versión On-line ISSN 1794-8886 |
Juan Méndez Nieto: Diaspora de estilos de pensamiento peninsulares e inflexión en los colectivos de pensamiento del Caribe colombiano*
Yidy Páez Casariegos
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"Mi jubón es nuevo.
Mi mula vivaracha.
Mi equipaje ligero y mi ambición grande.
¡Ante mi, el mundo!".
Paracelso.
Resumen
Juan Méndez Nieto es un medico judío-portugués formado en la Universidad de Salamanca, quien llega a Cartagena hacia 1.569, huyendo posiblemente de la Inquisición, desde Santo Domingo —por su condición de 'cristiano nuevo'—. En Tierra Firme despliega una intensa actividad médica, en la cual se conjugan los saberes de una problemática modernidad peninsular con los saberes prehispánicos. En su obra, Discursos Medicinales (1.607-1.608) — el primer texto de medicina escrito en estas tierras— se puede leer el interés de un 'etnógrafo' por las condiciones socio-culturales del síntoma y la praxis del clínico sujeta a la tensión de un ethos 'barroco' que arrastra en su diaspora los estilos de pensamiento protomodernos de ultramar que hacen crisis frente a los colectivos de pensamiento local dominados por las imágenes y los medios de coerción y punición del Santo Oficio. En este ensayo se intentará hacer una lectura hermenéutica de la vida y obra de Juan Méndez Nieto, utilizando como 'determinativos' de interpretación las nociones de estilo y colectivo de pensamiento del médico y sociólogo de la ciencia, Ludwig Fleck.
Abstract
Juan Mendez Nieto was a XVI century physician of Portuguese Jewish ancestry who studied in the University of Salamanca and arrived in 1569 in the city of Cartagena possibly running from the Inquisition after living for a time in Santo Domingo. His social condition as a New Christian made him a target for the secular and clerical institutions of the colonies. Once in Tierra Firme (today the northern Colombian and suramerican coast) he began a very intense medical activity, one in which we could find a kaleidoscope of the problematic Spanish modernity and knowledge from other sources of his everyday contact with the Indian and African medicinal lore.
His only surviving book: "Discursos Medicinales' (Medicine Discourses) finished sometime around 1608 or a year before has the merit of being the first such text written entirely in America. In this work one can identify the ethnographic venue of the author and an affinity for highlighting the socio cultural context of medical symptoms and the practical know how of the clinical physician. His practice can be interpreted by the tension caused by a baroque ethos that in the midst of the new world shares thought styles of that preceded modernity and that faced collectives of local thought dominated by the imagery and coercive power of the Inquisition. In this essay we will try to hermeneutically read the life and work of Mendez Nieto by means of the notions of thought-styles and thought-collectives originally proposed by the physician and sociologist of science Ludwick Fleck.
Este texto es un resumen de resultados preliminares en el contexto de una investigación histórico-hermenéutica: "La obra de Juan Méndez Nieto como 'novator' del pensamiento renacentista y barroco en el contexto social de la colonia de Cartagena de Indias. Un análisis de fuentes para su estudio e interpretación de los estilos y colectivos de pensamiento de los siglos XVI - XVII" que estoy realizando con el antropólogo Camilo Díaz Pardo, en la Universidad del Norte, en la línea de investigación: Estilos y Colectivos de pensamiento en la Medicina del Caribe.
1. Diáspora
La búsqueda del saber enunciada tras las plegamientos poéticos de una metáfora de viaje, se corresponde a plenitud, con las errancias del polémico y original medico renacentista, oriundo de un pequeño pueblo minero de Alemania. Ese camino lo decide al no encontrar en el campus universitario, las floraciones ni las fuentes vivificantes para su demanda de respuestas a las vicisitudes del dolor y las maneras de reconocerlo y tratarlo. Movido por esa postura subjetiva de carencia recorrió gran parte del mundo conocido, urbano y rural, y tras ese andar, en la búsqueda del otro y de lo-otro, fue construyendo un cuerpo nuevo de saber en la medicina renacentista.
