Luis Rafael Gutiérrez

Lo primero que habría que señalar de la nueva novela del escritor Ramón Illán Bacca es la estrecha relación que guarda con el cine, no sólo porque la obra hace referencia a este, sino porque al leerla es como si uno estuviera viendo a cada uno de sus personajes en la pantalla grande, con la única diferencia de que el lector puede convertirse en actor, narrador o director del filme al cual está asistiendo.

La historia inicia donde termina y termina pronto, ya que es una novela corta que se lee "en una sola sentada", debido a que su hilo hipnótico atrapa a quien se acerca a esta. Todo en la obra parece dicho desde el principio. La Nena es la culpable de un asesinato del cual sólo puede ser defendida por su amante, el cual es su abogado, pero al mismo tiempo es quien la delata no ante ningún juez, sino ante los lectores, ya que es el testigo que narra la historia.

En los diarios que cita la novela, entre los cuales se destaca Rigoletto, se cuenta cómo murió el esposo de la Nena: defenestrado. ¿Defe qué? Defenestrado: dícese de quien es arrojado por la ventana. Sin embargo, como el titulo de la obra ya lo menciona, es probable que la gente quiera saber cómo vivió, misterio que solo se puede resolver si leemos la novela o como digo yo, la sí-vela, es decir, que hay que verla.

Apróposito de Ramón Illán Bacca

Conocí a Ramón Illán Bacca en la Semana de la lectura que organizó la Fundación Poetas al Exilio en la ciudad de Santa Marta a finales de octubre de 2006. Recuerdo que el poeta Hernán Vargas Carreño acababa de hacer la presentación de mi primer poemario en compañía de la escritora Piedad Bonnet, cuando Don Ramón, un señor medio blanquito, medio gordito, medio bajito, medio medio... se me acercó para expresarme su opinión al respecto:"Interesante el trabajo que acabas de hacer, pero te recomiendo leer y releer..." Por ello, desde entonces, no he hecho nada más que leer. Tanto así que, "si no leo me aburro".

Sin duda alguna, la lengua de Bacca es muuuuy sabia y su sentido del humor hace que uno no se olvide jamás de sus palabras. El otro día, en el encuentro de Escritores del Caribe, me lo volví a encontrar (obvio ¿no? era un encuentro, se supone que todos se encuentran). Él estaba elegantemente vestido, como siempre, ya que si algún sentido tiene bien desarrollado este señor ese es precisamente el del gusto. De ahí que, conociendo a la perfección su estado físico, halla titulado la charla que dicto ese día: Una mirada bizca a Barranquilla (toda una verdadera poesía).

Es que, oír a Ramón es mejor que asistir a cualquier función, en él habita la literatura, la música, el cine, el teatro y, la mayor de las artes, la vida.

Por tal motivo, cuando tuve la oportunidad de hacer el evento denominado "Semana del libro y la palabra" en Ciénaga, mi tierra querida, en la primera persona en que pensé, después de los patrocinadores claro está, fue en él: autor de las mil y una sonrisas, obra que no se lee, pero se siente. ¡Entrevista a la vista! así se llamó la actividad en donde el periodista Juan José Martínez, director de la página digital agendasamaria.org, lo abordó con audaces preguntas, las cuales fueron contestadas por el literato delante de los asistentes del Teatro Magdalena con sus ingeniosos "puntos de bizca".

Ramón Illán Bacca nació para ser Ramón Illán Bacca, un escritor diferente que narra de manera jocosa lo que los historiadores tradicionales nos dirían con jeroglíficos sobre las rocas... en sus escritos aparecen personajes como Jorge Eliecer Gaitán, candidato del partido liberal a la Presidencia de la República para el periodo 1950-1954, Oreste Sindici, compositor de la música del himno de Colombia que nació en 1883 y murió en 1904, Jaime Bateman, líder guerrillero del M-19, nacido el 23 de abril de 1940 en Santa Marta, Magdalena y fallecido el 28 de abril de 1983, entre otros no menos importantes.

Cabe señalar que, estos personajes aparecen de un modo cómico, trágico o misterioso en la novelas Deborah Kruel, Maracas en la ópera, Disfrázate como quieras y La mujer del defenestrado. También, los libros de cuentos El espía inglés, Señora Tentación y Marihuana para Goerin, son una muestra de ello.

Definitivamente, se puede decir que, quien no ha leído a Ramón Illán Bacca no conoce ese lado O-CULTO del Caribe que no es contado en los libros Garcíamarquianos a los que estamos acostumbrados. Por esta razón y por muchas otras, recomiendo leer y releer los textos de este excelente autor.