ISSN Electronico 1794-8886 Volumen 29, mayo-agosto de 2016 Fecha de recepción: 15 de abril de 2016 Fecha de aceptación: 14 de junio de 2016 DOI: http://dx.doi.org/10.14482/memor.29.8566 |
El Camellón "Once de Noviembre": prácticas culturales y representaciones en el espacio público de Sincelejo. 1910 - 19451
The "11th of November" Promenade: Cultural practices and the representation of public space in Sincelejo. 1910 - 1945
O "Calgadao Onze de Novembro": praticas culturais e representacoes no espaco publico do Sincelejo. 1910 - 1945
Gilberto Emiro Martínez Osario
Arquitecto, Magister en historia y teoría del arte, la arquitectura y la ciudad de la UNAL Bogotá. Docente investigador de grupo de investigación en teoría e historia de la arquitectura y la ciudad del programa de arquitectura de CECAR. Creador y Coordinador del programa de Especialización en Gestión de Procesos Urbanos Sustentables de CECAR. Decano de la Facultad de Arquitectura, arte y diseño de CECAR 2012 - 2014. Autor del libro "Arquitectura del Caribe colombiano en la 2da mitad del siglo XX: practicas e ideas desde la obra de Ujueta, Cepeda, Delgado y Hernández", publicado por la editorial CECAR. Email: gilberto.martinez@cecar.edu.co
Resumen:
En una aproximación histórica realizada desde el enfoque de la historia cultural urbana, en este artículo se realiza una exploración sobre las prácticas culturales, las representaciones y las significaciones contenidas en uno de los espacios urbanos más emblemáticos de la ciudad de Sincelejo, "El Camellón Once de Noviembre". El estudio utiliza como método, el análisis crítico de los discursos relacionados con el lugar en mención, presentes en la colección de prensa sincelejana de comienzos del siglo XX, disponible en la Biblioteca Nacional de Colombia en Bogotá. Se da cuenta aquí, de los procesos relacionados con la construcción de la obra y la apropiación del lugar como centro social de la ciudad.
Palabras Clave
Espacio público, camellón, prácticas culturales, representaciones, prensa, Sincelejo.
Abstract
Taking the framework of urban cultural history as its point of departure, this article explores the cultural practices, representations and meaning associated with the "11th of November Promenade," one of the most emblematic public spaces in Sincelejo. Accordingly, this article offers a critical analysis of the references to the "11th of November Promenade" that appeared in newspaper articles published in Sincelejo in the first decades of the 20th century, which are available at the National Library in Bogotá. In particular, this article offers insights to the construction of the promenade and the appropriation of the site as a social space.
Keywords
Public space, promenade, cultural practices, representation, press, Sincelejo.
Resumo
Numa aproximagao histórica feita desde o foco da histórica cultural urbana, neste artigo se faz uma-exploragao sobre as práticas culturais, as representagóes e as significagóes contidas num dos espagos urbanos mais emblemáticos da cidade de Sincelejo, durante a primeira metade do século XX, o "Camellón Once de noviembre". Estudo suportado na analise crítica dos discursos relacionad com o lugar em questao, presentes na colegao de jornais de Sincelejo no inicio do século XX, disponíveis na Biblioteca Nacional da Colombia em Bogotá. Dá-se conta aqui, dos processos relacionados com a construgao da obra e a apropriagao do lugar como centro social da cidade entre os anos 1910 e 1945.
Palavras chave
Espago público, calgadao, práticas culturais, representagóes, press, Sincelejo.
Introducción
Desde el año 1908 y hasta 1910, el atrio de la iglesia San Francisco de Asís, era el único elemento de la Plaza principal de Sincelejo2, que había tenido mejoras que facilitaran el desarrollo de actividades sociales en esta ciudad. Pero, su predominio como epicentro de la actividad pública en la ciudad llegaba a su fin, luego de que el párroco Pascual Custode reprendiera a la comunidad por su forma de uso, y lo reclamara como propiedad privada de la Iglesia, hechos que son presentados en el artículo "El atrio de la iglesia San Francisco de Asís de Sincelejo. 1908 - 1910: una aproximación histórica a su significado cultural"3, publicado por la Revista Historia 396 del Instituto de Historia de la UCVP en Chile, donde se exhibe una primera entrega de los resultados de investigación del proyecto: "El significado cultural en la construcción del sentido de lugar, la identidad y el valor patrimonial de las estructuras urbanas de Sincelejo: Parque Santander de Sincelejo", financiado por la Corporación Universitaria del Caribe CECAR de Sincelejo. También como producto de este proyecto, se desprende este segundo artículo, donde se revisan, los procesos de construcción y significación del lugar entre los años 1910 y 1945. Es en el contexto del Sincelejo de comienzos del siglo XX, descrito en el mencionado artículo del atrio de la iglesia, donde se construye el "Camellón Once de Noviembre'", segunda obra de espacio público realizada en esta ciudad, que hace parte del imaginario visual que generan las fotografías antiguas de Sincelejo4, desaparecida a mediados del siglo XX, y, que tiene relación con los procesos históricos de la plaza principal.
Las búsquedas de la investigación se centraron en la explicación de los significados culturales generados por los sincelejanos en relación a esta obra, y, su reflejo en la construcción de la identidad y del sentido de lugar de este espacio público, a partir de un abordaje desde el enfoque de la historia cultural urbana. Esto implicó, asumir la complejidad de la ciudad, y su valoración, trascendiendo el aspecto puramente físico y material de sus construcciones5. En una mirada sobre el fenómeno urbano, que obligó a involucrar diferentes dimensiones, por una parte la explicación, de cómo los artefactos físicos son el reflejo de hechos sociales, económicos y culturales, que condicionan su producción y materialización. Por otra, las practicas, usos, representaciones y la apropiación que dicho fenómeno ha posibilitado en sus habitantes. Las historias y relatos que le confieren su sentido en el imaginario social y cultural de la comunidad. Aspectos, íntimamente relacionados que sirven de base para establecer una valoración, a la hora de abordar las necesarias y quizá inevitables transformaciones futuras de la ciudad de Sincelejo. En este orden de ideas surgieron los interrogantes que se responden en el presente trabajo: ¿Cuáles fueron los procesos sociales y culturales que permitieron la construcción del Camellón Once de Noviembre? ¿Qué tipo de prácticas culturales y procesos de apropiación están asociados al Camellón Once de Noviembre?
¿Qué tipo de imaginarios urbanos llevaron a la demolición del Camellón Once de Noviembre de Sincelejo?
Indagaciones de este tipo son escasas en la región del Caribe colombiano, en específico en la ciudad de Sincelejo, se conciben como complemento de las búsquedas realizadas en torno al tema de la modernidad, y otros abordajes históricos, emprendidos por una nueva generación de investigadores de la ciudad de Sincelejo, como Alex Tamara Garay y Edgardo Tamara Gómez, quienes han situado sus proyectos fundamentalmente a finales del siglo XIX y comienzos del XX.
Explicar los procesos históricos del desaparecido "Camellón Once de Noviembre", llevó a utilizar una metodología y una técnica investigativa que permitiera desentrañar los relatos e imágenes que recogían memorias en torno a este lugar. Se utilizó el método heurístico y crítico, sobre un conjunto de fuentes documentales, constituidas por la colección de prensa de la ciudad de Sincelejo entre 1910 y 1945, localizadas en la Biblioteca Nacional de Colombia en la ciudad de Bogotá. Dentro de esta colección sobresalen publicaciones como los periódicos: "Renacimiento", "Paréntesis", "Res Non Verba", "Lápiz y Buril", "La lucha", "El Kine", "Horizontes", "El Jején" y "El Cenit". Los resultados de esta búsqueda se consignan en tres títulos que se ofrecen a continuación, el primero de ellos, un panorama sobre los procesos de construcción de la obra civil del Camellón, el segundo, una imagen sobre los procesos de apropiación social del mencionado lugar y por ultimo una pieza donde se profundiza en explicar y criticar el imaginario que lleva a la desaparición de esta obra urbana.
La construcción del Camellón Once de Noviembre
Las tensiones ocurridas entre el párroco Pascual Custode y un importante grupo de sincelejanos relacionados con la actividad social de las retretas en el atrio de la iglesia San Francisco de Asís de Sincelejo, ocurridas en el mes de agosto de 1909 6 permiten confirmar, que hasta esta fecha "El Camellón Once de Noviembre" aún no había sido construido. En estas disputas, el cura reclama, como propiedad de la iglesia, el atrio que ha construido la comunidad de Sincelejo, con esfuerzo y recursos propios. El objetivo de Custode es desplazar, de las inmediaciones de la iglesia, el acontecimiento de una serie de nuevas actividades urbanas de socialización, por considerarlas desalineadas del dogma de la iglesia Católica. Proceso urbano donde se pudo establecer una transformación cultural, progresista, en la ciudad, que, con el atrio, había cubierto la necesidad de un espacio público de esparcimiento, encuentro y socialización, diferenciador y acorde con las expectativas de su nueva condición de Capital del Departamento de Sincelejo. El esfuerzo realizado por la comunidad sobre el atrio se había perdido, al reclamarlo el clérigo como propiedad privada.
