Memorias. Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe

versión On-line ISSN 1794-8886
n.° XI, julio-diciembre de 2009
Recibido agosto 5 de 2009.
Aceptado octubre 16 de 2009.

Análisis descriptivo: Creación de imagen de ciudad y Recuperación de centros históricos en América Latina

Descriptive analysis: city image creation and the recovery of historical centres in Latin America

David Luquetta i ; Antonino Vidal Ph.D ii.

i Antropólogo. Cursa actualmente estudios de doctorado en ciencias sociales en la Universidad del Norte. Miembro del grupo de investigaciones en arqueología, historia y estudios urbanos del Caribe colombiano GRAHUS del departamento de historia y ciencias sociales de la Universidad del Norte. dluquetta@uninorte.edu.co

ii Historiador, Doctor en Historia. Miembro del grupo de investigaciones en arqueología, historia y estudios urbanos del Caribe colombiano GRAHUS del departamento de historia y ciencias sociales de la Universidad del Norte. avidal@uninorte.edu.co


RESUMEN: El presente texto tiene como objetivo elaborar una descripción analítica de los procesos mediante los cuales las imágenes de las ciudades se crean y transforman. Para comenzar con este análisis, se da cuenta del surgimiento de las ciudades latinoamericanas, luego de culminar las guerras independentistas que brotaron en el continente. Para continuar, se narra el desarrollo de las imágenes que estas nuevas organizaciones urbanas proyectaron de sí mismas. Para proseguir, se muestra como a causa de los resultados negativos, se ponen en marcha planes de mejoramiento de los centros históricos de las ciudades para resarcir su mala imagen. Para finalizar, se elabora una conclusión que contiene la relación que surge, por una parte, de todo el proceso de recuperación de la imagen de ciudad, y por otro, la injerencia de estos aspectos en el desarrollo social a nivel local y regional.

PALABRAS CLAVE: Imagen de ciudad, recuperación de centros históricos, territorialidad.


ABSTRACT: This paper aims to develop an analytical description of the processes by which images of cities are created and transformed. To begin this analysis, it is written about the emergence of Latin American cities, after completing the independence war that erupted on the continent. To continue, it's narrated the development of these new images that urban organizations projected of themselves. To proceed, is shown how as a cause of negative outcomes, are put in place plans to improve the historic centers of cities to make up for its bad image. Finally, a conclusion is drawn where it's contained the relationship between, firstly, the whole process of recovery of the city image, and secondly, the interference of these aspects in social development at local and regional levels.

KEY WORDS: City image, historical centres's recovery, territoriality


Introducción

La construcción de las ciudades Latinoamericanas se generó a partir de movimientos poblacionales que ayudaron a regular nuevas dinámicas culturales, entre otros, los aspectos como la religión, la cultura popular, la música, llegando inclusive a producir modificaciones en el paisaje urbano. Estas dinámicas generan cambios e innovación tecnológica. De manera concomitante, estas masas humanas tugurizaron puntos coyunturales dentro las ciudades, en particular los alrededores de las construcciones donde se encontraban ubicados los bancos, edificios de gobierno y centros comerciales, lugares donde la gran mayoría de la población concurría para realizar sus trabajos rutinarios.

Como resultado de estas transformaciones físicas y sociales, el ejercicio gubernamental se orientó hacia el mejoramiento de la imagen que la ciudad crea per se. Estos nuevos mecanismos resultaron siendo, tanto favorables como desacertados, lo cual produjo nuevos cambios culturales que lograron marcar una brecha en la ciudad, debido a que se polarizó la actividad comercial y bancaria entre otras, en espacios, física, digital y tecnológicamente distantes entre sí.

El objetivo central de este escrito es hacer una descripción analítica de los procesos de población que se gestaron en el espacio físico de las ciudades Latinoamericanas, desde el siglo XX hasta la actualidad. El punto de partida son las migraciones externas e internas procedentes del exterior del país y de las periferias de las ciudades. Se concluirá con los resultados que se identifican actualmente en Barranquilla.

