ISSN Electronico 1794-8886
Volumen 29, mayo-agosto de 2016
Fecha de recepción: 6 de abril de 2016
Fecha de aceptación: 11 de mayo de 2016
DOI: http://dx.doi.org/10.14482/memor.29.8541

Mujeres y escritura en Lumbre, revista de cultura femenina y divulgación turística en Cartagena 1949-1954

Women and writing in Lumbre, magazine of women's culture and tourist disclosure in Cartagena 1949-1954

Gloria Bonilla Velez

Doctora Universidad Pablo de Olavide Sevilla España. Maestría Historia, Universidad Nacional de Colombia. Miembro del grupo de Estudios de Familias, Masculinidades y Feminidades, Facultad de Ciencias Sociales y Educación, Universidad de Cartagena. E-mail:gloesbo1810@gmail.com

Carlos Mario Castrillon Castro

Magister en Estudios de la Cultura: Mención Género y Cultura, Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador. Historiador Universidad de Cartagena. Miembro del grupo de Estudios de Familias, Masculinidades y Feminidades, Facultad de Ciencias Sociales y Educación, Universidad de Cartagena. E-mail: krlos.com@hotmail.com

Este artículo es el resultado de un proyecto de investigación «Mujeres y escritura en prensa: secciones, opiniones y paginas femeninas en Cartagena para la primera mitad del siglo XX». Una versión preliminar de este trabajo fue presentada en el XII Seminario Internacional de Estudios del Caribe, titulado «Escritura en clave femenina: El caso de Lumbre, y Mujer revistas de cultura femenina y divulgación de los mandatos del "deber ser" de las mujeres» evento que se realizó en Julio de 2015.

Raul Antonio Cera Ochoa

Candidato a Magister en Estudios de la Cultura: Mención Género y Cultura, Universidad Andina Simón Bolívar, sede Ecuador.. Miembro del grupo de Estudios de Familias, Masculinidades y Feminidades, Facultad de Ciencias Sociales y Educación, Universidad de Cartagena. E-mail:cpj892005@hotmail.com


Resumen

Este artículo reflexiona sobre los aportes realizados por escritoras en Lumbre, revista de cultura femenina y divulgación turística que tuvo vigencia entre los años de 1949 hasta 1954 en Cartagena. La publicación localizada en la hemeroteca de la Biblioteca Nacional de Colombia ilustra una variedad de temas a través de géneros como el cuento, el ensayo, el teatro y la poesía. Desde un enfoque que se centra en hacer visibles a las mujeres, se analizan varias de sus colaboraciones que describen la realidad social y política en que ellas vivieron, además del contexto en que aparece esta producción literaria, reconociendo su aporte al mundo de las letras.

Palabras clave

Mujeres, escritura, Cartagena de Indias, historia, prensa, Caribe.


Abstract

This article reflects on the contributions made by writers to Lumbre, a magazine of womens culture and tourism divulgation, published from 1949 to 1954 in Cartagena. The magazine, located in the section of newspapers of the National Library of Colombia, illustrates a variety of issues through literary genders such as tale, essay, drama and poetry. From an approach that focuses on making women visible, it is analyzed a variety of their collaborations that describe the social and political reality in which they lived, and also the context in which this literary production appea and its contributions to the world of letters.

Keywords

Women, writing, Cartagena de Indias, history, press, Caribbean.


Introducción

Después de la Independencia de la Nueva Granada, la mayor parte de producción literaria fue escrita por hombres de la elite criolla1 . A partir de la mitad del siglo XIX, las mujeres desarrollaron una importante producción literaria. La mayoría de ellas eran de familias de tradición intelectual, de clase alta, con una educación privilegiada (Dejong, 1995, pág. 138).Varios de sus escritos aparecen en los periódicos de las capitales y provincias.A lo largo de este siglo la escritura de las mujeres irrumpe en los espacios antes reservados a la opinión masculina (Pastor, 1991). La presencia cultural de las mujeres resulta particularmente importante en el campo de la literatura ya que es aquí donde, se establece una suerte de dialogo interpersonal e incluso internacional que, buscándolo o no, logra que se creen nuevos consensos en torno a la condición de las mujeres y a la situación humana en general.

