiantes de las asignaturas que integran la Cátedra Colegiada Luciteña, la cual se operacionaliza, hasta el presente a través de los planes operativos de "Conociendo nuestra Escuela y nuestro Espacio, y Ecología y Ambiente", en el contexto del Programa Educativo Comunitario Parroquia Santa Lucía (PEC-PSL). 8

Esta experiencia ha permitido una visión de la historia y geografía de Venezuela presentada en un taller interactivo en la Facultad de Humanidades y Educación con el fin de reforzar la identidad nacional a partir de los procesos locales y regionales. 9 Su objetivo es aplicar en las unidades educativas los avances y logros de investigación de las asignaturas que participan en la Cátedra Colegiada Luciteña para alcanzar un aprendizaje significativo de la geografía e historia de Venezuela a partir de las localidades.

Para ello se procedió a investigar los procesos históricos locales y regionales y su geografía con la compilación, registro de fuentes primarias, hemerográficas, cartográficas y bibliográficas para producir un conocimiento teórico, cartográfico, didáctico, metodológico evaluado por especialistas del área y docentes en ejercicio para producir materiales didácticos reforzados con las múltiples tradiciones culturales que tipifican a las diversas sociedades de Venezuela hasta el presente. En un conjunto de estaciones que dibujan la imagen de Venezuela se objetivan nuestras raíces a través de las distintas regiones del Zulia. (Atencio, Gamero, Urdaneta, 2004).

La estrategia permite a los estudiantes de la Escuela Básica, Diversificada y Superior y al público general verse reflejado en el proceso histórico de las regiones, localidades y paisajes en el tiempo a través de fotografías, enseres, producción, comercio, obras literarias, obras musicales, poesías, gastronomía, moda, religión y en especial en el árbol genealógico de los bachilleres que cursan las asignaturas y participan en el "Proyecto Educativo Comunitario Parroquia Santa Lucía"; así interactúan entre individuos de distintas generaciones durante las exposiciones o la explicación de los hechos.

La fase experimental nos lleva a una evaluación y reflexión permanente de programas y conocimientos de las ciencias sociales, abrir líneas de investigación, ofertar talleres de actualización, mantener una relación permanente con las comunidades, las escuelas, instituciones públicas y privadas, aportar herramientas y materiales didácticos, textos, atlas de Venezuela, que permitan reforzar la identidad nacional en la medida que se elabora la reconstrucción geohistórica de Venezuela a partir de las localidades relacionada al contexto social del educando.

En este sentido, se han destacado las características sociohistóricas de la dinámica agraoexportadora y minera exportadora para singularizar la participación local y regional del Zulia en la construcción y consolidación de la nación Venezuela. Abordar este complejo proceso a partir de lo local nutre el modelo o planes vigentes de la República, matriz del currículo educativo, el perfil del venezolano y la aplicación del diseño pedagógico y didáctico en la Escuela Básica, Diversificada y Superior.

Taller "Historia de mi comunidad"

Los resultados de la experiencia del "Encuentro con nuestras raíces" evidenció la necesidad de reforzar las herramientas teórico-metodológicas propias de la investigación histórica dadas las dificultades del alumno para iniciar, desarrollar y llevar a feliz término el proceso de comprender a las comunidades a través de su historia. En el año 2006 se inició desde la asignatura historia del Zulia el taller "Historia de mi comunidad". A lo largo del semestre se discutieron los aspectos teóricos metodológicos relacionados con la historia regional, geohistoria, historia nacionalista, centralistas, patria; se ofrecieron los últimos avances de la historiografía regional zuliana para contar con una visión del proceso y una propuesta de periodización que articulaba esta dinámica regional con la nacional. Desde estos marcos referenciales se orientó la investigación histórica a partir del diagnóstico de las comunidades donde vivían o se sentían identificados los alumnos.

En esta oportunidad, los alumnos abordaron y confrontaron los resultados de investigación en Maracaibo o sus inmediaciones de los Barrios La Polar, Zulia y Los Robles, Urbanización Rafael Urdaneta, San Francisco, La Virginia, Raúl Leoni y Pomona, Los Haticos "por arriba"; también el Campo petrolero Guaicapuro al noroeste del estado, puerto lacustre Santa María (habitado por población afrodescendiente al sur del Lago), poblados de Machiques y La Villa de Perijá (en la costa occidental del Lago), sitio Las Guardias (habitado por población wayúu al norte del estado), e Isla de Toas ubicada a la entrada del Lago de Maracaibo. Algunas conclusiones de esta primera experiencia han permitido afinar la propuesta sobre como historiar a las comunidades.