La creación de las nuevas ciudades

Luego de las guerras independentistas que se sucedieron en Latinoamérica, surgió la necesidad de repoblar para expandir el control territorial y crecer poblacionalmente para evitar las invasiones de países vecinos. Los gobiernos nacionales, se empeñaron en ofrecer garantías y un ambiente atractivo, con el propósito de atraer la inversión y el comercio extranjero. Con la llegada del capital foráneo, se provocó una inmigración de la población periférica, que proyectó en las capitales su futuro. Como consecuencia de este fenómeno hubo un incremento demográfico muy fuerte que trajo con sigo nuevas pautas culturales, las cuales modificaron el panorama social de la ciudad.

En algunas [ciudades] comenzaban precisamente entonces a desarrollarse ciertas industrias, fuera para sustituir importaciones, fuera porque los capitales extranjeros habían comenzado a radicarlas, fuera porque el calor de esos primeros incentivos se despertara en los capitalistas locales la tentación de hacer inversiones industriales. Así había comenzado a aparecer una demanda de trabajo urbano con buenos salarios que desató la imaginación de muchos desocupados rurales. Empezó una bola de nieve, cuyas consecuencias fueron amargas. Había desarrollo urbano y, al mismo tiempo, desempleo y miseria urbana, porque la oferta de trabajo superaba siempre a la demanda. (Romero, 1999)

Los países se esforzaron en buscar un desarrollo racional que les permitiera insertarse en la modernidad, a partir de avances tecnológicos, expansión física e industrial y su incorporación a los mercados transnacionales. Para tal fin, cada Estado estableció bases para forjar su "cultura nacional", sin darse cuenta de que se enfrentaba a una multiplicidad de culturas que se habían diseminado en el ámbito local. Como resultado se forjaron clases medias de carácter anómico que a su vez transformarían la fisonomía de las ciudades. (Ídem)

Para satisfacer las necesidades de los grupos sociales que se habían creado en las ciudades latinoamericanas, se crearon instituciones que garantizarían los derechos, deberes y las necesidades de las clases elitista, media y obrera. Entidades encargadas de velar, primero por la educación y la salud de los ciudadanos, y segundo por la economía de la ciudad.

El quid de la formación de estas instituciones se da gracias al aceleramiento demográfico causado por los inmigrantes que arribaron de Europa, principalmente a Chile y Argentina.

Los primeros censos de manufacturas chilenas registran fuerte concentración obrera en Santiago, Valparaíso y Concepción; lo mismo acontece en São Paulo, Buenos Aires, y ciudad de México, con el resultado de que el número de habitantes en los conventillos de Buenos Aires pasa de 52000 a 139000 de 1880 a 1904; en la ciudad de México, el número de Colonias o barrios obreros es en 1990 de una docena; en São Paulo, los habitantes de barrios obreros alcanzan los 100000 a comienzos de siglo. [...] Estas consideraciones nos permiten sostener que a partir de 1880 - 1890 se manifiestan nuevos comportamientos sociales urbanos que no son propios de un solo componente social, el identificado como "sectores medios", sino que comprende a trabajadores, a empleados e incluso a la categoría definida con demasiada ligereza como "empresarios". (Romano y Carmagnani: 1999)

Debido a estos fenómenos de mestizaje cultural, Latinoamérica obtuvo un desarrollo económico palpable. Gran parte de los cambios políticos y sociales surgieron debido a la inclusión de las nuevas ideologías procedentes de Europa. Como un eco de estas ideas, en las nuevas sociedades nacionales se comenzó a sentir reformas políticas y sociales, cambios en las planificaciones arquitectónicas, como en el caso de Barranquilla y Maracaibo, entre otros. Barranquilla, por ejemplo, surge como un lugar sociópeto1, abierto a comerciantes de distintas nacionalidades, entre otros, alemanes, árabes, italianos, que encontraron la manera de instaurar una burguesía trabajadora y emprendedora; también fue lugar de nueva esperanza para los migrantes, quienes venían huyendo de la violencia que se vivía en el interior del país. Debido a su carácter autónomo, estas ciudades tuvieron un auge de crecimiento más acelerado que otras del mismo país.

Por otra parte, así como la ciudad ampliaba sus horizontes, de forma paralela se tugurizaban los espacios donde se asentaba la población que llegaba sin ningún tipo de patrimonio y que la nueva cultura citadina no acogía, esto hizo evidente un desorden social que marcaba las diferencias entre las clases.

