ISSN Electronico 1794—8886
Volumen 33, septiembre—diciembre de 2017
Recibido:13 de marzo de 2017
Aprobado 20 de agosto de 2017
DOI:
http://dx.doi.org/10.14482/memor.33.10874


Los medios impresos como recurso para la difusión del nacionalsocialismo: sobre boletines y magazines nazis circulando en el Caribe colombiano, 1935—1939*

The print media as a resource for the dissemination of national socialism: about nazi bulletins and magazines circulating in the colombian Caribbean, 1935—1939

A mídia de impressão como um recurso para a divulgação do nacional—socialismo: nazistas em boletins e revistas que circulam no Caribe colombiano, 1935—1939

Julián Andrés Lázaro

Doctor en Europa, el Mundo Mediterráneo y su Difusión Atlántica, por la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla). Magíster en Ciencias Históricas, por la Universidad Rey Juan Carlos (Madrid). Magíster en Geoestrategia, Seguridad y Defensa, por la Universidad a Distancia de Madrid y el Campus Internacional de la Seguridad y la Defensa. Historiador de la Universidad del Atlántico. Director del Archivo Histórico del Atlántico. Investigador de la Corporación Universitaria Americana. CÓDIGO ORCID 0000—0001—6559—8283

* Este artículo es resultado del proceso de investigación desarrollado por el autor en el marco de los estudios de Doctorado realizado en la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla.

Citar como:
Lázaro, J. (2017). Los medios impresos como recurso para la difusión del Nacionalsocialismo: sobre boletines y magazines nazis circulando en el Caribe colombiano, 1935—1939. Memorias: Revista Digital de Arqueología e Historia desde el Caribe (septiembre—diciembre), 62—87.


Resumen

Este artículo se ocupa de analizar la manera como, en el marco de la estrategia de propaganda y construcción de imaginarios ideada y desarrollada en los años treinta por el gobierno nacionalsocialista alemán, orientada hacia los ciudadanos del Reich dentro y fuera del país, los alemanes residentes en la ciudad de Barranquilla, en el Caribe colombiano, se convirtieron en receptores, generadores y difusores de contenidos a través de revistas elaboradas localmente pero de circulación nacional; contribuyendo con ello a la construcción de una imagen positiva del régimen de Hitler y articulándose con el proyecto nazi de uso de medios masivos de comunicación.

Palabras clave: nacionalsocialismo, Caribe colombiano, Barranquilla, medios de comunicación, Karibischer Beobachter, propaganda.


Abstract

This article examines how, within the framework of the propaganda and imaginary—building strategy devised and developed in the 1930s by the German National Socialist government, aimed at Reich citizens inside and outside the country, German residents in the city of Barranquilla, in the Colombian Caribbean, became receptors, generators and disseminators of content through magazines elaborated locally but with nationwide circulation, thus contributing to the construction of a positive image of Hitler's regime and articulating with The Nazi project of mass media use.

Keywords: nationalsocialism, Colombian Caribbean, Barranquilla, media, Karibischer Beobachter, propaganda.


Resumo

O presente artigo analisa como, no âmbito da estratégia de propaganda e construção de imagens concebidas e desenvolvidas na década de 1930 pelo governo nacional—socialista alemão, voltado para os cidadãos do Reich dentro e fora do país, os alemães Residente na cidade de Barranquilla, no Caribe colombiano, tornou—se receptores, geradores e difusores de conteúdos através de revistas elaboradas localmente, mas de circulação nacional, contribuindo com a construção de uma imagem positiva do regime de Hitler e articulando—se com O projeto nazista de uso de mídia de massa.

Keywords: o nacional—socialismo, Caribe colombiano, Barranquilla, mídia, Karibischer Beobachter, propaganda.


Introducción

Los años treinta constituyeron un momento particularmente crítico en la historia del siglo XX, puesto que en esa década se terminaron de incubar las condiciones a partir de las cuales emergió un nuevo y mucho más devastador conflicto en los años inmediatamente posteriores, la Segunda Guerra Mundial. El desarrollo de múltiples conexiones entre diferentes puntos del planeta a través de los medios de comunicación y transporte, principalmente desde finales del siglo XIX, dio lugar a un estado de cosas en el que los procesos desarrollados en un punto específico del globo tenían repercusiones de mayor o menor intensidad en otros tantos; lo que se pudo percibir con fuerza ya en la Gran Guerra de 1914—1918 y se haría mucho más evidente en las décadas posteriores, siendo, por ejemplo, la crisis de 1929 y la misma Segunda Guerra Mundial fenómenos que trascendieron a una escala global.

Colombia no estuvo al margen de los procesos mencionados, aunque es preciso señalar que las dificultades para establecer conexiones en el interior de su propio territorio durante el siglo XIX y buena parte del XX incidieron, junto con otros factores, en que el país entero no se conectara de manera expedita con los procesos internacionales (Urrego, 2002). Sin embargo, hubo algunas regiones y poblaciones en particular que por su posición geográfica y por el rol que desempeñaron en el despegue económico del país desarrollaron formas de conexión no solo con los mercados internacionales, sino también con otros tantos procesos políticos, culturales y de diversa índole a escala internacional (Solano, 2003, p. 21) .

Barranquilla fue una de esas poblaciones colombianas que desarrollaron algún nivel de contacto con los procesos mundiales, especialmente desde el último tercio del siglo XIX, con la construcción de algunas obras de infraestructura que la convirtieron en el principal puerto del Caribe colombiano. De esta manera, Barranquilla se conectó a través de empresas de navegación marítima con ciudades de Estados Unidos y Europa, y por vía fluvial, río Magdalena mediante, con el interior del país, sirviendo de punto intermedio para las exportaciones e importaciones. Estas características atrajeron a inmigrantes de diferentes nacionalidades: los había franceses, norteamericanos, alemanes, sirio—libaneses y venezolanos, entre otros, que sin ser muchos tuvieron especial protagonismo en los procesos que vivió la ciudad y el país en esos momentos.

Como consecuencia de todo ello y retomando la idea inicial de este apartado, Ba—rranquilla percibió de manera especial, como probablemente ningún otro lugar de Colombia, los efectos de eventos como la Primera Guerra Mundial o el crack del 29. Igualmente se presentaron en la urbe caribeña algunas expresiones políticas asociadas a la consolidación del nacionalsocialismo en Alemania durante la década de los treinta, sobre todo por cuenta de varios de los inmigrantes alemanes residentes en la ciudad que se mostraron particularmente receptivos frente a ciertas ideas y prácticas nazis, expresando abiertamente su apoyo al régimen de Hitler a través de diversas formas; una de ellas la puesta en circulación de contenidos impresos, revistas que se elaboraban en la misma Barraquilla y que circulaban entre el grupo de alemanes allí asentados, y también entre los de otras ciudades colombianas y de países vecinos.