La crónica "notas breves", del 28 de octubre de 1909, es el primero de los documentos encontrados, que entrega indicios sobre los procesos urbanos acontecidos con posterioridad a las mencionadas tensiones entre el cura y la comunidad:
"El señor Gobernador ha contratado la terminación del camellón para inaugurarlo en la próxima fiesta del "Once de Noviembre". Merece todos nuestros parabienes esta simpática idea. Ese centro de reuniones sociales hacía ya notable falta en esta capital, donde nuestras damas no tienen diversiones, si no son los bailes, que por otra parte, solo se ven para las temporadas de fiesta, raras en esta tierra del trabajo.
Como complemento de la terminación, esperamos que nuestro culto Gobernador, contrate con la banda "1ro de Octubre", el toque de una retreta siquiera sea todos los domingos, nuestro tesoro departamental tiene fondos y la suma a que esa erogación de salida no ha de arruinarlo." 7
Varios aspectos quedan expuestos en esta nota con relación al camellón. Por una parte se constata, que el proceso de gestión y construcción de la obra se da entre los meses de agosto y noviembre de 1909, inmediatamente después de los incidentes entre el cura y la comunidad. Se observa que la iniciativa es liderada por la Gobernación del Departamento de Sincelejo, en ese momento bajo la dirección de Ramón de P. Hoyos, instancia a la que tanto el cura, como la comunidad de progresistas de Sincelejo habían acudido para resolver la disputa de la propiedad del atrio 8. Por otra parte se señala allí, que uno de los motivos principales que sustentan la construcción de esta obra, es cubrir la necesidad urbana de un espacio que permita la participación de la mujer en actividades públicas de la ciudad, el encuentro de géneros y el galanteo de las señoritas de sociedad. Se observa aquí, en esta necesidad urbana, un cambio de horizonte cultural en la ciudad, que, quiere abrir espacios para la participación de la mujer en sus actividades. La solicitud por la contratación de la banda 1ro de octubre, para amenizar una retreta, confirma el mencionado proceso de cambio, al mostrar una nostalgia y un deseo por recuperar el camino abierto por las retretas del atrio de la iglesia, a cargo del músico José Dolores Zarante 9.
En otro sentido, la información procedente de la anterior nota crea una pequeña paradoja. El Departamento de Sincelejo, que representa la independencia de los pueblos de las sabanas y del Sinú, de la potestad del antiguo Departamento de Bolívar, nombra, al primer paseo público de su capital, Sincelejo, en homenaje de las gestas de independencia de Cartagena, "once de noviembre". Esta situación no parece corresponder, a la lógica de un proceso separacionista. Ya en la Cartagena de finales del siglo XIX, se encuentra, en los casos del "Camellón de los Mártires" y del "Parque Centenario", una tendencia a nombrar obras de espacio público, en homenaje a las fechas relacionadas con las gestas locales durante la Independencia. Esta situación la confirma la historiadora Silvia Arango, a nivel colombiano, cuando en su "Historia de la Arquitectura en Colombia", al referirse a las obras urbanas del periodo "Republicano" manifiesta: "Ya desde finales del siglo XIX se había impuesto la moda de encerrar las plazas y convertirlas en pequeños jardines geométricos y enjaulados, con estatuas de próceres" 10. La relación a los "próceres" como elemento de moda, deja ver la tendencia a la que se hace mención. Surge entonces aquí el siguiente interrogante: ¿la escasa participación del pueblo Sincelejano en las gestas de la independencia, no le da nombres, de hijos de la ciudad, ni fechas memorables, para nombrar esta obra urbana en honor a ellos? ¿La fecha, 1ro de octubre, en la que se dio la creación del "Departamento de Sincelejo", no es entendida por los sincelejanos como representación de su independencia y autonomía? Se puede inferir entonces, que tal vez, los sincelejanos, durante el periodo del "Departamento de Sincelejo", aún mantienen, una dependencia cultural de Cartagena, que los lleva a homenajear, en sus obras, las gestas de esta ciudad y no sus propios logros. La información contenida en el discurso del primer Gobernador del Departamento de Sincelejo, José Torralbo, en su primera alocución como mandatario del nuevo Departamento, en el año 1908, puede ayudar a comprender algunos matices de este proceso cultural:
"¡Sincelejanos!
El hecho de que por mandato de la ley forméis casa aparte abandonando el antiguo hogar, no significa que nuestro corazón deje de amar con cariño filial la antigua capital del extinguido Departamento de Bolívar. Aludo a la histórica, esa atalaya de Colombia, madre amorosa con la cual nos ligan vínculos de afectos inextinguibles, allí esta, arrullada por los rumores del Caribe, dispuesta a toda hora a dar lecciones de patriotismo! y siempre que sintáis desfallecer en vuestro espíritu esta virtud, acudid a ella presurosos en el convencimiento de que cada uno de sus bastiones, cada una de sus piedras, os dirán de acontecimientos, que por lo extraordinarios, ocupan puestos ya en los dominios de lo fantástico y lo fabuloso.
"...! Viva el benemérito General Rafael Reyes!
¡Viva la heroica ciudad de Cartagena!
Viva el Departamento de Sincelejo, próspero y feliz! 11
La subordinación cultural del Loriquero 12 José Torralbo respecto a la ciudad de Cartagena queda expesta en su discurso, desde esta perspectiva se entiende, que son los designios del presidente Reyes los que han creado el nuevo Departamento, no la iniciativa de los propios sincelejanos. Esta situación da elementos que ayudan a corroborar la hipótesis del historiador Edgardo Támara, cuando presenta el proceso político de la creación del Departamento de Sincelejo, no como algo buscado, o, luchado por su pueblo, sino como algo "en lo que se vieron envueltos los sincelejanos" al seguir las directrices del gobierno del presidente Reyes13. Se comprende también así, la conformación de una junta de notables, por parte de Gobernación del Departamento de Sincelejo, para organizar la celebración del 98° aniversario de las gestas cartageneras,14que incluía la terminación de la obra del camellón, como escenario donde se darían las celebraciones.
La construcción del Camellón Once de Noviembre estuvo lejos de ser un proceso preciso y acabado en una sola ejecución. Son varias las intervenciones y procesos de mejoramiento que se identificaron a lo largo de la segunda década del s. XX. Como por ejemplo, la que registra la publicación "Camellón", en 1913, que se refiere al inicio del embaldosado de la obra y en donde se identifican algunos detalles del avance de la construcción:
"El martes de la presente semana se dio principio al embaldosado del "Camellón" de esta ciudad, gracias a la labor de nuestras progresistas y bellas damas, secundada eficazmente por un grupo de jóvenes encabezado por nuestro amigo Don Alfonso Arrazola.
Digna de mucho aplauso es la idea de dar al "Camellón" el mejor aspecto posible, pues este es un centro bastante concurrido e indispensable ya para la sociedad sincelejana, que acude nochemente allí a pasar un rato de solaz, después del tráfago cotidiano"15.
Algunos aspectos pueden destacarse de esta nota, por una parte el liderazgo de la mujer sincelejana de comienzos del siglo XX, que participa en la creación de espacios y actividades diferentes a los propuestos por el dominio parroquial que imponía la iglesia católica en todo el país, alcanzando, en este caso, a proyectar una imagen de "progresistas", cuando la lógica de la época llevaría a nombrarlas como recatadas o sumisas; logrando reconocimiento y visibilidad pública a través de la prensa. La actuación de la mujer sincelejana ayuda a soportar, desde una perspectiva local, la aseveración de la historiadora Silvia Arango sobre el periodo Republicano, cuando afirma:
"En cierto modo es una época femenina, pues son los atributos femeninos los que priman: la gracia, la belleza, la calma, la caridad. Todas las expresiones están cargadas de retórica, desde los ampulosos discursos políticos hasta las más ingenuas descripciones vestimentarias"16.
el caso de Sincelejo, es un grupo amplio de mujeres el encargado de dirigir las obras que buscan el embellecimiento de la ciudad, intentando cargarla de los atributos mencionados por la historiadora. Se destaca también, en la nota "Camellón"17, el interés general por el mejoramiento del entorno físico para beneficio comunal, así como cierta dimensión de la ciudad y sus actividades, al requerir espacios especializados para el desarrollo de vida social, el encuentro y el "solaz". Igualmente, puede leerse en las expresiones de los sincelejanos, un profundo sentido de pertenencia por el mejoramiento de la ciudad, que no refleja, en este caso, tintes políticos, y que permite que la obra dependa, en este momento18, de la iniciativa local de los ciudadanos, no de ningún gobierno municipal, ni departamental.
