Resumen
Por allá por la navidad del año de 1992 al 93 llegué por primera vez a la ciudad de Cartagena. No era más que un estudiante de doctorado que investigaba sobre el pasado colonial de la ciudad de Cartagena y el Caribe. Llevaba más de un año sumergido en los documentos que al otro lado del Atlántico se conservan en el bello y valioso Archivo General de Indias y arribaba con la excitación de poder oler, ver y sentir de lo que solo sabía por papeles antiguos y libros de historia, de alimentar lo que sólo tenía en mi cabeza, en mi imaginación. Desde hacía tiempo el grupo de investigación del cual formaba parte venía manteniendo contactos con un historiador cartagenero, que por ese tiempo trataba de construir un espacio académico donde discutir y releer la historia de Cartagena, de la región Caribe y sobre todo la historia de los silenciados.