El fenómeno latinoamericano seguía de cerca al que se había producido en los países europeos y en los Estados Unidos, pero adquirió caracteres socioculturales distintos. En algunas ciudades comenzaron a constituirse esos imprecisos grupos sociales, ajenos a la estructura tradicional, que recibieron el nombre de masas. Y allí donde aparecieron, el conjunto de la sociedad urbana comenzó a masificarse. Cambió la fisonomía del hábitat y se masificaron las formas de vida y las formas de mentalidad. A medida que se masificaban, algunas ciudades de intenso y rápido crecimiento empezaron a insinuar una transformación de su fisonomía urbana: dejaron de ser estrictamente ciudades para transformarse en una yuxtaposición de guetos incomunicados y anómicos. (Romero, 1999)

La construcción de las imágenes de ciudad

El concepto de imagen, está ligado a los constructos mentales o imaginarios urbano -colectivos de quienes habitan una ciudad (Castro, 2008). Este concepto se remite no sólo a la imagen física y/o estática, sino también a la imagen viva y dinámica de la ciudad. Recoge todos los aspectos culturales que diferencian un grupo humano de otro. "Con relación a la imagen de la ciudad y de los centros históricos es importante señalar la relación que hacemos de nuestra ciudad y las ciudades que conocemos con un idioma, un acento, unos signos, símbolos, historias, mitos, leyendas, tradiciones, costumbres, funciones, fiestas y manifestaciones culturales, etc. Todos estos aspectos son los que vienen entonces a conformar la imagen de la ciudad". (Vergara, 2008)

En su gran mayoría estos constructos o imaginarios han estado marcados por aspectos negativos. En los primeros momentos del crecimiento físico de la ciudad, se ideó una imagen positiva que fue perdiendo valor con los fenómenos demográficos que caracterizaron a las ciudades latinoamericanas. Se convirtió en crítica y nociva, deformada por el estado deplorable en el que llegaron a estar los espacios donde transcurría la mayor parte de la actividad en la ciudad.

Otro factor que influye en la creación de las imágenes de la ciudad, son las decisiones que toman las instituciones gubernamentales. Se puede afirmar, que por el afán de progreso se ha dejado de lado la parte urbanística del desarrollo, no se ha tenido en cuenta lo arquitectónico o lo paisajístico y no existe la planificación de lugares físicos que sean erigidos con una unidad de concordancia2 con respecto a los espacios que los circundan. Para cambiar estos imaginarios, los gobiernos locales se han dado a la tarea de recuperar áreas que en algún punto de la historia hicieron parte importante de la ciudad, como el centro histórico y todos los lugares que lo integran, entre otros, edificaciones bancarias, centros comerciales, estaciones de ferrocarriles, industrias, puertos marítimos y fluviales.

La recuperación de los centros históricos tiene que responder a preguntas claves que justifican dicho proyecto: ¿Por qué?, ¿Para qué? y ¿Para quién? ".las respuestas son entonces: ¿Por qué? Porque son testigos importantes de la propia historia. ¿Para qué? Para la renovación, rehabilitación y revitalización de los respectivos barrios/conjuntos. ¿Para quién(es)? Para el pueblo mismo y para las generaciones siguientes, y así demostrar el desarrollo arquitectónico-urbanístico, cultural y económico." (Mertins, 2008)

A este respecto, un elemento que pasa por alto Mertins en su análisis, es el alcance social al que se puede llegar a partir de la recuperación de los espacios. Un objetivo que conscientemente debe ser planteado, es promover una reflexión de valores que caracterizan a una sociedad, conminando a un desarrollo social alrededor de nuevas identidades culturales, como reflejo de la cultura material de una ciudad que proyecta una nueva imagen.

Otro aspecto importante que Adrian Vergara (2008) destaca sobre el por qué recuperar el centro histórico, es la relevancia que adquieren las áreas que comprenden la periferia, a partir de su nuevo semblante. Vergara afirma que el alcance esperado después de la recuperación, es la reutilización del espacio para nuevos fines de uso comercial o turístico, entre otros ".el centro histórico no es sólo un testigo de la historia sino que representa un recurso estratégico y fundamental para proyectar un tipo de desarrollo en el que la ciudad tenga una política que propugne el mejoramiento la calidad de vida de sus habitantes, con políticas claras de asentamientos, usos y funciones"3 (p. 43).