El 19 de julio de 1913, aparece como la fecha de conclusión del embaldosado del Camellón Once de Noviembre, según registran las notas "Camellón"19y "Por el esfuerzo de nuestras damas"20 donde, además de elogiar las calidades de la obra, se hace reconocimiento a la «honorable Junta de Ornato y Embellecimiento de la ciudad» en la que jugaron un importante papel, el ciudadano Alfonso Arrázola y algunas mujeres de la sociedad sincelejana, impulsando el compromiso y el espíritu cívico para la terminación de la obra. Aquí se puede corroborar la inserción de la ciudad de Sincelejo dentro de un proceso particular de producción de obras urbanas durante el periodo republicano, a partir de organizaciones ciudadanas filantrópicas, como lo esboza Silvia Arango en sus estudios sobre historia de la arquitectura en Colombia:
"Las entidades encargadas del espacio público urbano fueron las Sociedades de Embellecimiento, de Ornato o de Mejoras Públicas; aunque los nombres varían según las ciudades, todos ellos aluden a la misma connotación. Se trataba de organizaciones que reunían en su junta central los personajes más prestantes, que a su vez coordinaban otras juntas menores, por barrios. Estas organizaciones son las encargadas de volver hermosos y agradables los sitios públicos en la ciudad. Sitios entendidos como lugares para contemplar o para permanecer; sitios sueltos, que no se imbrican en una red abstracta de utilización lógica, sino que se interconectan en la memoria de sus habitantes.
con cariñosa solicitud, estas entidades hermosean lugares aquí y allá para delicia de sus ciudadanos. Esta actitud, que surge espontánea de una relación no mediatizada con la ciudad —ciudad que tiene una escala aún dominable por la percepción directa— se asemeja a ciertas actitudes contemporáneas"21.
Las actuaciones de la "Junta de ornato y embellecimiento" de Sincelejo dejan ver en su accionar, el cariño, la espontaneidad, la intención por lo público y el interés por la construcción de lugares de permanencia y contemplación señalados por Arango, demostrable esto también, en la construcción del atrio de la iglesia, obra urbana que le precede al "Camellón Once de Noviembre" y cuyo proceso se encuentra documentado en el artículo "El atrio de la iglesia San Francisco de Asís de Sincelejo, 1908 - 1910: Una aproximación histórica a su significado cultural"22.
confirmación de la finalización de las obras del embaldosado del Camellón, se encuentra registrada en la nota "El Camellón"23, del 13 de agosto de 1909, donde la ciudadana encargada, Julia R. de Vivero, rinde cuentas públicas sobre los ingresos, gastos y detalles de la obra. En la nota se identifican, una vez más, la existencia de sectores progresistas, por una parte y conservadores, detractores de la misma, por otra, unos impulsando las mejoras y otros criticando el destino y el uso de los recursos, como forma de torpedear los avances. Esta nota contiene una relación de gastos de las obras en el Camellón, en la que figuran algunos de los proveedores y el uso general de los recursos. Los gastos presentados en la mencionada cuenta ascienden a $53.390, y su discriminación permite revisar, algunos aspectos relacionados con la construcción de la obra. Por un lado aparece la mención del pago de 84 jornales de peones y 58 jornales de albañiles, el pago de materiales como arena, cal y cemento, comprados a la firma García & Samudio, además de "polvos rojos para la rosca", comprados a "Gamarra", 6.000 baldosas, que constituyen el costo más elevado de esta construcción, el pago de jornales de carpinteros y la compra de puntillas canceladas a Vergara & Cía. La relación menciona la existencia de un saldo consignado en el banco de Arturo García e hijo24. En los materiales relacionados se observa la introducción de la cal al interior de la mezcla compositiva de la estructura. La importancia de las baldosas dentro de los costos nos habla, de que el objeto material lo constituía la construcción de una sencilla y grande plataforma dura, que marcaría una significativa diferencia respecto a las calles, aun sin pavimentar, de la ciudad en la segunda década del siglo XX. La mención de las obras de carpintería permite entender la construcción de bancas de madera y el establecimiento de algunas zonas para la siembra de árboles.
Desde la descripción de los materiales relacionados en la nota y la fotografía de la época, se puede establecer, que el "Camellón once de noviembre de Sincelejo" fue una estructura muy sencilla de cemento, tal vez coloreada de rojo, con bancas de madera construidas en sitio por carpinteros de la región. En la prensa no se hace mención de diseñador alguno, ni arquitecto encargado de la obra, ni de estilo arquitectónico que se esté emulando, lo cual sería una particularidad para una obra construida a comienzos del siglo XX. Sin embargo si existe una referencia específica en relación aotros lugares, otras dos obras con la connotación de "Camellón" en la región del Caribe colombiano:
"Aplauso damos a la junta de Ornato y Embellecimiento de la ciudad por la terminación de veinte metros en el Camellón 11 de noviembre, cuyo embaldosado rivaliza a los de Cartagena y Barranquilla. Contribuid sincelejanos y veremos nuestro paseo terminado. Bien por la junta directiva"25.
La mención de las ciudades de Cartagena y Barranquilla en este pequeño saludo, muestra, como lossincelejanos, con su camellón, están tratando de equipararse al nuevo patrón urbanístico que le plantean Cartagena y Barranquilla con sus nuevas obras urbanas. En un periodo de 14 años aparecen en el Caribe colombiano: El "Camellón de los mártires" en Cartagena en 1886, el "Camellón Abello" en Barranquilla en 1905 y el "Camellón Once de Noviembre" de Sincelejo en 1910. Situación que deja ver la iniciativa de estas ciudades por incorporar elementos urbanos de uso público, de tipo lineal, de acuerdo a la tendencia nacional e incluso global26. Para el caso de Sincelejo la sencillez de la obra la aleja del patrón estilístico neoclásico, o, en su defecto ecléctico, identificado, por historiadores de comienzos del siglo XX, para la arquitectura y las obras urbanas de la época, tal vez, como reflejo del reto económico que significaba el desarrollo de una iniciativa exclusivamente ciudadana, sin apoyo financiero del gobierno local o departamental. Sobre este aspecto se deduce, que los sincelejanos se vieron obligados a obviar temas estilísticos en el camellón, saliéndose de los moldes de la época, ajustando su construcción desde sus limitaciones y escasez de recursos.
Como obra sencilla y poco adornada el "Camellón once de noviembre" de Sincelejo, parece guardar alguna relación con el "Camellón Abello" de Barranquilla, desde lo que se observa en las fotografías de la época, y tomar distancia del "Camellón de los mártires" de Cartagena; obra en la que se pueden identificar búsquedas en torno al estilo neoclásico. Sobre las intenciones transformadoras del Camellón de los Mártires el historiador Juan Carlos Pérgolis apunta lo siguiente:
"La ciudad amurallada, con las plazuelas interiores y las calles estrechas, salía de su letargo y entraba al nuevo siglo expresándose en el espacio de lo que fuera el vacío entre sus dos partes, allí aparecían los nuevos modelos tipológicos de la ciudad y la sociedad futura: el mercado, la estación de ferrocarril, el parque y el paseo público a modo de boulevard"27.
Desde la interpretación de Pérgolis, en sus investigaciones sobre el deseo de modernidad, el "Camellón de los mártires", hace parte de una serie de esfuerzos por superar el modelo colonial predominante en el ordenamiento de la ciudad, y, reinventar la ciudad del futuro, donde el estilo neoclásico, aplicado a las formas, hace parte fundamental del proceso. El tema es de enorme importancia cuando se mira el contexto de Cartagena como Capital del Departamento de Bolívar, unidad administrativa de la que los sincelejanos se están tratando de independizar, pero que, desde una mirada cultural, parecen mantener como referencia, al replicar algunas de sus innovaciones urbanas.
Las demandas de la comunidad por mejoras al "Camellón", fueron permanentes. La nota, "Súplica»28, de agosto 2 de 1913, dirigida a la "Sociedad de Mejoras", encargada de la obra, solicita la construcción de las "bancas occidentales", lo cual indica que la obra como infraestructura urbana resultaba ya, en 1913, insuficiente para las crecientes demandas de la población sincelejana.