En este trabajo interesa conocer en detalle aspectos relevantes de dichas publicaciones, de acuerdo con lo cual surgen varias preguntas que pueden orientar el sentido de este artículo, entre ellas, ¿Cómo se explica la llegada de contenidos de propaganda nacionalsocialista al Caribe colombiano? ¿Qué mensajes de orientación nazi se difundían entre los alemanes en el Caribe colombiano?¿Qué papel jugó la existencia de organizaciones nazis en Barranquilla en la difusión y generación de contenidos de orientación nacionalsocialista?

La labor de responder a tales inquietudes y de conocer con algo de detalle el fenómeno de la circulación de contenidos impresos, específicamente en dos publicaciones con una marcada orientación pronazi, se desarrolla en una serie de apartados que constituyen este trabajo.

El primero de ellos está enfocado en describir la manera como tuvo lugar en Ba—rranquilla el surgimiento de algunas organizaciones de clara orientación, e incluso filiación, nazi, integradas por inmigrantes alemanes en la ciudad.

El segundo apartado inicia con algunas referencias acerca de lo que fue el proceso de toma de control de los medios impresos de comunicación en Alemania por parte del nacionalsocialismo, pasando luego a hacer mención de algunos casos en América Latina de publicaciones con clara orientación filonazi, para cerrar con el análisis de algunos de los aspectos de un boletín de noticias elaborado en Barran—quilla de clara favorabilidad al régimen de Hitler, pero que además se interesaba por asuntos locales propios de la comunidad de estos inmigrantes en el Caribe colombiano.

El tercer apartado se ocupa en esencia del que podría considerarse el órgano oficial del Partido Nazi elaborado en Barranquilla y circulando entre las comunidades de alemanes colombianas y algunas de países vecinos, el KaribischerBeobachter, que presentaba una línea editorial clara, de absoluta adhesión y defensa del régimen de Hitler y que servía como recurso de difusión de las ideas con las que se construía una imagen del régimen entre los lectores.

En el cuarto apartado de este trabajo se presentan algunos recursos de tipo teórico y conceptual que resultan de gran utilidad para la comprensión del objeto de estudio, entre ellos algunos postulados de la teoría de sistema—mundo, de Wallerstein (1979), y otros generados a partir de la crítica hecha al trabajo de dicho autor. También se mencionan algunas referencias conceptuales del campo de las migraciones que sirven para el análisis del comportamiento de los alemanes en Barranquilla.

Finalmente se desarrollan algunas ideas a manera de conclusión en el último de los apartados, donde se sintetiza lo que fue el fenómeno de la circulación y publicación de contenidos en el Caribe colombiano y se explica dicho proceso a la luz de las referencias conceptuales y teóricas mencionadas.

Alemanes y nacionalsocialismo en el Caribe colombiano

Colombia en general no ha sido un país particularmente atractivo para los inmigrantes, resultado de lo cual no arribaron hasta sus regiones y ciudades grandes cantidades de extranjeros, como sí sucedió en determinadas zonas de Brasil, Chile y Argentina a lo largo de los siglos XIX y XX. Múltiples argumentos utilizan los estudiosos para explicar la escasa migración hacia tierras colombianas; entre los cuales aparecen la inestabilidad política, que daba lugar a situaciones de conflictos armados, la ausencia de vías de comunicación y transporte en buena parte del territorio nacional y un clima poco familiar, y en ocasiones hostil, para inmigrantes del hemisferio norte (Vega Cantor, 2002, p. 35).

Sin embargo, a pesar del relativamente bajo número de inmigrantes, la trascendencia de las actividades de algunos de ellos en determinados ámbitos, como el comercio de importación y exportación, hacen necesario matizar la idea ampliamente extendida de que su escasa cantidad es sinónimo de nula incidencia en procesos económicos y sociales de las zonas en las que se asentaron y del país en general (Sourdís y Velasco, 2011; Fawcett, 1991; Vega, 2006, Silva 1999; García, 2006).

Uno de estos grupos de inmigrantes fue el de los alemanes, con particular protagonismo en la ciudad de Barranquilla, en el Caribe colombiano, población portuaria que por su dinámica comercial de entre finales del siglo XIX y principios del XX resultó atractiva para la instalación de algunas firmas comerciales alemanas, así como también para la llegada de algunos capitales que contribuyeron para estimular el proceso de desarrollo económico que vivió la población caribeña (Lázaro, 2012).

La llegada de la primera guerra mundial significó una momentánea ruptura en los circuitos comerciales a nivel mundial, que se percibió en Barranquilla (Solano, 1993, p. 33), especialmente en las actividades de intercambio que los empresarios alemanes venían desarrollando desde el último tercio del siglo XIX. Con el fin de la guerra y la normalización del comercio internacional, se generó un ambiente propicio para que varios de los empresarios germanos que habían venido desarrollando sus actividades comerciales en Barranquilla dieran continuidad a sus proyectos. Y también sucedió que a lo largo de la década de 1920 y como consecuencia de la crisis económica de Alemania, otros tantos ciudadanos de este país que tenían conocidos o parientes en el Caribe colombiano optaran por buscar en esta región un lugar para emigrar. Uno de los casos más representativos de la actividad empresarial alemana en Barranquilla durante esos primeros momentos de la posguerra fue el de la Sociedad Colombo—Alemana de Transportes Aéreos (SCADTA), firma de aviación comercial fundada a finales de 1919 y que reunió a hombres de negocios alemanes y colombianos para su constitución (Lázaro, 2014).

Como SCADTA surgieron otras tantas empresas, creadas varias de ellas sólo a partir de capitales alemanes, o en ocasiones de estos últimos unidos con dineros de empresarios colombianos, pero en ambos casos teniendo a ciudadanos de Alemania como directivos o trabajadores, con lo que en Barranquilla para la década del treinta el grupo de ciudadanos alemanes, sin ser extenso en número, aparecía sólidamente instalado y como factor de gran dinamismo en el proceso de desarrollo de la ciudad. Su presencia se podía encontrar en actividades tan diversas como el comercio de importación y exportación, la aviación, la navegación fluvial, las representaciones empresariales, la industria química y la compra y venta de finca raíz, por citar algunos ejemplos (Lázaro, 2012).

Buena parte de las actividades económicas de estos extranjeros se relacionaba, directa o indirectamente, con la conexión que habían establecido con los mercados internacionales y, en no poca medida, con ciudades alemanas como Bremen o Hamburgo, de las que eran originarios varios de ellos o con las que tenían importantes vínculos a través de los cuales se movilizaban productos, dinero y personas (Meisel, 1999).

La llegada de los nazis al poder en Alemania, en 1933, significó el inicio de un proceso de profundos cambios en la vida de los alemanes, no solamente de lo que residían en el Reich, sino también de muchos otros que se encontraban viviendo fuera de su país natal. Los alemanes en Barranquilla no permanecieron ajenos a la nueva realidad de Alemania, y en cierta forma aceptaron y se integraron a la misma, en la medida en que la distancia que mediaba entre ellos y su país de origen se lo permitía (Müller, 199, pp. 241—243).