Con gran dificultad, cada aproximación fue contextualizada en función de los referentes espaciales local, regional y nacional. El punto de partida sería determinar sus orígenes a través de los actores sociales o testigos de la fundación, condiciones que propiciaron su establecimiento, características y cambios ocurridos (los servicios públicos son evidencias de este progreso); el objetivo era comprender los problemas en las comunidades que figuraban como consolidadas. El origen de la comunidad, en cierta medida, explicaba alguna de sus singularidades: el sentido del trabajo colectivo estaba más enraizado en las ocupaciones resultados de invasiones; en contraste, predomina un comportamiento individualizado en aquellas planificadas por el Estado. Los hatos divididos para vivienda de los hijos hacían de un sector o barrio un emplazamiento articulado por fuertes vínculos familiares heredados.

Se consideró de manera particular las vías de comunicación para estudiar la articulación con otras comunidades y su rol en la dinámica local, migraciones e inmigraciones de colombianos, árabes, italianos, chinos; proximidad de industrias, actividades económicas: áreas comerciales, centros de servicios; elementos culturales que la distinguían, evidencias de distintos tiempos históricos (el pasado en el presente expresado en la infraestructura, música, tradición, creencias, recuerdos). También cultos religiosos y festividades, singularidades arquitectónicas, etc. La mayoría de estas comunidades fueron fundadas hacia mediados del siglo XX momentos en los cuales en el Zulia se había consolidado la industria petrolera, principiado la modernización de la infraestructura vial y tecnológica del país en las postrimerías de la dictadura de Pérez Jiménez a inicios de la Venezuela democrática. Este significó un reto adicional en cuanto este período es uno de los menos estudiados por la historiografía regional.

El punto de partida de la investigación era un trabajo de campo que implicaba un recorrido crítico de la comunidad. Luego a través de la historia oral se definían los puntos de partida para la búsqueda y ubicación de las fuentes cartográficas, documentales y bibliográficas; la dificultades para abordar, sistematizar e interpretar estas fuentes exigieron reforzar en el estudiante el manejo de las técnicas y metodología de la investigación histórica a través de un taller intensivo fundamentado en las experiencias y limitaciones presentadas en cada investigación.

Una de las primeras conclusiones a las que llega el alumno-investigador es que el recorrido crítico de la comunidad y las divisiones municipales y parroquiales son recursos para la explicación; sin embargo, la interpretación histórica requiere considerar la dinámica social de un espacio ampliado por las relaciones humanas que sobrepasan los límites de las entidades. La cartografía histórica, con un adecuado manejo de los referentes temporales y espaciales, expresarían esta dinámica. Por el contrario, en la narración las exposiciones demostraban la necesidad de un manejo flexible del tiempo y del espacio pues respondía a la necesidad discursiva de orientar la interpretación en función de los intereses de la comunidad.

Otro aspecto a considerar es la ausencia en la memoria histórica del zuliano de recuerdos que refieran acontecimientos traumáticos a consecuencia de guerras civiles, persecución política, guerrilla urbana o rural. En su mayoría son comunidades que nacen en el contexto democrático en repuesta a la demanda de mano de obra por el desarrollo industrial en el Zulia y de las opciones que ofrece una región petrolera consolidada y en proceso de expansión. A diferencia de otras experiencias en América Latina, la tarea de historiar las comunidades no ha significado un recurso para reivindicar sucesos traumáticos del pasado que perviven en la memoria histórica del presente; hasta el momento, se ha constituido en una herramienta para hacer y enseñar desde las aulas.

La memoria histórica y el oficio del historiador

Detectar aspectos resaltantes de la histórica de la comunidad a través de la memoria de sus habitantes no se corresponda exactamente con la realidad. Es una expresión parcial, parcializada y muy particular de valorar los acontecimientos ocurridos en un momento o lugar determinado. Sin embargo, es un recurso para iniciar el abordaje científico de historias particulares o microhistorias. También, para indicar al historiador profesional, quien desde su propia perspectiva de la disciplina tiende a avocarse a la reconstrucción histórica a través de las fuentes, cuáles son los intereses de los colectivos involucrados en ese conocimiento, consumidores natos del producto de la historia escrita.