Las obras de construcción del "Camellón" son un proceso de varios años, donde la comunidad va agregando nuevos elementos y complementando la obra a lo largo del tiempo. Esto se confirma en documentos como la nota "Cuenta pormenorizada de los gastos hechos en el Camellón, del comercio hasta la casa de Dionisio Gómez"29, de agosto 7 de 1920, donde se extiende el proceso de construcción del "Camellón Once de Noviembre", hasta 1920, momento en el que desaparecen definitivamente las referencias sobre construcciones en torno a esta obra. Esta nota también deja ver nuevos aspectos. El primero de ellos, que, quien rinde las cuentas de gastos, ante el Concejo Municipal, es Juan P. Arrázola como Alcalde de la ciudad en 1920, la financiación es lograda nuevamente a partir de aportes por parte de ciudadanos, al igual que el proceso liderado, en 1913, por la Junta de embellecimiento y ornato, órgano que no es mencionado en este momento. Las fuentes de información consultadas no permitieron identificar las conexiones entre la Sociedad de Mejoras Públicas, o la Junta de Ornato y Embellecimiento de Sincelejo, con la estructura administrativa Municipal. Sin embargo, haciendo una revisión de este tema a nivel nacional, se encontró, en las investigaciones adelantadas por Enrique Rodríguez, sobre la operatividad de la Junta de Ornato de Cali30, que esta es un ente administrativo, creado mediante resolución del Consejo Municipal en el año 1903. Queda como interrogante conocer la estructura administrativa de la Junta de Sincelejo y establecer su vínculo con los entes administrativos de la ciudad.
Algunos de los personajes participantes del proceso de financiación de la obra en 1920 pudieron también ser identificados a partir de la relación de gastos del Alcalde Arrázola. El ciudadano Ricardo García aparece como mediador y recolector de los recursos, los señores Arturo García, Pedro Chadid, Salustiano Perna, Assad J. Name, Nicanor Vergara H., Dionisio Gómez, José A. Bruno Blanco y Lebel Vergara, como aportantes de un total de 300 pesos. Dentro de la dinámica de la producción de la obra se destaca a los Señores Genaro Salcedo, Juan Salcedo y Francisco Rojas como proveedores de piedras y "ripios'"31, la firma García & Samudio como vendedores de herramientas, Felipe Patrón como vendedor de arena, Melquiades Buelvas e Ismael Gómez como acarreadores de piedras y escombros32, y, como encargados de la construcción, los maestros "Zubiríá" y Carlos Díaz, en el inicio de las obras, siendo estos reemplazados por los maestros "Paternina" y "Herrera', luego de que el Personero Municipal les rescindiera el contrato a los primeros, por "haber el Concejo no aprobado la forma del trabajo que se estaba construyendo"33. Comentario que confirma, que el proceso de construcción de 1920 corresponde a una obra pública, dirigida por la administración municipal, pero financiada a partir de aportes de la comunidad. Por el tipo de materiales comprados en las obras que se refieren a este proceso de 1920, se puede deducir, que se trata de una extensión del "Camellón" hasta la Calle del Comercio, estableciendo así, que la longitud del camellón fue variando a lo largo del tiempo, a partir de intervenciones y procesos de mejora. Las referencias en prensa permiten identificar este tipo de procesos hasta 1920, cuando la obra logra su dimensión definitiva, tal como lo deja conocer la fotografía de un joven en la Plaza principal de Sincelejo, donde se puede ver la obra en su plenitud, hasta la mencionada Calle del Comercio.
Las fotografías del "Camellón Once de noviembre" correspondientes a décadas posteriores a los años 20's, permiten observar una serie de elementos como bancas de cemento diferentes a las descritas por los documentos anteriormente referenciados. Elementos en los que es posible establecer cierta reciprocidad con el interés por el adorno y formas estilizadas del estilo neoclásico que habían sido obviadas en las primeras intervenciones. De este proceso no se tienen aún datos concretos sobre su introducción, solo la claridad de que no corresponden a los procesos iniciales de construcción de esta obra urbana.
El "Camellón Once de Noviembre" tertuliadero, centro de eventos y sitio exclusivo para la elite de Sincelejo, 1909 - 1944.
Son varios los documentos que permiten comprender el significado del "Camellón Once de Noviembre" , en el imaginario de los sincelejanos. En ellos, la connotación de tertuliadero se impone sobre las demás. La "Crónica", de noviembre 3 de 1910, a cargo de "Lascarlo Miraflores" permite acercase al ambiente de la época:
"Son las 8:00 p.m. un vientecillo frio se cierne sobre las cabezas de una manada de burgueses que charlan en el Camellón "Once de noviembre", la luna pálida y triste, lanza sobre la ciudad sus plateados rayos como tejidos de filigrana; la luz eléctrica casi opaca para servir de estorbo a la lectura de un grupo de politicastros que se dedican a hacer comentarios a un telegrama dirigido a la Junta Liberal de Cartagena. Todo en la ciudad indica la mayor alarma; unos hablan de parque, otros de revoluciones, otros de nuestro canciller Olaya Herrera y así sucesivamente hasta refrescar la garganta en una vecina taberna.
Aburridos de contemplar estos bochinches y algarabías, nos dirigimos por la Calle Real sin rumbo...."34
La crónica de "Miraflores'35 da una imagen del ambiente del Camellón en la segunda década del siglo XX, lugar agitado, ruidoso, donde se desarrollan tertulias de temas variados, a las que asiste un público numeroso. El tema político se resalta en el relato de este autor, sin embargo también aparecen temas culturales y de actualidad, como la mención del "parque' y el seguimiento de los itinerarios del canciller.
Los documentos consultados también permiten identificar, que existía un tipo de cuidado especial, sobre lo que se podía y no se podía hacer en este lugar, desde los mismos procesos de apropiación de las mejoras de 1913 se esboza su destino:
"Se nos informa que nuestro apreciado amigo Don Tomas Hernández, amante del paso progresista de los pueblos nacientes, inspirado por el perfeccionamiento del camellón "11 de Noviembre " de esta ciudad ha querido solemnizar la plantación de árboles que adornen dicho paseo, con la filarmónica Sincelejo en la fecha de hoy.
Paréntesis, que aplaude todo lo que altamente se vincule con el bello sexo, felicita al señor Hernández y excita a las damas sincelejanas a dar pompa y galanura a dicha celebración".36
La nota parece indicar que todos los procesos urbanos relacionados con este lugar, deben cargarse de un sentido de solemnidad que marque diferencia con los acontecimientos cotidianos. El camellón parece esbozarse como el lugar de lo solemne, donde es posible ser progresista, culto y galante en la ciudad. Una muestra de esto se da en la imaginación del cronista, cuyo deseo lo lleva a presentar a la banda local 37, como una "filarmónica".
La nota "Cosas del primo", de junio 28 de 1910, es otro de los documentos que permiten identificar al camellón como un sitio exclusivo, trata de multas a los propietarios de burros y caballos que por descuido «intentaron entrar en el Camellón 11 de noviembre»38, medidas más que rigurosas, dado que burros y caballos eran los medios de transporte de aquella época para todos en general. Se deja ver aquí, una suerte de censura social y «multa» considerable, para la presencia de animales en el sector. Se presume, que privilegiando el lugar para actividades sociales y culturales. De la misma orientación es la nota "así debía ser", de agosto 2 de 1913, donde se revisa una decisión sobre el uso del "Camellón":
"Como algún amigo nos informara que la Policía habría prohibido a los niños que entraran en sus carruajes de recreo al Camellón hablamos particularmente con el señor Prefecto de la Provincia sobre el asunto y este empleado nos autorizó para que dijéramos públicamente que no existe tal prohibición. Que ella se limita a las bicicletas y demás carruajes que puedan causar estorbo y hasta peligro en un lugar relativamente concurrido y destinado a otro objeto" 39.
La prevención sobre el uso del camellón, inicialmente planteada sobre el tema de los animales en 1910, es ampliada ahora en 1913, también a las bicicletas y carruajes, e incluso, podría decirse que se cuestiona allí la presencia misma de los niños en el lugar. El carácter de sitio concurrido se resalta también en esta nota, así como su destinación para actividades específicas.