De las diferentes muestras de adhesión al nacionalsocialismo entre los inmigrantes alemanes en Barranquilla dan referencias algunos trabajos; entre ellos el de los periodistas Silvia Galvis y Alberto Donadío, que lleva por título "Colombia Nazi" y en el que se desarrolla el argumento de que en Colombia en general, y con cierta fuerza en Barranquilla, se llevaron a cabo expresiones de adhesión y respaldo al gobierno de Hitler (Galvis y Donadio, 1986). Algunos otros autores, como Adolfo Meisel Roca (1999) y Luis Eduardo Bosemberg (2006), también aportan algunas referencias al respecto, señalando la existencia de colectivos nazis que desarrollaron actividades de propaganda en el marco de unas relaciones relativamente cordiales entre Alemania y Colombia.

En síntesis, en Barranquilla durante la segunda mitad de la década de 1930 hicieron presencia varias organizaciones nazis; entre ellas un Grupo Nacional con sus respectivas divisiones y jerarquías y vinculación directa con la Organización del Partido Nacionalsocialista para el Extranjero (AO) en Berlín, una pequeña sección de las Juventudes Hitlerianas, otra del Frente Alemán del Trabajo y el cuerpo consular, que para la época se encontraba en buena medida en manos de simpatizantes o adeptos del nacionalsocialismo.

Es difícil establecer cuántos de los alemanes residentes en Barranquilla estaban formalmente vinculados con dichas organizaciones o asistían plenamente convencidos de apoyar de manera absoluta al régimen hitleriano; lo que sí se puede apreciar en fotografías y otros documentos de archivo era que la asistencia a eventos nazis era considerable. Para arrojar un poco de luz sobre lo anterior se deben tener en cuenta las circunstancias de la época: en primer lugar, un alemán de esos años no tenía plena conciencia de muchos de los aspectos negativos que hoy conocemos con detalle sobre el régimen nazi, más allá de que ciertos abusos se cometieron de manera temprana. Por otro lado, existía la posibilidad de que se asistiera a esos eventos bajo cierta forma de presión, sobre todo teniendo en cuenta que las autoridades consulares, representantes del gobierno del Reich, estaban entre los organizadores y principales dinamizadores de este tipo de actividades (Informe de Manuel Manjarres, 1940). Finalmente, está el hecho de que muy seguramente también existían entre el grupo de alemanes en la ciudad verdaderos entusiastas del nacionalsocialismo, plenamente convencidos de las bondades del régimen liderado por Hitler y que respaldaban el proyecto político nacionalsocialista convencidos del papel que este había tenido en la superación de las distintas crisis de los años veinte en que había estado Alemania.

De cualquier forma, el mayor o menor nivel de adhesión al nacionalsocialismo por parte de alemanes en Barranquilla (y en otras partes del mundo) tiene una de sus formas de explicación en la notable campaña propagandística que caracterizó al régimen nazi. Es de sobra conocido el papel del Ministerio de Propaganda del Reich, liderado por Joseph Gõbbels, en la construcción de unos imaginarios en torno a temas como la República de Weimar, las conspiraciones judías internacionales que amenazaban a Alemania y el papel del nacionalsocialismo como la alternativa política que podía salvar a la nación alemana de la catástrofe.

Todas esas ideas y muchas otras divulgadas de manera amplia y luego firmemente establecidas en la Alemania de los años treinta constituyeron uno de los elementos fundamentales de la Gleichshaltung, que podríamos entender como "coordinación" de los distintos aspectos de la vida de la sociedad alemana con la ideología y el proyecto nacionalsocialista, una política de gobierno que orientó los distintos colectivos y organizaciones hacia una línea de acción integrada con el propósito nacionalsocialista de construir una "nueva Alemania".

En este orden de ideas, asociaciones juveniles, de artistas, de médicos, de profesores, de obreros y de cualquier tipo que aglutinara a alemanes pasó a estar bajo el control del gobierno nazi y a operar según los lineamientos que este le establecía. Similar situación se planteó para los alemanes en el exterior, quienes eran considerados como parte integral del Reich por lejos que pudieran encontrarse. Precisamente con el propósito de incorporar a estos alemanes en el proyecto nazi surgió la idea de tener una Organización del Partido Nacionalsocialista para el Extranjero (AuslandsorganizationderNSDAP, en adelante AO) (Farías, 2000, pp. 20—41).

Precisamente la AO, con su integración en 1937 en el Ministerio de Relaciones Exteriores (Dietrich, 2007, p. 143), adquirió especial fuerza en su propósito de difundir el nacionalsocialismo en el exterior; para lo cual contó con organizaciones como las ya mencionadas ramas en el extranjero de las Juventudes Hitlerianas, el Frente Alemán del Trabajo o la Asociación de Mujeres Nazis.

En conclusión, hacia la década de 1930, más específicamente en la segunda mitad, aparecen en Barranquilla una serie de organizaciones constituidas por alemanes que se encontraban adheridas, por lo menos en actividades de proselitismo, al proyecto nacionalsocialista. A este tipo de actividades les acompañaba una difusión de contenidos que circulaban por medios impresos, ya fueran folletos, cartillas, postales y otros recursos que eran puestos en circulación con el firme propósito de crear un ambiente en la comunidad de alemanes propicio para la expansión del nacionalsocialismo y la integración en el proyecto nazi. De uno de esos medios impresos, el órgano de difusión del colectivo nacionalsocialista en Barranquilla, nos ocuparemos en las siguientes páginas.

Los medios impresos como recurso de expansión de las ideas nacionalsocialistas

El mencionado proceso de Gleichshaltung o coordinación se llevó a cabo en los múltiples ámbitos de la sociedad alemana, y el campo de los medios de comunicación no estuvo al margen de esta estrategia de cooptación, sobre todo por el papel que los mismos desempeñaban en la creación y difusión del ideario nazi y de los imaginarios que el gobierno del Reich ponía en circulación. El mismo Gõebbels, desde el Ministerio de la Propaganda y en el primer año de gobierno de los nazis, estableció unos parámetros que debían ser acatados por los distintos medios de comunicación del Reich que se encontraban integrados (por conveniencia o por verdadera adhesión) en el proyecto nacionalsocialista, lógicamente ajustados a los propósitos nazis y que quedaron expuestos en su "Guía para la ejecución de la Propaganda Nazi" (Mejía, 1985, p. 22).