Recientemente, en el contexto de un proyecto de investigación sobre la valoración histórica de una iglesia colonial a ser declarada patrimonio nacional nos dedicamos con entusiasmo a estudiar los orígenes africanos de las comunidades cacaoteras del valle de San Pedro y Santa María al sur del Lago de Maracaibo; cuando se hace contacto con la comunidad, más allá de la visita de la ruina, con el ingenuo entusiasmo de compartir nuestra labor como historiadores profesionales fuimos sorprendidos al constatar que la comunidad no estaba interesada en rememorar sus antecedentes como esclavos. Por el contrario, les entusiasmaba recordar y comprender, como referente más antiguo de su historia, los ataques piratas que, en su resignificación, representaba la importancia de la región en tiempos remotos. 10

Este experiencia y otras iniciadas en la asignatura de historia del Zulia llevaron a iniciar el proceso investigativo a través de la memoria histórica de los habitantes de la comunidad. Por tanto fue necesario diseñar un taller de "Historia oral" para el adecu ado abordaje y sistematización de la fuente obtenida de los informantes. Constituye un excelente punto de partida para construir conocimiento científico en el campo de la histórica. Sobre todo cuando se constituye en una herramienta a ser utilizada por docentes y no sólo por historiadores en ejercicio.

La narración que se deriva de ella induce la explicación en cuanto se corresponde con aquellos acontecimientos significativos para sujetos históricos concretos que aportan información desde sus experiencias de vida y prácticas cotidianas. Del mismo modo favorece elaborar un discurso histórico humanizado y concreto que responda a los intereses de un colectivo particular. Así, construir la historia cotidiana de un modo de vida conlleva a comprender las acciones colectivas de una comunidad a partir de su sentido propio de historia. El historiador invierte un significativo esfuerzo en aquellos aspectos que a la comunidad le interesa comprender, en vez de los sucesos que prefiere olvidar por la carga negativa registrada en su sus recuerdos. En este sentido, por su aplicación y alcances en el proceso educativo y social, es una historia comprometida.

Un conocimiento histórico pertinente para la enseñanza de la historia orienta la labor hacia el abordaje de lo histórico, con el uso del método y técnicas propias de la disciplina, con la finalidad de elaborar una narración de los sucesos comprensible para todo público; la tendencia es alejarse de las interpretaciones generalizadoras y excluyentes para aproximarse a las historias particulares. Así, los detalles aparentemente insignificantes de la vida sencilla de actores colectivos se constituyen en los más relevantes a destacar a medida que se comprueba que son parte de su patrimonio pues al resignificar los recuerdos se han apropiado de su historia.

La experiencia ha demostrado como la cotidianidad refleja las articulaciones con otros escenarios urbanos; las vías de comunicación, por ejemplo, son expresión de estos vínculos. Su construcción, asfaltado o ampliación expresan el sentido histórico de las comunicaciones en cuanto expresan cambios que pueden ser comprendidos contextualmente. Desde aspectos muy concretos se trata de comprender el modo cómo han incidido las relaciones con comunidades vecinas, de las redes de relaciones con el centro local más próximo (área comercial o de servicios médicos, educativos o religiosos) y de toda esta dinámica con las áreas político-administrativas de la ciudad. Es desde la ciudad que se pueden establecer los elementos articuladores de la comunidad con el proceso regional y de allí con lo nacional.

Abordar los contenidos de historia de Venezuela desde las historia de las comunidades y de allí comprender lo local, regional y nacional es una necesidad que no se cuestiona.

Aproximarse a la historia desde las propias experiencias de los educandos y de "los suyos" adicionaría elementos de interés para facilitar el proceso de aprendizaje de las ciencias sociales. Lograr alcanzar este objetivo rebasa muchos de los postulados teóricos vigentes sobre el tema; requiere formar al futuro docente en las metodologías propias de cada disciplina integrada en el área, así debe tener una mayor dominio de la técnicas de investigación de la historia y geografía. De allí que sea necesario un diseño curricular que supere la tradicional visión estructuralista y profundice en las nuevas estrategias para la enseñanza.

El aquí y el ahora, a partir de la experiencias y contactos del educando, favorece insertar la investigación en el proceso educativo. Historiar a las comunidades como estrategia didáctica potencia la creatividad del alumno, en cuanto éste crea, recrea y se motiva en el proceso de aprendizaje de las ciencias sociales. Del mismo modo se demuestra como la historia de cada comunidad no se entiende como una concepción temporal y espacial lineal o simple pues responde a la complejidad propia de la vida misma; cada espacio tiene su propia dinámica particular de allí que desde la multiplicidad de historias se trata de dar una explicación coherente de la regiones y del país.