Es así como la investigadora Guiobanna Buenahora plantea que la prensa permitió una difusión de la escritura femenina. Las escritoras estuvieron ligadas directa o indirectamente a la expansión del periodismo. La apropiación discursiva femenina se efectuó gracias a complejos factores económicos, políticos y culturales que se conjugaron con el impulso de la educación y la expansión de la prensa (Buenahora , 2001, pág. 1). A través de los periódicos las escritoras pudieron publicar sus creaciones literarias y tener relación con un público amplio.

Ahora bien, debemos tener en cuenta que ya en Colombia existía una tradición de publicar periódicos dirigidos a las mujeres. Hecho que estuvo influenciado por la costumbre europea de hacer hojas periódicas para las mujeres que se inició en Francia y Gran Bretaña desde el siglo XVIII y luego se extendió por toda Europa durante el siglo XIX, cuando el acto de leer se convirtió en un espacio de socialización que le permitió a las mujeres acceder poco a poco a lecturas que sobrepasaron los confesionarios y las obras pías (Buenahora , 2001, pág. 2). De la misma manera, el acto de escribir también fue un espacio para muy pocas mujeres en los siglos XIX y comienzos del XX en Colombia.

Basándonos en lo anterior, vale destacar a Soledad Acosta de Samper (1833-1913)2entre las escritoras de la segunda mitad del siglo XIX, fundadora y directora del periódico La Mujer en su interés por resaltar la escritura femenina. Su argumento e insistencia para promover este ejercicio,derivaba de su experiencia por Europa y los Estados Unidos donde veía mujeres escritoras publicando en los periódicos y activas en la vida literaria de sus países. La profesora Beatriz Aguirre plantea que la literatura tenía la capacidad de operar sobre las condiciones materiales para hacer efectivo el progreso social (Aguirre, 2000).

Con el ejemplo destacado, es así como en el país comienzan a aparecer publicaciones que resaltan el trabajo de las mujeres escritoras. Para el caso concreto de Cartagena tenemos el ejemplo de la revista femenina Lumbre, la cual servirá de base para este artículo por ser la única de la cual aún se tiene un ejemplar, conservado en la Biblioteca Nacional de Colombia. Su publicación no tuvo mucha frecuencia y se desarrolló más profusamente respecto a apreciaciones sobre lo femenino, aspectos culturales de la ciudad y el realce de la imagen turística de Cartagena. Esta revista circuló en entre 1949-1954 de los cuales se encuentran seis números y será un ejemplar del cual se debe resaltar el trabajo periodístico y de las letras para el siglo XX de Colombia y en especial del Caribe colombiano.

Parte I. Las mujeres, el periodismo y las letras en el siglo XX

El periodismo en Colombia fue un espacio que las mujeres ocuparon publicando sus ensayos, poemas, novelas y opiniones como intelectuales. Lo ejercieron como ocupación y desde allí, lanzaron su diatriba contra la sociedad patriarcal que las disminuía, y no creía en ellas (Fanny, 1918). Cuando reflexionaban sobre ellas mismas, establecían una relación directa entre la precaria condición y la carencia de educación, aumentada por las restricciones basadas en el género:

Es lamentable el estado de ignorancia que reina en el bello sexo. Lejos estoy de hacer inculpaciones a la mujer que en tamaña oscuridad se encuentra, más sí a los que no han sabido dar impulso que pudieran ofrecer un brillante porvenir a la patria, por sus buenas capacidades, desgraciadamente oscurecidas o viciadas. La mujer no puede solo manejar la casa y atender los quehaceres domésticos, papel ridículo, ellas deben educarse para jugar un papel significativo en la sociedad moderna y responder los retos de hoy" (Uribe, 1930).

Entender como ocurre el fenómeno de la invisibilidad femenina en la escritura colombiana y señalar como se ha ido recorriendo un camino para lograr su visibilidad es una tarea necesaria y pertinente. El silencio escritural femenino, interrumpido por las contadas excepciones se ha roto con más frecuencia en el siglo XX, cuando la mujer tuvo acceso a la educación superior, al trabajo asalariado, a los anticonceptivos, a la participación en la política y a un tratamiento simétrico ante la justicia (Jaramillo & Osorio, 1995). Estos cambios en el panorama educativo, económico, social y cultural explican la proliferación de autoras que se encuentran en todos los campos literarios como novelistas, poetas, cuentistas, ensayistas, dramaturgas, criticas, periodistas.