Al establecimiento de estas condiciones le siguieron medidas más rígidas, respaldadas incluso por leyes, como sucedió en octubre de 1933, cuando se determinó que el cargo de editor en Alemania traía incorporadas responsabilidades como las de cualquier empleo oficial, por lo que su línea de acción debía estar plenamente coordinada con los propósitos de gobierno. Paralelo y complementario con la medida mencionada, se produjo la compra por parte de los nazis de más de dos mil periódicos en todo el Reich, acción que fue respaldada por el músculo financiero del millonario Max Amann, gracias a lo cual se logró constituir y poner en marcha Editorial Alemana (Mejía, 1985, p. 23). A todo lo anterior se suma el cierre forzado de los distintos medios impresos de todos aquellos que se mostraran críticos con el nacionalsocialismo, con lo que el control de los recursos para la difusión de ideas y la construcción de opinión pública quedó en manos del régimen de Hitler (Mosse, 2003, pp. 5—11).

Por todo lo expuesto, queda claro el papel que los nazis asignaban a los medios de comunicación, y de manera específica a los impresos, que a diferencia de la radio, por citar un ejemplo, tenían la posibilidad de mantenerse en circulación durante un buen tiempo luego de ser emitidos.

La propaganda nazi impresa hacía especial énfasis en remarcar ciertos aspectos de la cultura germana, así como de la historia de Alemania, siendo esta última difundida a través de contenidos en los que se daba particular realce a las figuras representativas, consideradas muchas veces como modelos para seguir y relacionándolas, en ocasiones de manera poco lógica y forzada, con figuras del Tercer Reich (Mosse, 2003, pp. 93—127). Estaba el caso, por ejemplo, de Federico el Grande (1712—1768), cuyos dotes militares y capacidad organizativa del Ejército prusiano se tomaban como propios de la tradición germana, y de los que Hitler, según consideraban, era depositario. Se destacaban también valores considerados como típicos del ser germano, como la disciplina, la abnegación, el amor por el trabajo y el cumplimiento del deber, todos ellos, en opinión de los propagandistas nazis, esenciales para la construcción del nuevo Reich (Abellán, 1997, p. 16).

Es preciso recordar que todas estas estrategias de difusión de contenidos nazis a través de medios impresos se enmarcan en la política de Gliechshaltung (Coordinación), y que esta última no fue pensada exclusivamente para los alemanes residentes en el Reich, sino que tuvo también entre sus propósitos la integración de los alemanes en el exterior con el proyecto nacionalsocialista. Por lo anterior, en la década del treinta es posible encontrar circulando en distintos países contenidos relacionados con el nacionalsocialismo, los cuales eran enviados desde Alemania o elaborados en los mismos lugares de difusión. El continente americano no escapó a esta situación y en poblaciones y regiones en los que existían colectivos de alemanes relacionados con la situación política de su país se produjeron procesos de divulgación de dichos contenidos.

Uno de los casos más llamativos de circulación de contenidos impresos relacionados con temáticas nazis se produjo en Brasil, en 1932, a través de una revista llamada Deutscher Morgen ("Mañana alemana"), que circulaba entre los alemanes de la ciudad de San Pablo y cercanías. Lo que más llama la atención de este caso es precisamente la fecha tan temprana en que se encontraba circulando, por lo que constituye un ejemplo de avanzada nazi en el exterior, desde cuyas páginas se invitaba a "despertar" y a participar del "nuevo tiempo" que estaba por llegar para Alemania. Esta publicación, según comentan Dietrich (2007, p. 153), se erigió como el principal órgano de propaganda del nacionalsocialismo en San Pablo.

Chile también fue un país que contó con un importante grupo de inmigrantes alemanes que en los años treinta destacaron por sus expresiones de apoyo y adhesión al régimen de Hitler. Como es natural, los alemanes en el país austral dispusieron de órganos de difusión del ideario nazi, así como de asuntos relacionados con la propia comunidad germana en territorio chileno, siendo el más representativo el Mitteilungsblatt der NSDAP—Landesgruppe Chile, a cargo directamente del Grupo Nacional del Partido Nazi en Chile (Farías, 2000, p. 35).

Volviendo al caso de Barranquilla y el grupo de alemanes que se encontraban residiendo en la población caribeña, estos también tuvieron la iniciativa de crear un órgano de difusión, al que llamaron "Boletín de noticias de interés de la comunidad alemana". No se conoce una fecha exacta del momento en que empezó a circular esta publicación; los primeros números encontrados datan de comienzos del segundo semestre 19351, y a través de ellos se pueden apreciar las características de una publicación cuyo fin principal, a grandes rasgos, era mantener informada a la comunidad de alemanes en Barranquilla de los asuntos propios de dicho colectivo, de los de su país de origen y del ámbito internacional.

La publicación en mención era de carácter semanal, se producía en la misma ciudad caribeña colombiana. No solamente era puesta a disposición de los alemanes de esta última, sino que circulaba en otras poblaciones en las que existía presencia alemana, como Cartagena, Manizales, Medellín, Pereira, Cali y Bogotá, donde existía un encargado de su repartición (Editorial, 1935).

Los números consultados del mencionado "Boletín" presentan en su apariencia, tanto externa como interna, una imagen simple, elaborada con técnicas de impresión sencillas, de lo cual resulta un trabajo de diagramación bastante básico, solo con algunas ilustraciones en el interior del impreso y en un papel rústico. El tipo de letra que se utiliza en los contenidos es similar al que incorporaban las máquinas de escribir, sin mayores arreglos ni variaciones. Llama la atención también la gran cantidad de avisos publicitarios, probablemente una de las fuentes de financiación del impreso, en los que se anuncian empresas alemanas, la mayoría de ellas ubicadas en Barranquilla. Es importante señalar también que la mayoría de los contenidos de la publicación estaba en idioma alemán.

La revisión de una buen parte de los ejemplares de la publicación en mención permitió constatar que entre los temas de constante abordaje estaba el de la política internacional, siendo posible encontrar una buena cantidad de artículos sobre este ámbito entre sus páginas. Estos trabajos eran elaborados en su mayoría por autores del Reich, es decir, no se escribían en Colombia sino que eran recibidos desde Alemania para su puesta en circulación (Bruenninghaus, 1935).

Era frecuente también encontrar en el "Boletín" artículos relacionados con la situación de Alemania, especialmente con los aspectos positivos del régimen nazi, con lo que esta publicación constituía uno de los vehículos de difusión de la imagen positiva proyectada desde el Reich sobre la población alemana en el exterior. Un ejemplo de lo anterior se puede encontrar en el contenido de un artículo titulado "Protección de la saluda nacional" ("Schutz der volksgesundheit", 1935), publicado en el número 27, en 1935, en el que se destacaban los avances que la Alemania nazi había tenido en materia de cobertura y calidad en la salud de los alemanes, y se marcaba una gran diferencia, según el autor, con lo que había sucedido durante la República de Weimar. En la misma línea de lo anterior, otro artículo del número 37 de ese mismo año daba cuenta de la satisfacción que sentían las autoridades del Reich por la cohesión que caracterizaba al pueblo alemán desde la llegada del nacionalsocialismo al poder:

El pueblo alemán ha encontrado una unidad y disciplina sin precedentes. Esta expresión de la fuerza del movimiento [nacionalsocialista] es también la expresión de la fuerza del régimen actual. La nación alemana se ha convertido en lo que durante siglos había anhelado en vano: una hermandad popular libre de prejuicios pasados e inhibiciones ("Der Fuehrer und Reichskanzler vor dem Reichstag", 1935).