Recuperación de los Centros Históricos en Latinoamérica

El tema de la recuperación de los centros históricos se puede trabajar de la siguiente manera: Por una parte, a partir de su importancia o significado, que como ya se mencionó anteriormente, se fundamenta en la función que cumplen como guardianes de la memoria histórica, pero también en el rol de centralidad que desempeña hoy en día, ya que es un lugar centrípeto que acopla gran parte de la actividad vital de la ciudad. Las ciudades que no han identificado la importancia de su centro histórico, lo están poniendo en riesgo de desaparición. Barranquilla, por ejemplo, no ha podido dimensionar la magnitud de su centro, sobre todo, siendo una ciudad que no tuvo fundación, que se creó a sí misma, y que por su calidad de puerto, ideó sus formas de progreso e introdujo nuevas ideologías a América Latina. La centralidad en este caso, es el único testigo de todos estos sucesos que se desvanecen con la devastación de sus edificaciones. Por otra, desde los recursos económicos y culturales que podrían generar una vez recuperado. La centralidad no sólo se remite a actividades financieras o comerciales: genera estructuras para el engranaje que moldea la imagen de ciudad; también puede producir capital a partir de la utilización adecuada de sus edificaciones o de sus espacios. Por ejemplo, si una edificación en estado deplorable, se recupera y se reinaugura con fines de entretenimiento (teatros o conciertos), o con fines comerciales (almacenes o centros comerciales) estaría dando inicio a un ciclo de revitalización de los espacios circundantes y al mismo tiempo atraería la inversión. Pero además, le daría vida a los espacios que la gente no visitaba por temor y por su apariencia.

Después de identificar estos dos aspectos, se enumerarán las fases que Mertins (2008) establece para tener en cuenta al momento de iniciar un proyecto de recuperación del centro histórico.

Protección y restauración de monumentos por sus valores artísticos, religiosos o simbólicos. Esta fase hace referencia a obras monumentales o artísticas que se remitan a algún suceso importante de una ciudad, por ejemplo: estatuas, catedrales, etc.

Restauración y renovación de monumentos aislados. Se refiere a conjuntos de gran importancia para la tradición histórica. Más que a edificios y estatuas, se remite a callejones o plazas (como el callejón del correo en Santa Marta).

Tercera fase. En este punto Mertins se refiere a las áreas o periferias que rodean los monumentos.

Comienzo de legislaciones sobre «núcleos monumentales» para su protección contra actos de "vandalismo urbano". Vandalismo no sólo de destrucción o afectación de un monumento, sino construcción de obras que entorpezcan la unidad de concordancia.

Influencia de la convención para la protección del patrimonio cultural y natural de la humanidad de la Unesco, 1972. Esta fase, se remite a la declaración de Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo cual resulta en ayudas económicas para la protección del mismo.

Con el objetivo de añadir una nueva fase a los propósitos de la recuperación de centros históricos, se añadirá una sexta fase:

Divulgación, comunicación y creación de la nueva imagen de ciudad. El cual se remite a la divulgación de nuevos objetivos orientados hacia la creación de una imagen nueva de la ciudad, que simultáneamente proponga nuevos caracteres culturales referentes a la ciudadanía.

Financiación. La financiación era un problema que siempre precedía cualquier proceso de recuperación de un centro histórico. Al parecer la solución más práctica para llevar a cabo un proyecto de esta magnitud fue la privatización del lugar. Se procedía a lotear el área para que la empresa privada se hiciera cargo de la recuperación de dichos espacios. La dificultad que surgió con respecto a este punto, es que la inversión del sector público para la construcción de proyectos urbanísticos, se enfocaba en la expansión del territorio hacia el perímetro urbano y no hacia su centralidad. "En América Latina no se ha discutido el tema del financiamiento en los centros históricos, probablemente, por el poco peso que tuvo en épocas pasadas, sea porque la inversión que se realizaba era pequeña o porque se destinaba preferentemente a la periferia dada la presión demográfica existente..." (Carrión, 2007)

En la actualidad este problema se ha visto en parte solucionado, debido a que los gobiernos distritales se han dado cuenta de la importancia de la recuperación de los centros históricos, y se han visto en la obligación de crear instituciones para encargarse de las obras o adoptar medidas reglamentarias para solucionar el problema de recursos económicos.