Las normas de etiqueta para asistir al "Camellón" quedan expuestas en la jocosa nota "La moza de Andrés Ito", de agosto 2 de 1913, donde la censura se extiende ahora a algunos tipos de ciudadanos:
No me hallé en el Camellón cuando se paseaba Inés, esa querida de Andrés, el hombre del vozarrón; más me dijo Luis Simón —arbitro de la elegancia— con un marcado desdén, que ella no daba fragancia de rosas.... Muy bien! muy bien!.... yo le respondía. Si esa singular mujer tiene la osadía de pisar el Camellón, ay! la vamos a coger entre los dos y aunque a San Blas ella se ponga a pedir, la llevamos a vestir donde Jose Nicolas! Y al verla salir divina y pulcramente adornada, muy bien puede ser cantada por su gracia femenina. Ahora, tu, la bullanguera, lectora de estos renglones, si quieres ser hechicera, no te pongas pantalones, y acude (nada te argullo) presurosa por demás, a comprar todo lo tuyo donde José Nicolás"40.
Es evidente que la nota consiste en una publicidad disfrazada de crónica urbana, donde se satiriza la presencia de un personaje no deseado en el camellón. Sin embargo, aquí, son dos los aspectos sobre los que se manifiesta una censura social en la utilización de este lugar. El primero de ellos la distancia que se impone sobre las "queridas', mujeres que sostienen relaciones con parejas que tienen matrimonios establecidos, cuya presencia inquieta y molesta al cronista. La segunda, la más visible de todas, la acusación de mal vestida para el lugar. Aquí se le impone a la mujer de la época un modelo de vestido, diferente al de su cotidianidad, y una preparación especial para visitar el "Camellón'. La expresión "la vamos a coger entre los dos' queda como una imposición sobre el género femenino, si tiene la osadía de afrentar a los "árbitros de la elegancia' de Sincelejo.
La documentación permite plantear el siguiente interrogante: si el Camellón Once de noviembre de Sincelejo no estaba destinado para el desarrollo de actividades relacionadas con burros y caballos, o, niños con carruajes y bicicletas, o, "queridas", o, mujeres inadecuadamente vestidas, ¿cuáles eran los vehículos, personas o grupos acordes con el espíritu del Camellón? son variadas las notas de prensa que permiten acceder a una respuesta.
El camellón Once de Noviembre tiene una insinuación como lugar exclusivo de Sincelejo, en la medida en que es el sitio apropiado para que se den las manifestaciones y debates de la actualidad urbana, tal como lo expresa la nota "Auto No 1", del 5 de abril de 1913, donde se narra el acontecimiento de la llegada del primer automóvil a la ciudad de Sincelejo41:
"El 28 del ppdo. mes de marzo, en las primeras horas de la noche hizo su entrada triunfal el primer automóvil a esta ciudad. Vino desde Tolú, por sus propias ruedas, tripulado por un selecto grupo de jóvenes que —entusiasmados— vivaban el progreso. Noche memorable será esa, en que, por primera vez, la gran mayoría de los habitantes de esta ciudad, se sintió, de buenas a primeras, herida en lo más íntimo de sus tímpanos auditivos, por uno de los sones más bellos de la trompeta del progreso.
Desde esa noche para acá el auto ha estado a la orden del día, en el camellón, en el Club, en Tacaloa, en el Kine, en la Logia y en la Iglesia no se habla de otra cosa...42.
Además de hacer una presentación del acontecimiento de la llegada del auto a Sincelejo, se hace aquí un listado de los lugares de socialización más importantes de la ciudad, el primero de ellos, el mismísimo Camellón, seguido del club social de la ciudad y el club de los cinéfilos, todos ellos lugares novedosos para una naciente burguesía; se identifica aquí también a la iglesia, nodo tradicional de la vida parroquial. El historiador Jorge Caballero Leguizamón, en sus aproximaciones históricas sobre la modernidad en Barranquilla de Comienzos del siglo XX, permite identificar, en la dinámica del "Camellón Abello" , una semejanza, con los sucesos del "Camellón Once de Noviembre" de Sincelejo:
"La Calle Ancha, Camellón Abello desde 1886, luego paseo colon, fue el espacio urbano o publico barranquillero por excelencia. Acompaño el desenvolvimiento social, comercial, político y cultural a partir de mediados del siglo XIX y hasta bien entrado el siglo XX.... allí se realizaban las fiestas y los eventos más significativos, los paseos ciudadanos en las tardes calurosas durante los cuales se concertaban negocios y se gestaban empresas.
...Lugar de cita para los barranquilleros, durante el día para las operaciones comerciales o financieras y, al caer la tarde para el encuentro público en los clubes o salones de reunión o fiesta43
Desde las descripciones de Caballero, sobre el "Camellón Abello" y desde los hallazgos del presente estudio sobre el "Camellón Once de Noviembre" de Sincelejo, se puede establecer la importancia y el valor que este tipo de estructuras urbanas tuvo para dos ciudades del Caribe colombiano, con poco protagonismo durante el periodo colonial, pero con un fuerte crecimiento y desarrollo comercial a finales del siglo XIX y en las primeras décadas del siglo XX. Ciudades que al carecer de estructuras urbanas de la colonia española44, construyeron estos ejes lineales como centros de actividad urbana para suplir las necesidades de la burguesía naciente45.
La prensa deja identificar la apropiación que hace del camellón un grupo cultural muy particular, que se involucra, inclusive, como parte del proceso de financiación y construcción de la obra, Esto lo deja ver la nota "Camellón", donde el cronista narra lo siguiente:
"Digna de mucho aplauso es la idea de dar al "Camellón" el mejor aspecto posible, pues es este un centro bastante concurrido e indispensable ya para la sociedad sincelejana que acude nochemente allí a pasar un rato de solaz, después del trafago cotidiano.
Lo importante es no desmayar y hacer el trabajo completo.
Como estamos interesados también en este sentido, por tratarse de una obra de utilidad general, creemos que no sería impertinente excitar a la empresa del Kine "Sur América", tan bien acogida en esta ciudad, en todo respecto, para que ayude dicha obra con una función en su favor.
Conque jóvenes Kinicos, ya lo sabéis, el "Camellón" necesita el auxilio de sus bellas películas y Sincelejo sabrá responder a la generosidad de ustedes, no dejando de asistir jamás nunca a las funciones"46.
El protagonismo y la capacidad de convocatoria del grupo de "El Kine" y de sus funciones, como elemento de financiación de algunas mejoras, quedan delineados en la nota47. Se trata aquí de la utilización del camellón, por parte de un grupo asociado al tema del cine y la proyección de películas. Grupo, que dentro de sus logros, tiene, el de haber generado la tercera publicación sobre cine en Colombia, y, cuya actividad es ampliamente presentada por el historiador Alex Tamara Garay en el artículo "Cine y sociedad en el Caribe colombiano: el discurso modernizador en el Sincelejo de las primeras dos décadas del siglo XX"48.
La conexión de este grupo con el espacio del "Camellón Once de Noviembre" queda explícita, cuando los cronistas, para referirse a las tertulias del grupo de cinéfilos en este lugar, las rotulan como "kinicocamellonicas"49 dejando entrever tal vez la frecuencia de su utilización, o tal vez el nivel de apropiación que el grupo generó con este lugar. Tertulias, que dentro de sus temas de interés y discusión incluyen, además de las películas, la revisión del nivel de civilización, progreso y modernidad de la ciudad en comparación con otras urbes a nivel regional e incluso mundial.
A lo largo de las décadas de los años 20's, 30's es notable la importancia cultural que adquiere este lugar, como epicentro y destino de reuniones y eventos de tipo social, religioso y político, escenario de celebraciones y lugar de retretas musicales, fandangos y otro tipo de fiestas, múltiples notas de prensa de estas décadas permiten dar fe de esta situación, pero, su condición de lugar fundamental de la vida urbana de la ciudad tendría una caducidad, la cual está determinada por la construcción de su vecino, "El parque Santander", en las inmediaciones de la Plaza principal de Sincelejo, en el año 1944.
El ocaso del "Camellón 11 de noviembre".
En el año de 1944, Sincelejo concreta un proceso progresista que implica importantes cambios culturales para la ciudad, el desplazamiento definitivo de las "Fiestas en corralejas", de la plaza principal, hacia la periferia, en ese entonces, el sector del barrio Majagual. Proceso que se define a partir de la introducción de un nuevo concepto urbano, hasta el momento inédito en Sincelejo, "El parque". La construcción del "Parque Santander", define las ambiciones de los grupos progresistas de la ciudad por la generación de un espacio de socialización acorde a las nuevas necesidades, al crecimiento y a los deseos de la ciudad.