Historiar a las comunidades

La necesidad de sistematizar el esfuerzo de historiar a las comunidades llevó en el año 2007 a afinar la propuesta para lograr hacer las distintas lecturas del colectivo a estudiar. La etapa explorativa implica un primer trabajo de campo: se realiza la visita a la comunidad que se va a historiar. Un plano del recorrido favorece su adecuada identificación y se establecen las articulaciones con distintos escenarios urbanos vecinos. Actividad que requiere "mirar" a la comunidad, observación orientada a precisar la situación del emplazamiento (humano, infraestructura y ambiental), problemas que presenta, organización interna de la comunidad, instituciones públicas.

Este reencuentro con su comunidad arroja algunos resultados preliminares que orientan la investigación: la identificación de personajes destacados y una primera entrevista informal, arroja algunos datos al obtener cierta información sobre el número de habitantes, principales actividades económicas que realizan sus habitantes, bienes patrimoniales (material e inmaterial) para la comunidad, liderazgo comunitario (político, moral, religioso, otros). Potencialidades que ofrecen y algunas evidencias del pasado que se "visualizan" en el presente a través de la infraestructura, tradiciones o memoria histórica del colectivo.

Del proceso anterior se deriva un posible eje de estudio que orienta una segunda etapa: la informativa: requiere de la aplicación de técnicas de historia oral para realizar las entrevistas. A partir de los datos aportados por los informantes se inicia la investigación documental (Institutos de planificación, alcaldías, organizaciones religiosos, unidades educativas, casas de cultura, museos comunitarios; además de fuentes bibliografías sobre historia del Zulia, de Maracaibo, municipio o parroquia). Las entrevistas a miembros de la comunidad y los resultados de la investigación documental permiten determinar aspectos de interés de la comunidad factibles a historiar. Propuesta que deberá ser justificada como tema central.

Los avances de investigación serán presentados y confrontados con los compañeros pues con frecuencias los esfuerzos de unos se complementa con los de otros que usualmente enfrenta similares dificultades. En ocasiones, dos o tres alumnos que viven en comunidades vecinas se constituyen en equipo de trabajo, siempre y cuando las comunidades en estudio reflejen una articulación local. Esta etapa de discusión implica una permanente interpretación colectiva de los hallazgos para integrar la información y para aprender en colectivo, determinar viabilidad del tema seleccionado (variable principal de análisis) y potencialidades de la comunidad. En este proceso se aprenden haciendo y compartiendo; los resultados sobre la historia de las comunidades son sorprendentes, reflejan la coexistencias de múltiples dinámicas históricas que se expresan en distintos tiempos y espacios de la región, mosaico histórico y cultural que hablan de un Zulia desconocido a pesar de los avances de la historiografía regional.

En un semestre sólo se puede llegar al diseño de la investigación en el cual se expone el tema, posibles variables que intervienen en el tema, justificación en función del interés para la comunidad, posibles variables a considerar (aspectos probables), hacia donde se presume se dirige la investigación, ciertas orientaciones metodológicas. Esta propuesta responderá al diseño de la ciencias histórica (presentación y justificación del tema, aproximación, hipótesis, objetivos, metodología, factibilidad). Elaborar el diseño ha requerido de una primera aproximación al tema, aspecto que será presentado en el informe final como una síntesis valorativa la cual será presentada y discutida con los compañeros en un taller interno sobre "Mi comunidad en la historia de Venezuela".

En este largo proceso, se hace evidente la dificultad de los estudiantes para aplicar las operaciones analíticas y sintéticas propias del método de la historia y elaborar un discurso histórico coherente que contemple la abundante información obtenida a través de la historia oral y de las revisiones de fuentes documentales y bibliográficas. Esta limitación obligó a diseñar un instrumento que favoreciera la organización de la información, fundamentado en tres aspectos fundamentales a ser considerados en el abordaje de las ciencias sociales: lo ambiental, histórico y patrimonial.

Luego de una adecuada identificación (nombre de la comunidad, sector, sitio, poblado, barrio, urbanización, otro) y precisar los nombres adjudicados en el quehacer cotidiano, se debe proceder a su ubicación cartográfico (plano y mapa) donde se destaquen las vías de comunicación como recurso para establecer los elementos vinculatorios con comunidades vecinas y con el escenario urbano más importante de la localidad. En cuanto al ambiente se deben recoger en la ficha de registro los rasgos del entorno que afecta y condiciona las circunstancias de vida de la comunidad en su conjunto. Aspectos naturales, sociales y culturales existentes en un lugar y un momento determinado, que influyen en la vida del hombre y en las generaciones venideras. A considerar aspectos: físicos: (geografía física, clima, contaminación, otro) biológicos (demografía, flora, fauna, agua), socioeconómicos (entrono urbano o rural, desastres, vulnerabilidad, riesgo), cultural (culto religioso, valores morales, creencias, herencias étnicas). Este registro debe ir acompañado con fotografías.

