ISSN Electronico 2145-9444
ISSN Impreso 1657-2416
Volumen 22, enero - junio 2015


EDITORIAL

La educación ha cobrado un inusitado auge dentro de las esferas políticas de muchos de los países, ya sean estos industrializados o no, desarrollados o en vías de desarrollo. Gran parte de los gobernantes actuales señalan que ella es el camino a una nueva sociedad, el camino hacia el desarrollo así como la estrategia clave para la competitividad y muchas otras ideas más. Y tienen razón. La educación es el arma más poderosa con la que cuenta el ser humano y como toda arma puede ser usada para bien o para mal.

No es un secreto que con ella se pueden perpetuar ideologías que han desatado guerras entre hermanos y hermanas, que han convertido a los seres humanos en esclavos de los más poderosos ya sean personas, conglomerados o industrias. Pero asimismo, puede ser la puerta de la liberación de hombres y mujeres con pensamiento crítico, capaces de convivir pacíficamente con las diferencias, gestores de su propio destino, constructores de sociedades equitativas y respetuosas del medio ambiente, en fin seres humanos más humanos.

Sin embargo, para lograr esto, se necesita de un cambio en los docentes y en padres y madres. En primer lugar los padres y madres de familia, quienes tienen como obligación la formación de sus hijos e hijas como ciudadanos responsables y activos, que tengan la capacidad de transformar su entorno social. Y luego, acompañando en esa acción, los docentes quienes están obligados no solo a impartir instrucción, sino también a educar en valores a esos niños, niñas y adolescentes.

En esa ardua tarea, los docentes deben estar preparados para mostrar a sus estudiantes las oportunidades que les ofrece el conocimiento, pero para ello deben enseñar a acceder a ese conocimiento. Y para que esta enseñanza sea efectiva, los maestros y las maestras tienen que convertirse en investigadores de su práctica, reflexionando acerca de ella y cotejándola con teorías propuestas sobre la educación. Solo así, podrán estar a la altura de los retos que impone la sociedad actual.

Desde hace 15 años, nuestra revista Zona Próxima ha tratado de convertirse (y creemos que en parte lo hemos logrado) en un espacio de difusión, discusión y reflexión sobre el quehacer educativo en todas las áreas del saber. En un principio, fue una labor muy dura pues no existía en nuestro medio la cultura de la escritura académica. La publicación de cada número era una labor titánica, llegaban muy pocas contribuciones. Hoy, por el contrario, llegan muchas contribuciones de colegas no solo de Latinoamérica sino de otros lugares, que desean compartir con nuestros lectores sus experiencias educativas, sus investigaciones en educación y sus reflexiones sobre temas como la lectura, la educación infantil, el uso de TIC en la educación, entre otros.

Esta situación nos alegra, pues evidencia un despertar de los docentes que cada vez más quieren impartir a nuestra profesión un carácter científico, pero sin alejarse del humanismo que, creemos, siempre debe permear a la educación.

Gracias a ustedes, lectores y lectoras, así como las personas que han colaborado con sus escritos en estos años, pues han sido el apoyo que nos ha permitido permanecer en esta lucha y así presentarles este número 22 de Zona Próxima.

Jorge Mizuno
Francisco Moreno


Zona Próxima
Revista del Instituto de Estudios en Educación de la Universidad del Norte
http://rcientificas.uninorte.edu.co/index.php/zona
editoreszonaproxima@uninorte.edu.co

Universidad del Norte
Barranquilla (Colombia)
2015
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