Se inicia entonces en 1944, un proceso de crítica y el desarrollo de una mirada peyorativa sobre la que hasta ese momento fuera considerada la mayor representación de modernidad, en términos urbanísticos, de la ciudad, el "Camellón Once de Noviembre". Situación que llevaría, posteriormente, a su desaparición física del paisaje urbano50. Surge aquí entonces el siguiente interrogante ¿Cuál fue el discurso que llevo a la demolición del camellón? ¿Qué representaba el camellón once de noviembre para los sincelejanos a mediados del siglo XX? las fuentes de información consultadas en la presente investigación permiten dar algunas respuestas a estos interrogantes.
La nota editorial titulada "Obra local de importancia", publicada en el periódico El Cenit No 1164, de abril de 1945, tal vez a cargo de su propietario Henrique Gómez Cásseres, es un importante documento que da algunas luces sobre este proceso:
"Una de las principales obras que está necesitando Sincelejo con urgencia, para mayor comodidad de su tránsito urbano y para descongestionar las diferentes zonas de estacionamiento de automóviles, es la del antiguo camellón Once de Noviembre. Cuando Sincelejo estaba iniciando, con grandes tropiezos, su engrandecimiento, el único lugar de recreo y descanso para sus habitantes era el citado camellón, entonces su persistencia. A pesar de lo anticuado y antiestético era de vital importancia y se justificaba que la actividad de los alcaldes y de las juntas de mejoras se orientara en el sentido de su embellecimiento; pero la construcción del Parque Santander hace ya innecesario ese paseo, mientras que otras necesidades están reclamando que ese lugar se dedique a menesteres más en consonancia con la importancia de la población y su desarrollo.
Sincelejo vería con la mayor satisfacción, que el Sr. Alcalde dedicara una parte de su actividad y buen deseo de servir sus intereses, a la eliminación de los banquillos,los cuales pueden ser fijados alrededor del atrio de nuestro templo, y a la nivelación del anticuado paseo con las calles limítrofes, con el objeto de que se construya un pequeño boulevard que amplíe la zona de mayor tránsito y tienda ya a iniciar, desde temprano, la expansión que va a reclamar su futuro. La parte central de esta vía se podría dedicar al estacionamiento de automóviles, si a juicio de la técnica se impone, o si les parece mejor a los encargados de realizar la obra, se podría sembrar una línea de árboles de poco follaje, o una vía exclusiva para el tránsito de peatones, lo cual nos parece más en concordancia con el espíritu de la obra propuesta y que vendría a llenar un requisito moderno que lo exigiría mañana el movimiento flotante de Sincelejo, puesto que quedaría unida la entrada de la calle Real con la calle de la Pajuela por una vía segura y rápida.
Naturalmente que al realizarse esta modernización, seria a base de un plano verificado por un ingeniero, que contemplara el futuro, para que su solidez, belleza y demás pormenores técnicos fueran una garantía por muchos años.
Ojalá que nuestro activo y dirigente Alcalde vincule su nombre a esta obra que está en la mente de todos los sincelejanos, llevando a cabo esta iniciativa de embellecimiento, para la cual contara con la simpatía y colaboración de todos los hijos de Sincelejo, porque en realizarla fincamos todos nuestras ambiciones y creemos que ningún concurso le será rehuido, porque Sincelejo la desea y la necesita.
Puede estar seguro, así mismo, el Sr. Alcalde, que la ciudadanía ya está mirando por otro prisma en cuanto se refiere al progreso local. Existe ya un espíritu público que le alienta a empresas como la que nos referimos y para las cuales le ofrece su respaldo y su constante cooperación"51.
Los conceptos "comodidad del tránsito urbano", "descongestión de automóviles", "seguridad", "rapidez", presentes en la editorial, permiten identificar la presencia del discurso de la utopía de la ciudad moderna. Se observa aquí la manera como este pensamiento entra a hacer parte de la realidad urbana de Sincelejo a mediados del siglo XX. Discurso comúnmente planteado, a nivel colombiano, por el gremio de los arquitectos de la época. Es posible aquí, hacer un paralelo e identificar puntos de encuentro, con el caso del arquitecto Carlos Martínez Jiménez con la ciudad de Bogotá a mediados del siglo XX, donde a partir de la plataforma mediática de la revista PROA, a través de escritos como: "Para que Bogotá sea una ciudad moderna52,Una demolición necesaria";53, o, "Bogotá puede ser una ciudad moderna: reurbanización de la plaza central de mercado y de las 16 manzanas vecinas"54, introduce conceptos relacionados con la modernidad, la planificación y en especial el concepto "reurbanización", y presenta al gremio de los arquitectos, como "especialistas en ciencia urbana"55. La técnica de Carlos Martínez Jiménez está asociada al discurso de los CIAM y al lenguaje expuesto por Le Corbusier en el texto de la carta de Atenas, donde se utiliza con destreza, la presentación de la ciudad antigua como un ente "enfermo", "degenerado", "monstruoso" y "anormal", que necesita ser redimida de los males que la aquejan56. Pensamiento que ha sido revisado y combatido por los eruditos de la ciudad de comienzos de finales del siglo XX, como Colin Rowe en su texto "College city"57, o, Jane Jacobs, en "The death and life of great American cities"58, donde ha sido identificado como causante de la perdida de sentido, la falta de humanidad y un amplio porcentaje de los males de la ciudad.
En el caso de Sincelejo, quienes sugieren la mirada progresista y las transformaciones, son gentes relacionadas con el periodismo, tal vez por la ausencia de profesionales de la arquitectura en este momento de la ciudad, que se convierten en el soporte ideológico de una intervención sobre el, ya en ese momento, reconocido como histórico, "camellón", que es evaluado como "anticuado" y "antiestético", en comparación con la "modernidad" latente del nuevo parque Santander. La conclusión final del juicio progresista sobre el camellón es lapidaria, "innecesario". Esta mirada aplicada sobre el Camellón Once de Noviembre de Sincelejo, en 1945, es un ejemplo de la miopía con que se estudió la ciudad desde el enfoque positivista, con análisis, donde la "comodidad" de los carros es más importante que la comodidad de los peatones, donde el espacio público es cambiado por parqueaderos, y, donde el valor histórico, la memoria contenida en una estructura urbana no entran como elementos de juicio al momento de definir un proceso de construcción en la ciudad. El editorialista de "El Cenit" manipula a su público lector, al expresar que "El pueblo Sincelejano", "los hijos de Sincelejo" o "Sincelejo", está inmerso y cargado de su mismo espíritu progresista y modernizador, que su propuesta no es un deseo aislado, sino que es un clamor comunitario por la destrucción del "camellón", y, es este supuesto consenso el que le permite, solicitar al Alcalde de la ciudad su demolición y la construcción de una nueva obra, que toma forma a través de sus palabra. Cuando se observan las fotografías del "camellón Once de Noviembre" de Sincelejo, de mediados de siglo XX, se puede verificar, en las características de la intervención realizada, el impacto que tuvieron las palabras del periodista.
Como contraparte, la nota prensa de enero de 1945, de autoría de Jorge Gómez Casseres (El profesor OX), es un documento que permite entender el significado cultural del "Camellón Once de Noviembre" y su representación en el imaginario de algunos sincelejanos a mediados del siglo XX. La nota es publicada en el mismo periódico "El cenit" solo unos meses antes de la editorial analizada con anterioridad, su tono reflexivo y de valoración difiere profundamente del discurso progresista de la editorial:
"¿Que pensamiento se habrá fundido en el cerebro de cemento y piedra de nuestro histórico y querido paseo "Once de Noviembre" ante la creación y desarrollo de su rival y moderno "Parque Santander", con sus esplendidas reatas colmadas de arbolitos diversos que manos delicadas femeninas cuidan con esmero y devoción; con su importante estatua del hombre más importante de Colombia; sus kioskos antiestéticos: sus variadas avenidas y sus bancas alternadas; al lado de él que sólo puede ofrecer una ancha y larga calle con la espina dorsal encorvada por dos hileras de baldosas rebeldes, sus destartaladas bancas y el paciente crecimiento de unos pocos arbolitos de acacias blancas que sufren el rigor del verano, porque el prodigioso "elemento liquido" no alcanza a mojar sus generosas raíces sino cuando desciende del cielo?