En cuento a lo histórico se orienta información sobre tres acciones centrales: identificar el origen de la comunidad (cuándo, por qué, cómo fue fundada o establecida la comunidad, los primeros fundadores) para establecer algunas reflexiones sobre el momento histórico del Zulia y de la nación y orientar la búsqueda de la información. Elaboración de una cronología para organizar los datos obtenidos a través de las fuentes orales, documentales, cartográficas, gráficas y otras; cada referencia contará con su respectiva fuente. Elaboración de un cuadro comparativo de los acontecimientos más destacados de la comunidad (ej. origen, logros comunitarios, cambios de liderazgo, desastres, cambios en el emplazamiento, construcción de vías de comunicación, edificaciones, alianza con organismos públicos) con los ocurridos en la misma coyuntura a nivel regional y nacional.

Este esfuerzo lleva a establecer los distintos momentos históricos para comprender a la comunidad en la historia del Zulia y de Venezuela; y finalmente a elaborar una síntesis valorativa de la historia de la comunidad que constituye una primera aproximación de acontecimientos significativos para la comprensión de su presente. Considera y analizar los cambios, coyunturas o posible periodización en función del contexto histórico regional y nacional tiende a valorar la historia de la comunidad desde lo particular a lo general. El punto de partida es retrospectivo, se parte del presente para abordar el pasado; sin embargo, el discurso histórico evidenciará la noción de proceso histórico, como resultado de una sociedad dialéctica entendida como una totalidad en permanente transformación.

En cuanto al patrimonio, se identifica el conjunto de bienes y riquezas que una persona ha heredado de sus ascendientes de manera natural y cultural, digno de preservarse para las generaciones futuras. En este sentido se identifica el patrimonio cultural al conjunto de bienes materiales e inmateriales, de propiedad de particulares, instituciones y organismos públicos, que tengan un valor excepcional para la comunidad y que por lo tanto sean dignos de ser conservados para las generaciones presentes y futuras como rasgos permanentes de su identidad.

En este aspecto se considerar el patrimonio inmaterial como la forma de vida de una determinada cultura, tiene que ver con las ideas y costumbres que no se han plasmado en objetos concretos, más que observardos se viven: el folklore, la tradición oral, creencias populares, culto a santos, lugares sagrados) o patrimonio material (aquellos que se han materializado, que podemos ver y tocar, los cuales a su vez se dividen en dos grandes grupos: bienes inmuebles: obras que se hallan ancladas en la tierra: conjuntos urbanos, edificios, plazas, sitios de recreación, arqueológicos; o bienes muebles que por su carácter manual pueden ser trasladados: obras de arte, santos, objetos significativos. El patrimonio natural también debe ser considerado como lugares naturales estrictamente delimitados, que por su característica física y/o biológica tengan un valor desde el punto de vista científico y/o estético como montañas, valles, volcanes, mesetas, grutas y cavernas, sabanas y desiertos, costas, lagos, lagunas, ríos, cascadas, bosques y selvas.

El registro sistemático de la información favorece elaborar una especie de "expediente" con la información sobre la historia de la comunidad que dará inicio a un "archivo de historias de comunidades" que incluirá trascripciones de fuentes documentales localizadas, fotografías, planos, mapas, entrevistas relevantes, artículos de prensa, etc. Este archivo será enriquecido a medida que continúa el proceso. Para el docente e investigador se constituye en un soporte investigativo de gran importancia; además, representa un primer esfuerzo por crear una base de dato de una historia desconocida por la región y el país. Esta base de dato reposará en el Centro de Investigación y Documentación Documental del Zulia (CIDHIZ) del Servicio Bibliotecario de la Universidad del Zulia.


1 Esta ponencia es producto de la línea de investigación "Formación del Estado Nacional en Venezuela" adscrita al Laboratorio d e Historia de la Arquitectura y Urbanismo Regional de la Facultad de Arquitectura y Diseño y al Centro de Estudios Históricos de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad del Zulia financiada por el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico (CONDES) a través del proyecto "Colectivos sociales, conciencia ciudadana y nuevos escenarios públicos" del programa de investigación "La región occidental en la formación del Estado nacional en Venezuela. Patrimonio e identidad".

