Editorial
Resumen
Es claro, todos los procesos de internacionalización emprendidos por las empresas localizadas en cualquier país del mundo -generalmente apoyadas por sus respectivos gobiernos-, han estado signados por elevados grados de complejidad que no siempre han sido claramente dimensionados en toda su extensión. En su materialización han convergido de forma no siempre armónica factores estructurales, coyunturales y situacionales que los han transformado en auténticos galimatías. Algunos de éstos se han manifestado en los países de destino, otros en los de origen y otros más en las interacciones construidas en las relaciones del entorno global tales como los asuntos de infraestructura de transportes y de comunicaciones, las tecnologías disponibles, las estructuras arancelarias y para-arancelarias inmersas en el intercambio comercial, los acuerdos intergubernamentales e interestatales, los convenios bilaterales y multilaterales, los costos involucrados, los grados de similitud cultural, las prácticas comerciales y de negociación, entre otros.