El oficio de escribir tanto en el siglo XIX como en el siglo XX fue aislado y se contrastaba con el de sus compatriotas, quienes formaban grupos poéticos reunidos por intereses estéticos e ideológicos que se dieron a conocer a través de publicaciones donde revelaban su cosmovisión, como por ejemplo: la generación del Centenario, los Panidas, los Piedracielistas, los Cuadernicolas (Jaramillo & Osorio, 1995, pág. 167). En las primeras décadas del siglo XX algunas mujeres ilustradas comenzaron a reflexionar sobre los diferentes papeles culturales asignados a las mujeres y a los hombres y los conflictos que aparecían cuando se incursionaba en el dominio del "otro". Entre los nombres a recordar tenemos a Clara Luna columnista del periódico La Humanidad quien en la sección femenina creada en 1925 defendía los derechos de las mujeres, consideraba sus reivindicaciones como parte de la revolución social.

De acuerdo con Clara Luna la mujer es doblemente oprimida porque: "Es considerada inferior sociológica y fisiológicamente por el hombre quien es el que legisla a su favor. Por tanto la mujer tiene doble motivo de rebeldía en la doble tiranía que sufre" (Luna, 1925). La mujer está llamada a grandes destinos de los que nos ha cabido en suerte. La mujer en proporción a su talento y al mayor grado de cultivo de su inteligencia, está en capacidad de desempeñar muchos puestos y de hacerlo con gran competencia" (Eatsman, 1924).

Otro nombre es el Teresa Santamaría de González con su periódico Letras y Encajes fundado en Medellín en 1925. Sus colaboraciones llamaban a las mujeres a educarse como una única vía de su emancipación. Tanto fue su visibilidad en el periódico que los hombres la calificaron como caprichos de bachilleras y ridiculeces modernistas y sus escritos unos papeles que llamaban a las mujeres a tener una conducta fea y caprichosa. Otras mujeres destacadas fueron María Cano (1930), María Eatsman (1931), Fita Uribe Fabiola Aguirre de Jaramillo, Olga Salcedo de Medina (1926), Blanca Isaza de Jaramillo, María Cárdenas Roa (1924), Cleonice Nanetti (1923). En los periódicos regionales se destacan a Luisa de Molinares, Enriqueta de Uricoechea, Virginia de Castro, Mariela de Rosado, Ester y Luisa Muñoz, Cristina De la Rosa, Jenny de Castro, su tribuna fue el periódico el Diario del Comercio de Barranquilla.

En Cartagena las mujeres escribieron en los periódicos que datan desde 1871; La Primavera, La Lira, La Floresta, Los Ecos del Mar, La Tertulia, El Bolivarense, El Amigo de las Damas y El Álbum. Algunos más literarios y noticiosos que políticos, con la única semejanza de que eran exclusivos para las mujeres (Buenahora , 2001). La mayoría eran dirigidos por hombres pero contaron con el apoyo femenino, que con el trascurrir del tiempo y debido a las insistentes críticas por su falta de interés en mostrar sus capacidades para la creación literaria, iniciaron su participación formal como escritoras. A excepción del periódico El Domingo, pues estuvo a cargo de Vicenta Fernández de Ramos, institutora y escritora de la ciudad (Buenahora , 2001).

Es posible que la mujer de la élite vivencie espacios para sí misma, pues comienza a ser reconocida su escritura. Tal es el caso de Concepción Jiménez de Araujo, más conocida en la literatura regional como Mary Faith, quien en su condición de esposa de Antonio Araujo, dueño y director del periódico El Porvenir "se dedicaba a la poesía, el cuento, la escultura, leía literatura romántica. Su nieto recordaba que leía a George Sand, Bárbara Kartland, Charles Dickens, dos de sus novelas las publicaron en España y Argentina. Era una mujer especial, excepcional, en tiempos en que el común de las mujeres no escribían y poco leían, ella había viajado por Europa y Estados Unidos" (Faith, l901). Otras mujeres que escribieron para El Porvenir fueron Rosa Amelia de Delgado y Violeta del Valle, ambas esposas de personalidades reconocidas en la ciudad y vinculados a los periódicos de la ciudad como Camilo Delgado y Jacobo del Vallen (Valiente, 1911, pág. 89).

