Resumen
Tomando las palabras de la joven antropóloga andaluza Macarena Hernández, el hombre lejos de ser una abstracción, es, por un lado, un ser social que constantemente produce interacción con sus semejantes, lo que lo define como actor social y como miembro de una colectividad, así como creador o productor y participe de las especificidades que se construyen entre miembros de una comunidad; lo que por otro lado, les otorga similitudes, así como las diferencias que les confiere su propia existencia como tal. Por eso entendemos que la antropología es una ciencia fundamental para entender las especificidades de la cultura de este diverso universo del Caribe colombiano. Como decía Geertz el hombre es un animal inserto en una trama de significaciones productos de su conducta y que por eso la antropología no es una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de significaciones.
En realidad este nuevo numero lo que pretende no es ni más ni menos que eso. El dar paso a una de las Ciencias Sociales que hoy por hoy tienen más capacidad de entender la cultura, eso que somos. Quizás una de las fallas de esta porción del gran Caribe es desconocerse, incluso menospreciarse. Por ello, entendemos que desde la antropología y sobretodo desde el trabajo de estas jóvenes investigadoras, bajo la batuta de una de las figuras mas destacada de la antropología colombiana Jaime Arocha, se nos presenta un completo dossier investigativo a cerca del caribe colombiano; desde las riberas del río Sinu, a las rancherías de la Guajira, pasando por Cartagena y Barranquilla y viajando incluso a las islas de San Andrés para analizar los conflictos de identidad de los raizales de las isla. Fiestas, turismo, rituales religiosos, y los siempre presentes problemas raciales, aparecen tratadas como fruto de un serio proceso investigativo que viene con fuerza, con deseos y con ganas de proporcionar conocimiento de ayudarnos a comprendernos mas como somos. Desde la dirección de las revista le damos las gracias a todo este grupo de jóvenes antropólogas que con tanta fuerza y generosidad nos han colaborado.
Seguimos en el esfuerzo por continuar rescatar la memoria de la región, sobre su pasado, sobre sus lazos con el mar, sobre su peculiar identidad y estamos entusiasmados por la excelente acogida que hemos tenido. Animamos a todas la comunidad del gran Caribe, una vez mas, a apropiarse de ella y a entenderla como un espacio de reflexión e intercambio académicos que pretende enriquecer la discusión sobre una región tan diversa y desconocida a la vez.