Juan Méndez Nieto podría hacer suya la metáfora paracelsiana del viaje. No por una correspondencia tópica, literal, sino, por coincidir en la metonimia de una disposición para ver por sobre las seguridades discursivas de la fe y las ya estériles predicaciones de un saber esclerosado en las rutinas académicas. Aunque tal vez parecería más fructífero apelar al recurso de Plutarco, y poner esas dos vidas en paralelo, seguiré una deriva, en la cual el medico salmantino aparecerá mas en su propia luz.
La diáspora en Méndez Nieto se puede leer no solo como la simple externalidad azarosa que arrastra la vida fuera de sus anclajes familiares, sino, y sobre todo, como una experiencia vital de vuelo: Rotura de las seguridades solariegas pero a la vez, inserción gozosa en el conocimiento de una alteridad del sentir y del saber.
En ese sentido, la diáspora de Méndez Nieto se inicia con su desplazamiento de la pequeña población fronteriza de Miranda del Duero, en Portugal, a la ciudad de Salamanca. Allí inicia su formación en gramática y latín, para ingresar luego a la Universidad en 1.556. Comienza estudios de teología, escuchando durante un año las súmulas del gran fray Domingo de Soto1, pero los suspende pronto a pedido de sus padres y al otro día ya estaba oyendo leyes. Pero las agobiantes lecturas y los insomnios y las contradicciones de sus estudios terminaron agotándole, de manera que a los seis meses, según sus propias palabras, "me dieron unas calenturas del poco sueño y mucho trabajo, que me pusieron en mucho riesgo, y a bien librar estuve ocho i mas meses en la cama y después con una larga convaleçençia, de desordenes y liçençias que como moço tomaba"2
Como ya no le quedaba "otra estación que andar", se matricula en medicina. En una librería, cambia sus cánones por "unos Galenos y Avicena y las obras de Hipócrates"3 Sin embargo, no se trataba de una claudicación, porque como él mismo lo dice, con talante paracelciano: "...desde el principio de mis estudios, siempre tuve piedra de la cabeza, y pudonor de aventajarme en todo lo que tomaba entre manos"
En el año de 1.559 obtiene el titulo de Bachiller en Medicina, y al parecer, según el propio autor, gana la Licenciatura, aunque esa ultima información no aparece en las actas de la Universidad. Por la solvencia intelectual y la habilidad como practico que debía tener según se desprende de sus Discursos Medicinales, se puede suponer que había reunido meritoriamente los requisitos académicos, pero tal vez la muerte del doctor Alderete en 1.557 —su mentor y protector— dejó inconclusa la licenciatura.
A partir de este momento, lo que podríamos llamar su vocación diaspórica, ya no tendrá descanso. Los desplazamientos azarosos comienzan en la propia península. De Salamanca pasa a la Villa de Arévalo con el primer nombramiento oficial como médico para tratar unas fiebres pestilenciales. Allí comienza sus curaciones extraordinarias y los avatares de la fama (por haber curado las cuartanas del príncipe Rui Gómez), la cual irónicamente, tiene que abandonar huyendo porque le requería el príncipe Carlos para que le tratara, pero al parecer, su estado de salud ya era muy precario y se hacia de esa manera riesgoso tratarlo.