Algunos de los contenidos que hacían referencia a Alemania o a la situación internacional eran tomados parcial o totalmente de otras publicaciones, como por ejemplo del órgano oficial del Partido Nazi en Alemania, el Volkischer Beobachter, que ponía en circulación artículos con una directa carga ideológica que constituían insumo para los propósito de difusión del nazismo tanto dentro como fuera de Alemania.

Sucedía también que varios de los textos publicados en el "Boletín" hacían referencia a situaciones relacionadas con las actividades de los colectivos de alemanes residentes en diferentes ciudades colombianas, y especialmente de los que vivían en Barranquilla, o también notas informativas sobre asuntos que podían ser de interés general para los ciudadanos del Reich en Colombia. Así, en septiembre de 1935 se publicó un artículo titulado "Informe sobre la reunión colombo—alemana en Berlín el 20 y 21 de julio de 1935", en el que se describía el encuentro que había tenido lugar en la capital alemana en los días mencionados y por motivos de la celebración del grito de independencia de Colombia, de un buen grupo de ciudadanos de este país en Alemania y de ciudadanos alemanes que tenían o habían tenido algún vínculo con Colombia. La celebración, afirmaba el texto, se había producido en un clima de "hermandad", que era el resultado de las buenas relaciones entre ambos países ("Bericht ueber das Treffen der Kolumbien—Deutschen in Berlin am 20. Un 21. Juli 1935.", 1935).

Como en otras publicaciones, las referencias históricas ocupaban un lugar importante en el "Boletín", siempre tratando de establecer una relación entre hechos destacados de la historia alemana y los procesos que se estaban desarrollando en el Tercer Reich. El 22 de agosto de 1936 se publicó un artículo en el que se recordaba a los lectores que mil años antes, en 936, había muerto el rey germano Heinrich I, con quien, según se afirmaba, había dado inicio el gran Imperio alemán. Esos mil años que habían transcurrido desde entonces habían sido de "lucha constante por mantener la pureza y la abundancia biológica que caracteriza a los alemanes"; consciente de lo cual Hitler había asumido el compromiso de obtener el Lebensraum (espacio vital) que demandaba el pueblo alemán para su natural desarrollo, procurando además asegurar la larga vida, de por lo menos mil años, para el nuevo Reich (Olms, 1936).

A través del "Boletín" también se propiciaban vínculos más estrechos con la Alemania nazi, como por ejemplo aquellos a través de los cuales se buscaba que los alemanes en Colombia tomaran parte directa de algunas de las iniciativas que el gobierno del Reich estaba llevando a cabo. Un ejemplo claro de ello se puede encontrar en la convocatoria lanzada por las autoridades alemanas en 1936 a través del "Boletín" para que los alemanes en territorio colombiano aportaran recursos para el Fondo de Socorro de Invierno, creado con la finalidad de proporcionar ayuda a los habitantes del Reich con dificultades económicas y en condiciones poco adecuadas para soportar el hambre y el frío en la época invernal. Si bien el llamado a la colaboración incluía una referencia a los avances que en materia de asistencia social se habían conseguido desde la llegada del nacionalsocialismo al poder, también se mencionaba que todavía quedaban muchos asuntos por atender, y que solo con la solidaridad de los alemanes, tanto en el Reich como el exterior, podía llegar a cumplirse el objetivo de edificar la gran Alemania (Nachrichtenblatt, 1936).

Hasta los últimos números emitidos, los de finales de 1936, el "Boletín de noticias" mostró apenas algunos cambios con respecto al formato que presentaba en 1935, de cuando datan los primeros ejemplares de que se dispone, que no eran los primeros en ser puestos en circulación. Tal vez la transformación más llamativa fue que se hicieron algunas mejoras en el diseño y calidad del papel, y que los contenidos presentaban una cada vez más abierta exposición de las ideas nazis.

Karibischer Beobachter: Un magazín nazi desde el Caribe colombiano

Para 1937 no circulaba ya el "Boletín de noticias de interés de la comunidad alemana". Desde el 1° de enero fue puesta en circulación en Barranquilla una publicación denominada Karibischer Beobachter ("Observador del Caribe"), que también era enviada a grupos de alemanes en otras ciudades. Incluso algunos números llegaban a países vecinos, y otros tantos llegaban a Alemania. Como ya venía sucediendo con el "Boletín", algunos de los contenidos seguían elaborándose en Barranquilla ("Informe de Manuel Manjarrés", 1940), y otros eran enviados del Reich o tomados parcial o totalmente de otros órganos impresos nazis.

Uno de los aspectos más llamativos del Karibischer fue su diseño. La portada presentaba los colores tradicionales del nacionalsocialismo, es decir, el negro y el rojo; el primero de ellos evocando la profundidad y aportando un sentido ceremonioso, tan característico de los nazis, y el segundo como símbolo de la fuerza y el vigor, también muy asociados a la retórica nacionalsocialista.

Uno de los objetivos de las diferentes publicaciones nacionalsocialistas o relacionadas estrechamente con el proyecto nazi fue la construcción de una buena imagen del régimen de Hitler; lo que adquiría particular relevancia en el exterior, donde las agencias de prensa de los países democráticos y los críticos de la Alemania nazi denunciaban los sucesos en este país. Para la segunda mitad de la década de 1930, y como consecuencia de la agresiva política exterior alemana, el mantenimiento de una imagen positiva se hizo cada vez más difícil, pero con todo y ello la estrategia se mantuvo. En el caso del Karibischer, orientado más hacia un público alemán en el exterior, las explicaciones a los lectores sobre las acciones del régimen nazi se daban en clave nacionalista, buscando generar en ellos la idea de que existía un sentido justo en cada paso que daba el Gobierno alemán para anexar territorios, reincorporar algunos otros perdidos como consecuencia de las medidas de la posguerra o desconocer los compromisos adquiridos en Versalles.

Ejemplo de lo anterior fue el trato editorial que le dio el Karibischer Beobachter al retorno al Reich de los territorios del Sarre en 1936, ocupados por tropas francesas luego de la Primera Guerra Mundial, y cuya población mediante referéndum impulsado y preparado en detalle por los nazis votó de manera abrumadora por reintegrarse plenamente a Alemania; frente a lo cual en el Karibischer se afirmaba que dicha votación era una "muestra de unidad sin precedentes" en la que la población de esta región había tomado la decisión de retornar al Reich a pesar de "el terror, la opresión y las tentaciones" ("Saarbstimmung", 1938).