Parte II. Voces de mujeres en Lumbre: revista de cultura femenina y divulgación turística en Cartagena

En 1949 la ciudad de Cartagena de Indias presenta ante la sociedad el primer número de Lumbre, una revista de cultura femenina y divulgación turística. Bajo la dirección de María Guerrero Palacio (Directora del Instituto Politécnico Femenino) y con el apoyo de María de León de Luna Ospina (Directora de extensión cultural) y Emma Villa de Escallón (Autora de la Columna diaria "Números" del periódico cartagenero "Diario de la Costa"), buscaron halagar en un sentido poético la patria cartagenera, desde su memoria histórica caribeña, la vanidad y la participación junto con las luchas femeninas.

Otras de las colaboradoras que se destacan, pues a través de sus textos ayudaron a mantener el proyecto de la revista Lumbre fueron Meira del Mar (Escritora Literaria); Victoria Fadul (tesorera de la Junta Cívica femenina); Josefina Tono de Covo (Directora de "La Junta Cívica Femenina"); Hena Rodríguez Parra (Escultora y dibujante); Judith Porto de Gonzales (Directora de "Sociedad de Amor a Cartagena"). Hecho que demuestra la participación regional de las mujeres del Caribe.

El principal destinatario de la revista fue el bello sexo en general. Es importante tener en cuenta el contexto en donde se divulgó esta revista puesto que sus componentes eran; políticos, morales y prácticos: dar debates políticos, instrucción útil hacia la parte turística y cívica de Cartagena y dar buenos principios de moralidad. Todo esto sin descuidar un mínimo de su feminidad, según lo expresa la revista, en una colaboración escrita desde la ciudad de Pasto por Josefina Villota, en Mayo de 1949:

Colaboradoras Destacas

Mujer antes que todo y por encima de todo; Mujer escribiendo, mujer actuando, mujer realizando una de aquellas grandes transformaciones y que se dirían reservadas únicamente a la capacidad varonil [...]. Por ello en sus manos Lumbre nunca decrecerá en sus fulguros... Por ello en sus manos Lumbre será siempre bandera de conquista... Por ello en sus manos Lumbre ha llegado hasta estos rincones colombianos [...] (Villota, 1949)

En lo relacionado con el "deber ser" femenino, se trató de incorporar la idea que la mujer debía ser útil y más independiente. El contexto de cambios que ellas han tenido para el siglo XX se convierte en un motivo por el cual escribir. La estrategia adecuada para lograrlo era por medio de la instrucción escritural en periódicos y revistas así las actividades de difusión refuerzan el pensamiento social de la época. En estos textos encontramos que no se trata simplemente de embellecimiento femenino en la sociedad, sino que debía estar preparada para administrar los bienes de su familia o ganar su sustento en caso de quedar viuda o desamparada, debería ocupare de los hijos, por eso las mujeres ilustradas que escriben en las revistas femeninas van a insistir en el trabajo femenino y en una educación.

Parte III. Colaboraciones destacadas en la revista "Lumbre"

Varios de los textos que reprodujo la revista Lumbre se articularon a través de ejes temáticos como la educación, los trabajos femeninos, la entrada a sus derechos, la plenitud de la ciudadanía, la condición femenina, divulgaciones culturales (poemas, ensayos, cuentos, notas biográficas y eventos) y consideraciones al "deber ser". Todas estas reflexiones hechas en la revista se deben principalmente a las mujeres pertenecientes a la elite cartagenera, las cuales tuvieron la oportunidad de sobresalir.

En lo relacionado al tema de la condición femenina, divulgaciones culturales y consideraciones al "deber ser" encontramos las implicaciones culturales aprendidas por cada persona según su género; el hombre será fuerte, inteligente, práctico, valeroso, firme. Para el caso de la mujer será amorosa, fiel, devota, bella y bondadosa, valores que son reflejados en la revista pero que también buscan mostrar a una mujer trabajadora, con educación, artista, periodista y escritora. Todo esto con la finalidad de no romper con el modelo de feminidad establecido socialmente. Las imágenes 1 y 2 son un apoyo representativo de como la revista quiso manejar el refuerzo de un pensamiento.