Viaja a Sevilla y atiende en el Hospital del Amor de Dios. Allí se da a conocer pronto, pero se ve obligado de nuevo a salir precipitadamente, debido a su matrimonio en secreto con Doña Marta Ponce de León (sobrina de la marquesa de Villanueva), por el cual sus hermanos le buscaban para matarle. Al parecer, había obtenido licencia para viajar a Indias, y con esta, inicia un periplo que le lleva a San Lucar, Isla Palma y Santo Domingo. De Isla Palma viaja, como el mismo dice "sin aguardar flota, en un navío solo y venturero"4
Llega a Santo Domingo el 26 de enero de 1.562 donde vive y ejerce durante ocho años. Allí realiza muchas curaciones, se enfrenta al exiguo gremio medico, y sus libros le son robados por el licenciado Angulo, presidente de la Audiencia so pretexto de comprobar que no estaba en el índice de la Inquisición. Pero también debe partir de nuevo, esta vez por que se hace efectivo un proceso contra él para expulsarle de las Indias debido a su nacionalidad portuguesa. Ante esta situación irreversible, pide permiso de viajar a tierra firme para recuperarse de un ataque gotoso, prometiendo con su recuperación, regresar a Castilla5
Así, se embarca para Cartagena., donde ejercerá la medicina el resto de su vida. Allí se enfrenta a los médicos ("baxos, de mala conciencia"), los boticarios, a las mulatas de Getsemaní y su negocio con una liga de médicos charlatanes, cuestionando lo que a su parecer son prácticas inaceptables porque se basaban en la explotación de los pacientes que venían de la flota. Según sus propias palabras eran gente "de poco animo y menos letras" Pero al momento de llegar solo encuentra un medico, el doctor Plaça "sacerdote, graduado por Boloña, que tenia la condición de Proteo que se mudaba y transformaba en lo que quería, según la necesidad lo demandaba; y, avyendo predicado en las Yslas de Canaria y abogado en Santa Marta, vyno aquy a ser médico y no con poco riesgo de los enfermos..."6 En este puerto del Caribe escribe su obra entre 1.606 y 1.609, pero debido a su condición de portugués —y probablemente judío nuevo— la sombra de la Inquisición y las nuevas categorías de la limpieza de sangre7, hicieron que esta obra se mantuviera inédita (las otras dos8 mencionadas en su Discursos hasta el momento están perdidas) hasta 1.989 cuando la Universidad de Salamanca y La Junta de Castilla y León publican el facsímil, de 501 hojas de papel de hilo.
2. Temática
A pesar de lo que induciría a pensar el titulo de "Discursos Medicinales", como una materia medica o algún tipo de disquisición académica, se trata formal —y vitalmente— de una auto-biografia9 Y ese es, a mi parecer, el primer rasgo original de su escritura. Una vida que se narra como ejercicio de la medicina, de un ethos particular en la tesitura de la otredad de un ethos colectivo. Y de un imaginario que deja su impronta en el deseo del medico, en su búsqueda de formas alternas de curar
Esa dimensión ética10 del discurso le sitúa, inevitablemente, en una perspectiva etnográfica. Tiene un saber para leer la complejidad nosografica del colectivo, pero lo sabe insuficiente si no lo interpreta en la red discursiva de prácticas sociales y privadas que parecen desbordar epistémicamente los objetos de saber propios de la medicina.
Y es también un documento invaluable de clínica o "medicina vivida" para usar la expresión de Granjel12 Cada uno de los tres libros contiene Historias clínicas escritas en buen romance —a pesar de que el autor domina el latín13— en las cuales se escucha la voz de los pacientes. Paracelso también escribió en lengua vernácula, pero su escritura no tiene ni la levedad ni la fluidez de Méndez Nieto14
Estas tres esferas constituidas por la biografía, la etnomedicina y la clínica, dialogan entre si en tres libros; los dos primeros en 20 discursos cada uno y el ultimo, de 40, que trata de lo acontecido en Cartagena y el puerto Nombre de Dios15
3. Los estilos y colectivos de pensamiento en la península ibérica durante el reinado de los Austrias
Apelando a una comparación en escala, la vida y algunas de las realizaciones de Méndez Nieto, se podrían mostrar en paralelo con la del medico Ludwik Fleck, quien nace en una familia judía-polaca de Lwow, Galicia (entonces una provincia austriaca), en 1.896. Allí estudia medicina y desarrolla toda la actividad académica y científica bajo la impronta de la escisión de Polonia y las peculiaridades socio-culturales de la articulación de las regiones desmembradas al Estado Austro-Húngaro. Además, la invasión nazi, le desplaza abruptamente en 1.943, primero al ghetto judío de Lwow, y poco después a los campos de concentración de Auschwits y Buchenwald.