¿Qué pensará nuestro camellón famoso, que sabe de tantas tragedias y de tantas historias del Sincelejo feliz y autóctono, cuando no se le remoza por sincelejano y por viejo, lo mismo que su rival el parque y lo mismo que su amiga de afanes, de niñez y de juego, la iglesia parroquial y, antes bien se le ha abandonado al margen de "la marcha de los tiempos" y no hay una lechada de cal que remoce sus bancas generosas? El camellón "Once de Noviembre" esta viejo; él ha contado silenciosamente a través de muchos días y de interminables noches el pausado golpear de la campana del reloj anunciando las horas; algunas veces en la madrugada fría y silenciosa, más filántropo que muchos ha recogido con devoción a cualquier borracho que perdió la orientación de su casa, para reclinarlo fraternalmente en el lomo frio de sus impasibles bancas, en dialogo elocuente con el bombillo del farol chorreante de luz. El conoció hace tiempo el zanjón de la plaza, y las casuchas feas, pobres y horribles que se crearon con él en esos sitios; sonrió en el estruendo del baile popular de enero, con el pie resbaladizo bailando en su costillar y devolvió a la mañana con la última nota desfalleciente del clarinete y el saxofón, el record de cinco mil chicotes de cigarros de puntas mascadas e impregnadas de saliva. Supo de los discursos veintejulieros de los respetables oradores de otra hora y recogió en los borbotones de la sangre de la arteria rota de algún infeliz, el último aliento de vida y la última blasfemia contra un enconado ambiente político....
¿Pensara acaso, en su cerebro de calicanto, el paseo "Once de Noviembre", que por estos y otros motivos es sincelejano y por esto se le ha olvidado así; se le ha condenado a su pobre condición racial, su sincelejanismo profundo y autóctono?59
La nota reclama la desidia y la falta de atención y cuidado sobre las instalaciones del "Camellón Once de Noviembre", en ese momento, ya una obra reconocida por sus valores históricos, contenedor de la memoria de la ciudad, partícipe de la vida cotidiana de los sincelejanos durante la 1ra mitad del siglo XX, "lugar" para el desarrollo de la vida social, en temas trascendentales como la fiestas, las disputas políticas e incluso la muerte. Se puede decir, que para el cronista el camellón representa la "sincelejanidad", la tradición y los valores más profundos del lugar, mientras que el nuevo parque representa solamente la novedad y la referencia a lo externo. Se señala aquí, que es precisamente esta situación lo que determina la valoración diferenciada que en ese momento se da a cada una de las obras, lo local se evalúa como algo inferior a lo foráneo, como algo que no es digno de mostrar con orgullo. Contener la memoria de Sincelejo no es un elemento de juicio que sirva para llenar de valor al viejo camellón, pero el ser viejo es un factor que determina una especie de inutilidad ante las nuevas circunstancias de la vida urbana de la ciudad a mediados del siglo XX.
A modo de cierre
El Camellón Once de Noviembre se constituye en la segunda construcción de una obra urbana, cuya finalidad sea el esparcimiento y el desarrollo de encuentros por parte de la comunidad de Sincelejo. Al igual que en el caso del atrio de la Iglesia San Francisco de Asís, que fue la primera, sus procesos de apropiación por parte de elites culturales con ideales de progreso conectados conotras latitudes, estableciendo estándares y protocolos de comportamiento en él, genera procesos de exclusión respecto a usuarios y actividades cotidianas que anteriormente se daban en la original "Plaza principal".
Las dinámicas de la mujer sincelejana de comienzos del siglo XX, escenificadas en el Camellón Once de Noviembre, muestran un proceso de transformación de su rol en la sociedad, encontrándola en situaciones protagónicas de la nueva vida urbana, moderna, en esa época: gestora y líder de obras públicas filantrópicas y centro de atención de tertulias y salones de cine.
Con la construcción del Camellón Once de Noviembre, la llegada del primer automóvil, la creación de los clubes sociales y la llegada del cine, entre otras novedades que trae el espíritu de progreso de la época, Sincelejo da inicio a un proyecto de cambio, que sacará a la ciudad de las dinámicas parroquiales ancladas en el siglo XIX, y la insertará en un lento proceso de modernización, que es coadyuvado por la participación de la naciente burguesía en procesos económicos y sociales, que a largo plazo permitirán superar su condición de "urbe agraria" y consolidarse como centro de servicios urbanos de la región de las Sabanas del antiguo Departamento de Bolívar y posteriormente Capital del Departamento de Sucre. El pensamiento progresista y modernizante de la ciudad de Sincelejo a mediados del siglo XX, no tuvo las herramientas conceptuales para comprender el valor de la memoria histórica contenida en el antiguo Camellón Once de Noviembre, para establecerlo como patrimonio de la ciudad, convirtiéndose en la ideología sobre la que se sustentó su demolición.
El Camellón Once de Noviembre, fue una obra urbana de la ciudad de Sincelejo que no obedeció a grandes referentes estilísticos. Consistía básicamente en una amplia plataforma de un embaldosado de cemento, sobre la que se instalaron bancas de madera y se plantaron una serie de palmeras alineadas. Alejada de patrones que permitieran establecerla como un monumento del estilo neoclásico, estilo predominante en Colombia durante la construcción de esta obra. En su sencillez y originalidad, y, en la memoria contenida en su espacio, se encuentran sus mayores valores como patrimonio urbano de la ciudad de Sincelejo. Tras su desfiguración a mediados del siglo XX, convirtiendo el espacio en estación de taxis, y, su demolición definitiva en la década de los noventas, por las concesiones urbanas que dio la municipalidad a la instalación de un supermercado en el centro de Sincelejo, se considera, que los valores y la memoria expuesta en este artículo, son motivos suficientes para sustentar su reelaboración y reconstrucción en la ciudad actual, la cual desde el programa "ciudades amables" ya ha reorientado la relación peatón - automóvil en el centro de la ciudad de Sincelejo, abriendo con esto nuevas posibilidades de ocupación y resignificación al lugar, desde la actividad cultural de la ciudad.
1 El presente artículo es producto del proyecto de investigación "El significado cultural en la construcción del sentido de lugar, la identidad y el valor patrimonial de las estructuras urbanas de Sincelejo: Parque Santander de Sincelejo", financiado por la Universidad CECAR de Sincelejo, Colombia. estudio realizado entre los años 2010 y 2012, disponible en los archivos del Centro de Investigaciones Institucional de CECAR.
2 Sincelejo es una ciudad del Caribe colombiano, capital del Departamento de Sucre, con poca presencia durante el periodo de la colonia y cuyo crecimiento y consolidación como centro urbano y poblacional se da fundamentalmente durante la 2da mitad del siglo XIX y durante el siglo XX. Su actividad económica principal se basa en la agricultura, la ganadería y los servicios. Su población a comienzos del siglo XXI se acerca a los 280.000 habitantes.
3 Martínez Osorio, Gilberto Emiro. "El atrio de la iglesia San Francisco de Asís de Sincelejo. 1908 - 1910: una aproximación histórica a su significado cultural", Revista Historia 396 Vol. No 2, 2015. Ed. Instituto de Historia, Universidad Católica de Valparaíso, Chile.2015. p 303 - 331.
4 En la actualidad solo se conocen fotografías de esta obra urbana, debido a que fue demolida a mediados del siglo XX.
5 Piñón, Juan Luis. "Apreciaciones sobre los márgenes de la historia urbana". Ed. AYER, Madrid, 1996.
6Martínez Osorio, Gilberto Emiro. "El atrio... Óp. Cit. p 322.
7 "Notas breves". En: periódico Renacimiento No 58. Sincelejo, Colombia, 1909. P. 3.
8 Martínez Osorio, Gilberto Emiro. "El atrio... Op. Cit. P. 322.
9 Martínez Osorio, Gilberto Emiro. "El atrio... Op. Cit. P. 300.
10 Arango, Silvia. "Historia de la arquitectura en Colombia". Ed. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia, P. 162.
11 Torralbo, José. "Alocución del primer Gobernador del Departamento". En: periódico Renacimiento No 9, Sincelejo, Colombia. Octubre 11 de 1908.
12 "Loriquero" es el gentilicio con que se conoce a los nativos de la población de Lorica, actual Departamento de Córdoba, que desde la colonia y hasta comienzos del siglo XX, estuvo bajo la potestad del Gobierno de Cartagena y el Departamento de Bolívar.
13 Tamara Gómez, Edgardo. El Departamento de Sincelejo, Ed. Fondo Mixto de promoción de la Cultura y las artes de Sucre y Universidad de Sucre, Sincelejo, Colombia. 2010. P. 156 - 166.
14 Notas breves... Op. Cit. P. 3.
15 "Camellón". En: periódico Pluma libre No 10, Sincelejo, Colombia. 1913. P. 3.
16 Arango, Silvia. "Historia de la arquitectura... Op. Cit. P. 162.
17 "Camellón". Op. Cit. P.3.
18 En el año 1913, Sincelejo se encuentra bajo la potestad del Departamento de Bolívar y su capital Cartagena.
19 "Camellón". En: Periódico Pluma libre No 18, Sincelejo, Colombia. 1913.