Casos Latinoamericanos

En adelante, se expondrán brevemente algunos casos de ciudades de América Latina, donde se han recuperado espacios, no necesariamente centros históricos, y cuáles han sido sus consecuencias.

Argentina. El ejemplo de una recuperación de espacios es Puerto Madero (ver Foto 1.) en Buenos Aires. Este es un puerto ubicado en la rivera de 4 diques a la orilla del Océano Atlántico, donde a partir de unas bodegas abandonadas, se diseñó un proyecto urbanístico que renueva, revitaliza y rehabilita este sitio y lo convierte en un atractivo turístico.

Lo interesante de Puerto Madero, es que no se tuvo que tocar la estructura ni la fachada de las bodegas, internamente se le realizaron las adaptaciones necesarias para convertirlas en restaurantes, oficinas o locales comerciales. La consecuencia social, es la creación de un centro sociópeto que ofrece esparcimiento, entretenimiento cultural, restaurantes y otros.

Uruguay. En Montevideo, se encuentra La Plaza de la Independencia, ubicada en el límite del centro de la ciudad y la Ciudad Vieja. En la mitad de la plaza, se observa una estatua de José Gervasio Artigas (Prócer de la revolución Uruguaya). A sus alrededores, se ubica un número de edificaciones que a simple vista, no concuerdan con la idea de plaza (ver Foto2), pero que sin embargo, todo el conjunto ha sido capaz de articularse de manera que, a pesar de la irregularidad de los edificios, la plaza es atractiva a la vista.

Cuba. En La Plaza Vieja en La Habana (ver foto 3), se ha intentado mejorar la imagen de este espacio, con el inconveniente que no todos los propietarios de los bienes, han querido restaurar las edificaciones. En algunos casos, se ven labores completas o intermedias (ver foto 4), y en otras totalmente nulas (ver foto 5). Lo interesante de esta plaza, es que a pesar de que las labores de recuperación son irregulares, no se han perdido los valores de centralidad del sitio, por el contrario, se convierte en un lugar de reuniones sociales, bares al estilo cubano y otras actividades culturales que la hacen muy particular. (Palet, Sardiñas y García, 2008)

Colombia. La Candelaria en Bogotá, es un claro ejemplo de una recuperación exitosa. Lo particular, es que es un barrio completo, que después de estar en un estado muy maltratado, ha podido ser reintegrado a la ciudad como un gran espacio cultural donde se ubican instituciones, tanto públicas como privadas, que lo convierten en un lugar atrayente y de una belleza particular.

Como se puede ver, en las imágenes que se presentaron anteriormente en cada uno de los casos que se describen brevemente en Latinoamérica, se nota que la recuperación de los centros históricos ha sido favorable, en el sentido en que se pudo integrar unas estructuras arquitectónicas antiguas, a la nueva imagen de ciudad moderna. Se demuestra la posibilidad de idealizar un plan de mejoramiento que impulse cambios sociales y culturales alrededor de estas zonas.

Barranquilla. Por último, se describirá el estado en el que se encuentra Barranquilla con respecto a los otros ejemplos que se han citado de ciudades latinoamericanas.

A pesar de que Barranquilla fue el puerto por donde la racionalidad entró al país, la recuperación del centro histórico4 ha sido un aspecto bastante demorado en llegar a hacer impacto en la ciudad. En estos momentos se han recuperado grandes espacios o áreas públicas que hacen parte de toda el área que ocupa, creando una nueva imagen del centro de la ciudad, como por ejemplo el Paseo Bolívar (ver Foto 7 , foto 8,foto 9. y foto10.).

Esta área específica del centro de Barranquilla, es ejemplo de unas planificaciones ideadas sin tener en cuenta el elemento social o cultural. Se han llevado a cabo mejoras físicas, pero sin contar con las labores que realizan los habitantes o usuarios de estos espacios, el comercio informal. Esta actividad, es una de las que más deterioran el medio en el que se desarrolla. Los comerciantes se han aprovechado de estas mejoras para no quedar por fuera del negocio, ya que utilizan los mismos espacios y objetos recién recuperados para la exhibición de sus mercancías.