Aparte de su prolífica producción científica16 hasta su muerte en 1.956 (Israel), escribió una monografía sobre la historia del concepto de sífilis con el sugestivo titulo de: La génesis y desarrollo de un hecho científico —Introducción a la teoría del estilo de pensamiento y del colectivo del pensamiento, publicada en 1.935. En esa obra extraordinaria se encuentran conceptos fundantes para una sociología del saber, que se verán reflejados en historiadores de la ciencia y epistemólogos, desde Bachelard, Cangilhem, y Foucault, hasta Feyerabend y Thomas Kuhn, siendo este ultimo en quien más se nota la influencia de Fleck, a la cual debe su populares nociones de "paradigma", "ciencia normal", "ciencia en crisis" y comunidades científicas17
A mi parecer los dos conceptos principales que aparecen en el titulo de Fleck (estilos y colectivos de pensamiento18), se pueden tomar como taxón de lectura para la obra de Méndez Nieto, pero los presentaré de manera apenas esquemática debido a las limitaciones de tiempo para hacer, no la hermenéutica que es posible acometer con esta propuesta, sino mas bien la enunciación de unos posibles códigos de lectura para lograr ese propósito en otro ejercicio de indagación mas sistemático19
En un sentido etimológico, la palabra estilo20, denota no solo el punzón usado para escribir sino, connota también la manera de hacerlo. Aquí, una herramienta (stylos) cargada semánticamente con la idea de rigidez, sirve de extensión creativa de la mente para dibujar los símbolos, unas veces de una manera, otras veces, de otra, dependiendo de una decisión o una influencia —interna o externa— del escriba.
El estilo de pensamiento se refiere a una manera de "ver"21 de las personas dentro de un mismo grupo, al cual se le denomina colectivo de pensamiento. Para Fleck, los "hechos" del saber no son realidades univocas, dadas en forma pura de manera entitativa a la percepción según el ideario del positivismo lógico que desde el Circulo de Viena22 dominaba la escena intelectual de la Universidad de Lwow, o vistos como "cosas" a la manera de Durkheim23, sino mas bien construcciones del colectivo social que se reflejan y expresan de manera discursiva a través de los estilos de pensamiento en los científicos y en las disciplinas y sus textos canónicos. No hay, entonces una épica del descubrimiento ni un monumentalismo historizante de la heurística del saber, sino una construcción social de objetos, de hechos en contexto. Por eso, a la ortodoxa razón binaria de la relación de conocimiento compuesta por el sujeto que conoce y el objeto conocido (o a conocer) se le agrega ahora como tercero el estado del saber en el momento que se conoce (o marco social de la ciencia). En otras palabras "Ni al 'sujeto' ni al 'objeto' le pertenece una realidad independiente..."24 A través del estilo de pensamiento el colectivo ejerce una ' coerción'25 del pensamiento entre los sujetos que hacen ciencia. También para Fleck, no hay un progreso (revolución, como diría después Kuhn) en la ciencia, sino cambios en los estilos de pensamiento, de imágenes y proto-ideas26 , de desplazamientos sintáctico-significativos, que vienen de un pasado y se instalan en el presente del hecho construido colectivamente27 Y a pesar de que dos estilos de pensamiento sean intraducibles por la inconmensurabilidad28 de sus maneras de ver-escribir, pueden ser co-existentes en la variabilidad y relatividad del hecho. Así, según Fleck, no hay ninguna base positiva-natural para preestablecer la jerarquía de un estilo de pensamiento sobre otro sino la lectura compleja de los desplazamientos y los cambios en los estilos y los colectivos.
Tener en cuenta la taxonomía socio-epistémica de los estilos y los colectivos flecknianos al hacer un abordaje de las historiografía medica del Renacimiento, puede resultar muy prometedor, para organizar de otra forma las periodizaciones29, las categorías de saber30, y la inflexión de los imaginarios sobre el hecho científico y de este sobre las voluntades del poder manifestadas a través de un sentido común o un estilo de pensamiento31
En Italia había comenzado a organizarse un colectivo de pensamiento bajo la imagen de la visión directa del cosmos: Un ideal de visibilidad del naciente ethos dinerario-burgués que se hacia perceptible por el acercamiento del cielo a través del telescopio, la emergencia de lo invisible a través del microscopio, la objetivación de un ethos autónomo por la visión racional de la autoridad y sobretodo, la imagen visible-racional del cosmos como máquina; es decir, en términos flecknianos, el colectivo-imaginario de la máquina cuyo estilo se materializaba en la imagen del reloj. De tal manera que ese colectivo se hacia influyente expresándose en un estilo de pensamiento para el cual el cuerpo aparecía como cosmos visible en el anfiteatro.
