ISSN Electronico 1794-8886
Volumen 23, mayo-agosto de 2014

Relaciones comerciales entre Hamburgo, Puerto Rico y Saint Thomas, 1814-1867

Argelia Pacheco Díaz
Instituto de Investigaciones Históricas Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, Michoacán 2012

A partir de la segunda década del siglo XIX, con el advenimiento de las nuevas Repúblicas americanas la Cuenca del mar Caribe se abrió de manera legal al comercio internacional. El reconocimiento de las nuevas naciones americanas por parte de las potencias europeas, la ebullición del liberalismo económico y la revolución industrial hicieron el resto. Los intereses de las regiones industriales del norte de Europa, como el poderoso emporio comercial de Hamburgo, buscaron un acomodo también en ese nuevo mercado. Aunque la penetración viene desde finales del siglo XVIII, fue en el XIX cuando se afirma usando como plataforma de entrada la pequeña isla danesa de Saint Thomas, un puerto libre Comercial.

El presente trabajo de Argelia Pacheco, usando fuentes de ambos lados del Atlántico nos hace un recuento del significado que tuvo ese comercio en la parte europea y al mismo tiempo en la isla de Puerto Rico. Dejándonos entrever en el recorrido cómo los comerciantes alemanes introdujeron su comercio, inversiones e intereses en esta isla antillana y por ende en toda la Cuenca.

En la parte Europea, el trabajo nos visibiliza la posición estratégica de Hamburgo y cómo a través de los ríos de norte de Europa se distribuyeron los productos exóticos llegados desde América y el Caribe, el tabaco, el azúcar, café, y sobre todo metales preciosos cobrados por los empréstitos, recordar que en estos años un número considerable de banqueros alemanes se fueron a Londres, principal proveedora de créditos para la construcción de ferrocarriles y vapores en todo el mundo. Del mismo modo, el trabajo de manera sistemática muestra cómo a través de Saint Thomas accedieron a instalarse en Puerto Rico y de allí saltaron a las costas de norteamericanas o a todo el litoral del Caribe suroccidental desde Venezuela a Colón, compitiendo económicamente con los intereses holandeses, sefarditas y norteamericanos en el Caribe continental.

En el desarrollo del trabajo se demuestra cómo con el transcurrir del tiempo Prusia desplegó a medida que transcurría el siglo XIX una política diplomática más planificada con el nombramiento de cónsules en los diversos puertos de las rutas comerciales de vapor. Rutas rápidamente enlazadas a los puertos de Norteamérica, Europa Continental e Inglaterra y que dieron vida al creciente comercio de puerto y fondeaderos francos cómo Saint Thomas. Con posterioridad en la segunda mitad del siglo XIX objetivo estratégico del naciente imperio del Norte en la defensa de sus intereses y en la competencia con los europeos.

Los capítulos finales, de manera muy interesantes reconstruyen a través de casos particulares las redes de importantes comerciantes alemanes radicados durante todo el siglo XIX en la isla; y un último capítulo más de cifras y números, aunque con limitaciones en las fuentes por carecer de registros seriados, reflejan grosso modo las líneas del comercio, sus productos y fluctuaciones. En tanto a fuente y bibliografía es un trabajo sólido que nos permite además rescatar algunos autores del norte de Europa Como Kellembenz, Zeuske o Sonneson o Goslinga, amén del aporte de la historiografía Puertorriqueña y Mexicana por el origen de formación de la historiadora.

Interesante aporte pues a esa fragmentada historia del siglo XIX del gran Caribe, quizás con una sugerencia desde el Caribe suroccidental, hacer hincapié en que la historiografía antillana debe tener más presente los procesos históricos ocurridos en el Caribe continental1. Desde el puerto de Sabanilla en 1870 pequeño fondeadero de la costa colombiana en la ruta de Cartagena y Colón, se enviaba tabaco a Bremen y Hamburgo, llegaban vapores que unían en línea semanal y quincenal a Mayagüez, Ponce, Santiago de Cuba, La Habana, Curazao, Colon, Puerto Limón, Cap. Haitiano, Jamaica, etc. Además donde pronto se estableció una pequeña pero pujante colonia alemana que llevó a la joven republica neogranadina su empuje y pragmatismo industrial.

Interesante aporte el de la historiadora Argelia Pacheco a ese puzzle que es la historia del gran Caribe en el siglo XIX, que nos abre la historia a la penetración de los europeos del norte al concierto americano y nos permite ver todas esas relaciones intracaribeñas.

Antonino Vidal Ortega
Universidad del Norte
Barranquilla, junio de 2014

1 Un libro no muy conocido por los historiadores antillanos o al menos poco citado es el excelente trabajo de Gerhard Sandner, Centroamérica y el Caribe Occidental, Coyunturas, Crisis y Conflicto 1503-1984. Universidad Nacional. Sede San Andrés. Bogotá, 2003. Primera versión en alemán 1984. Y también mencionar el libro editado por Vidal Ortega y Elías Caro, Ciudades portuarias en la gran Cuenca del Caribe, Universidad del Norte y Universidad del Magdalena. Barranquilla, 2010.


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