Respecto a los contenidos sobre la educación que se encuentran descripciones asociadas a la apertura y fundación de escuelas femeninas y la entrada a una formación superior, situación que posibilitó la visibilidad de estas mujeres dentro del campo escrito. Su condición de clase, también les permite tener una conexión con otras mujeres en diferentes ciudades e incluso a nivel internacional, lo cual le atribute el enriquecimiento a la revista.

Bajo esta coyuntura tenemos que desde la segunda mitad del siglo XIX en Colombia, las mujeres de la élite habían comenzado a mostrarse inconformes debido a la precaria condición y la carencia de educación, que iba en aumento por las restricciones basadas en el género. Ellas, señala Norma Villarreal, en especial las que habían alcanzado cierto nivel educativo, veían en "la educación una frontera entre la subordinación y la liberación" (Villarreal Méndez, 1993). El contexto nos remite a la re-saltación solemne que tienen algunas mujeres al culminar sus estudios, en la publicación donde se destaca la Universidad Femenina (Colegio Mayor de Bolívar).

La revista también acoge aspectos que están relacionados con la manera de cómo el siglo XX proyectó imágenes de la mujer trabajadora y protagonista de actividades económicas en la ciudad. Los trabajos femeninos se convirtieron en protagonistas en la difusión escrita, donde señalan cuales

eran las labores permitidas, pero también apropiadas para las mujeres y bajo qué espacios debían estar. En mayo de 1949 el debate generado en Lumbre aludía:

[...] a estas horas del siglo XX, después de las esplendidas conquistas realizadas por la mujer, de su incorporación justa y eficiente a todas las actividades de la vida ciudadana, hubiera gentes que tuvieran para juzgarla tan pacato criterio colonial. [...] Las mujeres que trabajan en las oficinas son dignas como las que, trabajan en el recinto amable del hogar, y son merecedoras del respeto y del cariño de todas las que se pasan las terceras partes de su vida en los salones de belleza, en las casa de modas y en los costureros donde con lamentable frecuencia se pespuntan por parejo telas y reputaciones; [...] (Las mujeres que trabajan, 1949).

Y en medio de este señalamiento ellas continúan la discusión afirmando:

Las mujeres que trabajan se casan por amor; no se venden por trajes o por una dorada ociosidad; el dinero que ganan es comodidad para sus padres, apoyo para sus hermanos, educación para sus hijos, pan y drogas para muchos necesitados; es alegría y holgura hogareña porque no se queda jamás en las cantinas ni en los cafetines de los arrabales; ellas tienen más derecho a las cosas de lujo porque las adquieren con su consagración y con el ejercicio de su inteligencia y son más meritorias que aquellas que dejan (Las mujeres que trabajan, 1949).

En esta publicación se resalta el desempeño que se tiene con respecto a la fuerza de trabajo personal al permitir la obtención de un salario. Se trata de ver las estrategias utilizadas para mantener su condición de vida. Otra razón muy importante para ellas es por el ejercicio de la independencia que pueden llegar a tener con la obtención de su salario propio ya sea para el manteniendo de la familia y su hogar o para adquirir sus bienes de lujo. Gloria Bonilla afirma que lejos de especializarse en un oficio, las mujeres recurrían a cuanta actividad tuvieran a la mano para procurarse los bienes necesarios para su subsistencia y la de las personas que de ellas dependían (Bonilla Velez , 2011, pág. 155).

El contexto político que se está viviendo en la mitad del siglo XX,3también va a generar publicaciones en las revistas para mujeres. Un accionar sobre temas relacionados con "la entrada o reivindicación a sus derechos" y la "plenitud de la ciudadanía". Dentro del especial realizado el 30 de abril de 1949 se destaca el titular del artículo La mujer y sus derechos, escrito por Olga Cárdenas quien realizó una reflexión histórica sobre un contexto de lucha femenino, de la cual se tomara el siguiente extracto:

Hace alrededor de 35 años el pueblo americano se estremeció de asombro al escuchar la voz serena y firme de la doctora Jeannette Ranklin, cuando escribiendo una de las más brillantes páginas de la historia del feminismo, defendió con valor de amazonas el proyecto sobre el voto femenino en los Estados Unidos de América. En 1917 el pueblo americano la llevo a la cámara como representante suyo (La mujer y sus derechos, 1949).