Pero en la península ibérica, durante el reinado de los austrias se puede leer la vigencia de una voluntad de creer frente al ideal burgués de ver y comprender. En el colectivo de pensamiento se manifiesta, usando las palabras del gran anatomista Vesalio, como el espíritu escolástico de la corneja32 (lectio-dictatio-disputatio). El maestro leía la descripción anatómica de Galeno33, mientras que un barbero o carnicero hacia la disección frente a un grupo de estudiantes que no veían lo que identificaba o destrozaba el disector. Entonces, los estudiantes creían que la lectura se correspondía con el hecho anatómico porque la autoridad de Galeno creaba más bien la ilusion34, la verdad de la estructura corporal nombrada. En el contexto social esta practica educativa se evidenciaba como una ideología del temor, como legitimación de un orden-invisible, como voluntad autoritaria-binarista de la Iglesia por sobre las realidades seculares de la ciencia moderna en ciernes. El estilo corresponde aquí al de un cuerpo humano construido por la mentalidad pre-moderna y asimilado por una ideología de la culpa en interdicción con la mirada secular moderna35, la penetración de la mirada epistémica-secular de la máquina y su insularidad en el contexto autoritario de la política y un saber académico-escolástico, mas las concreciones demoniacas de la sexualidad, lo síntomas psíquicos y lo signos orgánicos de un fathum.
4. Las vicisitudes de los estilos y los colectivos de pensamiento en la doble inflexión de la medicina peninsular y las prácticas curativas en el Caribe colombiano.
En la obra de Méndez Nieto se puede leer la existencia de un colectivo marcado por tres características:
- la hibrides de una voluntad de dominación europea (con sus supersticiones colectivas frente a la alteridad del judío y el sarraceno) por la asimilación de las resistencias, los imaginarios y las supersticiones de la población indígena subyugada, la población negra expatriada y colonizada, y todas las gradaciones del mestizaje incontenible entre conquistadores y conquistados.
- la crisis del ethos religioso-colonizador frente a las desmesuras de su deseo interdicto por el otro (frailes y demás clérigos "solicitantes", por ejemplo)
- la hibridación mágico-religiosa suscitadora y a la vez resultante de los múltiples mestizajes
Este colectivo se manifiesta en un estilo de pensamiento medico "novator" 36 frente al 'panóptico' de la inquisición.
De acuerdo con el taxón de los estilos y los colectivos de pensamiento, la obra de Juan Méndez Nieto contiene las proto-ideas de un ethos novator, que aún conserva la tradición de un galenismo arabizado, el cual co-existe con un galenismo humanista erasmiano, que se estructura germinalmente en un colectivo de influencia italiana-vesaliana, por la voluntad de ver frente a las demandas del creer, pero también de influencia paraselciana por la decisión de buscar el saber en la alteridad, y en paralelo, su postura 'paretiana' frente a la cirugía y las exigencias curativas del deseo femenino37 Su estilo tiene la rubrica de la voluntad de poder nacida de la intersección visual de esta tierra en el orbius tertium del conquistador, como punzón, pero la manera de escribir con este tiene la impronta del mestizaje cultural, de las desmesurados deslumbramientos cognitivos del vario y fluido caribe.
* Ponencia presentada en la XXXI Annual Conference, Caribbean Studies Association. Theme: "The Caribbean: Embracing the Diasporas Within and Without". May 26-30, 2008, San Andres Island, Colombia
1 Cf. Juan José Pérez Camacho e Ignacio Sols Lucia. Domingo de Soto en el origen de la ciencia moderna. Madrid: Editorial Complutense. Revista de Filosofia, Vol. VII, 1.994, pp. 27-49
2 Juan Méndez Nieto. Discursos Medicinales. Universidad de Salamanca, Junta de Castilla y Leon, 1.989, p. 17
3 Ídem.