Otro de los momentos críticos en la situación política en Europa fue la desmembración del territorio checoslovaco por parte de varios de sus vecinos, incluyendo Alemania, en 1938, y que se inició precisamente con la protesta del régimen de Hitler frente a la presunta situación de los alemanes que luego de la Primera Guerra Mundial habían quedado integrados en el nuevo estado de Checoslovaquia, ubicados en el territorio de los Sudetes. Desde las páginas del Karibischer se hacía eco a dichas demandas señalando que "3.300.000 alemanes [en los Sudetes] son la minoría más importante de Europa [...] una abrumadora mayoría separada sólo por las fronteras políticas del resto de la población alemana". Se afirmaba también que el alemán de estos territorios había sido siempre "trabajador, feliz y pacífico, que no conocía de hambre y necesidad", pero que su situación había cambiado luego de la separación de Alemania a que había sido sometido (Rothhacker, 1938). De esta manera se justificaba la acción que terminó con el retorno al Reich del territorio de los Sudetes.

Otro de los temas que con cierta frecuencia se abordaban en el Karibischer era el del pasado inmediato de Alemania, el de antes de la llegada del nacionalsocialismo al poder, es decir, bajo la República de Weimar, régimen este último sobre el cual se cargaba prácticamente la totalidad de la responsabilidad por las crisis alemanas de los años veinte. Un artículo de comienzos de 1939 se ocupaba del Tratado de Versalles y de la actitud de los políticos alemanes frente a lo que se consideraba una serie de obligaciones injustas impuesta por los vencedores de la Primera Guerra Mundial. Se señalaba de "impactante y vergonzoso cómo los partidos políticos y sus exponentes, que gobernaron luego a Alemania, estuvieron sujetos a los vDictadosv de Versalles"; pero también se hacía mención de que, para fortuna de Alemania, "el movimiento nazi ha prevalecido, y el Sistema de Versalles se puede romper, porque su apoyo más fuerte, la República de Weimar, ha sido derribada ("Das System von Versalles",1939).

Como respaldo a la idea de que la llegada de los nazis al poder había significado una gran transformación en Alemania, se destacaban los desarrollos técnicos y tecnológicos que se estaban produciendo, como no podía ser de otra forma, desde 1933. En un artículo titulado "El nuevo Zeppelin", publicado el 1° de enero de 1939, se daban detalles acerca de los avances que había alcanzado la compañía fabricante de dirigibles en cuestión de materiales y diseño, con los cuales aspiraba a proporcionar mayores comodidades y óptimas medidas de seguridad orientadas a evitar que "las circunstancias que produjeron el accidente del Hindenburg no se repitan" ("Der Neue Zeppelin", 1939). De manera complementaria al artículo en mención, otro texto de ese mismo número del Karibischer hacía referencia al hecho de que la tecnología alemana también podía ser disfrutada fuera de Alemania y por no alemanes, específicamente por quienes utilizaban los recursos de la empresa marítima Hamburg—Amerika Linie, que para ese entonces, principios de 1939, estaba construyendo tres grandes embarcaciones que serían puestas en operación para conectar puertos de Europa con varias ciudades portuarias de Cuba, México y las Antillas ("Hapag baut drei" neue Shiffe, 1939).

Otro tópico abordado en varias ocasiones en el Karibischer fue el de la disputa ideológica con la Unión Soviética, a la que se presentaba como el opuesto con el que no existía forma de reconciliación. Este tipo de posiciones se hacían ya evidentes en años anteriores a la circulación de Karibischer, por ejemplo en el "Boletín de noticias", donde era posible encontrar artículos que expresaban dicha rivalidad, tal y como se muestra en un trabajo del número 29 de la publicación, de 1936, en el que se habla del nacionalsocialismo y el Comunismo como "tesis y antítesis del siglo XX", respectivamente ("Nationalsozialismus und Bolschewismus", 1936).

Siguiendo esa línea se encuentran ya en el Karibischer artículos de abierta denuncia de la represión del régimen de Stalin ("Hinter roten kerkermauern", 1939) y de la invasión soviética sobre los países del Báltico ("Marschieren die Bolschewisten nach Riga?", 1939). Llama la atención que los ataques a través de medios impresos sobre la Unión Soviética se mantuvieran en fecha tan cercana a la firma del Pacto de No Agresión suscrito entre Molotov y Von Ribbentropp, ministros ruso y alemán, respectivamente.

Una buena parte de los contenidos del Karibischer apuntaban en el sentido de reforzar en los alemanes en Colombia la idea de pertenencia a un colectivo por encima de las fronteras políticas. Resalta en todo ello el hecho de que a pesar de ser elaborada en Barranquilla (aunque con trabajos originados en Alemania), los artículos publicados en la revista resultaban de potencial interés para cualquier alemán sin importar el lugar donde estuviese; lo que destaca el valor propagandístico de la misma, muy a tono con la estrategia de conectar a los alemanes en la distancia con el proyecto nacionalsocialista.

En dicha labor de propaganda los contenidos generados en la propia Barranquilla tampoco desentonaban, puesto que se ajustaban plenamente a la línea del discurso emitida desde Berlín, que buscaba en buena medida crear un imaginario altamente positivo sobre el régimen de Hitler. Un artículo publicado en enero de 1937 es evidencia de lo señalado. El escrito era de autoría de Hans Itzel, jefe del Grupo Nazi Local, y en él se llamaba la atención acerca del papel del nacionalsocialismo como factor unificador y orientador de la vida del pueblo alemán, gracias al cual se habían podido obtener resultados que bajo otras condiciones de gobierno no era posible alcanzar. Alemania representaba lo opuesto a las democracias, a las que los nazis consideraban como débiles y sobre las cuales hacía el autor una velada referencia al señalar que "podemos notar que en todos los ámbitos de la vida y en todas partes del mundo, las opiniones políticas son opuestas y luchan entre sí" ("Arbeitsgemeinschaft Der Deutschen", 1937, p. 2).

El artículo en mención es interesante por cuanto se aprecian en él de manera clara algunos de los elementos con los cuales se construían las representaciones sobre el régimen nazi que eran difundidas entre los alemanes en este lado del Atlántico. El autor señala, por ejemplo, el papel de los dirigentes nacionalsocialistas en la consolidación del proyecto de la nueva Alemania, de quienes afirmaba eran "hombres inspirados en una filosofía de vida [formada] en los momentos difíciles de las guerras mundiales y en la lucha contra la decadencia interna", entendida esta última como el rasgo principal de la República de Weimar ("Arbeitsgemeins—chaft Der Deutschen", 1937, p. 2).

