Memorias. Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe

versión On-line ISSN 1794-8886
n.° IX, julio-diciembre de 2008


Juan José Marín Hernandez. Prostitución, Honor y Cambio Cultural en San José de Costa Rica: 1860-1949. Editorial de la Universidad de Costa Rica, 2007

En este libro Juan José Marín hace historia critica, pues descubre en detalle los mecanismos que constituyeron el sistema de dominación social que implantó la colonia española a través de su oligarquia en la provincia San José de Costa Rica entre 1860-1949 y que sentó las bases sobre la que se erigió la sociedad costaricense de hoy. En este libro Marín, hace un minucioso examen a través de sus seis capítulos, de cómo esta estructura social redefinió el honor , la justicia, el castigo y la ley para de esa forma controlar las relaciones sociales que se establecerían. Lo anterior, lo lograron a través de la difusión de nuevas normas sociales regulatorias en las cárceles, escuelas, hospitales, juzgados, alcaldías, reformatorios, hospitales incluso los burdeles. El control hegemónico que se implantó, se valió de símbolos e instituciones civilizatorias que estaban dirigidas a las clases populares pero en especial a las mujeres prostitutas que llevaban una vida marginal. Interesante es también ver la forma en que el autor hace historia, expones un mundo social creado por la elite de San José, con la intención también de mostrar las desviaciones, estrategias y oportunidades usadas por los grupos sociales, tales como las prostitutas josefinas, para matizar y mediatizar el dominio de la clase dominante.

El mundo que recrea Marín sobre como era la experiencia de ser una prostituta josefina en el San José de aquel entonces exalta un tema muy controversial y manipulado. Costa rica es un país considerado como ejemplo mundial de orden, paz y progreso donde la violencia no existe y los temas tan controversiales como este no se sacan al examen público. El historiador recava documentación en al sección jurídica del archivo nacional, lee miles de partes de la sección de la policía, revisa expedientes en los cuales se denuncian injurias y calumnias, estudia diarios de la época y nos reconstruye una sociedad en la que la discriminación y la lucha por el poder es la norma. El estudio del valor simbólico y de los archivos que registraron hechos en los espacios sociales de las prostitutas fueron investigados a todo nivel. El análisis socio-cultural de la provincia de San José el lo hace nivel nacional, regional y local, de la misma manera logra como investigador desplazarse por la rama judicial, legislativa y ejecutiva para comprender el nivel afianzamiento de este sistema social discriminante en San José.

En los primeros tres capítulos realiza la revisión bibliográfica-teórica de los mecanismos doctrinarios que utilizó la elite tanto política, como la judicial. Michel Foucault se vuelve el teórico de cabecera para explicar cómo un ambiente de vigilación y autovigilación, siguiendo su idea del panóptico, hace de un hospital o una cárcel o hasta de un burdel sean espacios efectivos para mantener controlada la moral social católica reinante. Marín es un científico que sin mencionarlo estudia las relaciones de genero en una sociedad patriarcal que es dominada por la oligarquía.

El nivel de crecimiento y de impacto de esta oligarquía cafetarela es descrito al principio del libro por Marín, quien describe a esta clase como poco homogénea, pues es su seno aglutinó a opulentos inmigrantes y empresarios centroamericanos y europeos y desde luego a los campesinos que poco a poco iban siendo enriquecidos por la actividad, contribuyeron a posicionar sus valores hegemónicamente sobre esta sociedad. Durante el progreso del libro y con la se explican los mecanismos informales de control a través de la disciplina en las instituciones civilizatorias creadas.

El Lenguaje y la forma como Juan José Marín plantea las experiencias de vida de las prostitutas josefinas lo hacen un feminista. Sus concepciones de los espacios físicos cómo moldeadores de identidades castizas y elitistas para prostitutas exhiben la realidad de una población vulnerable que fue altamente discriminada.

El autor muestra con elaborados y muy detallados cuadros, gráficos y mapas, la imagen visual de cómo se dio la sedimentación social de San José. Expone la simbología social que incluyen ciertos valores como el pecado, la teatralidad de las penas físicas para las mujeres, a quienes también se les dio una aflicción corporal, y una excesiva codificación social y el uso del escarnio público. En sus tablas y gráficas quedan registradas también, el número de los procesos de denuncia de los miembros de la comunidad en relación con los valores considerados como supremos. Hay mapas que exponen la distribución del personal médico según la densidad poblacional, al igual que los delitos cometidos por injurias, por homicidios, lo mismo que los porcentajes de la penalización de prostitutas, en el periodo antecedente y durante el estudiado en todas las jurisdicciones que componen la provincia de San José.

El conflicto vecinal fue otro mecanismo informal de control, sobre el cual Marín elabora unos cuadros comparativos entre los injuriados y los agresores, lo mismo que investiga si estos procesos fueron inconclusos, si se hicieron condenas o si fueron ignorados entre otras variables más estudiadas. Marín recrea el mundo hostíl que circundaba a estas mujeres y habla sobre las campañas higienistas que lograban hacer los médicos que se volvían agentes ratificadores del discurso discriminatorio en contra de las mujeres prostitutas a quienes la policía no sabía como clasificarlas. Las dificultades de clasificarles los delitos y su condición social las hacía mujeres sin modelo a seguir.

La destreza con que Marín mezcla los métodos cuantitavos y cualitativos lo hacen un maestro. El se destaca entre los historiadores por su capacidad de comunicarle a sus lectores lo que esta escrito en los archivos históricos, que es usualmente considerado como material tedioso, de una manera dinámica y pedagógica. El autor rompe con debates fogosos entre metodologías para darle la importancia que merece el correrle el velo y exponer la simbología y los valores sociales de la sociedad costarricense.

Un estudio exhaustivo sobre la prostitución el honor y el cambio cultural es de suma importancia para las ciencias sociales en Latinoamérica. La discriminación y la violencia de género que padecen nuestras sociedades pos coloniales tiene sus fundamentos en el tipo de régimen social-moral que a través de mecanismos tanto formales como informales establece los andamios de nuestras sociedades. Bien merecido tiene Juan José Marín el premio nacional de historia en el 2007 en Costa Rica. Abrió una escuela en metodología y en temas de genero dignas de ser estudiadas y aplicadas a futuros estudios sobre nuestras sociedades.

Roxana Buitrago


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