4 Ibídem, p. 116
5 Tal vez su premura por salir de SantoDomingo no solo era por el fallo de la Audiencia que lo condenaba a destierro perpetuo de las Indias, sino también por su condición de judío-nuevo. Cf. Marcel Bataillon. Riesgo y ventura del "Licenciado" Juan Méndez Nieto. Hispanic Review, col. XXXVII, Philadephia, 1-969, pp. 23-60, cit. Por: Nicolás del Castillo Mathieu. Juan Méndez Nieto. Autor del primer tratado Colombiano de Medicina. Bogota: Instituto Caro Y Cuervo, 1.990, p.34
6 Ibídem, p. 299
7 Cf. Stafford Poole. The politics of Limpieza de sangre: Juan de Ovando and his circle in the Reign of Philip II. The Americas, 55:3, January, 1.999, pp. 359-389; Angus MacKay. The Hispanic-Converso Predicament. Transactions of the Royal Historical Society, Fifth Series, Vol. 35, (1985), p. 163; James H. Sweet. The Iberian Roots of American Racist Thought. The William and Mary Quarterly, Third Series, Vol. 54, No. 1, 1997, p. 160
8 De la facultad de los alimentos y medicamentos Yndianos y Tratado de las enfermedades praticas deste reyno de Tierra Firme.
9 Una auto-biografía prolija y detallada pero de la cual, curiosamente, Juan Méndez Nieto omite su lugar de nacimiento y el nombre de sus padres, lo cual puede ser comprensible, si se trata de un cristiano-nuevo o un descendiente de cristianos-nuevos.
10 Ya esta en uso una noción de 'ethos' como categoría histórica. Cf. Bolívar Echeverría. El ethos barroco. En: B. Echeverría (compilador). Modernidad, mestizaje cultural, ethos barroco. México: UNAM, 1994., pp. 13-36. En el mismo espíritu, aunque aplicado a la postmodernidad y mas genérico: Omar Calíbrese. La era neobarroca. Madrid: Cátedra, 1.999
12 Luis Granjel, en su introducción a los Discursos Medicinales, op. Cit., p. XXX
13 Jairo Solano Alonso, en su obra pionera: Salud, cultura y sociedad en Cartagena de Indias, siglos XVI y XVII, con la cual da a conocer desde el Caribe colombiano la obra de Juan Méndez Nieto, hace un repertorio completo de la literatura citada por el notable medico portugués. (p. 342)
14 Cf. Nicolás del Castillo Mathieu, op. Cit. p. 27: "Se distingue Méndez Nieto por la vasta riqueza de su vocabulario y por la ordenada y clara exposición. Sus dotes de buen narrador son innegables..."
15 Méndez Nieto realizo 6 viajes a este lugar donde "todas las casas eran de bahareque o cañizos y no avía en ellas cosa segura" (p. 306) y tan malsano "que no perdonava a honbre que a ella fuese" (p. 311)
16 Entre 1.922-1.939 publica 37 trabajos científicos y entre 1.946-1.956, publica 87 investigaciones en revistas polacas, francesas inglesas y suizas.
17 De manera muy parca, en el prologo a su famoso libro dice: "...pude descubrir la monografía casi desconocida de Ludwik Fleck... un ensayo que anticipaba muchas de mis propias ideas" (la cursilla es mía). T. Kuhn. La estructura de las revoluciones científicas. México: F.C.E, 1.992 (1.971), p. 11. El usar Kuhn la palabra "anticipaba" me parece una manera sesgada de no reconocer la evidente influencia de Fleck en las ideas que lo haría tan popular en el mundo académico norteamericano, y por extensión, en sus satélites escolares. Incluso una nocion tan notoria en la filosofia de la ciencia, como lo es la de "incomensurabilidad" que tanto popularizaron Feyerabend y Kuhn puede incluir en su 'genealogia', supuestos de Fleck. Cf. Eric Oberheim. On the historical origins of the contemporary notion of incommensurability: Paul Feyerabend's assault on conceptual Conservativism. Studies in History and Philosophy of Science, 36, 2005, 363-390.
18 Aunque estos conceptos requieren también, para un contexto más adecuado, ponerlos en relación con todo un glosario fleckniano: esotérico, exotérico, proto-ideas o pre-ideas, etc.).
19 Me refiero a la investigación: "La obra de Juan Méndez Nieto como 'novator' del pensamiento renacentista y barroco en el contexto social de la colonia de Cartagena de Indias. Un análisis de fuentes para su estudio e interpretación de los estilos y colectivos de pensamiento de los siglos XVI - XVII", mencionada en el primer párrafo.