El artículo continúa con unas referencias del autor a lo que él consideraba era realmente el Nacionalsocialismo, un producto de los mejores elementos del nacionalismo y del socialismo, y lo que podía llegar a significar para la unión de los alemanes: "el nacionalismo nos obliga en cualquier momento a defender a nuestro pueblo alemán [...] el socialismo nos obliga a respetar a los compañeros como tales [...] puestos uno al lado del otro y no uno sobre el otro" (p. 3). Y finalmente expone en un mensaje integrador dirigido a los lectores alemanes en Barranquilla y a los del resto del país, el propósito del proyecto nacionalsocialista a nivel mundial: "la realización del nazismo en el pueblo alemán [...] cerca de 100 millones de alemanes conectados por el mismo origen [...] somos todos sin excepción, si estamos en las ciudades, en los pueblos o en la solitaria vida de las granjas" (p. 3).

Algunas referencias teóricas y conceptuales para comprender la circulación de contenidos nacionalsocialistas en el Caribe colombiano

Los efectos de la situación política internacional en los años treinta y cuarenta del siglo XX tuvieron un impacto a nivel mundial que en ningún otro momento de la historia es posible encontrar; lo que se explica en buena medida por el alto nivel de integración alcanzado en esas décadas entre múltiples y diversas zonas del planeta, lo cual lugar a una situación en la que los hechos y procesos que se desarrollaban en un determinado lugar eran perceptibles con mayor o menor intensidad en otros espacios.

Uno de los autores que ha intentado explicar el estado de cosas en mención es Inmanuel Wallerstein, quien ha elaborado un recurso teórico denominado "Teoría de Sistema—Mundo", a través del cual busca analizar y comprender las características históricas y la dinámica de los procesos que desde finales del siglo XV y hasta la actualidad han caracterizado a una buena parte del planeta. Más allá de las críticas y de las discusiones generadas en torno a algunos de sus postulados, la teoría de Wallerstein aporta elementos de gran utilidad para comprender la manera como las conexiones establecidas, muchas veces en el marco de actividades económicas pero fortalecidas por otros aspectos, fueron esenciales para que los sucesos de la primera mitad del siglo XX se hicieran realmente mundiales.

En primer lugar, tenemos el concepto que aporta el mismo Wallerstein acerca de lo que es el Sistema—Mundo ideado en su trabajo. Lo define como "una zona espacio—temporal que atraviesa múltiples unidades políticas y culturales, una que representa una zona integrada de actividad e instituciones que obedecen a ciertas reglas sistémicas" (Wallerstein, 1979a, p. 219). Para efectos de este trabajo resalta de la anterior definición la característica determinante de la naturaleza del sistema de operar a través de algunas de sus lógicas y dinámicas por encima de las típicas barreras políticas, esto es, por encima de los tradicionales límites que imponen los Estados—nación.

La anterior definición acerca de lo que es un sistema—mundo se complementa con una descripción de las partes que lo integran; entre las que sobresalen las de "centro" y "periferia" (Wallerstein, 1979b, p. 491), caracterizadas como un componente activo, que emite o produce, y otro pasivo, que recibe y es modelado por el anterior. Este aspecto de la teoría en mención ha sido fuertemente discutido, y sobre el mismo Kardulias y Hall (2008) han planteado que la pasividad de la periferia está más asociada con un sesgo eurocentrista de la teoría de sistema—mundo que a una observación detallada de los procesos históricos. En ese sentido, los autores mencionados señalan la necesidad de explorar las resistencias y reacciones que se producen en la periferia frente a las acciones generadas en el centro para de esta manera tener una imagen más completa del funcionamiento del sistema.

Ahora bien, la caracterización general del Sistema—Mundo construida por Wallerstein y complementada, discusiones mediante, por otros autores, como los ya mencionados Kardulias y Hall, puede ser de gran utilidad al momento de analizar ciertos aspectos de la situación política internacional de la década de los treinta, como se comprobará en el siguiente apartado, pero la dinámica de circulación de ciertos contenidos propagandísticos nacionalsocialistas en el Caribe colombiano demanda una reducción de la escala de observación en el funcionamiento del Sistema.

En primer lugar, es importante citar de nuevo a Inmanuel Wallerstein (2005), quien establece que aunque la estructura que describe atraviesa fronteras políticas, los Estados siguen teniendo vigencia, y que entre ellos operan ciertas transacciones, a saber: de mercancías, de capital y de personas (p. 69). Interesa particularmente el caso de estas últimas, puesto que constituyen en buena medida la base de las anteriores y de otras que puedan darse, como las culturales. Así las cosas, las migraciones en sus distintos tipos (forzadas, voluntarias, temporales, permanentes, etc.) constituyen un elemento de gran importancia para conocer las relaciones que se establecen entre distintas partes del Sistema—Mundo.

Con el desarrollo de los medios de comunicación y de transporte a lo largo del siglo XIX, que permitieron una fuerte conexión entre distintos puntos del globo, se produjo un notable incremento en los flujos migratorios. Y sobre la base que constituyeron estos dos procesos, incremento en las comunicaciones y en la dinámica de migración, se generaron formas de contacto e interacción particularmente dinámicas entre las sociedades de diferentes y distantes lugares. Igualmente, los nuevos migrantes dejaron de estar tan alejados de sus lugares de origen y establecieron vínculos con ellos desde sus nuevos espacios de asentamiento. Esta situación particular se concreta en un fenómeno que Basch, Glick y Szanton (1994) denominan transnacionalismo, que definen como "The processes by which inmigrants forge and sustain multi—stranded social relations that link together their societies of origin and settlement [...] many inmigrants build social fields that cross geographic, cultural, and political borders" (p. 7).

Como complemento a la definición anterior sobre lo que es el transnacionalismo, Natalia Ribas (2004) hace un aporte puntual en lo que ella denomina "migración transnacional", que si bien es un concepto de aplicación para periodos muchos más recientes en la historia (como por ejemplo desde los años setenta del siglo XX), sí empieza a aparecer en algunos de sus rasgos característicos hacia la década de los treinta, como por ejemplo en la "continua circulación de individuos, dinero, productos e información" (p. 74); lo cual corresponde también a lo señalado por William Robinson cuando hace referencia a que antes de la Primera Guerra Mundial existía una "integración hueca", mientras que después de dicho conflicto empieza un estrechamiento de las conexiones entre distintas partes del mundo, que es gradual y que solo hasta la década de 1970 se puede considerar como "integración profunda".

Es en el marco de todos esos procesos mencionados que se produce la llegada de contenidos nazis al Caribe colombiano; siendo la presencia de inmigrantes alemanes que sirven como conectores entre la realidad política alemana y su nuevo lugar de asentamiento uno de los factores determinantes para que dichos contenidos crucen el Atlántico. Ahora bien, dos referencias a procesos nos resultarán de gran importancia para el análisis del siguiente apartado, ambas asociadas con las formas como los inmigrantes interactúan con la sociedad del lugar al que arriban. La primera de ellas, muy específica, fue acuñado por Ana María Dietrich en su tesis doctoral sobre nacionalsocialismo en Brasil, y la denomina "tropicali—zación del nazismo", haciendo referencia a través de la misma a la forma como los alemanes adeptos y relacionados con el Partido Nacionalsocialista y otras organizaciones de este tipo en Brasil lograron adaptar algunas de las prácticas propias del nazismo en Europa a un contexto poco favorable para la implementación de las mismas como lo era América Latina, principalmente a través de una disminución de los niveles de intensidad, tanto en los discursos como en las prácticas, de los más radicales conceptos y posturas ideadas e implementadas en la Alemania totalitaria (Dietrich, 2007).