Vemos con el anterior escrito, un referente inicial que le permite a quien escribe posicionarse. Con la introducción realizada, llevaron a las futuras lectoras y lectores a unos antecedentes quienes les permiten llegar una intención por parte de la articulista, en la que se puede decir, se buscaba mostrar un acontecimiento para justificar un pensamiento y/o acción de la actualidad. De manera inicial están dando como ejemplo el caso de los Estados Unidos y resaltando a una mujer representativa dentro de la lucha política tenemos que también acuden a otros casos internacionales para soportar con mayor solides fáctica. Por ende el artículo continúa diciendo:

En casi todos los países de Europa y América se reconoce a la mujer en igualdad absoluta con el hombre, pero aun en varios países tanto de Europa como de América, solo es reconocida por las leyes esta igualdad cuando se trata de cumplir deberes y castigos. La mujer sufre todo el peso de la Ley. La Ley que en los países regidos por gobiernos democráticos, han hecho el pueblo para gobernarse así mismo proponiéndola y aprobándola por medio de sus gobernantes (La mujer y sus derechos, 1949).

Todas estas contribuciones y/o colaboraciones que destacan aspectos sociales, culturales y políticos a la esencia de ser vinculadas al contexto social del momento serán absorbidas por el medio escrito y periodístico. Se puede decir que los aportes en un intento de participar sobre algunos debates y discusiones generadas por la coyuntura de reivindicar la condición de las mujeres, tuvieron un reflejo social y reprodujo unos discursos de creatividad y vanguardismo en sus contenidos. Es evidente que los papeles tradicionales para mujeres de los que tanto se hacía hincapié en los periódicos se van modificando y, aunque no hay cambio radical, se evidencia un gran avance en la representación de las mujeres correspondida con su vida cotidiana.

Parte IV. Simone de Beauvoir y "El Segundo Sexo" en las interpretaciones de la revista Lumbre

Otro aporte destacado de la revista Lumbre fueron las interpretaciones del "Segundo sexo" (1951) de Simone de Beauvoir, texto fundacional del feminismo y de los estudios sobre la historia de las mujeres y la condición femenina. Esta obra que nace en Francia se encuentra inscrita en una perspectiva filosófica. Compuesta por 319 páginas y dos volúmenes, el primero titulado "Hechos y mitos" y el segundo "Vida de la mujer hoy", tuvo un dialogo por las escritoras de dicha publicación en Cartagena.

La investigadora Gabriela Castellanos atestigua que para todo el activismo y/o movimiento político, liderado por mujeres generado en Latinoamérica para el siglo XX, Simone de Beauvoir (1908-1986) fue una mujer significativa por la manera como se negaba a renunciar a su libertad y llevar una vida con compromisos políticos y enorme productividad. En la cual, mujeres que lideraron la lucha política leyeron al menos algunos trozos de "El segundo sexo" (Castellanos Llanos, 2008, pág. 28).

Es valioso destacar que esta publicación fue hecha para el año de 1949 y los comentarios que se realizan en la revista Lumbre aparecieron para enero de 1951, gracias a una interpretación y traducción de Victoria Fadul, quien reflejó a Simone de Beauvoir con su obra. A través de dos argumentos diferenciados en un artículo que lleva el mismo nombre del texto de Beauvoir titulados Un universo masculino y Liberación de la mujer, la escritora reclama la ascensión de las mujeres en la escala intelectual, teniendo en cuenta los prejuicios y el egoísmo de muchos varones, y reconoce la conquista de varios derechos civiles y políticos.

Para la escritora y su primer apartado, Un universo masculino consiste en:

La tradicional educación dada a las jóvenes, la estructura política del matrimonio, el papel de la mujer como ama de casa, como esposa y como madre, estaban adaptados a una estructura económica y moral fundada sobre la desigualdad de los sexos. La concepción tradicional del amor hacia la mujer un ser pasivo frente al hombre dominador. Esta desigualdad, inscrita en las costumbres parecía apoyarse sobre un destino biológico. Hoy iguales, aspiraciones intelectuales y especializaciones paralelas parecen remitir en causa una tradición tan profundamente arraigada en la humanidad que constituía ya casi una segunda naturaleza (El segundo sexo, 1951).