20 Del Griego oxuXoç, stylos, columna, sostén, apoyo, estilo, punzón, manera de escribir
21 "... un percibir dirigido con la correspondiente elaboración intelectiva y objetiva de lo percibido". L. Fleck. La génesis y desarrollo de un hecho científico —una introducción a los estilos de pensamiento y los colectivos de pensamiento. Madrid: Alianza Editorial, 1.986 (1.935), p. 145
22 Una excelente antología que recoge el pensamiento y programa del Circulo de Viena es: J.A, Ayer, (compilador). El positivismo lógico. Madrid: FCE., 1.965. Para una reciente revisión critica Cf. Friedrich Stadler,. The Vienna Circle and logical empirism. Re-evaluation and future perspectives. New York: Kluwer Academic Publishers, 2003.
23 "La primera y mas fundamental de las reglas consiste en considerar los hechos sociales como cosas" (cap. II. Reglas relacionadas con la observación de los hechos sociales). E. Durkheim. Las reglas del método sociológico. Buenos Aires: La Pleyade, 1.972, p. 45
24 L. Fleck. Sobre la crisis de la realidad (1.929)
25 Sin embargo, es muy importante no asimilar esta idea fleckniana de coerción del pensamiento con la durkheimiana de los hechos-cosas que, por su misma condición exteriorizante —y de exterioridad— tienen un "poder coercitivo" sobre el individuo. Cf. E. Durkheim, op. Cit., p. 32
26 "Toda circulación intercolectiva de ideas tiene por consecuencia un desplazamiento o transformación de los valores de los pensamientos" L. Fleck. La génesis de un hecho científico...op. Cit., p. 156 (34)
27 Por ejemplo: Atomismo —► idea de elementos —► compuesto químico —► principio de conservación de la materia.
28 En el sentido que se le ha dado en historia y filosofía de la ciencia., en el ya clásico de P. Feyerabend. Contra el método: Esquema de una teoría anarquista del conocimiento. Buenos Aires: Hyspamerica, 1.984 (1.979), p. 106 ss.
29 El topos de una medicina del Renacimiento no esta claramente establecido. Para algunas periodizaciones el índice de "medicina antigua" incluiría todas las fuentes "clásicas" (incluidas las del siglo XVI), para otras solo existiría un capitulo separado para la "medicina medieval" pero no para "medicina antigua" o "medicina del renacimiento"; la ultima revisada, establece para la medicina del renacimiento el periodo entre 1.300 hasta 1.600 (no dejando lugar, de acuerdo con otras periodizaciones convencionales para un "barroco"). Cf. Nancy G. Siraisi. Some current trends in the study of Renaissance Medicine. Renaissance Quarterly, Vol. 37., No. 4, 1.984, p. 586
30 Por ejemplo, las discusiones bajomedievales sobre proto-ideas que se desplazarán a la universidad renacentista como las de la "crisis intelectual del siglo XIV" generada por el nominalismo occamtiano que hace una fuerte crítica a la filosofía natural de Aristóteles; esta protoidea se desplaza y hace parte de un estilo de pensamiento "humanista" por su fuerte cuestionamiento a una autoridad de prolongada vigencia. Cf. José Maria López Piñero. Ciencia y técnica en la sociedad española de los siglos XVI y XVII. Barcelona: Labor, 1.979, p. 151.