Otro aspecto que demuestra una planificación apartada de los elementos sociales que se interrelacionan en este espacio, es la reincidencia en la tugurización y el aumento de la indigencia en sectores recuperados (ver Foto 11.).

Conclusiones

A partir de la descripción que se acaba de hacer acerca de la recuperación de los espacios públicos en Latinoamérica, con relación a la asignatura Patrimonio y Desarrollo Social, desarrollada en el II semestre del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad del Norte, se puede concluir lo siguiente:

El desarrollo local o regional, no depende solamente de los fenómenos económicos nacionales o internacionales. También está ligado a los cambios que se generan a partir de las relaciones internas que se generan en el ámbito local, así como a los subsistemas que se tejen intrínsecamente.

Esto significa que para comprender los hechos que ocurren en la región o en la ciudad, no se debe limitar la búsqueda de las respuestas en el exterior o en relación con otras localidades, sino en los contenidos que los significados transportan a través de las estructuras internas, es decir, en las esferas tangibles e intangibles que la misma ciudad construye.

A partir de la identificación y aprehensión de los hechos sociales, económicos y políticos que se entrelazan dentro de una ciudad y su directa relación con el desarrollo local, se da inicio a una serie de cambios que se orientan hacia la mejora retórica y material de la misma imagen de la ciudad.

De esta manera, se entiende que el patrimonio material e inmaterial de una sociedad es el elemento constitutivo del desarrollo social. Y a su vez, ofrece herramientas teórico prácticas, a partir que el análisis socio-espacial, para la lograr que el paradigma del desarrollo sustentable, tanto social como económico se cumpla con unos niveles mínimos, pero óptimos de calidad.


1 Entendiendo como sociópeto, el lugar que crea tendencias sociales de unión o reunión entre personas. Lo contrarío sería sociófugo, que tiende a mantener a las personas lejos unas de otras. Humphrey Osmond, citado en: Edward T. Hall (1998).

2 Utilizo el concepto de unidad de concordancia para hacer referencia a la correspondencia o relación equilibrada que debe existir entre las edificaciones o inmuebles y el contexto que lo rodea.

3 Las cursivas son del autor del presente texto.

4 Se hace referencia al centro histórico de Barranquilla, como un centro republicano, de historia más reciente a la conquista o colonia, pero que cuenta la historia de cómo surgió el progreso en la ciudad.


Bibliografía.

Carrión, F. (2007). El financiamiento de los centros históricos de América Latina y el Caribe. FLACSO - Lincoln Institute of Land Policy - INNOVAR. Quito

Castro, R. (2008). Por una nueva imagen de ciudad La representación gráfico-visual del paisaje arbóreo de Santiago de Cali. El rescate de un nuevo imaginario urbano. En: Investigación & Desarrollo. Revista del centro de investigaciones en desarrollo humano. Universidad del Norte

Mertins, G. (2008). La renovación de los Centros Históricos en Latinoamérica Gases - conceptos - estrategias. En: Renovación de centros históricos en grandes ciudades latinoamericanas. Universidad del Norte.

Palet, M., Sardinas, O. & García, M. (2008). La restauración como actor principal de la revalorización del espacio local La Habana Vieja, patrimonio vivo. En: Renovación de centros históricos en grandes ciudades latinoamericanas. Universidad del Norte.

Romano, R. & Carmagnani, M. (1999). De la sociedad nobiliar a la sociedad contemporánea. En: Para una historia de América I. Las estructuras Fideicomiso historia de las Américas. Fondo de cultura económica, México.

Romero, J.L. (1991). Cap. 7 Las ciudades masificadas. En: Las ciudades y las ideas. Editorial Universidad del Antioquia.

Hall, Edward. (1998). La dimensión oculta, 18a edición. Siglo XXI Editores, España.

Vergara, R. A. (2008). Transformaciones de la imagen de una ciudad Repercusiones de la renovación urbana. En: Renovación de centros históricos en grandes ciudades latinoamericanas. Universidad del Norte.


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