Resumen
Jóvenes en Resistencia Alternativa (JRA) fue una organización política-estudiantil mixta de Ciudad de México que nació en 2003 y se disolvió en 2019. Teniendo al neozapatismo, a los centros sociales autónomos europeos y al autonomismo argentino como principales fuentes de inspiración, JRA articuló y convocó a un número importante de estudiantes universitarios al activismo no electoral, tanto fuera como dentro de las universidades de las cuales provenían la mayoría de sus miembros. En particular, buscó ser un espacio de formación política, de solidaridad con otras luchas en México, y también de generación de diversos proyectos autogestivos, como una editorial, un seminario de educación popular, un proyecto de intervención barrial en el oriente de Ciudad de México, así como de actividades político-culturales. Este artículo, escrito por dos exintegrantes de esta organización, da cuenta brevemente de la historia de este colectivo, un tipo de experiencia que comúnmente no es reconocida dentro la izquierda mexicana, y un análisis sobre los alcances y límites en torno a la autonomía urbana y horizontalidad como dinámica en la toma de decisiones en la organización. La metodología empleada parte de una autoetnografía de los autores, así como de entrevistas realizadas a algunos integrantes de la organización, tanto para este trabajo como en investigaciones previas.
Citas
Si bien éste ha sido el principal tono discursivo del EZLN, han existido momentos en los cuales también llamó a participar en los procesos electorales. Uno fue cuando apoyó la candidatura independiente de Amado Avendaño para la gubernatura de Chiapas, en 1994. Otra ocasión fue en el 2018 cuando, junto con el Congreso Nacional Indígena, impulsó a “Marichuy”, mujer indígena que buscó obtener su registro como candidata independiente a la presidencia de la república. Si bien esto no se logró porque, argumentó el Instituto Federal Electoral, no se consiguieron las firmas ciudadanas suficientes para ello. Sin embargo, en casi toda la historia pública del EZLN, su posición ha sido criticar el sistema político mexicano, incluidos los partidos políticos dentro del mismo. Esta crítica arreció en el 2006, cuando el grupo insurgente descalificó al candidato presidencial de la izquierda electoral, Andrés Manuel López Obrador. Lo mismo hizo en el 2012 y en el 2018, cuando este candidato finalmente ganó la presidencia de la república. Para muchos seguidores de López Obrador, esta postura fue calificada de conservadora, de hacerle el juego a la derecha e incluso de promover un sectarismo a ultranza. Ello, sumado al desgaste natural de una lucha como la del zapatismo, afectó de manera muy profunda la simpatía social del EZLN en México.
En el intento de escribir con un lenguaje inclusivo y no heteronormativo, haremos uso de la “x”.
Los Acuerdos de San Andre?s (AS) fueron una serie de compromisos firmados, en febrero de 1996, entre los rebeldes y la administracio?n federal de Ernesto Zedillo. En ellos, se establecieron una serie de medidas a tomar en consideracio?n para avanzar en la formulacio?n de leyes en materia de cultura y derechos indi?genas, para ser incluidas dentro de la Constitución Mexicana. En particular, se proponía reconocer espacios autono?micos para las comunidades indígenas. Durante la presidencia de Zedillo, los AS se quedaron en papel. A la llegada de Vicente Fox a la presidencia de la repu?blica en el 2000, e?ste dice apoyar la iniciativa de ley formulada an?os antes por la Comisio?n de Concordia y Pacificacio?n del Congreso de la Unio?n, que recogía partes importantes de los AS. Esta propuesta fue aceptada por el EZLN como forma de avanzar en la solucio?n pacífica del conflicto. Dicha propuesta fue rechazada en el Congreso Mexicano. Ello llevó a que el EZLN suspendiera indefinidamente la interlocución con el gobierno federal de Fox y los subsecuentes. Para revisar dichos acuerdos, así como un análisis de los mismos, ver Herna?ndez Navarro y Vera Herrera (2000).
Las tres señales eran: Liberación de los presos zapatistas en los estados de Tabasco, Chiapas y Querétaro, aprobar la iniciativa de ley de la COCOPA, y el retiro de siete posiciones militares en el territorio del EZLN
Este concierto fue significativo porque la dificultad de organizar conciertos autónomos crecía en un contexto de cierre del uso de espacios públicos por parte del Gobierno de la ciudad de México, pero también porque el festival sirvió para visibilizar y apoyar a todo un tejido de luchas autónomas y no visibles para la mayoría de la sociedad, que a nivel nacional estaban resistiendo ante distintos embates y a la vez construyendo alternativas de vida.
Para más información del proyecto, visitar: https://bajotierraediciones.com/
Un texto que recupera estos debates es: “Especificidades y desafi?os de la autonomi?a urbana desde una perspectiva prefigurativa” de Herna?n Ouvin?a (2011).
Es una organización de izquierda dedicada a mejorar la calidad de vida de todos y todas les que están dispuestes a luchar por ella, o como nosotres decimos por una Vida Digna. (Fragmento extraído de su página web: https://opfvii.org/)
Son testimonios que Marina Sitrin recupera, al calor de los procesos de autoorganización colectiva en Argentina en el contexto de la crisis del 2001.

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