Basándonos en lo anterior, se puede señalar que la autora buscó mostrar una representación de las mujeres atendiendo al carácter dominante del hombre quien sustento la aparición y posterior consolidación de normas para la asignación del prototipo femenino. A lo largo de la interpretación se puede ver como la escritora evidencia el papel de las mujeres en la sociedad como compañera, ama de casa, esposa y madre. Características que se encuentran moldeadas por unas condiciones materiales y culturales establecidas a lo largo de siglos. En este sentido, Victoria Fadul en su interpretación sobre el universo masculino también propone una lectura sobre la desigualdad entre los géneros que fue justificada a partir de unos preceptos biológicos que subordinaron especialmente a las mujeres.

Por otro lado tenemos que la escritora Victoria Fadul en su segundo apartado Liberación de la mujer va a señalar que:

[.] la mujer que sufre en su cuerpo el imperativo de la naturaleza solo está consagrada a las funciones de ama de casa y de madre. No podrá proyectarse libremente sobre el porvenir, ya que está conectada a la pasividad. Sin embargo es también un ser humano y debería poder escoger su destino, comunicarse con los demás, actuar, disponer sobre sí misma y sobre las cosas. Pero según las costumbres, su vocación de mujer la ata a la naturaleza y contradice en ella todo anhelo espontaneo" (El segundo sexo, 1951).

Lo relacionado con esta segunda interpretación, vemos que se habla del cuerpo como un espacio que se encuentra configurado por un modelo de pensamiento que las vincula a las funciones de ama de casa y madre (tal como se ha venido señalando). Premisa tomada de la filósofa Simone de Beauvoir, quien reflexiona sobre un mundo dominado por los hombres que consideraba a la mujer incapacitada para asuntos intelectuales por su naturaleza. Sin embargo, según lo citado, Beauvoir considera que las mujeres son seres humanos que pueden escoger su destino, comunicarse con los demás, actuar, disponer sobre sí mismas y las cosas.

Sin duda alguna, la liberación de la mujer descrita por Beauvoir e interpretada por Fadul en la revista Lumbre, suministra un significado sobre como las mismas mujeres del siglo XX comprenden su propia condición. Permiten trasladarnos al pasado para mostrar los cuestionamientos que se hicieron presente en determinado momento quienes dieron lugar a las mujeres para conformar una lucha liderada por ellas mismas. Sin dejar a un lado sus labores en las que han estado atadas desde una supuesta vocación.

En definitiva la lectura del artículo en la revista Lumbre sobre el segundo sexo, aborda la discusión de las mujeres. Se podría decir que se muestra un auto reflejo al ser una discusión propuesta por una mujer que es interpretada por otra mujer. La publicación expone ideas y cuestiones que al ser leídas pudieron generar y despertar reflexiones o rechazos de quienes leyeron.


Conclusiones

El inicio del siglo XX es un punto clave para las publicaciones, ya que se diversifica tanto el origen social de quienes producen prensa como así mismo los objetivos que esta persigue. La prensa y las publicaciones constatan un espacio público que se complejizó al ser intervenido por nuevos sujetos sociales, donde las mujeres dieron cuenta de su especificidad como sujetos femeninos en función de su sexo. Esta constitución no fue homogénea, encontrándonos con una diversidad de sujetos definidos de acuerdo al cruce de su género con otras variables como clase, edad y la ideología.

Entre las primeras vocaciones y pasiones que tuvieron eco para las mujeres destacan la medicina, el magisterio y la vida religiosa, que tal como la literatura apelan y contagian alientos. Dice Amelia Valcárcel que "el espíritu se transmite por la palabra, vive en la palabra, vibra en los ecos profundos del sonido, de la musicalidad del verbo del sonido de la musicalidad del verbo" (Valcárcel, 2002). Este artículo sale de esos espíritus de mujeres que se escriben en la segunda mitad del siglo XX. Se trata de seguir construyendo el rescate y reconocimiento de las mujeres que destacaron en la historia de las letras del Caribe Colombiano en el siglo XX.