31 Rechazo del colectivo anatómico de Paris (bajo el magisterio galenista de Silvio) de las nuevas formas de ver y la emergente educación medica anti-escolástica, experimentadas en Padua, con la Fabrica de Vesalio. Cf. J.B. de C.M. Saunders and Charles D.O'Maley. The Illustrations from the Works of Andreas Vesalius of Brussels. New Cork: Dover Publication Inc, 1.973 (1.950). Después de la publicación de su Fabrica, el gran galenista Silvio se refirió a su ex discípulo Vesalio como "vesanias" (loco). Interesante en este contexto el ensayo de Phyllis Riddle. Political Authority and University Formation in Europe, 1200-1800. Sociological Perspectives, Vol. 36, No. 1, Spring, 1993, p. 45, donde expone su hipótesis de una "relación político —institucional" en la emergencia de las principales universidades de Europa. Sobre las crisis epistémico-educativas de la universidad bajomedieval y su carácter de proto-ideas de las nuevas formas de ver modernas, puede verse: Roland Bainton. Changing Ideas and Ideals in the Sixteenth Century. The Journal of Modern History, Vol. VIII, No. 4, 1.936
32 Vesalio se queja de que en las escuelas de medicina "una persona realice la disección del cuerpo humano y otra exponga la descripción de las partes. Esta última, encaramada en un sitial como una corneja, recita con notable aire de desden noticias sobre hechos que nunca ha visto directamente, sino que ha aprendido de memoria en libros ajenos o lee en descripciones que tiene ante los ojos..." Andres Vesalio. De humani corporis fabrica (1.543). Fragmento traducido por José Maria López Piñero en: Medicina. Historia. Sociedad. Barcelona: Ariel, 1.973 (1.969), pp. 99-100
33 Sobre todo: De usu partium. (Puede verse la version inglesa: Galen and the Usefulness of the Parts of the Body, 2 Vols, transl. from the Greek by Margaret Tallmadge. New York: Cornell University Press, 1.968
34 "la armonía de las ilusiones" de Fleco.
35 Incluso para el mismo Vesalio a quien no escapó la observación directa de los pares craneanos, no veía el clítoris en las mujeres que diseccionó (que además fueran muy pocas), y para el colectivo médico renacentista (con la excepción de Renaldo Colon —ese gran descubridor— e intuitivamente de Ambrosio Pare) el clítoris era una monstruosidad que hacia lascivas a las mujeres que lo poseían y susceptibles por ello de tener acceso carnal con demonios. Cf. Katharine Park. The Rediscovery of the Clitoris. French Medicine and the Tribade, 1.570-1.620. In: Hillman, David & Mazzio, Carla (Eds.). The body in parts - Fantasies of corporality in early modern Europe. London: Routledge., 1.997, pp. 172-193
36 Coloco la palabra novator entre comillas para indicar que le estoy dando un sentido connotativo-comprehensivo, afín a los supuestos constructivistas flecknianos, y no la adscripción denotativa convencional que literalmente remite a un proceso diacrónico posterior cuyo protagonista parece haber sido el milanes Gianbattista Giovaninni con su obra: Discurso político y phisico (Madrid, 1.779). Cf. Jairo Solano Alonso. Salud, cultura y sociedad en Cartagena de Indias, siglos XVI y XVII. Santa Fe de Bogotá: Fondo de Publicaciones de la Universidad del Atlántico, 1.998, p.97
37 Las recomendaciones de Méndez Nieto para mejorar la fertilidad se asemejan a las de Ambrosio Paré: preeminencia del deseo en la relación sexual, ternura, parsimonia, juego antes de la penetración. Cf. "De la generación en el hombre, libro XVIIF' En : Les Oeuvres de M. Ambroise Paré conseiller, et premier chirurgien du Roy avec les figures & portraicts tant de l'Anatomie que des instruments de Chirurgie, & de plusieurs Monstres........ à Paris, Chez Gabriel Buon. 1575 [Alfred Taubman Medical Library at the University of Michigan]. Esta dimensión del deseo en Méndez Nieto ha comenzado a explorarse en un interesante estudio histórico de género realizado por la profesora Marta Lux Martelo. Las mujeres de Cartagena de Indias en el siglo XVII. Lo que hacían, y no hacían, y las curas que les prescribían. Bogotá: Fac. de Ciencias Sociales, Departamento de Historia, Universidad de los Andes, 2006 (De la misma autora puede verse también: El Licenciado Juan Méndez Nieto, un mediador cultural: apropiación y transmisión de saberes en el Nuevo Mundo. Historia Crítica, Bogota, No, 31, 2006, pp. 53-76
Bibliografia
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Del Castillo Mathieu, Nicolás. Juan Méndez Nieto. Autor del primer tratado Colombiano de Medicina. Bogota: Instituto Caro Y Cuervo, 1.990
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