La segunda de las referencias es tomada de la teoría de las migraciones, de manera puntual del trabajo de Selim Abou, para quien el contacto de los inmigrantes con la sociedad de acogida da lugar a una serie de reacciones, sobre todo cuando ambas culturas, foránea y nativa, se enfrentan. Esas reacciones se producen en momentos distintos del proceso de inmigración y varían en función de la manera como se acoplen o repelan los diferentes elementos culturales de los grupo. Interesa de manera particular en este trabajo el poceso de contra—aculturación, al que Abou define como "rechazo de la aculturación y un retorno a las fuentes de la cultura originaria" y se presenta cuando "amenazado en su identidad cultural, el grupo minoritario se recobra en un último esfuerzo y trata, por medio de un retorno a las fuentes de su cultura, de restaurar su personalidad cultual 'auténtica'" (Abou, 1989, p. 50). Un lugar común en este tipo de procesos es el surgimiento de manifestaciones etnocentristras, que tienen espacio en el marco de sistemas autorreferenciales en los que aparecen sobreestimados elementos propios como costumbres, leyes, lengua y religión, entre otros, simultáneo a lo cual se crea una visión de los otros grupos en la que son "evaluados como inferiores" (Ribas, 2004 p. 211).

A manera de conclusión

A la luz de las referencias teóricas y conceptuales planteadas en el apartado anterior es posible extraer algunas conclusiones acerca del tema objeto de estudio en este trabajo, que es básicamente la circulación de contenidos nacionalsocialistas en el Caribe colombiano a través de medios impresos, específicamente en la ciudad de Barranquilla.

En primer lugar, la llegada de información desde el Reich ocurre en el marco del ya mencionado proceso de integración mundial referenciado por Wallerstein, que para la década de 1930 presentaba algunos rasgos bastante claros. No es casualidad el hecho de que contenidos nazis llegaran al puerto colombiano, que para ese momento tenía probablemente el mayor nivel de inserción en la dinámica comercial internacional que cualquier otro del país. De esta manera, el caso de dichos contenidos propagandísticos alemanes circulando en medios impresos en Barranquilla, a miles de kilómetros del lugar en el que se originaban, constituye una prueba bastante clara de la manera cómo funcionaba el sistema, que daba lugar no solo a la circulación de productos de tipo comercial, sino también a la difusión de expresiones de la política y la cultura.

Pero no se trataba solamente, como pudiera parecer, de la difusión de contenidos desde el centro (político), en Berlín, hasta la periferia, el espacios de actividades de los alemanes en Caribe colombiano, puesto que el caso estudiado en este trabajo, en la misma línea de una de las críticas hechas a la teoría del Sistema—Mundo, permite apreciar que la periferia no era absolutamente pasiva, sino que generaba sus propios recursos. Esto es especialmente evidente en el hecho de que una parte de los contenidos que se publicaban en los medios impresos nazis en Barranquilla se generaban en la misma ciudad, por parte de ciudadanos alemanes que no dudaban en expresar sus simpatías y adhesión al proyecto nacionalsocialista. La situación descrita también pone en evidencia otro aspecto de la política alemana de la época ya comentado: aun sin disponer de cifras puntuales de militantes nazis en Barranquilla, la Gleichshaltung alcanzó las costas colombianas y cumplió, por lo menos en algunos casos, el propósito de integrar y coordinar ciudadanos del Reich en el exterior con el proyecto nazi.

Ahora bien, todo lo anterior fue posible gracias a la existencia de un grupo de alemanes particularmente dinámico y con cierto nivel de coerción en Barranquilla. En algunos casos en América Latina sucedió que campesinos alemanes se encontraban dispersos por espacios geográficos rurales, lo que hacía difícil la construcción de organizaciones políticas que cumplieran el objetivo de la Gleichshaltung. A diferencia de las circunstancias descritas, dadas en algunos parajes rurales de Chile y Brasil, por ejemplo, una parte importante de los alemanes residentes en Barranquilla mantenía contactos entre sí y en algunos casos de manera estrecha con su país de origen, llegando incluso a tener allí las matrices de sus casas comerciales cuyas sucursales operaban en Colombia. Adicional a lo anterior, mantenían vínculos familiares y sociales en ciudades como Bremen y Hamburgo, a las que tenían como segundo lugar de residencia varios de aquellos que se encontraban radicados en Barranquilla.

El constante ir y venir a través del Atlántico y las ya mencionadas conexiones crearon un espacio transnacional en el que estos inmigrantes se movían con relativa facilidad, y que además hizo posible la circulación de ideas y prácticas cuando el nacionalsocialismo se propuso exportarlas. Fue entonces en el marco de dicho espacio como se creó y mantuvo un flujo de información que constituyó la base de unos imaginarios acerca del nazismo y del Reich, esenciales para la adhesión de otros tantos alemanes, aunque fuera de manera parcial y más simbólica que orgánica, a la política de Gleichshaltung y, por consiguiente, al proyecto nazi.

Finalmente es importante mencionar que con la difusión de contenidos nacionalsocialistas se produjo en Barranquilla (como muy probablemente en otros lugares fuera del Reich) una revitalización del sentido de pertenencia de los alemanes a una misma comunidad por encima de las fronteras políticas; lo que se cimentó en buena medida sobre la idea de la singularidad y superioridad de la cultura germana permanentemente remarcada a través de los contenidos circulantes, lo cual abrió el espacio para que se produjera una forma de "contra—aculturación" por parte de los alemanes en Barranquilla, que buscaron fortalecer esos rasgos culturales propios en un entorno distinto en el que como minoría podían llegar a verse inmersos y con gran riesgo para su propia identidad. De todo esto dan prueba las múltiples actividades que congregaban a estos inmigrantes —en las que lo típicamente alemán constituía un punto de encuentro—, los mismos contenidos elaborados a nivel local y la tendencia a crear espacios exclusivos en los que elementos culturales nativos eran excluidos o separados de los considerados como típicamente alemanes. Con todo, conocedores de las dificultades que podría acarrearles una defensa a ultranza de ideas y expresiones culturales en detrimento de las locales, así como de convicciones políticas contrarias a la democracia, estos alemanes optaron por matizar los postulados más radicales del nacionalsocialismo, en un ejercicio similar al mencionado por Ana María Dietrich para Brasil y que la autora dio en llamar "tropicalización del nazismo".


Notas

1Los números de esta publicación y de la que le sucedió se encuentran en el Archivo de Instituto Iberoamericano de Berlín.


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