20 "Por el esfuerzo de nuestra damas". En Periódico Paréntesis No 8, Sincelejo, Colombia. 1913.
21 Arango, Silvia. Historia de la arquitectura.. Op. Cit. P. 162.
22 Martínez Osorio, Gilberto Emiro. "El atrio de la iglesia... p. 303 - 331.
23 "El Camellón". En: Periódico Pluma libre No 21, Colombia. 1913. P. 3.
24 Ibidem.
25 "Aplauso". En: Periódico Paréntesis No 4. Sincelejo, Colombia. P. 4.
26 Arango, Silvia. "Historia de la arquitectura. Op. Cit. P. 162.
27 Pérgolis, Juan Carlos. "El deseo de modernidad en la ciudad Republicana: un ejercicio de comunicación y ciudad". Ed. Educosta y Ed. Universidad Católica de Colombia, Bogotá. Colombia. 2013. P. 54.
28 "Suplica". En: Periódico Pluma libre No 20, Sincelejo, Colombia. 1913. P. 2.
29 Arrazola, Juan P. "Cuenta pormenorizada de los gastos hechos en el Camellón, del comercio hasta la casa de Dionisio Gómez". En: periódico La Lucha No 100. Sincelejo, Colombia. 1920 p. 3.
30 RODRÍGUEZ, Enrique. Modernización y construcción de lo público en Cali: las relaciones entre la junta de ornato y el concejo Municipal. Ed. Universidad ÍCESÍ. Cali, Colombia.2012.P. 212.
31 Nombre con que se conoce en la región a los escombros de construcción.
32 Por las circunstancias de la época se puede suponer que esta actividad es realizada con el empleo de carrozas de tracción animal.
33 Arrázola, Juan P. "Cuenta pormenorizada... Op. Cit. P. 3.
34 Miraflores, Lascarío. "Crónica". En: periódico Verbo Azul, No 1. Sincelejo, Colombia. 1910. P. 3.
35 El nombre del cronista parece corresponder al seudónimo de un personaje aún no identificado, de filiación política conservador.
36 "Saludo". En: Periódico Paréntesis, No 3. Sincelejo, Colombia. 1913. P. 4.
37Podría referirse aquí el cronista, a la banda encargada de amenizar las actividades sociales en Sincelejo desde 1909, la banda 1ro de Octubre, a cargo de Cornelio Pérez, quien reemplazo al maestro José Dolores Zarante.
38 "Cosas del primo". En: Periódico Res Non Verba. No 5. Sincelejo. Colombia. 1910. P. 1.
39 "Así debía ser". En: periódico Pluma Libre No 20. Sincelejo, Colombia. 1913. P. 3.
40 "La moza de Andes Ito". En: Periódico Pluma libre No 20, Director: a. J. Valverde, Sincelejo, Colombia. P. 3.
41 No se asegura que esta haya sido la llegada del primer auto a la ciudad, nos remitimos aquí a lo que presenta el cronista de la nota.
42 "Auto No 1". En: periódico Pluma Libre No 3. Sincelejo, Colombia. 1913. P. 1.
43 Caballero Leguizamón, Jorge. "Barranquilla y la modernidad: Un ejercicio histórico". Cuadernos PROA No 16, Ed. PROA Ltda. Bogotá, Colombia.2000. P. 97.
44 Antonio de la Torre y Miranda delimita la Plaza central de Sincelejo en 1776, como parte del proceso de congregación del poblado durante las reformas Borbónicas al Anal de la Colonia española, sin embargo, de su intervención solo quedo la forma urbana, hasta comienzos del siglo XX Este espacio no tuvo mejoras que permitieran facilitar actividades de la vida urbana de encuentro y socialización en la ciudad, razón por la cual a comienzos del siglo XX, ante la necesidad de nuevos espacios para la burguesía sincelejana, se construyen, el atrio de la iglesia San Francisco de Asís y el camellón Once de Noviembre a partir de iniciativas ciudadanas.
45Se pueden revisar la producción de autores como Robert Walser, Walter Benjamin o Susan Buck-Morss, donde se revisa los imaginarios urbanos del Flaneur como reflejo de la aparición de la clase burguesa capitalista en la ciudad europea de Anales del siglo XIX.
46 Camellón. Op. Cit. P. 3.
47 Existe también un pequeño suelto publicado en la sección "A úl3ma hora" de periódico "Paréntesis" No 2 de julio 10 de 1913, donde se acusa a los empresarios del "Kine", de negarse a desarrollar la función y se les amenaza con el boicoteo de sus funciones por parte de los cronistas, la nota termina con la sentencia "los señores kinicos sabrán porque".
48 TÁMARA GARAY, Alex y MIRANDA, Dalín. Cine y sociedad en el Caribe colombiano: El discurso modernizador en el Sincelejo de las dos primeras décadas del siglo XX. En Revista Búsqueda No 11, ed. CECAR. Sincelejo, Colombia. 2009. P. 47.
49Alharaca. En Periódico “Pluma libre” No 10, Director: A. J. Valverde, Sincelejo, Colombia. 1913. P.5.
50Se habla de desaparición \sica, porque son varios los elementos de la cultura que permiten la supervivencia del Camellón Once de Noviembre en el imaginario de los sincelejanos.
51 "Obra local de importancia". En: Periódico El cenit No 1164, Director: Henrique Gómez Cásseres. Sincelejo, Colombia.1945. P. 3.
52 "Para que Bogotá sea una ciudad moderna". En: revista PROA No 1, Ed. PROA, Bogotá, Colombia.1946. P. 21.
53 "Una demolición necesaria". En: revista PROA No 59, ed. Carlos Martínez Jiménez. Editorial PROA NO 59, Bogotá,
Colombia. 1952. P. 1.
54 Martínez Jiménez, Carlos, et al. "Bogotá puede ser una ciudad moderna: reurbanización de la plaza central de mercado y de las 16 manzanas vecinas", En: Revista PROA NO 3, Ed. PROA, Bogotá, Colombia. 1946.
55 Martínez Osorio, Gilberto Emiro. "Fórmulas de la arquitectura moderna en Bogotá de mediados del siglo XX". En TEXTOS. Documentos de historia y teoría No 18. Ed. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá, Colombia. 2008. P. 47 -92.
56 Ibídem. P. 51.
57 Rowe, Colin y Koetter, Fred. "Ciudad collage". Ed Gustavo Gili, Barcelona, España. 1991.
58 Jane Jacobs. The death and life of great American cities. Vintage Books. New York, USA. 1961.
59 Gómez Casseres, Jorge (PROFESOR OX). "Notas de la semana", En: Periódico El Cenit, Sincelejo, Colombia. 1945.
Fuentes
Notas en archivo de prensa Biblioteca Nacional de Colombia B. N. C.:
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_: "Alharaca". En: Periódico Pluma libre No 10, Sincelejo, Colombia. 1913. _: "Auto No 1". En: periódico Pluma Libre No 3. Sincelejo, Colombia. 1913.
Arrázola, Juan P. "Cuenta pormenorizada de los gastos hechos en el Camellón, del comercio hasta la casa de Dionisio Gómez". En: periódico La Lucha No 100. Sincelejo, Colombia. 1920.
_: "Así debía ser". En: periódico Pluma Libre No 20. Sincelejo, Colombia. 1913.
_: "Camellón". En: periódico Pluma libre No 10, Sincelejo, Colombia. 1913.
_: Camellón". En: Periódico Pluma libre No 18, Sincelejo, Colombia. 1913.
_: "El Camellón". En: Periódico Pluma libre No 21, Sincelejo, Colombia. 1913.
_: "Cosas del primo". En: Periódico Res Non Verba. No 5, Sincelejo. Colombia. 1910.
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_: "La moza de Andrés Ito". En: Periódico Pluma libre No 20, Sincelejo, Colombia.
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_: "Notas breves". En: periódico Renacimiento No 58, Sincelejo, Colombia, 1909.
_: "Obra local de importancia". En: Periódico El Cenit No 1164, Sincelejo, Colombia.
1945.
_: "Por el esfuerzo de nuestra damas". En Periódico Paréntesis No 8, Sincelejo, Colombia.
1913.
_: "Saludo". En: Periódico Paréntesis, No 3. Sincelejo, Colombia. 1913.
_: "Suplica". En: Periódico Pluma libre No 20, Sincelejo, Colombia. 1913.
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Citar como:
Martínez, Gilberto. El Camellón "Once de Noviembre": prácticas culturales y representaciones en el espacio público de Sincelejo. 1910 - 1945. En Memorias. Revista Digital de Arqueología e Historia desde el Caribe. N° 29. Universidad del Norte. Barranquilla, 2016.
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