2 Matria es la realidad por la que algunos hombres hacen lo que deberían hacer por la patria: arriesgarse, padecer y derramar sangre. La patria chica es la realización de lo grande, es la unidad tribal culturalmente autónoma y económicamente autosuficiente, es el pueblo entendido como conjunto de familias ligadas al suelo, es la ciudad menuda en el que todavía los vecinos se reconocen entre sí, es el barrio de la urbe con gente agrupada alrededor de una parroquia o espiritualmente unida de alguna manera, es la colonia de inmigrados a la gran ciudad, es la nación minúscula..., es el gremio, el monasterio y la hacienda, es el pequeño mundo de las relaciones personales y sin intermediario. (González, 1986: 28).

3 Promovido por el Vicerrectorado Académico y aprobado por el Consejo Universitario en su sesión ordinaria de 25 de octubre de 2006. Acorde a lo dispuesto por el artículo 1 35 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, artí8culos 2, 3 y 4 de la Ley de Universidades, Ley de Servicio Comunitario del Estudiante de Educación Superior y demás normas vigentes vinculadas con el tema.

4 Publicado en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela N° 38.272 de fecha 14 de septiembre de 2005.

5 Ley de Los Consejos Comunales publicada en Gaceta Oficial N° 38.439 de fecha 18 de mayo de 2006. Según el artículo 4° son "el conglomerado social de familias, ciudadanos y ciudadanas que habitan en un área geográfica determinada, que comparten una historia e intereses comunes, se conocen y relacionan entre si, usan los mismos servicios públicos y comparten necesidades y potencialidades similares: económicas, sociales urbanísticas y de otra índole".

6 Los consejos comunales son, según el artículo 2a, "instancias de participación, articulación e integración entre las diversas organizaciones comunitarias, grupos sociales y los ciudadanos y ciudadanas, que permiten al pueblo organizado ejercer directamente la gestión de las políticas públicas y proyectos orientados a responder a las necesidades y aspiraciones de las comunidades en la construcción de una sociedad de equidad y justicia social".

7 Es necesario destacar la labor educativa y social realizada en la comunidad de Santa Lucía bajo la tenaz coordinación de María Gamero acompañada de los licenciados Gisela Reyes, Fanny Sánchez y Belkis Semprún, leal equipo de profesionales que durante décadas la han acompañado en esta significativa labor.

8 Este esfuerzo se integra en la línea de investigación "Educación, Comunidad e Historia", adscrita al Centro de Estudios Histó ricos de la Facultad de Humanidades y Educación de la Universidad del Zulia. Establece con la línea "Formación del Estado y de la nación en Venezuela", bajo la responsabilidad de Germán Cardozo Galué y Arlene Urdaneta Quintero, una red de línea articuladas a través de los diversos proyectos de los programas que la sustentan.

9 Se utiliza el concepto de región histórica para abordar el proceso histórico y el de la geohistoria para abordar el espacio contemporáneo como lo propone el maestro Ramón Tovar (1986) "... es una ciencia que diagnostica pero que supone compromiso: ella es fiel a l a condición de pueblo como la solidaridad del grupo humano con su territorio, así como la nación: una comunidad estable, históricamente formada de lengua, territorio, vida económica, manifestada en la comunidad, en su cultura...". El Enfoque geohistórico constituye una propuesta teórico-metodológica desde una visión interdisciplinaria y transdisciplinaria para el análisis y explicación de la realidad geográfica venezolana, en atención a las condiciones históricas. Requiere aplicar estrategias metodológicas que promuevan la investigación como opción para construir el conocimiento. Así, la observación y la indagación sistemática se articularán para auspiciar el contacto más directo con la realidad geográfica. Esto se traducirá en que el aprendizaje será más vivencial, menos artificial y más cercano a la realización del ser humano, puesto que es producto de la vida misma que se trasforma con el conocimiento de la ciencia. El papel de la ciencia geográfica en el proceso de transformación educativa es significativa, entre los aspectos que se incorporan para la comprensión del espacio, se consideran el diagnóstico de la comunidad, el trabajo de campo y la representación cartográfica. (Ceballos, 1999).

10 Investigación histórica sobre la iglesia de San Pedro, ubicada al sur del Lago de Maracaibo, realizada por Ileana Parra Grazzina, Arlene Urdaneta Quintero y Germán Cardozo Galué en el marco del proyecto: "Las ruinas de San Pedro y su puesta en valor para uso turístico". Convenio CO RPOZULIA- LUZ.


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