Es así como la prensa, las revistas, los magazines fueron medios escritos que sirvieron a las mujeres para salir del aislamiento y anonimato y comunicarse entre ellas. Con este artículo dar continuidad y seguir construyendo el reconocimiento de las mujeres que se destacaron escribiendo en revistas, periódicos, gacetas y así ir abriendo espacios para nutrir creaciones de otras generaciones venideras.

Por su complejidad, valorar las concepciones desarrollas en Lumbre, revista de cultura femenina y divulgación turística, sobre los temas de actualidad para el siglo XX no es tarea fácil. Por un lado está el haber sacado la reflexión femenina sobre su existencia y la de los hombres, y haber defendido públicamente sus ideas en un medio donde los únicos que habían opinado sobre la misión de cada uno de los géneros eran los hombres. También constituyeron un avance sus posturas sobre la necesidad de una mayor y mejor educación para las mujeres y el derecho a ejercer una profesión.

La importancia de estas mujeres que debatieron el quehacer escrito, periodístico, literario o artístico, relegando en algunos casos su destino de casarse o simplemente negar su misión en la tierra enviada por Dios, la cual era crear una familia y cuidar de su esposo e hijos, va más allá de su magnífica originalidad y genialidad. Más bien induce a conocer sobre su transitar en un camino de rosas, pero también de espinas y que lograr trascender aquella condición no les fue fácil. Hacer visible a las mujeres en los periódicos y revistas en una sociedad patriarcal significo un triunfo. Aun a pesar de seguir los códigos y roles tradicionales, un avance en el pensamiento y en lo que puede significar la historia intelectual de las mujeres en Cartagena. Por ello es que rastrear su pensamiento en la prensa contribuye en ello.

En conclusión, brevemente hemos buscado acercarnos al encuentro que las mujeres en Cartagena y Colombia, en especial las de la élite, vinculadas a los periódicos y que dejaron escritos para la posteridad no solo novelas, poesías, cuentos, obras de teatro y crónicas. Al mismo tiempo, reflexionar sobre sus creaciones, pues constituyeron ante todo, una vía de visibilidad femenina en una sociedad que le negaba la participación en lo público.La escritura hecha en la revista deja una huella histórica para la ciudad, sobre la incursión de las mujeres en el espacio público y del discurso atravesado por unos cuestionamientos propuestos por quienes escribían.


1La escritura estuvo controlada por los hombres hasta la 1850 tanto en su producción como en su temá3ca puesto que muchos de estos escritores eran, a la vez eminentes polí3cos, líderes militares y literatos”. Ver: Rodríguez Arenas, Flor. "Siglo XIX". En: Mercedes Jaramillo, Ángela Robledo y Flor Rodríguez. ¿Y las mujeres. Ensayos sobre literatura colombiana? Universidad de An3oquia, Medellín, 1995.

2Para más detalles sobre inves3gaciones que resalten el papel de Soledad Acosta de Samper como escritora en Colombia ver: Ordoñez, Montserrat. Soledad Acosta de Samper Nueva Lectura. Bogotá, Fondo Cultural Cafetero, 1988. Ordoñez, Montserrat. "Cien años de escritura oculta: Soledad Acosta. Mujica, Elisa y Moreno, Marvel". En: Luz Giraldo, Mary. Narra=va colombiana lecturas y crí=cas. Ed Fin de siglo. Cali, Universidad del Valle, 1995.

3Durante este periodo de tiempo (1949-1957) se busca la implementación del voto femenino en Colombia, lo cual hace que sea un momento indicado para visualizar por medio de la prensa luchas a las que se enfrentaron algunas mujeres, quienes lideraron dicho proceso. Para mayor ampliación ver: Lola, Luna. Movimientos de mujeres y participación política en Colombia 1930-1991. Universidad de Barcelona, Barcelona, 1994.


Bibliografía

Fuentes Primarias Publicaciones Periódicas

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Fuentes secundarias

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Citar como:

Bonilla, Gloria; Castrillón, Carlos; Cera, Raúl. Mujeres y escritura en Lumbre, revista de cultura y divulgación turística en Cartagena 1949-1954. En Memorias. Revista Digital de Arqueología e Historia desde el Caribe. N° 29. Universidad del Norte. Barranquilla, 2016.


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